JABÓN CON RAÍCES. Uso tradicional de la raíz hervida de la albata para lavar la ropa | Documental

El yeso es un mineral muy abundante en los  suelos de la comarca de Monegros y en buena parte del Valle del Ebro. La escasez de lluvias en estos territorios, la insolación y el fuerte cierzo dominante impiden la disolución de estas sales que dan el color blanquecino al paisaje. Aunque eran pocos y muy sacrificados los beneficios agrícolas y ganaderos que se podían obtener en estas tierras, hasta hace algunas décadas los vecinos de Leciñena aprovechaban todo aquello que la naturaleza les ofrecía. Este es el caso de la Gypsophila hispanica, popularmente llamada albata, que es una planta adaptada perfectamente a los terrenos de yeso. Florece entre agosto y septiembre, y su raíz se utilizaba para la fabricación de jabón. Se la llevaban a Zaragoza, y decían que era para hacer champú y cosas de esas. El arrancado de la planta se hacía a golpe de jada en cualquier época del año, aunque era en el invierno cuando los vecinos dedicaban más tiempo a esta labor. Se cortaba para el invierno, que era cuando menos faena se tenía. Cuando arrancábamos la raíz de albata ésta,   pasábamos bastante hambre. La parte utilizada era la raíz, y su tamaño y calidad era proporcional al desarrollo de la planta. Espor ello que siempre trataban de coger primero las matas más viejas que daban un “troncho"mayor. Aquí la albata ésta se le quita todo esto, lo seco, y dejarle el troncho sólo, que el troncho es lo quese corta todo a tajadicas, igual que las patatas fritas esas que venden, pero que son peor. Además del uso particular que cada uno hacía en la higiene de su casa, la raíz sobrante era vendida directamente a los representantes de los fabricantes de jabón que se desplazaban aLeciñena en busca de este producto. Así había que dejarlas para comprártelas. Si llevaban tarrancos de éstos no te lo querían., había que dejarlas bien peladas. Tanto si se usaba directamente en la casa como si se pretendía vender a los compradores, las recias raíces había que cortarlas en finas rodajas cuando todavía estaban tiernas. Cuanto antes la cortabas y antes se vendía, mejor. Si está verde más tierna para cortarla. Y las Perras hacían falta. Que seco esto se corta muy mal. Como el pago de la raíz de albata se hacía por kilos, los compradores exigían que el producto estuviera totalmente seco para que el peso fuera menor y aumentar así la cantidad de producto por el mismo precio. Ello obligaba a los vecinos de Leciñena a realizar un secado previo de las rodajas sobre un cañizo bien ventilado. Hasta que parecía que te permitía que te la podían coger. Ahora se hace lo mismo. La lejía se hace igual ahora, pero claro, almacenarlo como lo almacenaban ellos, tenían que almacenarla seca porque si la almacenaban verde se les hubiera florecido, se les hubiera podrido, pero hacerlo, mejor coge la sustancia así que seca. El aprovechamiento de la raíz de albata estaba muy extendido entre todas las familias y suponía un ingreso complementario a la economía familiar El lavado de todo tipo de prendas oscuras se  hacía con el agua resultante de hervir la raíz de albata en un caldero con agua. El ingenio popular sacaba jugo  a cualquier anécdota que pudiera servir de sorna en la localidad. Ay, pues sí, había una moza que llevaba el pelo así muy teñido y era un poquico presumida y por ahí, y le sacaron eso: La novia de Mariano es una fata, porque se tiñe el pelo con raíz de albata. Una vez que el agua hirviendo había tomado el jugo de la raíz de albata, se pasaba a otro recipiente para lavar a mano toda la ropa de color. Aunque en los trabajos de arrancar la raíz de albata y cortarla en rodajas intervenían todos los miembros de la familia sin importar el sexo la edad, el lavado de la ropa, siempre ha correspondido a la mujer de la casa. Gracias a la colaboración de algunos vecinos hemos podido recuperar esta actividad que, hasta mitad de este siglo estaba muy generalizada en Leciñena.