Cómo reconocer una distopía - Alex Gendler

Cómo reconocer una distopía - Alex Gendler

Traductor: Denise RQRevisor: Sebastian Betti ¿Has intentado alguna vezimaginar un mundo ideal? ¿Uno sin guerra, pobreza o crimen? Si es así, no eres el único. Platón imaginó una república iluminada,gobernada por reyes filósofos; muchas religiones prometieronfelicidad en la vida futura, y a lo largo de la historia, varios grupos han tratado de construir el paraíso terrenal. Thomas More en su "Utopía", en 1516, llamó a este concepto "ningún lugar", derivándolo del griego. Aunque el nombre sugiereun espacio inexistente, con el progreso científico y políticomoderno se despertó la esperanza de que estos sueños pueden finalmente llegar a hacerse realidad. Pero en cambio, se convirtieronrepetidamente en pesadillas bélicas, en hambre y opresión. Y como los artistas empezaron a cuestionar el pensamiento utópico, el género de la distopía,el lugar indeseable, nació. Una de las primeras obras antiutópicas, "Los viajes de Gulliver",ha sido escrita por Jonathan Swift. Durante su viaje, Gulliverencuentra sociedades ficticias, algunas de las cuales parecen impresionantes al principio, pero resultan ser seriamente imperfectas. En la isla voladora Laputa, científicos y trabajadores socialestrazan esquemas extravagantes e inútiles mientras que descuidan las necesidades reales de la gente de la Tierra. Y los Houyhnhnm, que vivenen perfecta armonía lógica, no toleran las imperfeccionesde los seres humanos reales. Con su novela, Swift sentó las bases de la distopía al imaginar un mundo donde ciertas tendencias en la sociedad contemporánea se llevan demasiado lejos desvelando así sus carencias. Y esto quedó demostradodurante los siglos siguientes. La tecnología industrial que prometióliberar a los trabajadores acabó por marginalizarlos en tuguriosy esclavizarlos en fábricas, mientras que los magnates se volvieron más ricos que los reyes. Muchos ya cuestionaban el efecto de tales condiciones a finales del siglo XIX. "La máquina del tiempo" de H. G. Wellsimaginó la clase alta y la trabajadora evolucionando como especies separadas, mientras que "El talón de hierro" de Jack London retrató a una oligarquía tiránica que gobiernasobre las masas empobrecidas. El siglo XX trajo cambios másemocionantes y a la vez, aterradores. Los avances médicos hicieron posibletrascender los límites biológicos mientras que los medios de comunicaciónpermitieron la comunicación instantánea entre los líderes y el público. En "Un mundo feliz" de Aldous Huxley, los ciudadanos están genéticamentemodificados y condicionados para realizar sus roles sociales. Mientras que la propaganda y las drogas mantienen a la sociedad feliz, algún elemento humano crucial obviamente queda desperdiciado. Pero las distopías más famosasno eran en absoluto imaginarias. Conforme Europa sufrió una guerra industrial sin precedentes, nuevas facciones políticasllegaron al poder. Algunas prometieron borrartodas las diferencias sociales, mientras que otras trataron de reunir a la gente alrededor de una herencia mítica. Los resultados fueron distopias del mundo real donde la vida ocurría bajo la atenta vigilancia estatal y a cualquiera que no pertenecierale esperaba una despiadada muerte eficaz. Muchos escritores de la época no solo fueron testigos de estos horrores, sino que también los vivieron. En su novela "Nosotros", el escritor soviético Yevgeny Zamyatindescribió un futuro donde el libre albedrío y la individualidad quedaron erradicados. Prohibido en la antigua madre Rusia, el libro inspiró a autores como George Orwell quienes lucharon en la primera líneacontra el fascismo y el comunismo. En "Rebelión en la granja" se burlabaabiertamente del régimen soviético, mientras que su clásico "1984" fue una crítica más amplia del totalitarismo, los medios de comunicación y el lenguaje. Y en EE.UU., Sinclair Lewis imaginó en "No puede suceder aquí" cómo la democraciadaba paso fácilmente al fascismo. En las décadas posterioresa la Segunda Guerra Mundial, los escritores cuestionaronlas nuevas tecnologías y cómo la energía atómica, la inteligenciaartificial y los viajes espaciales marcarán el futuro de la humanidad. Contraria a la creencia popularen un progreso brillante, la ficción científica distópica se expandió a las películas, los cómics y los juegos. Así, los robots se volvieron contra sus creadores mientras que la tele difundió películas fatalistas. Los obreros trabajaban en colonias espaciales dejando atrás una Tierracon recursos agotados y ciudades superpobladas, plagadas de delitos. Sin embargo, la política reflejaba de cerca estas distopias. Obras como "Dr. Strangelove" y "Vigilantes" versaron sobre la amenaza realde una guerra nuclear, mientras que "V de Vendetta"y "El cuento de la criada" advirtieron lo fácil que podían desaparecernuestros derechos en una crisis. La ficción distópica de hoy continúareflejando la preocupación moderna por la desigualdad, el cambio climático, el poder del gobierno,y las epidemias mundiales. ¿Entonces por qué molestarse con todo este pesimismo? Porque, en esencia, las distopiasson cuentos que advierten no sobre algún gobiernoo tecnología en particular sino que la humanidad puedemoldearse con base en un ideal. Piensa en el mundo perfectoque imaginaste. ¿También te imaginaste lo queharía falta para volverse realidad? ¿Cómo harías que la gente cooperara? ¿Y cómo te asegurarías de que durara? Ahora mira otra vez. ¿Aún parece perfecto ese mundo?

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