La COLADA DE LA ROPA EN EL RÍO del Pirineo y el uso de ceniza para su limpieza en 1996 | Documental

La COLADA DE LA ROPA EN EL RÍO del Pirineo y el uso de ceniza para su limpieza en 1996 | Documental

Estamos en San Juan de Plan, un pequeño pueblopirenaico del valle de Chistau. El otoño ya ha llegado y en las altas cumbres han caidolas primeras nieves. Aunque el río Cinqueta baja frío y bravo anunciando el inviernoque se avecina, las jornadas son apacibles y el sol las alegra con su luz y calor. Estos días tan agradables han sido siemprelos mejores para hacer la colada del otoño, es decir, para lavar todas aquellas prendasde lino, cáñamo, algodón o lana que durante el verano se han ensuciado en la casa o enlas duras faenas del campo. Actualmente las telas que se utilizan sonmenos pesadas que las de antaño y las lavadoras han sustituido a aquel duro trabajo manual.Pero algunas mujeres de San Juan han decidido hacer una colada en el río como en otrostiempos Cargado el burro con toda la ropa sucia quelas mujeres tienen para lavar, bajan hasta el río, donde van a realizar la primera partede este duro y largo proceso, que llaman “mojar la ropa”. Antes de comenzar, las mujeres preparan unaspiedras a la orilla del río a las que llaman lavaderas. Pocas son las herramientas que se necesitanpara este trabajo: el banqué de madera que les protege del agua, las canastas para llevarla ropa, las paletas para golpearla y el jabón hecho con los desperdicios grasientos de lacasa y sosa. A base de golpes, paletadas y restregonescon jabón en la ropa mojada las mujeres consiguen sacar la suciedad más superficial, soportandola baja temperatura del agua. Duros golpes con la pala, fuertes batidasde la ropa en el agua y enérgicas jabonadas bajo el sol, acompañan los chascarrillosy conversaciones que quedan casi apagados por el constante ruido del río en su descenso. Al sacar la ropa del agua no la aclaran totalmente,sino que la dejan con algo de jabón para que actúe con más fuerza en el momento depasarla por el roscadé. Mientras algunas mujeres siguen en el ríomojando la ropa, Alfredo y Tía Serena han ido a una de las eras de la montaña pararecoger algunos fajos de leña que se necesitarán en los procesos posteriores de la colada.Las “pitigueras” sustituyen a las cuerdas para atar los fajos hechos con ramilla. La economía de subsistencia de estas montañasha hecho que sus habitantes aprovecharan todo aquello que la naturaleza les ofrecía, ypor ello, con unas ramas de “bucho” preparan una escoba. Cargado el burro, Alfredo y Tía Serena regresanal río con la leña donde el resto de las mujeres ya habrán terminado de mojar la colada. Las mujeres cargan en el burro toda la ropa empapada de agua y jabón. Su peso ha aumentado, pero al burro todavía le sobran fuerzas para subir las pendientes calles del pueblo. Ya está descargada en la casa la ropa mojada.Para el siguiente proceso hará falta bastante agua y fuego, por lo que las mujeres de San Juan deben proveerse de estos elementos antes de “pasar la colada”. Para “pasar la colada”, las mujeres sehan reunido en la cocina de una de las casas. Mientras Alfredo prepara el fuego, Maruja y Adolfina empiezan a meter la ropa empapada en el “roscadé”. La ropa hay que meterla ordenada y uniformenteen el “roscadé” para que el agua penetre bien entre todas sus fibras. Una tela llamada “cenisé” cubre todala ropa. Sobre ella, mientras se calienta el agua, las mujeres echan la ceniza que hanvenido guardando en el hogar para esta ocasión. Ha llegado el momento de “pasar la colada”.Mientras unas mujeres preparan la comida, Maruja empieza a echar agua caliente sobrela ceniza con el orinal. El agua recoge el sabor de la ceniza y penetra lentamente porlas telas empapadas de jabón; este recorrido aún tardará un tiempo que estas gentes deSan Juan van a dedicar a la comida. El “roscadé” es un recipiente de madera, cerámica o metal que está colocado sobre una “cuenca de madera” que conduce el líquido hasta un balde. Un buen caldo caliente y carne a la brasacomo se suele hacer en estas tierras montañosas es la comida para hoy. Mientras las mujeres comían el agua ha idosaliendo por el agujero del “roscadé” y ha quedado recogida en la bañera. Peroahora, este agua caliente que ha tomado el sabor de la ceniza y el jabón que llevabala ropa, se ha convertido en “lisiva”, un producto con gran poder de limpieza. Durante tres horas, aproximadamente, iránpasando la “lisiva” caliente del caldero a la ceniza y la que caiga en el balde alcaldero, enriqueciéndose en este proceso. Uno de los usos que se daba a la “lisiva”era para fregar las vajillas. El día que se hacía la colada se aprovechaba para dejarbien limpias todas las piezas de cerámica, cristal, madera y metal que había en la casa. “Pues para fregar toda la vajilla, los aparadoresque eran de madera, los cristales y las botellas y todo el cristal, se aclara bien y quedamuy brillante con esta agua. Y esto como lleva el jabón y el agua de la ceniza, pues sequeda muy brillante. Y mañana se lava la ropa de los pastores, "“La lisiva y la ceniza. A la vez no había lejías ni polvos de ninguna clase. Y algunasveces echaba un poco de vinagre para fregar y echaba el vinagre y pasaba el jabón,jabón casero y luego a fregar. Yo ya he fregado más con aquello que con lo de ahora, ya. Anita y Maruja limpian toda la grasa y elhollín que se haya quedado agarrado al mobiliario de la cocina, incluyendo el pequeño amuletode madera protector de la casa. “Pues esta maderita la hacían los hombresque eran muy aplicados en las veladas, en invierno cuando se hacía tan larga y la bendecían, eracomo un mal espíritu, para que no bajaran los malos espíritus, una madereta bendecida,para que no bajaran los malos espíritus por la chimenea, en forma de persona. Brujas nohabía. Mal arte. Ha habido tiempo que le ha dado mucho por las brujas, y brujas, no. Loque ha habido gente con muchos poderes igual que son los curanderos que te curan sin medicinar,igual han sido estas cosas. Y si dicen que tienes que romperte la pata, pues te rompesla pata.” La “lisiva” ya va tomando ese color rojizoque indica que el proceso de “pasar la colada” está llegando a su fin. El ambiente de lacocina se va impregnando de ese olor a limpio que deja este líquido. Aunque la “lisiva” sobrante se guardaba en recipientes para ser utilizada en la limpieza e higiene personal, Josefina prefiere estemomento de la colada para lavarse la cabeza. Ya ha terminado el proceso de “pasar lacolada”. Durante toda la noche las mujeres de San Juan dejarán que la “lisiva” sigafiltrando por la ropa hasta quedar recogida en el balde con todo su poder limpiador Las mujeres inician la segunda jornada dela colada recogiendo en los baldes o bañeras la “lisiva” que utilizarán para lavarla ropa de los pastores y la lana. La ceniza de la colada es un buen abono parael huerto que estas mujeres nunca han desperdiciado. Tía Serena y Maruja empiezan a sacar la ropadel roscadé para bajarla nuevamente al río Cinqueta. En un primer viaje Maruja se echa al hombroel caldero de cobre y Adolfina baja el “banqué” y el cabezal. En el burro se han cargado losbaciones de madera y las “estreudes” de hierro para colocar el caldero al fuego. En el segundo viaje llevan la ropa y todolo que necesitan para hacer el siguiente proceso de la colada, que llaman “el engrespau”. Cerca del río, estas mujeres de San Juande Plan preparan a un lado los baciones de madera bien calzados sobre las piedras, y a otro la hoguera con el caldero para calentar el agua. Anita y Josefina empiezan “el engrespau”de la ropa, que consiste en quitar la “lisiva” que haya quedado en la fibra. Para este procesose necesita agua caliente y el jabón casero. Otra vez hay que aplicar jabón a la ropa,frotarla con las manos y darle enérgicas paletadas. Es una dura faena a la que estasmujeres están muy acostumbradas. “La verdad, dura, pero como nuestros huesos han sido ya domados desde pequeñitas, esto se hace como irse a una verbena" La ropa que se ha “engrespado” en losbaciones, Maruja y Adolfina la bajan otra vez a la orilla del río para aclararla conagua corriente. En el río se vuelven a suceder los golpescon la pala y las batidas de las prendas en el agua. Adolfina y Maruja tienen que hacermucha fuerza para poder mover las pesadas telas que ya han quedado totalmente limpias. Cuando las prendas están bien aclaradas lasretuercen para quitarle todo el agua que puedan y así necesiten menos tiempo para secarse. Maruja y Adolfina tienden toda la ropa lavadaen unas piedras soleadas. Y es que, saben muy bien que, para que blanquee más la ropahay que extenderla al sol. “Ya da murga esto, ya es trabajar, porqueademás esto es un poco fuerte, un poco bruto. A pesar de la dureza de este trabajo, a TíaSerena no le faltan fuerzas para recordar jotas y romances relacionados con la colada. “Catorce camisas tengo y quince con ladelgada, la que se case conmigo ya no le faltará colada.” “Paso ríos, paso puentes, siempre te encuentrolavando. La hermosura de tu cara, el agua se la va llevando.” Este día de la colada se aprovecha tambiénpara lavar algunos vellones de lana. Para ello, Maruja los deja a remojo con agua calientedurante una hora. esto bordado es algodón con cáñamo, es una sabana de cáñamo que hacían antes En la colada, las mujeres de San Juan lavantodo tipo de prendas, incluidas aquellas que llevan labores de color más delicadas queel propio tejido. Cuando la lana ha soltado la grasa y la suciedad, la bajan al río para lavarla como si se tratara de otra prenda más. Ya está toda la ropa “engrespada” y aclarada.A partir de este momento el trabajo lo realizará el sol. Es cuestión de esperar. Mientras esperan que el sol actúe sobre lasprendas para secarlas y blanquearlas, Alfredo y estas mujeres de San Juan de Plan van a descansar y comer. Caldo, chiretas, carne de cocido, longaniza, guisos bien aderezados y buenos tragos de vino repondrán las energías consumidas durantetoda la mañana. Hasta que el sol pierda su fuerza y deje de calentar las prendas, lasmujeres esperan a la orilla del río. Después de comer, y con la colada terminada,recogen todos los aparejos que han utilizado. El poder limpiador de la ceniza de la hogueralo utiliza Anita para limpiar el hollín del caldero. Otra vez le toca trabajar al burro para subirlos baciones, las “estreudes” y la leña sobrante hasta la casa. Cuando el sol empieza a ocultarse y a perdersu fuerza, la ropa ya está casi seca y en condiciones de plegarla; pero para ello esmuy importante que las prendas no estén totalmente secas. pero es muy importante de plegarla húmeda para que se planche, y se mete encima de una mesa toda en una pila. Si se plega bien, ya queda bien plegada, sise plega mal, ya quedan mal plegadas.” La ropa de la casa ya ha quedado totalmentelimpia. Hasta hace muy pocos años ésta era la única forma que tenían los habitantesdel valle de Chistau y de otras zonas pirenaicas, para limpiar en primavera toda la ropa quese había ensuciado durante el invierno, y en otoño la que se había utilizado en laslabores estivales del campo. El día que las sábanas eran cambiadas enlas camas o cuando al domingo siguiente de la colada los miembros de la familia se mudabande camisa para ir a la iglesia, se descubría ese aroma limpio de la “lisiva”. Estas imágenes ya han desaparecido de lasorillas de nuestros ríos. Cuántos secretos, chascarrillos y romances contados en sus orillashabrán sido llevados por el rumor de las aguas en su tortuoso fluir, hasta morir empujadospor la nueva sociedad que se está imponiendo.

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