YESO artesanal. Así elaboraban los yeseros este material para construcción y decoración | Documental

YESO artesanal. Así elaboraban los yeseros este material para construcción y decoración | Documental

Introducido en España por los árabes, elyeso ha sido uno de los materiales más utilizados en la construcción para mortero, enlucidos,encofrados e incluso como decoración. El yeso, llamado también aljez, surge en elterreno en forma de estratos que afloran en la superficie. La localidad monegrina de La Almolda es unaimportante zona yesífera que cubría la demanda de este material por toda la comarca hastalos años 60, como así lo atestiguan los numerosos hornetes que todavía se conservana las afueras. Todavía algunos vecinos recuerdan este trabajo al que dedicaron muchas horas de su vida. Aquí estábamos en el año 47 y 48, términode La Roca, en La Almolda. Y después en muchos sitios, varios sitios hacíamos. Cuando seacababa en un sitio íbamos a otro. Nosotros sacábamos unas 10 toneladas. Y después,lo que hemos hablado, llevábamos a Sariñena, Sena, Villanueva, Poleñino, Lalueza, condos días de carro y para sacar 200 pesetas en aquellos tiempos. Pues se va buscando lo mejor que hay y tienesque descubrirlo con una rodera, la caballería y ya después la herramienta, las falcas,el mallo, el barrón. Había veces que hacías más, otras veces menos, llenabasel carro y hacías la jornada, y al otro día pues volvíamos a buscar otra vez. Hasta terminarlo de hacerlo. Aunque la técnica tradicional de fabricacióndel yeso ha sido sustituida por procesos industriales, un grupo de vecinos de La Almolda, expertosen estas tareas, ha decidido cocer un hornete de este mineral para dejar constancia de latécnica de su trabajo. Aquí estamos haciendo leña para quemar unhorno de yeso. Sisallos que dicen en mi pueblo. Se llaman sisallos estas matas. Para quemarun horno por lo menos hacen falta de 90 fajos a 100, depende de como sean. Unos tres fascalesque dicen en mi pueblo también. Cada 30 fajos es un fascal. Esto es lo mejor que hay, porquees suave para ponerla y da mucha llama, es muy buena. Para quemar los hornos de yeso se recurríaal combustible leñoso que ofrecía el entorno, pobre en especies arbóreas, pero rico ensisallos y ontinas. A golpe de jada o azada se arrancaban las matas del suelo separándoleslos “torrocos” de tierra. Todo lo que lleve rama, puede quemar el horno. Y la que era muy buenapara quemar era la ontina, tenía mucha llama, pero como ontinas hay pocas, hay más sisalloy por eso hacemos sisallos. Según el tamaño del horno hacían faltaentre cien y trescientos fajos de arbustos que se ataban con unos fencejos de esparto. Estos cabos son hechos de esparto, que se emplean para el verano, para atar las garbas del campo, también. Cuando los yeseros o aljeceros iban a cortarlos arbustos preferían hacer más fajos de los previstos para no quedarse cortos a lahora de quemar el horno, pues corrían el riesgo de que no quedara totalmente terminadode cocer el yeso. Para transportar los fajos hasta la zona dondeestaban ubicados los hornos se utilizaba el carro tirado por caballerías. Trae la soga. ¿No llevas cacinglo, verdad?.Ni gancho. Se te ha olvidado. Tira del medio. Venga. Suelta. Vale. Yo no lo quitaría. Posteriormente, con la implantación de lostractores en las tareas agrícolas, éstos sustituyeron a la fuerza animal. Los fajos preparados en el monte se transportabanhasta una zona cercana al pueblo donde estaban construídas las casas u hornetes, que eranunos huecos de planta cuadrada o rectangular, forrados con piedra caliza. Para un horno de siete o ocho toneladas hacen falta 100 fajos de leña. Tendremos que hacer tres viajes más. La provisión de toda la leña para quemarel horno necesitaba de dos o tres viajes con el remolque. Para iniciar el arrancado del yeso habíaque limpiar o desescombrar con la jada la capa superior de tierra que cubría la veta. Ah, arriba hay una placa. Si sale toda laque marca, la veta ésta. A ver, el barrón, que saldrá mejor con el barrón que con nada. La pureza del yeso variaba según la profundidad.Las primeras capas eran de peor calidad y cuanto más hondas estaban mejor era la piedra. A golpe de empujes con el barrón, estos dosveteranos yeseros tratan de desplazar la mole de piedra hasta el pie de la veta para poderdespiezarla en trozos más pequeños. Una vez asentada la piedra en el terreno tienenque partirla en trozos más pequeños y para ello utilizan el puntero y el pico. Tiene unas vetas y se rompe por las vetas. Vas tentando y dependedel sonido que hace la pica, pegas. Si es macizo la pica canta de otra manera, y cuandoencuentra un fallo el golpe es diferente. El hilo de la veta. Las piedras de yeso debían tener un volumenapropiado para su colocación en el horno. Las de mayor tamaño eran apropiadas paraformar los arcos de la boquera, y además estaban en contacto con el fuego por lo queera más fácil su cocción. La cantidad de piedras necesarias para llenarla casa u hornete obligaba a un par de hombres a trabajar con esfuerzo durante dos jornadas. Pues lo mínimo, si en un horno cogen ochoo nueve mil kilos de piedra, pues lo mínimo dos días para hacerlas. Entre hacerlas ysubirlas, más bien tres. Con el carro y las mulas y claro el que llevaba tres mulas subíamás, el que llevaba dos subía un poco menos, pero había quién llevaba una sola. A esele costaba más. Para levantar pared podía servir cualquiertipo de piedra, incluída la oscura que daba un yeso más moreno y también más flojo.Sin embargo, si el yeso se iba a utilizar para lavar o levantar tabiques, era convenienteutilizar piedra muy blanca, extraída de las vetas de profundidad, de la que se obteníaun yeso más blanco que casi no era necesario pintar. La tarde va cayendo y por hoy el trabajo dearrancar la piedra de yeso se da por concluído. Pues ahora, a ver si echamos el trago y acargar. Si no, haremos tarde. Que el día se va. En estas tierras de los Monegros el trabajode fabricar el yeso ha sido secundario y se practicaba como complemento a las tareas agrícolasque no daban los ingresos suficientes para pasar el año. Aquí con el campo no se ha podido vivir nunca.Uno un rebaño de ganado, ahora una granja, otra cosa, a lo mejor cuatro viajes de pajaque te llevabas a Cataluña, el yeso, del campo solo aquí, en la vida se ha podido vivir. Nunca. Los yeseros de La Almolda explotaban las vetasde los terrenos yesíferos para cubrir la demanda de este material de construcciónen toda la comarca. Cuando se vendió mucho, cuando hicieron esospueblos de La Cartuja, San Juan y todos esos pueblos nuevos que los hizo Franco, veníana buscarlo aquí con un camión. La casa es una especie de caja construídacon mampostería caliza, abierta por una de sus caras, donde se cocía la piedra de yeso. Ahora ponemos una pared atrás maciza porqueal quemar, eso se quema igual, entonces aprovechas más yeso y entonces apoyas los arcos a losyesos, no a la pared. Y por eso ponemos la pared allí, primero. He traido éste pequeñopara ponerlo allí y el otro gordo encima. Quedará mejor. Ahí, así, mejor. Ponlo ahí.Y ahora ponemos este gordo aquí. Y éste lo dejamos para la rueda. Parar el horno se llamaba al trabajo de colocarlas piedras apiladas formando el hornete. Esto es para formar el arco del horno y yanos queda la bóveda. Una vez hecho el arco quitamos la rueda y seguimos con otro. Elarco es para que se quede la bóveda y luego se mete la leña dentro para que se queme. Los hornetes podían tener una o dos boqueras,según su anchura. Para dar la forma del arco y mantener el hueco en toda la profundidadde la casa, algunos aljeceros utilizaban un neumático de coche, o bien un molde fabricadocon un bidón. Cuando estos aljeceros tienen formado el arcode piedras ya pueden extraer el molde y adelantarlo para volver a montar otro arco. Pero antesde colocar el bidón, a ambos lados se preparan los bancos con unas piedras que serviránde arranque del arco. Ponemos dos piedras abajo para que el bidónse quede en el aire. Una vez que hemos formado el arco ya está hecho, entonces quitamoslas piedras de abajo y el bidón baja un poco y es cuando lo podemos sacar. Porque normalmentelas de los arcos también apoyamos con algún yeso para que no se pegue al bidón, preto. Arrancando de las piedras guía y sobre elmolde circular encajan entre sí los bloques más grandes, a modo de las dovelas de unapuerta, para dar mayor resistencia al arco que tendrá que soportar todo el peso del hornete. Hombre, ahora hay que cerrar el agujero éste,que es el hueco que ha quedado entre arco y arco. Y hay que ponerlas un poco ajustadaspara que no se caigan abajo. Si son un poco gordas las que entren, pues iremos poniéndolasaquí. Un poco en punta así, y así hace cuña y aguantan el doble. Ahora se ponen cuatro cuñas aquí. Bueno, vamos a quitar la rueda, Jesús. Aver cómo nos sale ahora. Cuando se termina un tramo de la boquera hayque sacar la rueda y volverla a ajustar un poco más adelante para montar otro arco. Ahora tenemos que quitar un poco de tierrapara hacer un poco de bancada, para que las piedras asienten mejor. Ahora estoy limpiandoun poco la tierra para que los bancos de los costados se queden asentados, para formar elúltimo arco que nos queda. Por sacar un poco la basura ésta que nos estorba. Vamos a poner la rueda. Toma pon esta para que tenga apoyo. Para mejorar la calidad de la cocción laspiedras del arco deben estar bien ajustadas entre sí, pues recibirán además toda lafuerza del fuego. Los huecos que quedan entre un tramo y otro de los arcos hay que rellenarlocon piedras gruesas primero y después con "zaborros", de tal forma que los huecos seanlo más pequeños posible y faciliten la retención del fuego. Estos aljeceros han empezado su trabajo alamanecer y a media mañana ya tienen terminada la boquera, que es la parte que requiere más experiencia. ¿Qué pasa Jesús, echamos un trago o qué?.Yo creo que ya es hora. Llevamos toda la mañana aquí, a secas y mal almorzados. Y esto nose sabe, como el estómago no lleva espejos, no sabe lo que ha almorzado uno. Sí, perolleva piernas. A beber. Casi nos podíamos sentar. Con el bidón boca abajo. Toma, bebe.Vamos a sentarnos. Lo difícil del horno ya Lo difícil del horno ya lo tenemos. Temprano para arreglarlo. Toma, toma, que a puro de tragos irá esto. Hay que matar el polvo como sea. El caso que nose quede parado. A partir de este momento se procede a entapecerel horno y la colocación de las piedras no requiere tanta precisión como en la construcciónde la bóveda. Pues ahora estamos para terminarlo de cargar,estamos a mitad o por ahí y yo me pongo aquí para ver si me los va echando éste y yo mepongo para arreglarlos un poco, para que no se queden tantos huecos. Es que si no, quedanmuchos huecos y claro se pierde mucho volumen de yeso. Luego las orillas se ponen más pequeños para que se puedan cocer, que si ponemos muy gordasentonces a la orilla nunca va tanto fuego como al centro y le cuesta más de cocerse.Y así sale mejor cocido. Y menos trabajo después para picarlo y molerlo. Este es bueno, Jesús. De este nos saldrábuen yeso en este horno. Pues ahora demomento se llena hasta arriba y luego ya se hace el caramuello. La cresta del horno. Yahora ya enrasarlo, echar los más gordos y luego los más menudos para arriba. Para la construcción del frontal, los aljecerosutilizan piedras planas normales dispuestas horizontalmente. hora estamos haciendo la frontera paraluego rebozarla con barro para que el calor del horno no se salga por aquí, sino quevaya todo al centro del horno, para que el yeso se cuezca. Cuando va a sacarlo hay que quitarla y se dejan a parte para luego cargar otro horno. Otras veces se ha hecho conyeso también, pero si hay piedra, mejor la piedra. Y como esto no se cuece. Esta la ponemos allí. Ahora estamos montando el caramuello del hornoy poniendo los más pequeños, que hemos puesto abajo, porque es que si los ponemos del mismotamaño, entonces no se cuece y sale crudo y no se puede moler, porque el molino crudono te lo muele, tiene que estar bien cocido. Para aprovechar los trozos pequeños y aprovecharun poco más de yeso. Al hacer el caramuello siempre sacas más producción del horno.Esta es la parte, de momento, la que menos calor llega. Ahora, una vez que el horno llevasiete u ocho horas ardiendo pues sube el calor por todo igual. Y depende de los aires quehaga. Despende del aire se cuece más de un lado que de otro. Hombre, son yesoselegidos de veta, de veta pero elegidos. Y no hace mucho. La veta es muy buena. Al próximoque hagamos iremos allí. Cuando el hornete ya está montado hay quelavar la frontera con una argamasa de barro y paja. Pues ahora estamos haciendo el barro, y lomezclamos con paja para lavar la frontera y así no sale el calor por el agujero delas piedras. Es que si no, se sale el calor por la frontera y por eso lo atacamos con el barro. Es que si no se tapan bien se sale todo elcalor. Y luego, cuando se termina de cocer, que lo tapas, entonces, si estuviera hueco,pues todo el vapor se saldría fuera y no se recocería. Por eso se tapa con barro. Si lo quisieras encender esta tarde ya lopodrías encender tranquilamente. El barro, con el mismo calor se secaría y ya no pasaríanada. Entonces se va secando. Bueno pues, Jesús, esto ya está liquidado.A ver que día hace bueno y lo emprenderemos para quemarlo. Vale pues. Tenemos que esperarun día que salga bueno, si no no se quemará. Como hace aires, a ver si para un poco. Aver si para un poco el aire. Si hace mucho aire gastas una parte más de leña, y claro,vale más esperar un poco. Listo ya, para quemarlo cuando haga buen día. El horno ya ha quedado preparado para serencendido, pero habrá que esperar a que salga un día apacible, pues serán necesarias entretrece y catorce horas para cocer la piedra. Vamos a echar una poca de paja para encender y poca leña de momento hastaque coja un poco de fuerza, porque es que si lo cegamos no arderá después. Una vez que se ha avivado la primera llamacon la paja, ya se puede empezar a introducir los fajos de leña. Al principio, hastaque el humo y el fuego se esparcen por todo el horno, depende del aire que hace te vieneaquí a la boca. Pues el día quieto, que no haga viento, porque se quema mejor y queesté despejado. Lo peor es, aún peor que el viento, que llueva. Si llueve peor, porqueno se puede quemar, y si te pilla a mitad de quemar, pues mal, porque no lo puedes dejar,aunque sea mal lo tienes que terminar de quemar. Ahora se ponen los yesos mojados, al encenderlo del humo mismo, revienen y parece que los mojan, hasta que se caliente el hornoy una vez que se caliente el horno y una vez que se caliente el horno ya se irán secandoporque ya se irán cociendo. Pero de momento, mojados, ya se ven por ahí, hasta que se caliente. Se cogía en plan de verano, se cogíanlas horas puntas, más bien al atardecer, para a las once de la mañana o las doce estarterminado. En el plan de verano. Y en invierno, pues viceversa, se madrugaba mucho, ya porqueel día era corto, para que a las cuatro o las cinco de la tarde estar terminado. Entre diez o doce horas era el tiempo normalnecesario para cocer un horno, aunque este proceso dependía de una serie de factores.En primer lugar del tamaño del horno y después de la calidad de la leña y de los vientos.Si la leña estaba seca producía más llama y por lo tanto más calorías, por lo quese cocía antes. Sin embargo, si hacía mucho viento le costabamás tiempo cocerse y se consumía más leña de la cuenta. Aquí estoy haciendo, que nos damos cuentaque se levanta un poco el aire y entonces para que vaya el fuego más recto para arriba.Se pone aquí un poco de, una protección para que no pase el aire tan rápido aquí.Para que vaya mejor para arriba. No va tan centrado el fuegoy entonces se lleva todo hacia la cara que va el aire y así, al poner esta protección,pues ya sube mejor. Porque si ahora hace aire de esta parte y envía el fuego al otro lado,salen los fuegos por allá y aquí les cuesta más de llegar. A base que vas tapando, vastapando, donde está el fuego vas tapando ya, donde no ha salido pues al tapar por alláno le queda más remedio que respirar por donde está sin tapar. La leña, ni conviene que esté muy flojode llama, ni que esté muy preto tampoco. O sea que, cada vez que echas leña, que seaproveche, que se queme, y cuando se quema hace su trabajo, y vuelta a echar, o sea, nideprisa ni despacio, pero sin parar. Poco a poco, que se queme bien todo ahí, que nose quede atascada, que se haga humo y no haga operación la leña, sino que se vayaquemando bien, es como más cunde la leña. A medida que va pasando el tiempo, el hornoavanza y los dos yeseros se van turnando en el trabajo de alimentar el fuego. Aquí no te puedes ir. Si se va uno tieneque quedarse otro. para ir echando leña, si no, no avanza. Hombre, otras veces ha ocurridotambién tenerlo que parar por llover. Por viento no se ha parado nunca, pero por lloversí. Echabas cuatro fajos encima, lo parabas y después lo encendías otra vez, cuandose paraba de llover, porque lloviendo no se puede echar leña. Lo primero se moja la leñay lo segundo, el horno no tira. Pero hoy va bastante bien. Como no hace viento, pues vadivino. Ahora a ver si se quema esto un poco para sacar una poca de brasa paraasar cuatro patatas, para echar un trago de vino, que tenemos que amerar la garganta,que si no con el humo se seca. Voy a sacar un poco de calibo paraecharlo allí para asar patatas. Para eso tengo la rasera ésta. Ya se empieza a calentar. Vale, a echar cuatro patatas. Y ahora a enterrarlas. Aún les cuesta, aun.Por lo menso 20 o 25 minutos le costará. El proceso de quema de la piedra va a buenritmo, pues los yeseros continúan echando fajos de leña seca para mantener constantela temperatura interior del hornete. Coon esta leña hago separarla del montón,porque está un poco húmeda, que aunque creo que no nos faltará, pero si está seca másrendimiento le dará al horno después. Para que se vaya aireando un poco mientras tanto. ¿Están frías, verdad?. Están bien asadas.Ya están, ya. Aquí no tenías horario, ibas echando alguna patata, comer a las dos y mediao a las tres, depende de cuando te sacaban la comida, como ibas picando toda la mañana,tampoco tenías mucho hambre. Si no patata, un trozo de chorizo a lo mejor, o jamón,y unas sardinas. ¿Quieres sal tú?. Esto se dice siempre echar las diez, poralmorzar, echar las diez. Un tentempié para aguantar la mañana. Alo mejor, según como iba el horno, se iba a comer a casa o te sacaban la comida aquí,una sopa y poco más, que decía aquel. Cógete esa media Jesús. No quiero más que me hecomido una y media ya. Si no se enfriará. Ya se la comerá el panadero ahora. No quedanada aún, no quedan horas aún, Pero va muy bien. No se ve mal, no. Está todo muy igual. Casi han pasado diez horas desde que se encendió el horno y los yeseros continúan echando leña por la boquera para mantener la llama. Ya falta poco para que la piedra esté cocida pues hay una serie de indicios que avisan del estado del horno en estos momentos finales. El mismo humonos lo está marcando, de oscuro se vuelve a blanco. En cuanto sale blanco es que losfuegos están ya muy cerca para salir. Y ya luego se empieza a hacer una prueba, echasuna pajilla y en cuanto se enciende es que ya se puede ir tapando, que en ese corro particularmenteya está cocido. Y así como se va tapando se va moviendo para otros sitios que estánmás crudos. El fuego se va moviendo porque al taparle la respiración por un lado, puesno le queda otro remedio que ir por el otro. Y así es como se va sabiendo. Al caer la tarde todos los síntomas apuntana que ya está cocida la piedra y es el momento para hacer la prueba que permitirá sabersi el fuego ha llegado al caramuello. Ahora vamos a probar, con un poquitode paja arriba, a ver si llega el fuego arriba ya. Si llega el fuego arriba se encenderála paja y al encenderse la paja es que el yeso está cocido. Efectivamente, la prueba da un resultado positivo,lo que quiere decir que ya se puede tapar una parte del horno para conducir el fuegohacia la zona que todavía queda sin quemar. Ahora vamos a poner una chapa aquí,en todo este lado que está ya cocido, porque han subido los fuegos y se ha quemado la pajaque hemos puesto y ahora vamos a poner una chapa, por no poner la tierra antes, y asíla tierra no se cuela al yeso. Después para limpiarlo es mejor porque se queda más limpio,y aunque llueva no pasa el agua, lo escupe la chapa. Y por eso la ponemos y echamos tierra encima. Pero todavía hay que seguir alimentando elhorno, pues queda una parte que no se ha quemado del todo. Prácticamente está casi acabandoya. Ahora echaremos cuatro fajos de leña aquí a la entrada, para que el arco del principiose cuezca que todavía está tirante, claro, se ha cocido atrás, pero alante siempre elfuego llama atrás. Y ahora queremos echar unos fajos aquí para que ese arco se queme,es que si no saldrá crudo. Aunque tiene poca respiración arriba, pero es ya la suficientepara que vaya saliendo como, la apura a salir todo por aquí, porque lo demás está todotapado, y no le queda más remedio que salir por donde tenemos destapado. Hemos terminadode quemar la leña, el horno está cocido y ahora lo que vamos a hacer, tapar la boqueraya. Sólo nos quedan los rincones de arriba ya, y eso para mañana o pasado lo taparemos,cuando ya el fuego se haya bajado y las calorías no estén tan altas, porque del todo no se puede tapar. Cuando el fuego ya ha alcanzado la fachadadel hornete, los aljeceros proceden al cierre de la boquera para dejar todo el rescoldoen el interior y que la piedra se vaya recociendo lentamente. Aquí de momento ya está tapado. Creemosque está bien cocido, dejando los respiraderos arriba, dos esquinas, y ya mañana o pasadose terminan de tapar arriba. Termina de recocer, y ya con la demanda que hay enel molino, pues ocho o diez días tiene que estar aquí, para poderlo sacar y trabajar bien. Cuanto más cocido, mejor, da mas tiempo aque muera cuando se masa para trabajarlo. Y el yeso, unavez que muere, queda lo mismo de fuerte. Y el que es muy fuerte es malo para manejarlo,porque a lo que vas a manejarlo, si es muy fuerte, está mal cocido, se te muere en lasmanos. A lo que vas a echarlo en la pared ya se te ha agarrado en las manos, y si estábien cocido, te da tiempo a gastarlo y se queda después más fuerte. Transcurridos de diez a quince días desdeque se cerró, el horno ya se ha enfriado lentamente y se puede abrir. Al amanecer,los algeceros de La Almolda han llegado hasta el horno para extraer la piedra cocida. Ahora estamos, a ver si lo abrimos yapara sacarlo y molerlo, que ahora ya se ha enfriado. Lleva bastantes días quemado y lovamos a sacar ahora para molerlo. Hay que sacarlo, chafarlo y después molerlo, y a versi lo podemos hacer, que hace un poco de aire. Oh, se ha roto por dentro, Jesús.Bah, pero poco. El trabajo de vaciar el hornete comienza porabrir la boquera, limpiándola de toda la tierra y piedras que se amontonaron para quequedara la brasa en el interior. Después, los yeseros continúan por el caramuello,quitando las chapas que han impedido que la tierra y el aire penetraran y separando latierra de las piedras. Tira para atrás. En esta tarea de “romper el horno”, comodicen los yeseros, comprueban por la dureza de las piedras si el proceso de quemado hasido adecuado y la calidad del yeso obtenido. Pero muy bien, muy bien cocido se ha quedado.Porque estamos arriba en caramuello y se deshacen los yesos, cuando lleguemos abajo, más. Antiguamente el transporte del yeso hastael molino se hacía en carros tirados por caballerías, hasta que fueron sustituidospor los tractores. ¿Vamos ahora ya?. Tú sabrás la fuerza quetiene el burro. Que esa subida engaña. Sí que engaña, sí. Ya vale. El molino de yeso de La Almolda, inactivodesde hace algunas décadas, es de propiedad municipal y de él podían hacer uso todoslos vecinos. Hasta allí se llevaban las piedras de yeso para convertirlas en polvo. Una vez en el molino se extendían por lasuperficie del suelo para machacarlas a golpe de jada o de mallo. Pues ahora estamos machacándolo para hacerlomás menudo para poderlo moler, porque tan gordo no se puede moler, no pasa por el molino,no lo coge. Y ahora hay que machacarlo y hacerlo menudo. Después de machacar la primera capa de piedras,hasta dejarlas a un tamaño apropiado para meterlas en el molino, hay que continuar haciendoviajes de piedras de yeso desde el horno. Sí, sí. Hay que machacarlo porque no entrapor la boca y el molino trabaja menos, machacándolo. Esto es como la comida, contra mejor lo machacas,mejor entra al cuerpo. Pues esto, igual. Se limpia la boca primero. Hoy no se ha podidolimpiar la boca porque se había caído algún yeso abajo y luego se limpia arriba el carambullo.Y luego se empieza a sacar por el carambullo, por la parte de alante y vas parejo ya, vasechandote para atrás y limpiando, y cargando tajo limpio. Pero empezar por arriba, porel carambullo por la parte de alante de la frontera. Y ya conforme vas sacándolo yate vas moviendo para atrás. Antes de la guerra civil, las piedras de yesose molían a mano en una era, pasando un carro tirado por la caballería por encima de laspiedras, machacándolas con el continuo paso de las rodadas. Después, sobre el mismo terreno, se golpeabancon unos grandes mazos de madera hasta convertir la piedra en polvo. Los viajes desde el horno de yeso hasta elmolino eran continuos. Para adelantar el trabajo, los vecinos de La Almolda trataban de ayudarsemutuamente a la hora de moler. Mientras unos yeseros están transportando la piedra cocida hasta el molino, otros se encargan de preparar un rancho de carne de cordero para disfrutarlo todos juntos una vez terminado el trabajo. No lo vamos a echar todo, estamos pocos y sobrará mucha comida. Ahora vamos a echar el pimiento y la cebolla. Partiendo así la patata sale mas gustosa. Que se quede allí hirviendo, hasta que se cuezca la patata. En el siguiente viaje, los yeseros empiezanpor la frontera del horno, donde hay que quitar algunas piedras o parte de ellas, llamadasalgezones, que no se han cocido del todo por estar al exterior o en un punto alejado del fuego. A medida que se avanza en el vaciado del horno,la tierra y el polvo se van acumulando en el fondo. Ello obliga a los yeseros a utilizar la rastrilla. Al final del vaciado del horno, en el fondo,quedan las piedras pequeñas que también son buenas para obtener yeso. Esto es como el pan, que ahora quedan lasmigas y también es bueno. Bueno, la herramienta al carro y andando. Ahora vamos a poner el molino en marchapara moler lo que tenemos machacado de yeso. Va por dos tiempos. Se sube la palanca elprimer tiempo y cuando el motor coge revoluciones se sube al segundo. El molino municipal funcionaba por la fuerzade un motor eléctrico y había un encargado que se ocupaba de su funcionamiento. Cada vecino que lo utilizaba tenía que anotar los kw que consumía durante la molienda y pagar en función del gasto realizado. Una vez machacadas las piedras de yeso, seintroducían por una boquera que daba directamente al interior del molino. La máquina del molino estaba compuesta poruna serie de martillos metálicos en continuo movimiento que golpeaban y partían la piedrahasta convertirlas en polvo. Unas cribas de diferentes tamaños facilitaban el paso yla selección del polvo de yeso obtenido. En otra dependencia, aislada de cualquieragresión externa, se recogía el yeso que salía del interior del molino y que ya estabadispuesto para ser utilizado. El trabajo de moler era continuado y duro,ya que los yeseros debían trabajar entre el molesto polvo que se levantaba. Cuando el yesero ya tenía toda la piedramolida, paraba el motor eléctrico y debía controlar la cantidad de energía eléctricaque había necesitado en el proceso, para pagar al ayuntamiento. Pues mira, la primera suma 160 y la segunda171. total hemos gastado 11 kw en la molienda. El yeso ya ha quedado muy fino y preparadopara la venta a los albañiles de la comarca. El yeso molido se guardaba y se vendía alos albañiles en sacos de arpillera con una capacidad para 32 o 33 kilos, procurando queestuvieran bien aislados de la humedad. Pues bastante bueno se ve. Ahora cuando logaste el albañil verá si muere mucho o le cuesta más de morir. Yo creo que morirábien. Cuando se seca el yeso en la pared, si se queda fuerte o se queda flojo. Los yeseros almoldanos comercializaban elyeso transportándolo en carros tirados por caballerías y recorriendo los pueblos delentorno para cubrir la demanda de los albañiles. Vale Jesús. Esto está. Los albañiles exigían a los yeseros un yesode calidad bien cocido y que fraguara rápido en el proceso de hidratación al mezclarlo con el agua. Entre otro tipo de trabajos, se utilizaba principalmente como mortero enla mampostería, para pavimento de suelo, para enlucido de los tabiques y para cubrir el cielo raso. La mayor demanda de yeso en La Almolda fuedurante los años cincuenta, en plena vorágine de la construcción de los pueblos de colonizaciónen la comarca de Los Monegros. Una vez terminado el trabajo, llega el momentode celebrarlo y de degustar todos juntos la exquisita caldereta de cordero que, en otrostiempos, se guisaba junto al hornete para no detener la faena. Este es un buen momento para recordar aquellostiempos no muy lejanos en los que muchas familias de almoldanos encontraron en la fabricacióndel yeso una fuente de ingresos complementaria a la del campo, tan mermada en este territoriomonegrino de secano. Hoy, los viejos hornetes, que se aferran consus piedras ordenadas a la ladera, apenas constituyen un vago recuerdo de una intensaactividad de la segunda mitad del siglo XX en La Almolda. Soy Eugenio Monesma, director y productor del documental que acabas de ver.Si te ha gustado, te animo a que te suscribas al canal activando las notificaciones desdela campana y así podrás disfrutar de los cientos de documentales que ya tengo en elcanal y de los que semanalmente voy a ir subiendo.

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