TEJAS, LADRILLOS y BALDOSAS con agua y tierra. Elaboración artesanal y cocción en horno | Documental

TEJAS, LADRILLOS y BALDOSAS con agua y tierra. Elaboración artesanal y cocción en horno | Documental

Los terrenos montuosos y el riego de los afluentes del Tormes. La tierra y el agua Los dos elementos fundamentales en la artesaníadel barro confluyen en la localidad salmantina de Horcajo-Medianero, donde Gabriel Martíndesarrolla el oficio de elaborar tejas, ladrillos y baldosas. Tierra y agua, dos fundamentos que para trabajarlosen barro deben distribuirse equitativamente. Siempre a expensas de la climatología, mirandoal cielo y rogando que el tiempo no confirme el refranero popular: “Tejero, ¿qué ganaspor jornada? Si no llueve, un poquito, y si llueve, nada”. El trabajo en los tejares parte de la preparacióndel barro. La tierra negra es la materia inorgánica que sirve de base en la elaboración de tejas, baldosas y ladrillos. “Pues esto es para mezclarlo con el coloradoporque el colorado es muy fuerte y si lo usas solo colorado pues se te abren las tejas. Y así pues echas un poco de esto y no sete abre. Y éste se usa para las baldosas y los ladrillos,que tiene menos fuerza” “Luego hay que irlo escogiendo porque tienepiedras y las piedras hay que irlas quitando porque si no luego al hacerlo allí pues telas encuentras y pierdes tiempo” Otra de las bases del barro es la tierra arcillosa,blanda al contacto con el agua pero dura y sonora tras someterla a un proceso de cocción. “Este barro es criminal porque va metido debajo de la tierra y es muy trabajoso. Luego está lleno de vetas. Lo mismo ahí te va un cacho y ahí ya no va nada, o un poco más adelante” La cantidad de barro necesaria para una hornadase prepara en el hoyo o depósito del tejar. Son los momentos en que la tecnología complementael sistema rústico y tradicional y facilita la extracción y transporte de la tierra. Los cantos rodados y las piedras de menortamaño deben ser triadas para dejar exclusivamente la combinación de tierras. La tierra arcillosa depositada en el hoyo,la llamada barro flojo, se cubre con agua a fin de reblandecerla. Los tejeros esparcen por encima el denominadobarro recio y de la mezcla de todo ello resultará una masa resistente ideal para la elaboraciónde las tejas. En el tejar de Horcajo siguen utilizando elsistema con el que tradicionalmente se ha entremezclado el barro hasta dejarlo en supunto, lo que se conoce como sobar el barro. “Estamos sobando el barro, que consisteen mezclar el colorado con el negro, y hay que amasarlo hasta que se prepare, hasta dentrode una hora u hora y media que tarde en prepararse” Gabriel recoge el barro de las orillas y loecha al centro de la pila para que lo aplaste las pisadas del caballo. A ojos de los tejeros, el estado óptimo delbarro lo determinará su propio color y una textura semejante a la masa de harina conque se fabrica el pan. “El caballo aquí tiene que estar alrededorde las dos horas dando vueltas para poderlo envolver, para que quede una miaja regular” “Con el sol y el aire se pone muy ásperoy hay que mojarlo de vez en cuando con una poca de agua para que se vaya desenvolviendomejor. Ahora ya ha acabado, ya dentro de cinco minutosfuera” “Esta lona que tenemos aquí es para pisarel barro, para que quede bien apretado abajo y luego se coge mejor con la azada. “De esta masa se sacan 1.200 ó 1.300 tejas,por lo menos” Los tejeros apelmazan con las manos la superficiede los más de dos mil kilos de barro. El objeto de esta tarea es conservarlo húmedoy evitar que se oree. Por eso terminan cubriéndolo con lonas. Preparado el barro ya puede comenzar la fabricaciónde las tejas. José Luis moja ligeramente el suelo dondedepositarlas y Gabriel va moldeando el barro. Sobre una mesa de madera, que llama entrañablementela burra de la tortura, el tejero espolvorea tierra seca para impedir que se peguen las tejas. “Pues esto las partes que tiene pues allíun calderete con agua y aquí otro parecido también con ella y el polvo de lima. Y aquí tiene un clavito para que no se pasela gravilla para adelante” Las herramientas de trabajo no han cambiadodesde aquellos tiempos de mayor actividad, cuando el tejero moldeaba hasta mil ochocientastejas. “Pues aquí lo que se utiliza es el raseroy este marco que lo llamamos la gradilla y la pileta para mojar el rasero y punto menos” Gabriel llena el hueco de la gradilla conel barro que alisa con las manos y lo deja caer sobre un molde de madera con la formacaracterística de la teja. Aquí adquiere una ligera consistencia y sedeja secar al aire libre. La técnica de preparación de los ladrillosmacizos o rústicos es semejante a la de las tejas solo que variando los moldes. Para los ladrillos, los tejeros usan el barrode vega, fuerte y resistente al contacto con el cemento o la cal. “La teja lleva como mínimo tres partesde lo rojo y una de lo negro, y el ladrillo pues la mayoría es de lo negro sólo” “Hombre la teja va envuelta... tiene queir mucho más fuerte que el ladrillo, porque como va siempre para arriba, para los tejados,tiene que ser barro con más fuerza que el del ladrillo” Los ladrillos también deben permanecer enel secadero hasta que pierdan el agua que contienen. Esta desecación ahorra combustible en la cocción y evita que se agrieten o que salgan porosos. Ángel Luis va depositando los ladrillos planosen el suelo, molde a molde, con un práctico sistema de transporte. Otro molde distinto con el mismo procedimientousado para fabricar las tejas y los ladrillos, es la técnica de elaboración de unas piezasde barro muy usadas antaño. “Pues baldosa para pisos, lo que antiguamentese llevaba” “Hombre, este barro es más especial quelo de ladrillo, hay que escogerlo mejor porque si no luego también se parten” El tiempo seco es determinante en el moldeoy el secado de las baldosas. La humedad retuerce el cuadrado de 25 por25 centímetros y levanta las puntas inutilizando su aplicación en los pisos. Los tejeros recubren la partida con unas lonasy ya sólo resta esperar de cinco a siete días, hasta que el barro de las tejas, losladrillos y las baldosas se sequen. Para que las tejas se terminen de secar antesde introducirlas en el horno, Gabriel las agrupa por brazados que facilitan la acción y los efectos secantes del aire. Hay que cargar el horno con las piezas secas. Encañar, denominan los tejeros a la tarea de colocar las tejas en el interior del horno dispuestas para la cocción. “Pues cuanto más derecha quede la teja pues mucho mejor, para que aguanten el peso porque van unas encima de otras” Al ser más anchas de un lado que de otro, las tejas se alternan para que no queden huecos y no escape el calor. Las únicas cavidades son las llaves, unostiros que avivan el fuego e impiden que se ahogue la fuerza calorífica del horno. El horno está construido con adobes del propiobarro y tiene unas dimensiones de seis metros de alto por tres de ancho. La capacidad de una hornada se aproxima alas diez mil tejas que deben ser colocadas minuciosamente para impedir que se quiebrendurante el proceso. Colocadas las piezas hay que ir cerrando todaslas vías de escape. “Tapando la puerta para que no escape elcalor” Entre capa y capa de tejas Gabriel esparcecarbón de piedra. Con ello pretende equilibrar el cocimientode la partida en todo el horno, evitar que las tejas de abajo se quemen y las de arribaqueden a medio cocer. El tejado del horno ha cumplido su funciónde resguardo de la lluvia y de los rigores del clima. Antes de terminar de llenar el horno, en losmomentos previos al encendido, los tejeros desmontan la estructura y liberan la salidade humos. La penúltima capa de la hornada está compuestapor ladrillos macizos que Gabriel va ordenando. La distribución conforma una serie de huecospor los que respirará el tiro del horno. El tejero cierra definitivamente el horno con una capa de ladrillos macizos planos dispuestos a modo de tapadera. “Pues esto es barro negro para que no sesalga el humo por la puerta y el calor. Y hay que echarle paja porque si no se abre” Cubrir la puerta con un barro fortísimo,como el que usan las golondrinas para sus nidos, es la última labor que queda antesde encender el horno y comenzar la cocción. Paja para el encendido y leña y carbón depiedra como combustible. Sólo con leña, pajas, ramas de la sierra,escobas... con los materiales que se usaban antiguamente, el horno estaría ardiendo duranteveinte horas. Al utilizar carbón, el tiempo se reduciráa la mitad. Una vez que el horno alcanza la temperaturade cocción, mantenerla estable es determinante en la evolución del proceso. Un descenso del calor impediría que el barrose cociera; y un aumento desmedido provocaría alteraciones en la forma, el color y la densidadde las piezas. Cuando el tejero considera que en el interiordel horno los grados de calor son los apropiados para mantener la cocción, cierra la únicaabertura que queda. “Pues tapando la puerta del horno, la bocadel horno, para que no se ponga negra la labor, que haya temple, que quede el temple bienpreparado” “Cuatro días aquí con cuatro noches sinpoderle quitar esto” Una capa de barro y la boca queda completamentesellada. De este modo, el combustible arderá másdespacio y el calentamiento será homogéneo en todas las capas de la hornada. El tiempo pasa y el barro, poco a poco, vamodificando su estado. Como dice Gabriel, Sabemos que está cocidopor el color que pone arriba la labor. Para concentrar el calor, el tejero extiendehierba sobre los ladrillos candentes. “Pues basura, “tararro” que lo llamamosnosotros, que no escape” El vaciado del horno es el momento de comprobarel resultado del largo proceso. Los tejeros extraen las tejas de seis en seis,organizando el recuento y la disposición de las piezas por grupos de medias docenas. Hoy en día, en el propio tejar de Horcajose disponen las tejas para la venta. Palés de cuatrocientas piezas que, aseguradoscon cintas y embalados con plástico alrededor, satisfacen los pedidos de los clientes. Un trajín el de los tejeros que desaparececonforme avanzan los tiempos. Una ancestral ocupación que tuvieron muchosvecinos de la comarca y que activó los hornos de cocción para la fabricación de tejas, ladrillos y baldosas. 24 pesetas, la teja; 22, el ladrillo y 80la baldosa. Estos son los precios a los que se compracada pieza que sale del tejar de Gabriel Martín. Un negocio escasamente rentable que nos muestraa través de las imágenes el esfuerzo, la calidad y el buen hacer del oficio de trabajar el barro.

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