↪️ El ITALIANO 🇮🇹 | una novela de amor, mar y guerra 🇪🇸🗣️ (Hispánica) 

↪️ El ITALIANO 🇮🇹 | una novela de amor, mar y guerra 🇪🇸🗣️ (Hispánica) 

y audiolibros pero y audiolibros pro presenta el italiano de arturo pérez reverte narrado por víctor clavijo a ti llegó escapando del mar y del acoso de su dios poseidón homero odisea quien sino un soldado o un amante arrastrará a los fríos de la noche ovidio amores a carlota cuyo mundo se prolonga bajo el mar entre 1942 y 1943 durante la segunda guerra mundial buzos de combate italianos hundieron no dañaron 14 barcos aliados en gibraltar y la bahía de algeciras esta novela está inspirada en esos hechos reales solo los personajes y algunas situaciones son imaginarios el perro lo descubrió primero corrió hacia la orilla y se quedó olfateando y moviendo el rabo mientras gruñía con suavidad junto al bulto negro inmóvil entre la arena y el agua color de nácar que reflejaba la primera claridad del día el sol no sobrepasaba aún la sombra oscura del peñón proyectando la en la superficie de la bahía silenciosa y quieta como un espejo salpicada por los barcos fondeados que apuntaban sus pruebas hacia el sur el cielo era azul pálido sin una nube sólo marcado por la columna de humo que ascendía cerca de la embocadura del puerto allí donde un barco alcanzado durante la noche por un submarino o un ataque aéreo había estado ardiendo toda la madrugada argos ven aquí agost era un hombre lo comprobó mientras se acercaba con el perro correteando ahora entre ella y el bulto inmóvil como si la invita se gozoso a compartir el hallazgo un hombre vestido de caucho negro mojado y reluciente estaba tumbado de bruces en la orilla el rostro y el torso en la arena y las piernas todavía en el agua cual si se hubiera arrastrado hasta allí o lo hubiera depositado la marea en la cintura llevaba sujeto con correas un cuchillo en la muñeca izquierda dos extraños y grandes relojes y en la derecha un tercero las agujas de uno de ellos marcaban las 743 se arrodilló a su lado en la arena húmeda y le tocó la cabeza tenía el pelo negro y lo llevaba muy corto del pecho pendían una máscara de goma y un extraño aparato con dos cilindros metálicos sangraba por la nariz y los oídos y seguramente estaba muerto ella recordó las explosiones nocturnas los focos de la defensa antiaérea que habían iluminado el cielo y el barco incendiado y por un instante pensó que podía tratarse de un marinero pero enseguida comprendió que ese hombre no venía de una de las naves ancladas en la bahía sino del mar mismo o del cielo era un aviador o un submarinista tal vez uno de los alemanes o italianos que atacaban gibraltar desde hacía dos años y la línea de demarcación entre españa y la colonia británica se hallaba a sólo tres kilómetros de allí siguiendo la playa hacia levante iba a levantarse para avisar a la guardia civil había un puesto cercano tierra adentro en la zona militar de campamento cuando creyó oírlo respirar de modo que se inclinó de nuevo hacia él acercando le dos dedos a la boca y el cuello y entonces sintió un leve aliento y el latido muy débil del pulso en la arteria miró alrededor confusa en demanda de ayuda la playa estaba desierta a un lado la curva de arena que llevaba hasta la población de la línea y la frontera y al otro las casitas lejanas y sueltas de los pescadores de puente mayorga que a esas horas faenaban en la bahía no habían nadie a la vista el edificio más próximo era su propia casa situada a un centenar de pasos de la orilla una pequeña vivienda de una planta rodeada de palmeras y buganvillas decidió llevar al hombre allí para socorrerlo antes de avisar a las autoridades y esa determinación cambió su vida 1 un enigma veneciano el nombre de la librería era el terra am y eso debía haberme puesto sobreaviso pero en el invierno de 1981 como mucha otra gente yo lo ignoraba todo sobre aquel misterio me había detenido por casualidad ante el escaparate cuando paseaba por la calle corfú entre la academia y la salud porque un libro llamaba mi atención era la góndola de cargas aquí había dos ejemplares expuestos uno de ellos abierto por una página con el plano detallado de esa embarcación siempre me interesó la arquitectura naval así que entré en la librería que era pequeña confortable calentada por una estufa de butano con un ventanal trasero que daba a un canal de muros desconchados y portones ruidos por el agua la atendía una señora mayor de rostro agraciado y cabello blanco recogido en la nuca que leía sentada en una silla con un elegante chal sobre los hombros un perro labrador dormitaba en la alfombra a sus pies nos saludamos pregunté por el libro y me trajo uno de los que estaban expuestos tras ojear lo un poco lo puse aparte para llevármelo y miré otros había muchos de asunto náutico así que me entretuve con ellos y mientras lo hacía repare en las fotografías de la pared eran dos en marcos acristalados en blanco y negro la más pequeña mostraba a una pareja de mediana edad sonriendo a la cámara mientras el hombre maduro pero de buen aspecto pasaba un brazo en torno a la cintura de la mujer tras observarla un poco advertí que esa mujer era la librera misma diez o quince años atrás en la otra foto de mayor tamaño aunque peor calidad y más antigua se veía a dos hombres uno vestido con mono de faena y gorra de marino y otro en pantalón corto y camiseta posando ambos junto a una especie de torpedo situado en la cubierta de un submarino los dos sonreían y el del pantalón corto aparentaba gran parecido con el hombre de la otra fotografía aunque en ésta se lo veía mucho más joven pero era fácil reconocer la sonrisa atractiva simpática y el cabello muy corto y negro que en la segunda foto era encanecido y escaso la librera sorprendió mi observación pues cuando volví la vista comprobé que me miraba interesante comenté más por cortesía que por otra cosa es usted español si no dijo que ella también lo era o al menos todavía no yo lo ignoraban desde luego en todo momento me pareció una completa veneciana hablábamos en italiano y no cambiamos de idioma hasta algo más tarde porque le parece interesante preguntó señale la foto de los hombres junto al torpedo el maya le dije me miró con curiosidad ligeramente sorprendida sabe que es un maya le acabo de ver uno en el museo naval junto al arsenal no era solo eso también había leído algún libro y visto algunas fotos segunda guerra mundial- torpedos tripulados con cabezas explosivas ataques submarinos contra alejandría y gibraltar una guerra oculta y silenciosa le interesa ese asunto algo todavía me observo pensativa y luego se puso en pie para buscar en uno de los estantes mientras lo hacía el perro era una perra se alzó sobre sus patas me dio una vuelta alrededor y volvió a tumbarse con indiferencia en el mismo sitio que antes al fin la librera trajo dos volúmenes al último cuarto de luna se titulaba uno en el último cuarto de luna tampoco el otro título parecía revelador décima flotilla más las cubiertas serán más explícitas una mostraba a unos buceadores cortando una red submarina otra a dos hombres navegando medios sumergidos a bordo de uno de esos torpedos tripulados los puse aparte con el libro sobre las góndolas seguía contemplando las fotografías de la pared un hombre apuesto dije ella no miro las fotos sino a mí como si calcula sé hasta qué punto yo establecía una relación entre ellas después la vi mover un poco la cabeza realmente lo era dijo en español quedé asombrado por su pronunciación perfecta discúlpeme somos compatriotas lo fuimos me intrigó a que el verbo en pasado me hace mucho que está aquí 35 años ahora lo comprendo parece nacida en italia es una larga historia me había vuelto a mirar las fotografías al hombre que le pasaba la mano por la cintura vive todavía no lo siento se quedó callada alzaba de espacio una mano para tocarse el cabello recogido en la nuca con un sorprendente ademán que me pareció casi de coquetería se había vuelto al fin hacia las fotos con una sonrisa dulce y esa sonrisa parecía atenuar las arrugas del rostro rejuveneciendo lo falleció hace cinco años dijo toque con un dedo la portada de un libro y luego señale la foto de los dos hombres y el mayal uno de ellos apenas sonaba pregunta porque en realidad no lo era asintió la mujer lo fue su tono era suave y rotundo al mismo tiempo y había en él algo de orgullo advertí incluso desafío recordé entonces el nombre de la librería que significa el terra sonrío de nuevo seguía mirando las fotografías inmóvil al cabo de un momento encogió los hombros como si fuese a decir una obviedad significa hombres valientes respondió en el último cuarto de luna salí de allí 15 minutos más tarde con los tres libros en una bolsa y camine despacio hasta el canal de la giudecca era uno de esos días invernales venecianos muy fríos y con el cielo despejado sobre la laguna así que anduve por el muelle shutter y disfrutando del sol al llegar a la punta de la aduana que en aquella época todavía era el lugar poco frecuentado por los paseantes me senté en el suelo la espalda apoyada en la pared y hojeé los libros por entonces no era novelista ni pretendía serlo sólo un periodista joven reportero entre continuos viajes al que le gustaban las historias del mar y los y me hallaba de vacaciones no sospeche que lo que entonces leía era el principio de otros muchos libros y largas conversaciones el comienzo de una compleja indagación sobre personajes y sucesos dramáticos la resolución de un misterio y el germen de una novela que tardaría 40 años en escribir han pasado dos meses pero el en árboles lo reconoce en el acto está sentado a una mesa en la puerta del bar europa de algeciras en conversación con otros dos hombres bronceado en gafas oscuras vueltas las mangas de la camisa blanca sobre los antebrazos pantalón azul con cinturón de cuero y alpargatas parece conversar animado y sonríe mucho durante su breve y único encuentro anterior no llegó a verlo sonreír un trazo blanco simpático que ahora ilumina el rostro moreno de corte meridional atractivo inequívocamente mediterráneo que ya sabe es italiano aunque lo mismo podría ser español griego o turco una característica criatura del sur nacida entre orillas e islas sin árboles ni agua aceite vino tinto atardeceres rojizos profundidades cálidas y dioses sabios y cansados mirarlo trae todo eso a su memoria y es además un hombre guapo más ahora que aquel día pálido y manchado de sangre lleva el pelo igual de corto que la otra vez cuando ella lo arrastró desde la orilla hasta su casa para tumbarlo en el suelo del pequeño salón citó con vistas a la bahía todavía inconsciente cubierto de arena con arcos dándole lametones en las manos y el rostro arrugados blanquecinos por una larga inmersión en el agua conoce incluso su nombre si es que era auténtico al que figuraba en la libreta de identificación que encontró en una funda de hule al cortar con unas tijeras de costura la parte superior del traje de caucho lombardo teseo segundo capó regia marina en el punto 35 5.876 bajo la goma vestía un ligero mono de lana azul gris con una estrella en cada solapa y tres galones en forma de ángulo en las mangas marina de guerra italiana sin duda venido del mar seguramente de un submarino para atacar los barcos anclados en el puerto de gibraltar y en la parte norte de la bahía un hombre rana un buceador de combate aquel amanecer no había sabido bien que hacer así que improvisó sobre la marcha tras despojarlo del traje de caucho y abrir el mono para comprobar que no tenía otras lesiones fricción o el pecho y los brazos con alcohol para hacerle entrar en calor y luego limpió la sangre de los oídos y la nariz más que de heridas parecía proceder de un golpe en la cabeza aunque no era visible hematoma alguno recordó los sonidos y el barco incendiado durante la noche y acabó concluyendo que el daño se debía a alguna clase de conmoción interna tal vez una onda expansiva transmitida por el mismo mar quizá la explosión de una de sus propias bombas en cualquier caso el hombre recobró el sentido elena había vuelto a tapar el frasco de alcohol cuando al girarse de nuevo vio que había abierto los párpados y la miraba con unos ojos verdes y turbios cuyas córneas estaban inyectadas en sangre cuando ella habló de ir en busca de un médico él siguió mirándola con fijeza cual si no comprendiera sus palabras o el sentido de éstas y tras un largo momento movió débilmente la cabeza a uno y otro lado debió acercarse a sus labios para escuchar lo que dijo a continuación unas palabras y un número pronunciados con un suspiro de leve aliento teléfono por favor eso fue lo que dijo por favor lo hizo en español con suave acento de su propio idioma teléfono repitió y un número 35 68 y se desmayó otra vez ahora detenida en la esquina del callejón del ritz con la plaza alta disimulada entre la mucha gente que transita por el bullicioso centro de la ciudad ella lo observa de lejos atenta a los nuevos detalles recordando la caminata de 15 minutos hasta el locutorio telefónico de campamento a un vacío de militares la ficha reluciente en su mano el ruido de encajarse en la ranura la sombra de dos años de soledad y rencor las dudas con el dedo índice a un centímetro del disco para marcar mientras a través de la ventana contemplaba el cartel de 'todo por la patria' sobre la puerta del puesto de la guardia civil un pasado todavía fresco doloroso agolpado sobre el presente incierto la decisión final 35 68 una voz al otro lado masculina española sin acento ninguno pese a lombardo dijo ella y siguió un silencio quien habla preguntó la voz da igual quien hable respondió luego dio la dirección colgó el teléfono y regresó a la casa permanece inmóvil en la esquina sin apartar los ojos del hombre ajeno a su presencia aparentando contemplar el escaparate de una zapatería cuyo cristal le devuelve su propio reflejo el fondo oscuro dibujando el luminoso contraluz de la calle el vestido ligero y veraniego ceñido al talle las dos manos sosteniendo el bolso contra el regazo el cabello castaño corto a la moda levemente ondulado un buen aspecto de mujer todavía joven figura esbelta casi delgada tal vez demasiado alta para la media española con su 176 de estatura cuando no lleva zapatos de tacón elena maria arbués ortiz 27 años viuda desde hace dos propietaria de la librería cife situada en la calle real de la línea de la concepción los tres hombres se han levantado de la mesa y caminan entre la gente que llena la plaza en dirección a la calle cánovas del castilló van en mangas de camisa y tienen un aspecto sano desenvuelto que parece unirlos en un vago aire de familia relajados conversando entre ellos se dirigen hacia el puerto elena está a punto de dejarlo seguir y ocuparse de sus asuntos ha venido en autobús a la ciudad para resolver unos trámites burocráticos pero en el último momento cede al impulso a la curiosidad que la incita desde aquella mañana en la playa y en su casa de puente mayorga al deseo de saber más del desconocido que hace dos meses ocupó una hora y media de su vida del que no había vuelto a tener noticias y al que no ha podido olvidar cuando regreso a la casa después de la llamada telefónica el hombre estaba despierto ante la mirada vigilante de argos tumbado cerca que vino feliz a su encuentro al verla aparecer seguía en el suelo sobre la alfombra manchada de arena cubierto por dos mantas y con la cabeza en el cojín que elena había dispuesto bajo su nuca a un lado estaban los restos del traje de caucho y también los extraños relojes de esferas fluorescentes que ya había retirado de sus muñecas al darle las fricciones con alcohol pero observó que el cuchillo que cuando salió a telefonear se hallaba aparte con los otros objetos estaba ahora de nuevo a su lado al alcance de su mano derecha bajo el mango de madera negra la hoja desnuda reducía en la misma luz que entrando por la ventana abierta al sur y la bahía iluminaba el perfil del inesperado y extraño huésped he avisado dijo elena mientras se acaricia va al perro la mirada inquieta del yacente pareció relajarse la observaba con fijeza estudiando le cada expresión y ademán su desconfianza cedía poco a poco no sé a quién añadió ella pero lo he hecho asintió el hombre despacio sin dejar de mirarla gracias dijo al fin ronco débilmente todavía estaba en pie frente a él indecisa no sabía qué más hacer era una situación absurda y extraña sean quienes sean respondió supongo que vendrán pronto lo vio a sentir de nuevo y parpadear incómodo como si con tuviera un gemido debía de sentirse muy mal pensó exhausto un dolorido y mal pese a que era un hombre fuerte de torso atlético había notado sus músculos de nadador cuando le daba fricciones en el pecho seguía teniendo los ojos enrojecidos por los derrames pero la nariz y los oídos ya no sangraban pensó ella otra vez en el petrolero incendiado y en lo que sabía de ondas expansivas transmitidas por el agua precisamente samuel focas el doctor focas lo había comentado unos días atrás hablando de guerra bombas y barcos en la tertulia del café anglohispano una explosión submarina aunque fuese a cierta distancia podía reventar por dentro a un ser humano ha avisado alguien más el hombre el italiano ya sin la menor duda hablaba un buen español con solo ligero acento el tono era desconfiado cual si el pensamiento le causara una viva inquietud lo tranquilizó ella con un movimiento de cabeza cruzó los brazos y miró el cuchillo desnudo con reproche todavía no remarcó él todavía y el parpadeo de nuevo embarazado por su propia pregunta y la respuesta antes de mirar al perro extender torpemente una mano y acercar más el cuchillo para taparlo con las mantas como avergonzándose de que estuviera a la vista discúlpeme murmuró sonaba sincero ahora pese al cuchillo oculto parecía aún más desvalido señaló elena una botella de vino de málaga que estaba sobre la repisa de la chimenea apagada quizá le vaya bien un poco de eso asintió él y le trajo ella un vaso lleno en un tercio arrodillándose lo acercó a sus labios bebió él tres cortos sorbos y al tercero toshio el edad miraba los galones en las mangas del mono militar secondo capo rey a marina dijo señalando el bolsillo donde le había metido de nuevo la libreta de identificación oficial deseo se llama deseo lombardo lo vio dudar un momento sobre saltándose al escuchar su propio nombre al cabo pareció recordar y comprender aliviado si dijo que ha hecho de dónde viene no respondió a eso no apartaba los ojos de los suyos porque me ayuda preguntó a su vez encogió elena los hombros no era una demanda de respuesta fácil ni siquiera para ella misma está herido resolvió decir y lo necesita seguía mirándola inquisitivo esperando algo más movió ella la cabeza se puso en pie y dejó el vaso en el aparador no lo sé confesó aunque no fuera del todo cierto en ese momento argos levantó la cabeza para emitir un leve gruñido de alerta después se oyó el motor de un automóvil deteniéndose ante la casa llamaron a la puerta y el italiano salió de sus vidas eso había sido todo 64 días atrás piensa ahora elena en ello recordando lo mientras excitada por la curiosidad su corazón late tan deprisa que a veces debe detenerse para recobrar la calma camina detrás de los tres hombres procurando no llamar su atención mantiene la distancia con suma cautela a esa hora el centro de la ciudad hormigueo de gente y es fácil pasar inadvertida los ve entrar en un estanco y una farmacia y luego en una tienda de ultramarinos de la que salen cargados con paquetes envueltos en papel de estraza si tienen cartillas de racionamiento piensa se habrán quedado sin cupones aunque tal vez los extranjeros no los necesiten sigue tras ellos nada observa en su actitud de misterioso o clandestino conversan con animación muy relajados y parecen de buen humor en dos ocasiones velen a reír al hombre al que su corrió en puente mayorga recorren así el resto de camino hasta el puerto donde entre los tinglados y las grúas se encuentran amarrados barcos de diferentes pabellones antes de llegar a la entrada se detienen en la pequeña dársena del río de la miel y embarcan en un bote a motor mientras ella parada en el muelle los sigue con la vista desde allí observa que se dirigen al dique exterior hacia un barco grande de casco negro y alta chimenea situada a popa con aspecto de buque cisterna amarrado al extremo del dique está lejos de las otras naves situado aparte y siete kilómetros más allá en línea recta y al otro lado de la bahía se alza la mole parda y brumosa del piñón un poco desdibujada en la calima bajo el sol cenital desde donde se encuentra elena alcanza a distinguir una bandera italiana que ondea en la brisa de poniente conoce el nombre del barco porque lo ha visto pintado en letras blancas cerca de la proa al pasar junto a él en los transbordadores que van y vienen a la línea y gibraltar y antes estuvo un tiempo en la playa misma de puente mayorga varado allí por sus tripulantes para evitar que fuera apresado por los británicos se llama el terra situado frente al círculo mercantil de la línea el café ángulo hispano conserva el estilo del siglo viejo mesas de madera y mármol espejos mecheros de gas que nadie enciende y un cartel taurino con los nombres de marcial lalanda domingo ortega y morenito de talavera cruje el suelo de madera y hay polvo en las cortinas pero los ventanales dejan entrar mucha luz y muestran el animado ir y venir de la calle real un par de veces por semana el enard west acude a tomar algo parecido a café haciendo tertulia con sus amigos el doctor focas y pp aljaraque archivero del ayuntamiento a veces se suman a nazaret castejón bibliotecaria municipal empezaron a reunirse allí hace un año y medio por las mismas fechas en que elena abrió su librería no estoy de acuerdo contigo doctor me sorprendería que lo estuvieras estimado amigo pepe aljaraque golpea con un índice las páginas de the gibraltar chronicle abierto sobre la mesa y se reclina en el respaldo de la silla es rubio y casi albino el bigote caído lánguido acentúa su aspecto escandinavo por el acento andaluz la pena de muerte no tiene sólo un carácter punitivo sino también ejemplar afirma rotundo imagen los tiempos que corren te lo dice un patriota español que detecta a los ingleses y funcionarios ríe samuel focas patriota y funcionario municipal se y bueno son sinónimos mueve el doctor la cabeza mientras agita la cucharilla en su taza de sucedáneo de café acaba de llegar de la consulta particular situada en su domicilio que alterna tres días a la semana con servicios en el colonial hospital de gibraltar demasiadas penas de esa clase se imponen en los últimos años mira de soslayo el camarero ocupado en sus cosas y baja un poco la voz hay otros métodos menos bárbaros alza las manos aljaraque en la demanda impotencia a eso son tiempos brutales como sabemos todo ya tal vez tiempo tal en método el ser humano nos calienta nunca el médico no parece convencido aún así con guerra o sin ella ejecutar a un trabajador español de los muelles padres de familia acusándolo de saboteador es un exceso no seré yo quien defienda la pérfida albión en qué coste pero ese hombre agente alemán proyectaba hacer estallar una bomba en el arsenal adopta zocas un aire dubitativo es menudo calvo miope y la única mácula en su pulcro aspecto son dos dedos de la mano izquierda amarillos de nicotina siempre parece recién rasurado y huele a la opción de afeitar como si acabara de salir de la barbería lleva lentes de acero y cierra con atrevidas pajaritas los cuellos impecables de sus camisas eso es lo que dicen concluye escéptico a saber si es cierto en todo caso se considera aprobado y ojo no discuto el acto patriótico que como simpatizante del rey que soy puedo incluso aplaudir pero quien la hace y lo pilla en la paga es de lo más normal lo hijo de la pérfida albión no se andan con broma incluso así en intenciones no son hechos se vuelve aljaraque hacia elena que pasa distraída a las páginas de un blanco y negro qué opinas tú hoy está muy callada o se escucha responde ella pensaba en sabotajes y coincide en lo natural de la pena de muerte si aún no lo pillan supongo que no es lo mismo un saboteador que un soldado a que te recibe tarda en responder pensando en el encuentro que tuvo por la mañana en algeciras en los tres hombres a los que siguió hasta el puerto hablo de alemanes e italianos se decide al fin de enemigos de verdad para inglaterra pues claro eso diferente son soldados que luchan por su patria en una guerra declarada nada hay que reprocharle pero a los espías los ahorcan no precisamente para eso sirve el uniforme interviene zocas que sacado del bolsillo una lata de purito es pantera quien lo viste es militar y queda protegido por la convención de ginebra a quien no lo lleva se esconde tras una divisa enemiga o es de otra nacionalidad no beligerante se le considera al reo de soga o de piquete de fusilamiento más lo mismo se le mira a tu país que traicionar a la patria o actuar tras un disfraz observa aljaraque nadie civilizado ejecuta a un prisionero de guerra el médico suelta una bocanada de humo mientras lo mira con cortes en reproche bueno a pepe en españa de nuevo observa con disimulo al camarero que sigue ajeno a la conversación y baja aún más la voz aquí se ejecutó unos cuantos no ya me entiendes apura el archivero el resto de su café y bebe un sorbo de agua las guerras civiles son otra cosa oye el salvajismo llevado al extremo a la ausencia de reglas a mí me lo vas a contar que tuve que tomar las de villadiego elena sabe que samuel zocas tiene motivos para decir eso obligado a refugiarse en gibraltar por sus ideas liberales perteneció a una logia masónica se comenta aunque nunca hablan de ello solo pudo regresar sin que las nuevas autoridades lo incómodas en cuanto personas influyentes afectas al régimen lo avalaron a uno y otro lado de la verja ya veréis como lo de ese desgraciado no el último casa está diciendo el halal que la comarca y hervé de espías y saboteadores agentes de uno y otros estamos en el ojo del huracán y nuestras autoridades hacen la vista gorda señala tristemente zocas no siempre cuidado es pan está en la cuerda floja ya no es como cuando alemania ganaba la guerra ahora la cosa anda indecisa y franco que es un fenómeno hace encaje de bolillos y guarda la forma no es la primera vez que la guardia civil detiene agentes nazis o fascistas y los expulsa de aquí yo tuve ocasión de ver a un buzo dice focas fue hace un par de meses y lo comenté con vosotros el del último ataque a gibraltar s estaba en el hospital cuando trajeron el cadáver italiano era dijiste y luego lo publicaron los periódicos al parecer lo dejó un submarino en la bahía debieron de ser más pero solo cogieron a uno hundieron a que el petrolero llamado sligo o algo parecido te acuerdas elena fue cerca de tu casa la joven que seguía pasando páginas de la revista se queda inmóvil como olvidar la dice simulando naturalidad todavía hay restos allí de ese barco y de otros de haberlo cogido vivo lo habrían fusilado por saboteador comenta aljaraque los ingleses son bien crueles y cabrones no creo lo contradice focas era un soldado a fin de cuentas ellos son duros pero respetan las reglas el archivero que se ha puesto serio de pronto mira brevemente a elena respetan la suya y sólo cuando les conviene apunta a grave también focas parece caer en ello pues dirige a la mujer una mirada repentinamente con trata de disculpa perdóname el enano pretendía claro sonríe ella tranquilizada por el giro de la conversación no te preocupes doctor soy un torpe olvídalo por favor sigue un silencio corto e incómodo aljaraque mira el gibraltar chronicle y el doctor a un violento se toca el nudo de la pajarita a elena como a unas cuantas esposas más la dejaron viuda a los ingleses hace algo más de dos años durante el ataque por sorpresa en bazar khyber a la escuadra francesa del mediterráneo francia acababa de rendirse a la alemania nazi para impedir que cayera en manos del enemigo unos cañonazos equivocados y ocho marinos españoles muertos por fin como buscando despejar el momento habla de nuevo focas en lo de aquel italiano muerto nada puede reprocharse a los ingleses no son soldados unos y otros matan y mueren cada cuadro cumple con su deber o yo respeto más a los del eje insiste aljaraque ya sabéis que soy germanófilo e italiano filo le toma el pelo zocas dicho así suena enfermedad venérea pp pásate un día de estos por mi consulta mira el otro de reojo a elena amoscado eso no tiene gracia hombre mientras aparenta prestarles atención ella rememora su propia historia o más bien la del esposo perdido primero oficial a bordo del mercante español montearagón aquel 3 de julio de 1940 un barco neutral que estaba donde no convenía estar una disculpa diplomática británica marianne sirio este árbol mistake y una indemnización para las familias víctimas secundarias de un holocausto que pronto sería general 800 libras esterlinas que permitieron la elena abrir la librería para ganarse la vida y aún así tuvo suerte en los últimos tiempos los mistakes británicos o de otros ya no son terribles no se indemniza a nadie hay que tener valor verdad dice ella de pronto meterse de noche en esas aguas y jugársela de semejante manera no es a la fama que tienen los italianos señala aljaraque modula tocas un aro de humo mientras alza un dedo objetor siempre hay valientes en todas partes es cuestión de motivación es aquel buzo que murió debía de estar motivadísimo no te extrañe una bahía como esta con docenas de mercantes en la parte norte y las unidades de la royal navy en el puerto es un panal de rica miel para hombres audaces bueno señala aljaraque los ingleses han extremado su vigilancia con revé antisubmarina patrullas navales y reflectores y cosas así ahora hay ataque aéreo pero nada desde el mar asiente elena pensativa no dice muy despacio nada desde el mar curro el empleado de la librería golpea con los nudillos el cristal de la ventana para entregar a elena las llaves mira está el reloj y comprueba que son las siete y media tras despedirse de sus amigos hoy toca pagar las consumiciones app aljaraque sale en la calle curro es un joven linense flaco y con gafas con estudios de bachillerato que perdió tres dedos de una mano durante la guerra civil en la batalla de peñarroya tiene 23 años y es de toda confianza dos días por semana elena le permite irse media hora antes para que asista a la academia nocturna donde estudia inglés he abierto la caja de novedades de espasa calpe doña elena también han llegado tres de fernández flórez 5 de stefan zweig y el último de las aventura de guillermo muy bien y he vendido la montaña mágica que nos quedaba habrá que reponer ejemplares claro me ocuparé vanina de eso acaba de venir la luna así que he dejado el escaparate encendido y ahora pago no te preocupes buenas noches buenas noches la librería está cerca junto a la tienda de tejidos la escocesa saluda elena con un movimiento de cabeza a algunos transeúntes a los que conoce y a los comerciantes que ya bajan los cierres metálicos dos vecinas conversan con el mancebo de la botica a la puerta de la farmacia el dueño de la tienda de ultramarinos recoge el género expuesto en el exterior hay niños que juegan en la calle y mujeres que charlan sentadas en sillas de enea esperando a los hombres que vienen desde gibraltar con la fiambrera vacía bajo el brazo y unas pesetas en el bolsillo las pocas farolas están apagadas y tal vez no lleguen a encenderse hoy el día languidece apacible rutinario el cielo se torna cárdenas sobre las terrazas de las casas y la luz crepuscular alarga y extiende las sombras buenas noches luis adiós doña esperanza buenas noches elenita hija que descanses antes de entrar en su tienda contempla satisfecha el escaparate iluminado por dos bombillas de 20 vatios modesto como el local expone una veintena de títulos que ellas seleccionan cuidadosamente combinando libros de fácil venta con otros menos solicitados de modo que baroja en remarque o big bone coexistan con homero y monte en la parte superior de la vitrina está dedicada a la colección austral y muestra el donjuán de marañón los comentarios de césar y el carlos de europa de wyndham lewis y abajo muy visibles obras policíacas y de aventuras con las llamativas cubiertas ilustradas de la biblioteca oro salgar y zane grey phillips oppenheim edgar wallace y en lugar destacado el último libro de josé maría pemán el paraíso y la serpiente y una reedición de el misterio del tren azul de agatha christie que se está vendiendo muy bien en el interior hay una pequeña sección de libros en inglés frecuentada por personal británico del piñón militares sobre todo en las visitas que hacen a este lado de la frontera una vez dentro elena recoge el dinero de la caja registradora cincuenta y siete pesetas no ha sido un mal día y lo guardan en el bolso mira alrededor para comprobar que todo está en orden el suelo barrido en la mesa de novedades ordenada y los libros en sus estanterías y al hacerlo su vista se detiene en la litografía colgada en la pared sobre el pequeño despacho que tiene al fondo junto a la puerta del almacén e invisible desde la calle un ulises semi desnudo náufrago que sale del mar mientras nausicaa y sus doncellas se agitan escandalizadas y es bajo el influjo de esa imagen que ve cada día en la tienda pero que por algún motivo hoy advierte con más intensidad como la librera apaga la luz echa el cierre le quita la cadena a la bicicleta apoyada en la puerta una ruta de mujer sin barra central conecta la dinamo a la rueda para encender el pequeño faro y se aleja pedaleando hacia la bahía para su propia sorpresa que se concreta en una insólita desazón nausicaa y ulises siguen dando vueltas en la cabeza de elena mientras recorre los tres kilómetros que la separan de su casa y la cercanía del mar no atenúa el efecto a partir del espigón de san felipe la carretera discurre contigua al prolongado arco de la bahía al extremo del que se distinguen con claridad las luces lejanas de algeciras en contraste al otro lado y más allá de las siluetas oscuras de los barcos fondeados con las luces apagadas la masa negra del peñón se destaca en la última claridad crepuscular enorme sombría como una roca despoblada y muerta aunque erizada de baterías antiaéreas con veinte mil soldados británicos y el arsenal y el puerto llenos de barcos de guerra recele como cada noche una posible acción aérea enemiga tampoco la población de la línea pese a las luces despreocupadamente encendidas cuando hay corriente eléctrica en cara tranquila los anocheceres de gibraltar mientras los vecinos hoy en el parte de radio nacional o la música de radio tan mantienen el oído atento al ruido de motores que pueda llegar del cielo no sería la primera vez que las bombas italianas caen a este lado de la verja causando muertos y heridos de pronto elena detiene la bicicleta y se queda inmóvil apoyadas las manos en el manillar contemplando la bahía vencida por las sombras sopla una brisa suave que trae olor de algas salitre y petróleo derramado calvario este último de los pescadores linenses el mar está tranquilo y solo se escucha el rumor leve del agua que lame con suavidad la arena donde un tenue reflejo señala el contorno de la orilla oscuridad todavía sin luna luces distantes en el lado de españa' paz bajo un cielo ya negro donde se van afirmando despacio las estrellas el italiano eso es realmente lo que tiene en la cabeza lombardo teseo recuerda y por alguna extraña razón se estremece al hacerlo hasta el extremo de que sentada en el sillín de la bicicleta aparta las manos del manillar y cruza los brazos como si de repente sintiera frío lombardo deseo segundo capo regia marina lo ha visto de nuevo esta mañana en algeciras cuando tan lejos lo consideraba ya de su espacio y de su vida pero al que recuerda con intensidad es al otro o al mismo hombre cuando parecía otro el desconocido que hace dos veces estaba tumbado en la alfombra sucia de arena de su casa mirándola inquieto el cuchillo precavidamente al alcance de la mano al extraño ulises salido del mar vestido de caucho negro sangrando por la nariz y los oídos cuerpo duro y musculoso pelo mojado perfil masculino clásico bien cortado sobre el que encajaría con naturalidad el bronce de un antiguo yelmo griego también recuerda los ojos verdosos e intensos que la estudiaron suspicaces y luego agradecidos y la última mirada que le dirigió cuando dos hombres a los que ella no había visto nunca vinieron en su busca en un automóvil ayudándolo a ponerse en pie con una manta sobre los hombros y mientras uno de ellos flaco alto sin acento extranjero le decía a elena estamos en deuda con usted y confiamos en su prudencia y su silencio con un gesto que era amable y equivocó al mismo tiempo el hombre venido del mar la miró por última vez muy intenso y muy fijo y los labios que recobraba en el color se distendieron en una sonrisa agradecida luminosa y blanca de la que brotó la palabra gracia es el perro el primero que intuye algo pues alza las orejas y luego la cabeza que reposaba entre las patas mira hacia la puerta y gruñe suavemente mientras selena deja el libro que tiene en las manos y presta atención calla argos tranquilo cállate nada se oye pero el animal sigue inquieto se levanta ella apaga la luz del flexo abre la puerta y sale a la oscuridad del pequeño jardín justo cuando un rumor lejano empieza a oírse procedente de la cercana sierra carbonera un momento después un rugir de motores a baja altura a truena la noche mientras sombras fugaces sobrevuela en la casa dirigiéndose a gibraltar iluminados sólo por la luna otra vez piensa ella de nuevo están ahí en el cielo hacía diez noches que no venían retrocede insegura buscando protegerse junto al muro de la casa con el perro que tiembla pegado a sus piernas mientras ve como las rápidas siluetas negras ganan alturas sobre la bahía al tiempo que la masa oscura de la colonia británica se enciende con una docena de finos y larguísimos haces del blanca reflectores que oscilan y se entrecruzan en el cielo como en una extraña fiesta luminosa por un momento uno de ellos alumbra la forma negra de un avión y luego la de otro antes de perderlos después inmediatamente rápidos resplandores empiezan a reventar salpicando el cielo explosiones de artillería cuyo sonido seco monótono tarda unos segundos en oírse bombón mundo hacen bom bom bom bom bom también hay trazos blancos y azulados que ascienden despacio y se extinguen en el aire o caen reflejados en el agua recortando en contraluz las siluetas de los barcos fondeados y un instante después los fogonazos de las bombas que impactan en el peñón destellan con resplandores naranjas y un retumbar sordo que elena siente en los tímpanos y en el pecho apenas dura un minuto de pronto cesan las explosiones de las bombas y la artillería antiaérea los reflectores aún oscilan unos segundos rastreando el cielo vacío y se apagan uno tras otro devolviendo la noche al relucir de las estrellas y la luna la enorme roca torna a ser una masa oscura cuya única luz es ahora el punto rojizo preciso y distante de un incendio que parece arder por la zona del puerto gibraltareño y la calma vuelve a la bahía entra elena en la casa y oprime el interruptor del flexo para seguir leyendo pero se ha ido la luz a tientas con la facilidad de la costumbre coge una caja de fósforos levanta el tubo de vidrio de un quinqué de petróleo regula la redecilla y prende la mecha la luz entre amarillo y naranja ilumina el saloncito los libros en sus estantes el aparador con loza y botellas la mecedora la mesa y la alfombra sobre la que argos ha vuelto a tumbarse con indolencia también alumbra un viejo cuadro en la pared sobre el sofá cuyo lienzo craquelado muestra un velero que intenta ganar el puerto entre las olas de un temporal y una foto en un marco sobre la mesa de trabajo helena tres años más joven del brazo de un hombre moreno y apuesto que viste un informe de la marina mercante gorra bajo el brazo y galones de piloto en las bocamangas ya no tiene ganas de seguir leyendo no desde luego esta noche así que ni siquiera lo intenta permanece de pie en el centro de la habitación contemplando la fotografía sumida en el sabor amargo y dulce de la memoria aún reciente todavía en carne viva en los recuerdos y sensaciones físicas lejanos pero no olvidados aunque concluye dos años después la soledad no es tan terrible como al principio más vivo el dolor llegó a esperar oa temer la templa el discurrir apacible de los días el trabajo los libros el mar cercano la compañía del perro los largos paseos los amigos situados a una distancia adecuada la libertad de espíritus sin grandes afectos ni siquiera muy distante el de su padre una carta a veces alguna fría llamada telefónica que envejece tras las zozobras de la guerra en málaga a casi 200 kilómetros de allí hay incluso alivio en la ausencia de lazos próximos de vínculos íntimos con sus perplejidades y miedos alivio y también fortaleza es poco lo que se teme cuando es poco lo que se espera más allá de una misma cuando en caso necesario la vida cabe en una maleta con la que poder alejarse de cualquier paisaje sin necesidad de mirar atrás solo argos piensa y entonces se inclina para acariciar al perro que al sentir su mano se vuelve patas arriba para que le rasque la tripa sólo él y esa figura da maleta un mundo neutro cómodo desprovisto de sorpresas y emociones fácil de transportar y de habitar allí o en cualquier otro sitio y sin embargo concluye sin embargo tras reflexionar un momento se dirige al aparador y abre un cajón los tres extraños' relojes que el hombre que salió del mar llevaba consigo están allí desde entonces ella se lo retiró de las muñecas mientras lo atendía y ni él ni quienes fueron a buscarlo pensaron en cogerlos cuando se fueron se llevaron el cuchillo pero olvidaron eso los descubrió en el suelo cuando ya se apagaba el ruido del automóvil y estuvo un rato estudiando los a antes de guardarlos en el cajón ocultos bajo unas servilletas y manteles doblados a la espera de que alguien viniese y lo reclamara pero nunca vino nadie y ahí siguen dos meses después los saca y los contempla otra vez se trata de un reloj una brújula y otro aparato cuya utilidad le resulta desconocida los tres son de acero con correas de goma la brújula consiste en media esfera de plexiglás y un cuadrante con los puntos cardinales que flota en su interior la esfera negra del reloj muestra la inscripción radio mir panerai y sus marcas como en los otros son fluorescentes en la oscuridad el tercer instrumento tiene una escala de cifras que tal vez indiquen presión o profundidad se sienta con los tres instrumentos en el regazo el hombre hallado en la orilla del mar y el que reconoció por la mañana en algeciras se funden en su cabeza perturbando la cual si se acerca se insegura a un acantilado o un pozo que le inquietaran y atrajesen al mismo tiempo un misterio por desvelar el cabo suelto de un enigma ahí fuera hay una guerra otra más o tal vez siempre sea la misma y los tres relojes que tienen las manos el italiano reencontrado cerca del puerto su secreto es indudable que lo hay o lo sigue habiendo forman parte de ella intuye que si no devuelve esos relojes al cajón y se olvida de quien los llevaba si continúa adelante con la idea que poco a poco define sus intenciones ella misma pasará a formar parte del oscuro entramado de las bombas y los reflectores engañosamente lejanos que iluminaron gibraltar hace un momento a fin de cuentas deciden no soy yo quien habrá ido al encuentro la guerra me es sin que yo la busca se hace más de dos años se mata al quivir hace dos meses en el amanecer de la playa hace unas horas en algeciras curiosas geometrías de la vida hay cosas que ocurren solas concluye tal vez porque alguna regla oculta determina que deben ocurrir y tres veces son demasiadas para considerarse al margen sonríe absorta con cierto asombro sin darse cuenta de esa sonrisa sentada en su casa a la luz del kin que el perro echado a sus pies y los tres relojes en el regazo el en árboles acaba de decidir que la guerra que creía ajena vuelve a formar parte de su vida ahora necesita saber y piensa hacerlo 2 los hombres del último cuarto de luna es el soto capo gennaro squarcia lupo quien primero se fija en la mujer delgada y más alta que la media de las españolas con un vestido claro ligero que moldea sus piernas y caderas la descubrió hace un momento entre la gente que a la sombra de un toldo hecho con vela de barco ocupaba las mesas de la terraza del bar restaurante miramar el más próximo a la entrada del puerto la vio de lejos sentada y bebiendo algo con un sombrero de ala mediana que cubría parte de su rostro squarcia lupo le dirigió entonces una rápida ojeada valorativa es napolitano y le gustan las andaluzas tan parecidas a las mujeres de su tierra y siguió adelante con sus compañeros recién desembarcados en el arranque del muelle de la galera el subteniente paolo arena y el suboficial teseo lombardo ahora la ve otra vez al volverse casualmente a mirarlas parece la que estaba en la terraza y camina por la calle cánovas del castilló en la misma dirección que ellos unos 20 pasos por detrás square cya lupo advierte la coincidencia sin darle importancia contempla un momento a la mujer y sigue andando con los otros hay mucha animación en el centro de esta ciudad que tanto templa al soto capo la nostalgia de su lugar natal además estirar las piernas le viene bien porque lleva dos días sin salir de una bodega calurosa y sucia reparando primero la válvula de vaciado de una bomba de aire que da problemas y después el reos trató de propulsión de un motor eléctrico se supone que ese trabajo corresponde al mecánico especializado un salto llamado rocard y pero éste lleva una semana en un hospital de cádiz con apendicitis y todavía no ha llegado un relevo sin embargo squarcia lupo no se queja es bajo atlético con un pelo ensortijado y espeso que intenta domar peinando lo hacia atrás con gomina un meridional de buen carácter y esther a quien gusta disfrutar de la vida camina despacio satisfecho un cigarrillo en los labios y las manos en los bolsillos del pantalón gozando del paseo y del día soleado que la brisa del psuv éste mantiene agradable como sus dos compañeros va en mangas de camisa calzar para gatas y lleva un documento de identidad a nombre de fabio cola na de la empresa de reparaciones y reflotamiento navales estela de génova eso lo convierte en empleado de una empresa civil en un puerto neutral cobertura irreprochable incluso en una españa que aunque hasta ahora se mantiene al margen de la guerra simpatiza con la posición de italia en el conflicto mundial marineros de apariencia indisciplinada que bajan a tierra para frecuentar bares y los días de paga alguna sirena de muelle a tanto la media hora en algeciras hay ojos por todas partes y conviene ser precavidos ahí hay una ferretería dice el subteniente arena señalando un comercio arena es flaco y de nuez prominente con bigote recortado y aspecto de galgo triste entra en él y lombardo en la tienda y es cual el grupo se queda en la puerta observando la calle la mujer ha desaparecido y quizás se trataba de una coincidencia aunque haberla visto dos veces en media hora lo deja vagamente inquieto esa ciudad no es un lugar hostil pero al enviarlos allí le recomendaron ciertas precauciones esenciales al fin y al cabo algeciras y las inmediaciones de gibraltar son coto de caza para varios servicios secretos casas de campo ventas de carretera y hoteles como el reina cristina de la ciudad o el príncipe alfonso de la línea bullen de espías ingleses alemanes italianos y españoles que van y vienen actuando cada uno por su cuenta nada de eso afecta de modo directo al equipo del que forma parte es cual el grupo pero es saludable mirar por encima del hombro pues nunca se sabe y como dice un antiguo refrán marino que también usan en españa' al camarón que se duerme se lo lleva la corriente después de la ferretería donde adquieren componentes mecánicos y eléctricos necesarios para reparaciones los tres hombres se dirigen a la plaza del mercado torroja bajo la moderna lumbrera circular resuenan las voces de los vendedores y más parece zoco moruno que lonja española los puestos de ultramarinos y especias mezclan colores con frutas y verduras bacalao seco y barriles de sardinas en salmuera eso hace que square grupo se sienta aún más en su ambiente cual si se tratara del barrio de nápoles donde nació hace 27 años en capacidad de adaptarse al bullicio mediterráneo con áfrica a sólo 22 kilómetros el soto capo de la regié marina lleva ventaja a sus compañeros de esta mañana que aunque también son resultado de la escuela de buzos de la décima flotilla de medios de asalto curtidos en duros adiestramientos y con acciones de guerra en sus hojas de servicio para ciertas cosas resultan algo estirados son gente del norte de esa que arruga la nariz ante los efluvios meridionales paolo arena es ligur de savona y teseo lombardo veneciano es entonces cuando la divisa de nuevo square grupo está comprando fruta siempre se encarga el de regatear el precio con los vendedores y al levantar la vista descubre a la mujer un par de puestos más allá interesada en el mostrador de una pescadería se ha quitado el sombrero pero la reconoce igual y sin duda es ella la que vio en la terraza del bar y luego en la calle es la tercera vez y eso le hace sentir un malestar extraño una desagradable incertidumbre que lo pone alerta suspicaz quizá no esté sola considera tal vez haya otros vigilando puede que sólo sea la parte visible de una amenaza más seria y peligrosa hay una mujer junto al puesto de pescado comenta a sus compañeros no miréis ahora pero creo que nos está siguiendo sorprendido el subteniente arena se vuelve con disimulo en esa dirección la del vestido claro inquiere en voz baja tras un momento esa mira otra vez arena de soslayo y crees que nos sigue desde hace un buen rato estaba en el puerto cuando llegamos está seguro como del duce hablo en serio llena lo he dicho en serio estoy casi seguro y no puede ser una coincidencia también claro que sí pero van tres veces en poco tiempo además se ha vuelto hacia el otro miembro del grupo qué opinas tú deseo lombardo no parece escucharlos permanece inmóvil muy serio mirando a la mujer lo hace fijamente sin ningún disimulo y aunque tiene la piel del rostro tan curtida por el sol como sus compañeros ha palidecido no la mires así hombre lo reprende es su pendiente para darse cuenta es ella dice al fin lombardo arena se queda boquiabierto quién es ella la mujer de puente mayorga la de la playa no fastidies la que sí se miran los otros confusos de pronto lombardo se aparta de ellos deseo ni se te ocurra lo re conviene arena al armado pero lombardo no hace caso camina hacia la mujer y se detiene a su lado entonces ella levanta la cabeza y los dos se quedan inmóviles mirándose esto no me gusta llenar dice arena asiente square chelo po tan preocupado como el subteniente a mí tampoco en los años 80 del siglo pasado la vía piña seca era y sigue siéndolo cuando escribo esta historia uno de los lugares más vivos y bulliciosos de nápoles todo el pulso de la ciudad latía allí entre puestos callejeros o la carne verdura pescado y pizza caliente caminar por esa calle era sumergirse en una multitud que compraba discutía y reía matronas con cestas de la compra fulanos que en la puerta de los bares fumaban y bebían cerveza rostros patibularios que no querrías encontrar en un callejón oscuro mujeres de belleza densa y espesa envuelto todo en un rumor de colmena mezclado con bocinazos de motos y automóviles bajo una luz mediterránea que se introducía entre decrépitos palacios donde en salones convertidos en humildes apartamentos apellidos aristocráticos coexistían con el pueblo llano como si toda la ciudad fuese un bucle sin final una película continua de vittorio de sica se podría ver mirar el mes y censos al llegar esa libertad y probar toda la felicidad esa antigua canción tarareaba llenar o squarcia lupo observándome mientras yo conectaba mi magnetófono la trattoria y el balón bar o estaba en la esquina de la vía piña seca con la vía por está oscura el primer día me había proporcionado su dirección la librera de venecia llamó mi atención la muestra situada sobre la puerta junto al nombre del local una calavera con una flora entre los dientes el palomar o era una casa de comidas especializada en pasta pescado y plato del día frecuentada por gente de los comercios y el hospital cercanos ocho mesas dentro y seis fuera al sol en invierno y bajo un toldo en verano atendía la familia del propietario ya jubilado anciano de pelo crespo y blanco a un abundante hombros que en otro tiempo fueron fuertes tallado el rostro de profundas arrugas y marcas durante tres días conversé con él junto a un altarcito callejero con flores de plástico dedicado a alguno de los innumerables santos napolitanos sentado a la mesa donde el antiguo soto capo de la régie marina se instalaba a diario para comer conversar con los vecinos y criticar como su hijo y su nuera llevaban el negocio teseo lombardo era mi binomio habitual me confirmó binomio [Música] hizo un ademán evocador así nos llamábamos operábamos por parejas y solíamos ir juntos sentados a horcajadas sobre el mayal cuyo nombre técnico era siluro alenta corsa torpedo lento lombardo era su jefe en cada misión me miró como si evaluarse mi ignorancia el antiguo buzo tenía unos ojos pardos y duros que de vez en cuando parecían examinar me cautos él era suboficial y yo su operador pero la camaradería era tanta que nadie prestaba atención a los galones ni siquiera a los oficiales nos habíamos entrenado todos juntos pasándolo igual de mal corríamos los mismos peligros no recuerdo ni un solo caso en que uno de nosotros hiciera valer su graduación sobre los demás la idea siguió contando era golpear sistemáticamente gibraltar y que los enemigos no adivinaran de donde venían los ataques submarinos voceadores procedentes del mar que imaginarán lo que pudieran y realmente se volvieron locos la base de algeciras era por completo secreta y lo siguió siendo durante toda la guerra solo después averiguaron los ingleses que ocurría de donde salían los buzos italianos para cruzar la bahía y volar sus barcos debieron de pagar a ustedes un precio muy alto supuse se quedó callado un momento miraba el rectángulo de sol de la calle con aire pensativo algo pagamos sí dijo muchos muertos asintió y estuvo otro poco en silencio demasiados respondió al fin miraba la calle como si aquellos a los que recordaba estuvieran a punto de doblar la esquina y sentarse a la mesa salían de noche y no regresaban añadió tras un momento otros serán capturados como yo mismo lo fui me incliné hacia él con renovado interés usted lo fue lo apresaron pues claro y cayeron muchos la nueva nos había servido dos cafés y el re movía al suyo con la cucharilla a la larga teníamos pocas posibilidades comprende bebió un sorbo o te mataba en no te cogían aunque a ninguno de nosotros le sacaron nunca una palabra fuera de nuestro nombre en grado y número de identificación río deteniéndose en ello después bebió otro poco y volvió a reír no éramos fáciles de convencer comentó satisfecho valió la pena que sí valió los ojos duros brillaron de malicia tendría que haber visto las caras de aquellos ingleses arrogantes viendo hundirse las naves en el puerto en sus mismísimas narices lo hicimos en gibraltar y también en alejandría suda y argel les dimos pero bien se quedó pensándolo e hizo una mueca zorruno buscando mi complicidad e italia no es eso no le parece hacer cosas que otros nunca harían porque son incapaces de imaginar las me mostré de acuerdo mientras recordaba lecturas comentarios películas alberto sordi botón jets y dino risi luigi zampa y los demás la italia vieja sabia escéptica e infeliz el humor y el drama combinados asumidos con naturalidad estoica eso desmiente dije el tópico de que los italianos lucharon con poco entusiasmo me miró como si yo fuera tonto cada cual lucha según quién es y lo que cree me dirigió otra ojeada penetrante conoce la vieja consigna fascista credere o pediré combate la conozco pues no sé si nuestros altos jefes y almirantes creían asintió pero nosotros sí creíamos no me detuve en ese aspecto no era oportuno de momento para entonces ya había leído e investigado un poco y sabía que a partir de 1943 cuando el mariscal badoglio capítulo ante los aliados la unidad de incursores submarinos italianos se había dividido en dos bandos unos se unieron a los aliados y otros siguieron fieles al compromiso con los alemanes ahora el antiguo soto capo me miraba con valor celo qué piensa hacer con lo que le cuento todavía no lo sé fui sincero al responder soy periodista como dije y el asunto me interesa tal vez escriba un reportaje pareció sorprendido ha venido hasta nápoles solo para hablar conmigo no compro unas maniobras de la otan decidí aprovecharlo hablara con otros si los localizó puede que sí sonrío de modo extraña no quedamos muchos vivos saqué un paquete de cigarrillos y le ofrecí uno pero negó con la cabeza mientras se llevaba una mano al pecho dijo algo sobre que sus pulmones no toleraban el tabaco yo encendí el mío cómo actuaban usted y lombardo con los mayales en tornaba el anciano los ojos recordando lombardo contó era el jefe del binomio e iba adelante donde estaban los mandos para regular rumbo velocidad y profundidad él iba detrás con la palanca de inmersión rápida teniendo a su espalda la caja de herramientas para cortar redes y mordazas que sujetarían las cargas a las aletas estabilizadoras de las naves enemigas me preguntó que los llevó a meterse en eso pertenecíamos a la décima flotilla a todos voluntarios antes de la guerra yo había sido buzo sacaba coral en el mediterráneo' y madreperla en el mar rojo y su compañero se detuvo un instante a hacer memoria creo que la familia tenía un modesto astillero de góndolas en venecia por lo que recuerdo había trabajado allí cuando se conocieron me lo dijo otoño de 1941 escuela de buzos de livorno y base secreta de adiestramiento de boca de sergio cerca de la especia situada en una finca de caza puesta a disposición de la regia marina un paraje discreto de aguas tranquilas arena blanca pinares y abundante vegetación a salvo de miradas inconvenientes allí en el más absoluto secreto se formaban los operadores de los medios de salto en navegación nocturna ataques desde y bajo el mar franqueo de destrucciones navales y hundimiento de naves enemigas lombardo y él estaban muy bien coordinados hechos el uno al otro a soportar los efectos del frío y el anhídrido carbónico al respirar oxígeno a presión doble o triple de la normal adiestrados de una forma intolerable para otros seres humanos movía la cabeza el viejo buzo evocador me a las chicas nos dejaban acercarnos en aquel tiempo la única diversión era ir al cine bien hecho oa comer a la trattoria económico estuvieron juntos desde el principio todo el tiempo no él entró en acción antes que yo me dio detalles su compañero había dejado boca de sergio para ser asignado a uno de los grupos de asalto que operaban desde los submarinos shire y ambra fue así como deseo lombardo y otro buzo llamado corrado gattorno que murió en esa misma acción contra gibraltar hundieron el petrolero sligo el napolitano y el veneciano se reunieron en algeciras durante el otoño de 1942 y para entonces la décima ya había atacado a los ingleses en la bahía de suda con lanchas explosivas hundiéndoles el york.el bonaventure y otras naves y luego con mayales el valiente el queen elisabeth y el sag ona en alejandría también lo intentaron contra malta aunque fue un fracaso lo de algeciras fue inteligente y bien planificado añadió squarcia lopo para esa operación encubierta nos eligieron a hombres selectos muy entrenados el grupo ars a mayor me interesó el nombre no porque él o jesse por primera vez sino por el modo en que se refería a él su tono osa mayor dice lo vi a sentir con vigor orgulloso esos éramos nosotros las cuadrillas del último cuarto de luna lo miré asombrado porque al antiguo soto capo le temblaba ahora ligeramente el mentón donde despuntaban pelos blancos sin agitar de improviso parecía más viejo tal vez incluso vulnerable y advertí una rara humedad en sus duros ojos pardos tras un momento callado inmóvil se miró las manos huesudas deformadas por la artrosis y sonrío con intensa melancolía todo se planificó cuidadosamente empezamos a operar en serio desde algeciras a finales de 1942 cuando me incorporé al grupo de seo y los otros llevaban algún tiempo preparándolo incluso habían hecho ataques si los mayales a nado desde el submarino sigue poniendo unas minas pequeñas que llamábamos y pau le tos yo estaba fácilmente cabos y en una de esas incursiones apunte fue cuando se conocieron teseo lombardo y elena árboles si en aquella playa y luego dos meses más tarde ocurrió lo del mercado donde yo descubrí que ella nos estaba siguiendo y como era el deseo sonreía evocador muy buena persona insistí como de buena lo pensó un poco más más duro consigo mismo que con sus compañeros respondió al fin simpático trabajador sencillo un poco inocente pero fiable y muy sereno un buen hombre como le digo uno de tantos que han nacido héroes y no lo saben lo tiene delante en el mercado de algeciras callado e inmóvil tan próximo que puede notar su respiración a él en arbués se le corta la suya cuando al levantar la vista lo descubre a su lado hay un interrogante cálido más sorpresa que reproche en los ojos de reflejos verdes que la observan lo mire a ella sin disimulo minuciosa reconociendo de cerca el rostro mediterráneo el pelo tan corto como la otra vez el mentón bien rasurado los hombros sólidos bajo el blanco de la camisa que contrasta con la piel atizada y deja ver bajo el cuello abierto una cadenita de oro con una pequeña cruz qué hace aquí pregunta el buen español aunque con algún acento como la otra vez lo ha dicho sin aspereza con una extraña suavidad que a ella la conmueve atenuando la vergüenza súbita que ha sentido al verse descubierta o tal vez piensa atropelladamente era eso lo que buscaba su intención que él la mirase como la mira ahora así que se limita a un ademán vago que espera parezca indiferente lo reconocí dice con sencillez cuando hace 3 días ve que parpadea y eso la hace sentirse más segura casi victoriosa despeja su timidez comprender que se siente tan desconcertado como ella tal vez más porque elena lleva esos tres días pensando en el encuentro buscando forzar la casualidad sentada cada mañana con un libro en la terraza del bar mientras meditaba lo que haría si por azar volvía a verlo sin embargo ningún plan ninguna frase preparada ninguna idea previa se sostiene ahora ante esa mirada masculina todavía incierta ante los ojos color de hierba húmeda que siguen mirándola con una mezcla de confusión y recelo un recelo sin embargo desprovisto de enfado o de miedo limpio decide ella y casi infantil como el de un muchacho sorprendido por reglas que desconoce no debería estar aquí le oye decir dubitativo como sin más que dirigirse a ella se lo planteará a sí mismo quien me sorprende que este es usted no creía muy lejos lo estuve yo se interrumpe indeciso mira alrededor y se detiene en los dos hombres que permanecen inmóviles preocupados observando los a diez o quince pasos no debo hablar con usted me temo que está haciéndolo no creo que pueda elegir se queda callado estudiándola al fin mueve los hombros con ademán resignado venga dice la seguridad de ella se deshace en un instante con movimiento casi imperceptible él le ha tocado un codo invitándola acompañarlo hacia un lateral del mercado donde están los puestos de comida asan pulpo y despachan bebidas el breve contacto la estremece lo sigue o más bien se deja llevar sobre el suelo mojado que huele a peces y amar entre los mostradores de rodajas de atún y emperador langostinos y pescado escamas relucientes y ojos saltones cuando se detienen junto a los puestos la invita a sentarse a una mesa y ocupa otra silla mientras ella ve que los otros dos se mantienen a distancia aunque ahora su actitud es distinta más que a ellos parecen atentos a la gente que lo rodea suspicaces y vigilantes discúlpeme dice el todavía no le he dado las gracias hace elena un ademán de fingida indiferencia me las tiró hace dos meses en mi casa antes de que se lo llevaran sus amigos o quienes fueran no recordaba pues lo hizo en italiano el caso es que fue usted muy amable valiente no hubo nada de valor en lo que hice mueve la cabeza avisé a quien me dijo y vinieron a buscarlo eso fue todo puedo entregarme a los carabineros pese a hacerlo desde luego pero lo vi tan desvalido que cambie de idea se quedan callados mirándose cuando se acerca un camarero ella no pide nada y él encarga una cerveza el águila que ni siquiera toca aún tengo en casa unos objetos que le pertenecen tres relojes lo ves sonreír una sonrisa amplia blanca que aclara el rostro bronceado un gesto natural simpático es cierto se quedaron allí un reloj una brújula y un profundímetro confío en que no le hayan hecho falta lo ha preguntado con intención y por un segundo él parece a punto de decir algo tal vez me dieron otros piensa ella pero se limita a seguir mirándola sin responder con el resto de sonrisa en los labios porque nos ha seguido no los he seguido lo he seguido a usted y qué pretende en nada en especial no habría hecho lo mismo en mi lugar lo ve pensar un instante supongo que sí mira el botellín de cerveza y desliza un dedo por el cristal húmedo después alza de nuevo los ojos inquisitivo qué va a hacer ahora no me propongo hacer nada ya he dicho que lo vi hace tres días casualmente él parece admirado ha estado vigilando el puerto todo ese tiempo por si volvía a verme y fue divertido como estar en una novela o una película comprende jugar a detectives deseaba confirmar que era usted lo que hace todavía aquí baja en un poco la voz ya sabes lo que hacía o lo sospecha creo que lo sé me refiero a lo que hacía o hizo la pregunta es que hace ahora el parpadea de nuevo complicado sí supongo se queda pensativo con expresión grave parece muy serio no voy a ofender la pidiéndole discreción está en lo cierto me ofendería perdóname la sonrisa amable que a veces rozaba la boca del hombre se ha esfumado por completo de pronto se pone en pie mete una mano en un bolsillo y deja unas monedas sobre la mesa no puedo permitirme estar tanto tiempo con usted tengo ella lo mira desde su silla obligaciones puede ser peligroso para quien para los dos está usted en ese barco el hortera lo ve ponerse repentinamente lívido casi alarmado mira a sus dos compañeros y luego a ella y vuelve a sentarse trabajamos para repararlo dice bajando todavía más la voz su capitán lo hizo en va a arrancar para escapar de los ingleses lo sé ocurrió cerca de mi casa una empresa genovés a lo reflotó e intenta ponerlo en condiciones de navegar queremos devolverlo a la patria ya no es buzo lo sigo siendo trabajo en la reparación del casco hace elena un ademán referido a los otros dos hombres como ellos sí son civiles pese a la guerra exacto y usted ya no es second o capo de la regia marina la mira con mucha fijeza como sabe eso su libreta de identificación recuerde la vi cuando estuvo en mi casa ojea el alrededor inquieto le ruego que no es necesario que ruegue nada tiene usted mi palabra la mira con aire extraño como si aquel tiene mi palabra en boca de una mujer lo desconcertarse todavía más en cuanto sea posible le daré las explicaciones necesarias dice al fin no necesito explicaciones aún así se lo prometo en realidad tiene derecho a siente ella pensativa convencida e incluso ahora lo mira casi desafiante supongo que si en verdad que tengo derecho inclinado sobre los libros expuestos en la mesa de novedades samuel zocas el doctor focas limpia los lentes de acero con un pañuelo inmaculado que doblado en tres puntas perfectas devuelve después al bolsillo superior de la chaqueta hasta elena llega su olor a loción floyd aquí tienes la official guide other ways doctor alza la cabeza zocas complacido mientras ella le pasa el grueso volumen en inglés la última edición actualizada de la guía oficial de ferrrocarriles de los eeuu un magnífico elena señala a curro que al fondo de la librería abre cajas y ordena libros acaban de llegar cuatro ejemplares del último de jardiel poncela y hay uno expuesto en el escaparate lo recibimos con el envío que llegó esta mañana espléndido ojea el doctor el anuario con avidez siguiendo como un dedo impaciente de una recortada y bien pulida las columnas de estaciones y horarios chicago sen louis 4 32 11 17 17 45 2 dallas houston 930 12 05 15 43 19 27 al fin mueve la cabeza satisfecho no sabes qué alegría me das levanta la vista se ajusta mejor los lentes se te ocurre algo más apasionante que saber a qué hora un padre de familia de illinois toma su tren para ir al trabajo y cuánto tiempo invierte en el trayecto oa qué hora exacta pasará su convoy por el puente sobre el mississippi o por la gran it is it y jansen pues no la verdad sonríe elena no se me ocurre te aseguro que es un formidable ejercicio matemático cómo acceder de forma privilegiada a la trama de una casi perfecta malla global me comprendes ella sonríe de nuevo lo intentó una vez iniciada en ello resultaría fascinante la precisión y la exactitud combinadas con la modernidad salpimentadas con el factor imprevisible del fallo técnico o el error humano deberías probar y lo haré dirige zocas a las pilas de libros un vistazo melancólico y esperanzado hay alguna noticia sobre el anuario de la deutscher rights band que ando buscando la guía de 1940 nada todavía aunque confió en conseguir tela ten en cuenta que en los mismos alemanes la retiraron de las librerías incluso en el extranjero asiente el doctor resignado lógicos por su parte no querían dar facilidades a los enemigos supongo pero a los aficionados nos privan de esa joya no te parece alguna debe de quedar por ahí de modo que seguiremos buscando un amigo de madrid- el librero de viejo está en ello confiemos espléndido querida espléndido de nuevo se sumerge el doctor en la contemplación de la guía norteamericana soltero atildado excéntrico aunque tres días por semana cruza la frontera para trabajar en el colonial hospital y tiene consulta en la línea la pasión particular de samuel zocas son los ferrocarriles es miembro de varias asociaciones de aficionados y también una enciclopedia viviente sobre locomotoras vagones y vías férreas en el mundo incluso tiene publicada a su costa una breve historia de los ferrocarriles europeos en la librería y cinco ejemplares pero no se ha vendido ninguno elena no ha estado en su casa pero sabe que posee una biblioteca especializada una colección de maquetas y un diorama con vías férreas en miniatura estaciones túneles y puentes por donde circulan trenes de juguete para tomarle el pelo a focas a su contertulio pp aljaraque el archivero del ayuntamiento asegura que cuando los hace funcionar en bate y zapatillas se encasqueta una gorra de jefe de estación y sopla un silbato extremo que el doctor niega siempre con acentuado énfasis aunque sonríe enigmático al hacerlo cuánto hace que no pasase gibraltar elena toca se ha levantado la vista del anuario y la observa cortés ella se encoge de hombros casi tres semanas y tengo que ir un día de estos a hacer algunas compras y cigarrillos por supuesto en arca las cejas zocas sin palabras con gesto solidario en la españa de la moralidad y las buenas costumbres sólo los hombres tienen derecho a cartillas de fumador para adquirir tabaco ninguna mujer decente puede comprarlo de modo oficial ni siquiera las casadas o las viudas a mí me toca ir mañana precisamente debe estar en el hospital a las nueve en punto y si lo deseas puedo acompañarte soy conocido en la frontera y siempre se agilizarán los trámites te lo agradezco tiene estos documentos en regla y el pase claro yo suelo cruzar temprano no te importa en absoluto a las ocho y cuarto en la verja entonces perfecto el doctor se pone el libro bajo el brazo saca la billetera paga sin pestañear las abrumadoras 16 pesetas que vale la guía de trenes norteamericana y elena le devuelve el cambio que hay del último bombardeo se interesa a ella el liberal dar chronicle apenas dice nada ya tras contarlas minuciosamente zocas se guardan las monedas de vueltas en el bolsillo sólo protesta porque aprovechando que sus vuelos son dos turnos los italianos violan a menudo el espacio aéreo español hubo víctimas focas mira curro aunque sigue ocupado en lo suyo un muerto y tres heridos todos militares responde en voz baja menos mal que los linenses están obligados a regresar a este lado cada anochecer eso reduce el riesgo para nuestros compatriotas es cierto como sabe elena 6.000 españoles cruzan cada día la verja para trabajar en la colonia británica sobre todo desde que la población civil no imprescindible fue evacuada de allí dejando aparte la pesca el contrabando y los cuarteles militares de campamento y sus alrededores viven de gibraltar muchos daños algunos hubo si las bombas alcanzaron el arsenal los almacenes de latas es el la estación eléctrica y un depósito de carbón del muelle sur y los barcos del puerto y los fondeados en la bahía el doctor que ha vuelto a hojear la flamante guía hace un ademán distraído y por ese lado no hay novedad los ataques aéreos se centran en el peñón que hace tiempo que los sumergibles italianos nos aventuran en la bahía hay redes anti submarinas por todas partes las defensas son enormes y la royal navy patrulla entre punta europa y punta carnero los ingleses están realmente blindados el soto capo llenar o squarcia lupo hace girar la maneta en el sentido de las agujas del reloj después inclinándose con oído atento escucha como el rios tato incrementa las revoluciones del motor eléctrico ahora va bien dice pásalo a la segunda muesca ordena teseo lombardo y luego a la tercera sentado a horcajadas sobre el puesto delantero del torpedo tripulado con el agua hasta las rodillas es cual el grupo mueve de espacio la ruedecilla de control sintiendo como la corriente de 180 amperios acelera la hélice para que ésta no gire en vacío el mayal está sumergido a medias en la piscina más de popa que de proa trincado con una braga y cuatro cintas para inmovilizar lo reduce dice lombardo giras cualquier upo la maneta en sentido contrario muesca muesca el motor de 16 caballos responde perfectamente bate el agua en la cola y el sonido reverbera en los mamparos metálicos de la amplia bodega todo resuelto eso parece para lo cortada a la corriente cesa el leve zumbido del motor y todo queda en silencio es cual el grupo se incorpora y sube al muelle de la piscina goteando agua sobre el enjaretado de teca lombardo le pasa una toalla y o cigarrillo un problema - sí hace calor y huele mal en el ambiente poco ventilado pues los extractores de aire no funcionan los dos buzos están en bañador piernas y torsos desnudos durante un par de minutos fuman callados mirando satisfechos la forma larga y oscura del miami se trata de un tlc siluro a lenta corsa de la serie de 200 que incluye las últimas modificaciones técnicas de sus casi siete metros de longitud 120 corresponden a la parte delantera una cabeza explosiva removible equipada con 230 kilos de trípoli tal y una espoleta borletti de relojería suficiente para mandar al fondo cualquier barco al que se le coloque debajo en la bodega donde está la piscina situada al nivel del mar que a través de un portillo oculto comunica con el puerto y la bahía de algeciras la luz de potentes lámparas eléctricas ilumina las formas alargadas y oscuras de otros 5 mayales puestos en seco varados sobre caballetes de madera en la plataforma del muelle por todas partes hay cables y baterías eléctricas bidones de grasa y aceite herramientas y equipos de inmersión la bandera tricolor cuelga de un mamparos sobre la calavera con el clavel en la boca tallada en madera de la décima flotilla se han confirmado los binomios para pasado mañana pregunta squarcia lupo asiente lombardo el sudor hace brillar su torso desnudo que reluce como el de un antiguo atleta ungido de aceite tú vienes conmigo como estaba previsto para bien cuántos somos al final dos equipos los otros operadores son el teniente mat santini nieto del hongo no íbamos a ir tres equipos mat santini dice que esta vez bastará con dos no quiere arriesgar más por ahora hay que ver cómo salen las cosas diriges cualquier grupo una ojeada al maya le saldrán bien suspira más nos vale que tiempo se espera la luna en su último cuarto y se espera de marejadilla a marejada en la bahía en el peor de los casos tardaríamos dos horas en cruzar de hora y media a dos horas y el regreso se miran lombardo apura el resto del cigarrillo y agachado hasta el suelo desprende hasta allí la brasa después deja la colilla en una lata de aceite vacía que hace de fini 0 y el regreso claro as cual el grupo le gusta su compañero aunque excelente nadador adiestrado en innumerables ejercicios tácticos en la bolita no aún no ha vivido una acción de combate real así que lombardo le lleva ventaja en eso el veneciano tiene 29 años y es un hombre tranquilo fiable de extraordinaria resistencia física que conserva la calma bajo toda clase de presión como le ocurre al propio square grupo sus pulsaciones en momentos críticos nunca superan los 80 latidos por minuto uno y otros son buzos natos y se conocen hasta el punto de adivinar se los pensamientos esa clase de vínculo resulta natural en el grupo osa mayor todos los operadores sin distinción de grados se entrenaron juntos en vocal y sergio y la especia con incursiones bajo el mar franqueo de redes submarinas manejo de torpedos tripulados instalación de cargas explosivas la vida de cada cual depende del compañero y lo saben mira a lombardo el reloj convencional un login es comprado en cádiz que lleva en la muñeca izquierda vamos arriba a llenar tenemos reunión en 15 minutos tirando de las cadenas del poli pasto izan el maya le hasta dejarlo suspendido fuera del agua después se visten pantalones de sarga marinera alpargatas camiseta de tirantes squarcia lupo camisa de faena gris el veneciano tras abrir la escotilla y cerrarla al pasar entrada secreta camuflada en un pañol cerca de la proa difícil de localizar si no se busca suben por la escalerilla metálica que lleva la cubierta superior y de allí salen a la principal a cielo abierto cerca del molinete de la ancla deslumbrados por la luz del sol en un cielo sin nubes a su espalda por la banda de babor del buque amarrado al dique sur del puerto de algeciras muy blanca en la claridad que inunda la bahía y en el lado opuesto a cuatro millas en línea recta se alza la masa rocosa de gibraltar azulada y gris en la distancia el antiguo hebbel tareck de los árabes la montaña de táriq la llave británica del mediterráneo sólo allí en la cresta se advierte una pequeña montera brumosa causada por el viento de levante es cualquier grupo comprueba que la mirada de su compañero recorre el arco de la costa desde el peñón hacia poniente deteniéndose a medio camino en puente mallorca sus iris glaucos reflejan la luz que hay de ella pregunta el napolitano lombardo permanece inmóvil un momento fijos los ojos en la misma dirección al fin hace un ademán ambiguo y silencioso podemos estar seguros insiste squarcia lupo creo que si es mucho lo que arriesgamos parece pensarlo el otro un poco más al cabo repite el gesto podemos estar seguros estoy convencido de eso y qué dice el teniente mat santini todavía le da vueltas ella podría delatar nos mueve lombardo la cabeza no habría hecho ya es cierto asumes cual chalup o hace dos meses cuando la mujer encontró a lombardo desvanecido en la playa y hace dos días en la misma ejercidas salvo que la apariencia de no delatar los responda a un plan sin embargo nos siguió concluye nos vigilaba lo observa de soslayo lombardo como no habrías hecho no sé qué decirte puede ser un atleta estar de acuerdo con los ingleses lombardo vuelve a mirar el seno norte de la bahía donde las casitas de pescadores de puente mayorga puntean lejanas la línea baja y parte de la costa nuestros agentes en la zona están indagando sobre ella dice tras un momento me dirige squarcia lupo una ojeada inquisitiva y tú qué pasa conmigo es a ti a quien recogió en esa orilla y llevó a su casa es a ti a quien reconoció el otro día hablaste con ella eso te expone más que a nadie se encoge el otro de hombros y a todo el grupo como consecuencia ahora lo observa con intención es lo que quieres decir más o menos ella es razonable o eso me pareció y curiosa también claro que si no lo serías tú en su caso pues la curiosidad mató al gato se miran conociéndose seguros del otro saben que ninguno de los dos por carácter y adiestramiento pierde la cabeza con facilidad por eso fueron seleccionados para la décima flotilla y por eso están a bordo de la terra haría falta más que una mujer para hacerles cometer errores para poner en peligro a los camaradas tan unidos como hermanos de lejos parece guapa apunta squarcia lopo una sonrisa responde a la otra la de lombardo es franca abierta hace pensar en la de los delfines no está mal y no serviría española verdad tan alta dicho eso el napolitano canturrea aquí pichón york y nery equipación djukic club malagamba mother and be a mi pecho no dip un roce apagado se oye a su espalda en la escala que sube del / puente junto a ellos aparecer teniente de navío lauro mazzantini que además de llevar suelas de caucho anda como un gato qué tal el número 5 se enderezan ligeramente los dos buzos no hay maneras militares entre ellos pero pervive en los viejos hábitos resuelto el problema mi teniente operativo al cien por cien asiente el jefe del grupo osa mayor es un joven delgado y atlético de hombros anchos pelo rubio ojos azules mentón cuadrado viste ropas civiles como todos pantalón corto camiseta blanca y sandalias le pasa a square si a lupo el corriere de ipic collie sabe que al napolitano le gustan las viñetas toma me lo ha dado nuestro vicecónsul gracias mi teniente que aire el calcio no ha llegado aún vaya estoy deseando leer los detalles de la paliza que los de nápoles le dimos a la roma el oficial no le presta demasiada atención trae algo la cabeza hay que poner los mayales se encargan dice al fin inteligencia naval confirma la llegada de un portaaviones inglés se animan los rostros contempla mazantini el peñón lejano y tuerce la boca en una sonrisa traviesa la de un niño ante el escaparate de una pastelería si no rola al sur el levante mantendrá un par de días en calma la bahía estaría bien darles una mala noche a los ingleses los dos buzos se muestran de acuerdo después squarcia lupo estudia de reojo a lombardo y se decide al fin hablábamos de la mujer mi teniente se ensombrece la mirada del oficial qué pasa con ella deseo esto tranquilo confiado el napolitano señala su compañero con el pulgar pero yo no lo estoy tanto siente clavados en los ojos de lombardo que lo mira con reprobación pero no le importa porque entre ellos sobra confianza una de las reglas del grupo osa mayor es compartirlo todo con los camaradas sean recelos o esperanzas malas o buenas las ideas sin expresar las tensiones retenidas dentro pueden pudrirse y dar problemas por eso todo se plantea todo se analiza todo se comenta quienes pueden morir juntos han aprendido a vivir juntos se portó bien conmigo aquella vez en la playa o pone lombardo solo nos avisó a nosotros es verdad pero hace dos días los interrumpe mat santini alzando una mano la he hecho investigar por nuestros agentes de villa carmela se llama elena arbués y perdió a su marido durante el bombardeo de mazar quivir era marino mercante y el barco fue alcanzado por los disparos de los ingleses ahora cobra una pensión de viuda y tiene una librería en la línea alguna actividad política ninguna no está afiliada al partido nacional de falange pero según la guardia civil su expediente parece limpio tampoco se le conoce en contra los sospechosos en gibraltar pero nos siguió en algeciras mi teniente señala square che el grupo reconoció a deseo y nos vigilaba se mete el oficial las manos en los bolsillos y mueve la cabeza quizá preocupado sin apartar los ojos de gibraltar si ese es un hueco en nuestra seguridad habría que cerrarlo de alguna manera 3 la librería del line world road la brisa de levante mantiene el cielo despejado cuando elena y el doctor focas cruzan la verja el control es muy estricto una vez dejados atrás los guardias civiles del lado español hacen cola ante el cobertizo donde aduaneros gibraltareños comprueba la documentación algunos transeúntes son cacheados de arriba a abajo vigilan el lugar policías de uniforme y soldados ingleses con sala con pantalón corto y bayoneta escaladas en los fusiles un bobby alto y rubio de aspecto británico que contrasta con su fuerte acento andaluz reconoce a focas y le indica una puerta lateral menos frecuentada venga por aquí y doctor no hace falta que esperen la fila la señora está conmigo pues que venga ya también el trámite es rápido tras una ojeada superficial a sus pases elena y focas caminan por la spain road hacia la pista del aeródromo militar donde los detienen la sirena de aviso unos soldados con uniforme azul de la raf bajan la barrera y casi al mismo tiempo dos aparatos toman tierra con rugir de motores chirridos y polvareda del tren de aterrizaje spitfire dice focas excelentes aviones de caza se ha quitado el panamá para observarlos mejor haciéndose sombra en los ojos y contempla los aviones con deleite de aficionado la técnica no son tan hermosos como una locomotora pacific 462 pero tienen su encanto concluye y además vuelan apunta elena o cesó de volar está sobrevalorado viajaste en avión alguna vez nunca yo lo hice en una ocasión reconozco que la aviación resulta útil para hacer la guerra aunque en la vida civil hará que el mundo retornará algún día rebaja el placer de los viajes ir de un lado a otro con prisas tiene su lado práctico pero no es comparable a un vagón de tren de primera clase un libro en las manos levantando la vista para contemplar el paisaje dormir en un cómodo coche cama merecido por el dulce traqueteo de los bogeys lo mira divertida elena no hablas en serio verdad pues claro que hablo en serio una mujer joven y culta como tú debería ser sensible a tales cosas la observa de través paternal el modo de viajar cuenta incluso en materia de idilios déjate de idilios doctor suspira ella bueno llámalo como prefieras flirteo encanto glamur vida social estás en la flor de la vida en la edad sí en la edad de ser librera no seas tonta vas a comparar el limitado ámbito de un viaje aéreo con esos maravillosos grandes expresos europeos el vino de borgoña temblando en las copas bajo la luz de las bujías eléctricas en el coche comedor del tren azul o el orient express' elena se ha puesto seria ahora esos trenes transportan soldados todo volverá a su lugar no te quepa duda sonríe y al fin un poco forzada sabe que hay cosas y seres que no volverán a su lugar ni a ningún otro la guerra se los llevó para siempre eres un romántico se ajusta tocas el nudo de la pajarita soñadores los ojos bajo el ala del sombrero por un momento parece oscurecerse el gesto pero en el acto lo desmiente una mueca de humor no puedo negarlo querida amiga realmente es lo que soy un romántico tras pasar el túnel y cruzar la explanada de grand keys meets square se adentran en main street' el aspecto de la calle comercial de la colonia muy vivo antes de la entrada de gran bretaña en la guerra se ve sombrío las fachadas blancas y el cielo azul no disipan la tristeza que impregna el ambiente hay pocos civiles y muchos uniformes algunas tiendas están cerradas y otras languidecen escasas de público sólo ante los despachos de pan carne aceite y tabaco se forman filas de gibraltareños y españoles casi todos hombres los edificios oficiales con centinelas armados en la puerta se ven protegidos con tiras de esparadrapo en las ventanas y sacos terreros frente a la catedral de saint mary un quiosco de prensa expone colgados con pinzas de tender la ropa portadas de revistas y periódicos con grandes titulares la wehrmacht a las puertas de stalingrado larraz golpe a düsseldorf y bremen un convoy británico rompe el cerco de marta se despiden allí focas adquiere el gibraltar chronicle y el cal pensé en mí con ellos bajos brazos se aleja calle arriba camino del colonial hospital elena se entretiene haciendo compras en los comercios próximos un par de medias de nylon en los almacenes seruya un frasco de cok door the girl en medio cartón de creí ven es maravilloso que nadie pida aquí tarjeta de fumador a las mujeres y una linterna eléctrica de bolsillo tras disfrutar de un verdadero café en el bar americano del hotel bristol que tiene un centinela armado en la puerta toma la calle que baja en dirección al puerto se detiene al llegar a la esquina y entra en un portal con una placa de latón atornillada en la pared line world book shop después sube hasta el segundo piso buenos días profesor elena qué feliz sorpresa pasa por favor pasa deja ir las bolsas si quieres sin ti el cubo bitch es un sexagenario de barba blanca y ojos miopes el pelo descuidado le cubre un poco las orejas viste un pantalón arrugado lleva sandalias y una camisa a cuadros entreabierta sobre el pecho velludo y canoso huele a tabaco de pipa y a papel viejo algo natural en él pues desde hace tres décadas atiende la line world que además de ediciones actuales tiene una importante sección de libros raros y antiguos y su vivienda comunicada por una escalera de caracol se encuentra en el piso de arriba durante los años de la guerra española refugiada en gibraltar con su padre elena recibió allí clases de inglés y aprendió el oficio del que hoy vive qué haces a este lado de la verja compras necesitaba algunas cosas tú eres más de café que de ti te hago uno me acabo de tomar lo nuevo visto una taza de té entonces se sientan en la terraza desde donde se aprecia una a vista del puerto y la bahía con las baterías antiaéreas que protegen las instalaciones las grúas tinglados y depósitos de combustible y también las grises estructuras de los barcos de guerra amarrados a los muelles y los oscuros mercantes a la ancla más allá de los diques al otro lado en la distancia se divisa azulada y nítida la ciudad de algeciras sigue sin tomar azúcar el sigo sin tomarla durante un rato beben té y conversan sobre libros y guerra problemas de suministro gibraltareños y linenses que leen o no leen estado de negocio de elena city el gob y enciende una pipa y abarca el paisaje con un ademán cuando hay bombardeos se salgo a mirar como espectáculo pirotécnico la guerra es fascinante también es peligroso profesor el puerto está muy cerca sí claro eso aumenta la emoción de la xunta ella mira un instante las ventanas del piso superior y qué opinas ahora sigue el librero la dirección de sus ojos y esboza una sonrisa triste a la pobre se la llevan los diablos dice que estoy loco por qué ayudó a bajar al refugio con los vecinos que nos quedan y después vuelvo a subir aquí como está ella regular nunca tuvo buena salud y todo esto la debilita más por eso no la evacuaron con los otros menos mal que el racionamiento soportable y apenas falta de nada por otro lado es una suerte que los ingleses consideren las librerías un servicio esencial en tiempos de guerra y me dejen seguir en gibraltar todavía ayuda a ella ahora a poco el asma la hace sufrir demasiado y el polvo de los libros empeora las cosas así que me las arreglo como puedo me gustaría saludarla está dormida hace tiempo que no se despierta antes del mediodía se inclina hacia elena solicitó cómo está tu padre bien volvió a málaga y allí sigue envejece solitario y gruñón como siempre produciendo a sus viejos clásicos os veis un poco ya no lo molestan las autoridades no apenas los primeros meses cuando regresó tuvo que presentarse la comandancia de la guardia civil pero hace tiempo que lo dejan en paz a sus 67 años lo consideran inofensivo de que vive la casa es suya y pudo conservarla a veces le mando algún dinero fue una suerte que pudiera refugiarse aquí durante la guerra a casi todos los profesores y maestros de escuela que conocí y los fusilaron sí fue una suerte también para mí gracias a eso trabajamos juntos a cobo bitches se le ha apagado la pipa y vuelve a encender la mira elena el interior de la tienda donde además de en los estantes los libros se apilan sobre las mesas y el suelo sigue teniendo clientes niega el librero de nuevo envuelto en humo no muchos en esta época algunos oficiales marinos o soldados y un par de bibliófilos locales el libro de drinkwater sobre el asedio de 1790 me lo quitan de las manos cuando aparece un ejemplar y ayer vendí una aníbal castilla era de 1801 por dos libras a un capitán de la royal navy pero son excepciones la guerra encoge los bolsillos supongo que la poesía aún se vende bien no creas lo que más piden es novela actual misterio policial aventuras de edgar wallace ja sabattini entretenimiento para una vida de guarnición con la mano que sostiene la pipa señala el interior y acaba en un ademán de impotencia lo que necesito es reorganizar lo todo añade hacer fichas de los últimos libros pero estoy cansado y hay días en los que tengo pocas ganas entonces me quedó arriba constarán leyendo oyendo música o escuchando la bbc puedo venir algún día a echarle una mano nada quiero molestarte la vida indeciso demasiado tienes con lo tuyo no es ninguna molestia mi librería va bien tengo un empleado de confianza hace mucho que no te hago una visita que no cruzo la abeja es cierto pero no importa arruga el librero la frente en repentinamente grave no me gusta esa españa de franco me hace sentir incómodo ya sabes me ensombrece no se preocupe les ocurre muchos ya vengo yo cada vez que paso a gibraltar sabes que es un placer recibirte y si un día tienes tiempo libre y te apetece sacudir el polvo de unos cuantos libros viejos como hacías antes sabes dónde están aquí eres bien recibida lo que siento es no poder pagar te no digas tonterías por favor eso no sería necesario como te digo son malos tiempos le debo mucho profesor y fui feliz aquí aprendí un idioma y un oficio probablemente seguiría con usted sí no se interrumpe pues los recuerdos acuden contradictorios dulces y amargos a la vez cruza los brazos cual si de repente sintiera frío y gobo biche la observa comprendiendo con extremo afecto fue aquí donde lo conociste en asiente ella después por primera vez desde hace mucho pronuncia el nombre en voz alta miguel eso es miguel un apuesto muchacho al que vi dos veces una aquí mismo y otra en algeciras en vuestra boda eras la novia más guapa que he visto en mi vida aquella primera vez fue hace tres años él entró a preguntar por el northern atlántico xiang de fin ley y lo teníamos lo teníamos fue se llevó el libro y a ti mueve elena de espacio la cabeza no fue tan sencillo ni tan rápido en realidad sí lo había sido el barco amarrado esos días en gibraltar era el monte aragón primer destino civil de vuelta a la marina mercante como primer oficial tras dos años y medio de guerra a bordo del crucero almirante cervera a él le gustaban los tratados de navegación antiguos y alguien había dicho que en la line wall lo tenían algunos se lo confesó más tarde entré en la librería te vi y rodeada de viejos volúmenes como si los iluminadas con tu presencia y pensé esta es la mujer con la que me voy a casar y así lo hice once meses de matrimonio no es mucho tiempo comentan gobo bitch no desde luego no lo fue la casa de puente mayorga había pertenecido a la familia de él y el puerto base del barco era algeciras de modo que se establecieron allí mientras elena asumía la insólita condición de esposa de marc y no de aquellos 11 meses apenas sumaron tres juntos incluida la luna de miel un mes dos semanas una semana tres días una semana once días dos semanas nueve y cuando él desapareció en más adquirir todavía eran de algún modo desconocidos el uno para el otro tal vez piensa ella a veces dichosamente desconocidos una breve porción de vida en común sin tiempo para la rutina ni el estrago una especie de paréntesis maravilloso de sueño desconcertante y extraño una nube ha cubierto el sol por un momento al descubrir lo de nuevo la bahía y el puerto resplandecen con destellos cegador es moteados por las siluetas grises y negras de los barcos a contraluz una gran bandera británica ondea orgullosa en la brisa sobre un mástil cercano de vuelta al presente elena entrecierra los ojos deslumbrados y sonríe melancólica aún conservo ese libro nunca supe con certeza mientras buscaba encajar las diferentes versiones de una historia nacida de varias voces a qué se debió el nuevo encuentro de elena arbués y teseo lombardo todavía o ignoro si por parte del italiano se trataba de una iniciativa personal o del cumplimiento de una orden eso último proviene de llenar o square chelu po quien sentado a la puerta de su trattoria en nápoles me aseguró conservo las notas y la grabación magnetofónica que su compañero actuaba en aquella ocasión siguiendo órdenes directas del teniente de navío mat santín y resuelto este averiguar lo que en situación tan delicada podía esperarse de una mujer que sabía demasiado del grupo osa mayor sin embargo en las dos conversaciones que aún mantuve en venecia con la propia elena tras entrevistarme con squarcia lupo ella mencionó con naturalidad del episodio sosteniendo que en lo que llevó a lombardo a la línea en vísperas del nuevo ataque contra gibraltar fue iniciativa personal de éste no se trató con aseguraba ella de cálculos tácticos sino de sentimientos del comienzo de estos y sus complejas y peligrosas consecuencias lo cierto es que sobre ese punto decisivo para lo que ocurrió más tarde resulta difícil establecer la verdad al menos la verdad absoluta cuando el fin me decidí a escribir esta historia casi cuatro décadas después de varios reportajes publicados en el diario español pueblo donde me limité a contar la epopeya del barco fantasma y de quienes en torno a él lucharon y murieron un caballo de troya en gibraltar titulé sin imaginar que un día escribiría una novela sobre eso ni la librera de venecia ni el veterano buzo napolitano vivían ya squarcia lupo falleció al poco tiempo de nuestra entrevista y supe de la muerte de ella en la noche vieja de 1997 cuando encontrándome en la ciudad fui a la librería comprobé que ya no se llamaba all terra sino línea sombra y la nueva propietaria me puso al corriente en realidad de las personas relacionadas con los ataques italianos a gibraltar entre 1942 y 1943 no quedan ninguna con vida y que sobre la historia de elena árboles y teseo lombardo solo poseo los testimonios que obtuve en su momento anotaciones de un comisario de policía local a quien mencionaré más adelante alguna referencia contenida en deep and silent libro de memorias escrito por el capitán de corbeta royston y unas pocas líneas de lidl wilson and big cat autobiografía del novelista anthony varies que sirvió en la colonia británica durante la guerra el resto sólo puedo imaginar lo ha ayudado por ciertos pormenores que me proporcionó un testigo indirecto que vive todavía un gibraltareño llamado alfred campelo hijo de alguien que si anduvo cerca de cuánto sucedió por ahora lo que importa es lo ocurrido el mismo día en que el en árboles volvió de su visita a gibraltar cuando por la tarde mientras trabajaba en su librería de la calle real de la línea escribiendo con lápiz el precio en la esquina superior derecha de cada primera página de los últimos títulos en recibidos hoyos sonar la campanilla de la puerta y al levantar la vista encontró a teseo lombardo parado en el umbral ninguno dice una palabra mientras caminan en dirección al mar es ella quien guía los pasos de ambos y él la sigue avanzan sin propósito determinado sin acordar un destino han salido de la librería y se limitan a moverse despacio uno junto al otro entre manchas de luz y sombra ni siquiera se miran tampoco han cambiado más palabras que el buenas tardes de lombardo y el que hace usted aquí de elena y estas últimas no obtuvieron otra respuesta que una sonrisa insegura tal vez azorada por parte del hombre eso fue todo seguido por un silencio más intenso que incómodo menos desconcertado que expectante después ella pidió a curro que se hiciera cargo de la tienda paso junto al italiano sin despegar los labios ni mirarlo y salió resuelta a la calle que poca discreción ofrecía con el círculo mercantil el café anglohispano y los bares de la calle real a dos pasos así que la dejó atrás cruzó en diagonal la plaza de la iglesia y se dirigió a la calle méndez núñez que desemboca en la playa de poniente en ningún momento se volvió a mirar a los pasos del hombre primero detrás y luego a su lado y ahora con el pueblo a la espalda y el mar a la vista repite la pregunta qué hace aquí se ha vuelto a mirarlo al fin camisa blanca remangada perfil moreno gafas oscuras que reflejan un doble sol cada vez más bajo secondo capotes eo lombardo recuerda rey a marina italiana el tardo momento en contestar pensé que podría recuperar el reloj la brújula y el profundímetro que olvide en su casa otra vez aquel suave acento italiano comprueba a ella esa forma calidad de arrastrar las palabras con una ligera entonación final eso pensó si los necesita de nuevo el italiano no responde a eso mira al mar mientras permanece inmóvil las manos en los bolsillos y la brisa haciendo aletear el cuello abierto de su camisa me recuerda piensa elena a una de esas estatuas antiguas dioses y hombres' que los desafían con límites imprecisos entre unos y otros se los devolveré dice ella tras un momento gracias se encuentran cerca del espigón de san felipe viejo dique de piedra que se adentra en un mar que el levante mantiene tranquilo a uno y otro lado en la arena moteada de algas y grumos de petróleo hay barcas varadas junto a las que unos pescadores recorren las redes reparando las también se ve en palangres agrupados esperando el mar y cañizos con pulpos secándose al sol trae la brisa el olor de la pez que un caldero de calafate calienta sobre una hoguera qué hermoso lugar dice él el enano responde se aparta el cabello de la frente en revuelto y observa el peñón cercano los barcos fondeados a poca distancia de la orilla ese día son una docena de distintos tamaños grandes mercantes petroleros y pequeños vapores algunos enarbolan pabellón neutral o muestran los colores de identificación pintados en el casco aunque la mayoría lleva la bandera roja de la flota mercante británica y uno de ellos un liberty negro y largo las barras y estrellas norteamericanas dicen que preparan otro convoy y comenta ella al fin el italiano permanece callado y quieto como si no hubiera oído sus palabras al cabo de un momento encoge los hombros y se vuelve hacia ella el gesto imprevisto la turba pero logra mantenerse impasible puede ser comenta el hombre porque me mira de ese modo por su expresión si tuviera una cámara le haría una foto parece un lobo ante un rebaño de ovejas desvalidas ha logrado expresar lo serena sin que aflore el nerviosismo que la remueve por dentro que la tiene tensa como un resorte y entonces lo ve sonreír otra vez el ancho trazo blanco del rostro cuchillada de luz en la piel curtida de solymar no tanto le oye decir con suavidad estas ovejas tienen pastor y perros guardianes se quedan callados otra vez contemplando los barcos soy un técnico a bordo de la tierra añade él tras un momento trabajo su reparación y eso es todo lo mira elena con exagerada sorpresa ha venido desde algeciras para decirme eso podría ser mueve ella despacio la cabeza cual se intentará convencerse a sí misma marinero dice que es sí y saboteador en sus noches libres él no responde inexpresivo y se limita a mirar el mar están a 20 centímetros uno del otro hombro con hombro esa cercanía sigue turbando a elena que sin embargo se esfuerza por no mostrar emoción recela de manifestar una inconveniencia de expresar algo de lo que pueda arrepentirse inquieta por eso cuando habla de nuevo lo hace con súbita dureza teme que lo delate por eso ha venido para asegurarse se quita en las gafas de sol y la mira con fijeza casi dolorida como lo haría un muchacho al que re convinieran por algo que no hizo usted merecía una explicación suena sincero mucho o tal vez demasiado imposible saberlo es un buen chico piensa ella o un consumado actor quizás ambas cosas a la vez creen naturalmente no me va a dar lo dice con una es pereza que intenta disimular los fuertes latidos de su corazón los iris de tonos claros dilatados por el sol poniente permanecen fijos en ella clau copies en griego recuerda elena verdes como los de atenea la esperaba me refiero a la explicación no soy tan ingenua he venido a no dársela ya que comprenda por qué no se la doy elena deja de prestar atención a lo que escucha pues se encuentra ocupada en sus propios sentimientos el nerviosismo inicial incluye ahora una sensación extraña o tal vez solo olvidada una certeza agradable desconcertante casi física cual si algo en su interior se esponja tras una larga sequedad de dónde es la observa un instante indeciso mientras abre y cierra las patillas de las gafas de sol ella casi puede advertir en sus ojos una rápida evaluación de pros y contras y la claudicación final nací en venecia en serio pues claro se cuelga las gafas de un botón de la camisa e indica las barcas varadas junto al espigón me crié en un astillero de góndolas de góndolas me toma el pelo en absoluto una lancha a motor navega cerca de la orilla pintada de gris lleva bandera británica y a bordo hay cuatro marineros armados sin el menor reparo por hallarse en aguas españolas se mueve de espacio entre los mercantes fondeados el italiano no la pierda de vista hasta que la vea alejarse hacia el puerto del piñón algún día todo esto habrá pasado dice me refiero a lo malo mueve ya la cabeza escéptica no estoy segura cuando algo acaba mal algo empieza de nuevo el se agachado a una piedra de la arena redonda plana pulida por el mar incorporándose inclina el torso a un lado y la arroja con un movimiento fuerte y preciso haciéndola saltar cuatro veces en el agua antes de hundirse lejos se quedará mucho tiempo pregunta ella y se arrepiente en el acto el italiano hace un ademán en concreto no comprendo ese plural mi español no siempre es del todo bueno me refiero a ustedes y sus compañeros vuelven a contemplar la bahía y los barcos evasivo silencioso me gustaría volver a verla dice el fin sin mirarla por los relojes claro ríen los dos de pronto una risa semejante tranquila tal vez un punto cómplice puedo llamarla elena vaya sabe mi nombre puedo llamarla así insiste él por supuesto porque me ayudó en aquella playa elena de pronto ella deja de estar nerviosa los recuerdos acuden en su ayuda y ahora se siente superior o dueña al menos de sus palabras y sus sentimientos hasta el corazón recobra su ritmo habitual ha leído usted a homero no mucho ulises soy algo mayor de lo que era música quien la muchacha que encuentra en la playa tengo algunos años más que ella como le digo pero fui joven y conservo el recuerdo la sensación cuando era estudiante mi padre me hizo traducir ese pasaje de la odisea el canto sexto cuando el náufrago llega del mar comprendo no creo dudo que lo comprenda ahora es el italiano quien parece desconcertado frunce el ceño como si se esforzase en estar a la altura y elena lo ve de nuevo vulnerable igual que cuando yacía en el suelo de su casa de puente mayorga esperando que fueran a buscarlo es sabido que si usted viuda que los ingleses alza ella una mano interrumpiendo lo no quiero hablar de eso discúlpeme no tiene derecho lo siento se mueve el un poco apartándose de ella incómodo mira el suelo como si buscara otra piedra plana que arrojar pero sólo hay conchas vacías madejas de algas secas y grumos de alquitrán debo hacer un viaje comenta al fin un viaje largo a ella se le para el corazón un latido en falso o de menos puede que dos y peligroso tal vez pero si vuelvo de ese viaje me gustaría verlo otra vez lo dicho esforzándose en sonreír con una extraña combinación de aplomo e inocencia verme murmura elena hay un vacío oscuro que acaba de abrirse ante ella en alguna parte de su cabeza o de su memoria para recuperar su reloj su brújula y su profundo metro apunta en tono ligero lo ve a sentir despacio eso es venga me informada lo haré o lo harán no a ln se le endurece la voz ya sé qué es eso que lo hagan otros y en tal caso prefiero no saber cada día desde la ventana de su oficina jarry campelo puede ver el cementerio de trafalgar cuando necesita despejarse o reflexionar baja la calle cruza europa road y va a comerse allí un sandwich mientras oye cantar a los pájaros sentado en un banco de piedra junto a la tumba del capitán tomás normal muerto de sus heridas tras combatir a bordo del navío mars el 21 de octubre de 1805 campelo tiene 36 años la misma edad según lo inscrito en la lápida funeraria que el pobre capitán norman cuando falleció tras larga agonía en el hospital naval eso lo hace reflexionar sentado en el cementerio sobre la fragilidad de la vida y las empresas humanas especialmente en los tiempos que corren por suerte para el que también combate en una guerra no lo hace entre el humo y los astilleros de un navío de línea ni a bordo de una moderna unidad naval de las amarradas en el puerto sino en un despacho donde el mobiliario es una mesa dos sillas y un archivador y cuya pared principal a uno y otro lado de un retrato del rey jorge ocupan dos mapas con crípticas señales cuyos sentidos sólo él conoce uno de la colonia muy detallado y otro de la bahía que incluye el peñón y algeciras junto a la tumba del capitán norman sin chaqueta y ha echado atrás el sombrero floja la corbata en el cuello de sabo tomado de la camisa jarry campelo fuma un cigarrillo mientras observa como los pájaros picotean las últimas migajas de los restos del sándwich de queso y pepino que esparció por el suelo para ellos de pronto levanta la vista y ve al otro lado de la cancela en respetuosamente parado y en espera de llamar su atención a su ayudante hassan pizarro individuo de pelo bermejo pecoso muy flaco de manos nerviosas que pasa hassan el roast beef está hecho comisario te he dicho mil veces que no me llames comisario en la calle mira el ayudante a uno y otro lado uno de sus párpados está entre cerrado y tiene una cicatriz encima en la ceja una reyerta con un contrabandista de tabaco un par de años antes de la guerra estuvo a punto de dejarlo tuerto aunque peor quedó el otro cuando lo esposaron o después de que esposaran lo que quedaba de él no hay nadie es igual lo miré campelo con desgana qué pasa con el roast beef hassan le guiña cómplice el ojo sano que cuando quiera usted todo a punto voy suspira campeón deja caer la colilla al suelo y se pone en pie espantando a los pájaros es un hombre bajo y sólido hombros de luchador y manos grandes que siempre parecen a punto de cerrarse en puños para golpear el rostro no lo desmiente está marcado de cicatrices una viruela sin otras consecuencias en la infancia y su nariz ancha y aplastada le da aire de gángster o policía de película norteamericana los íntimos bromea llamándolo casi en referencia al actor james cagney con quien tiene cierto parecido comisario de la policía local su trabajo coincide con su aspecto dirige el duro gibraltar security prime la sección paramilitar que depende directamente del gobernador del peñón y goza de una autonomía ajena a las normas centrado en la represión del sabotaje enemigo el branch como lo llaman los iniciados es una discreta mano izquierda que mantiene limpia en la mano derecha de los británicos dicho en corto el que se encarga del trabajo de contraespionaje más sucio campelo mira el reloj esos cabrones han tardado en ablandar lo estaba un poquito duro ya de regreso a la oficina que es un edificio de tres plantas con sótano campelo pasa por su despacho para ponerse la chaqueta y recoger unos documentos que hay en una bandeja de madera junto a la foto de su mujer y sus tres hijos que según la última carta con matasellos de irlanda del norte siguen en un hotel para refugiados de belfast después desciende al sótano dividido en celdas cada una con un candado en la puerta la última es la sala de interrogatorios iluminada por una bombilla desnuda que cuelga del techo dentro está un hombre sentado ante una mesa con grilletes en las muñecas y la cabeza hundida entre los brazos y dos de bien vigilando lo capello entra se sienta y pone los documentos sobre el tablero si firmas la declaración habremos terminado levanta el detenido la cabeza es joven lleva dos días sin afeitar tiene el pelo despeinado y revuelto y aunque los ojos se ven enrojecidos de sufrimiento y sueño el rostro no muestra huellas de violencia ni golpes ni marcas a la vista un trabajo impecable campelo dirige una mirada de aprobación a los que están detrás ambos son corpulentos inexpresivos y estólidos uno de pelo y piel pálida otro moreno de aspecto meridional están en mangas de camisa y como todos en el brunch visten ropas civiles weithman que es galés proviene del ejército británico gambaro de la policía local el detenido contempla con ojos turbios los documentos que harry campelo le ha puesto delante son cuatro folios mecanografiados y dos copias de cada uno hechas con papel carbón viene ahí lo de los explosivos pregunta con voz quebrada supongo supone asiente el comisario ha sacado una cajetilla de code of lake y le ofrece uno viene ignora el joven los cigarrillos y sigue mirando el documento sin tocarlo he confesado dice sonríe campelo a probador y has hecho muy bien hijo es bueno aliviar la conciencia duda el joven abatido de pronto empieza a leer con avidez como si en aquellas líneas mecanografiadas buscase un ápice de esperanza al fin frunce el ceño se interrumpe y mira al comisario el contado lo que he hecho y lo que se dice pero lo de los explosivos es mentira no había dinamita escondida en el almacén habrías acabado por tener la verdad no lo sé cómo que no lo sabes el joven mira de soslayo a weithman y gambaro esa dinamita la pusieron estos cuando fueron a detenerme en arca camps el una ceja severo eso que afirmas es muy grave más grave es lo que me están haciendo se queda callado el comisario cual si meditar a después se encoge de hombros que más da quién la puso hombre pues claro que da alza kan pelón dedo índice y admonitorio y vaso no a volar los depósitos de la rag stuff magazine se pasa el joven las manos esposadas por la cara puede ser señala campelo los documentos no empecemos de nuevo vale ya has confesado que si me han obligado hacen weithman y ámbar o ademán de acercarse al detenido pero el comisario los detiene con una mirada pues ya está apunta como eso vale hijo te van a ahorcar igual pero la dinamita no era mía apoya campelo los codos en la mesa persuasivo mira que lo fuera o no es un simple en detalle técnico un argumento legal que ayuda a engrasar el mecanismo de la justicia tú eres un saboteador que actúa para una red falangista española que a su vez trabaja para los alemanes y los italianos eso es un hecho verdad asiente levemente el otro y nosotros te hemos echado el lazo pero sigue campelo así que punto y tras conversar amigablemente nos lo has confesado no punto final me torturaron golpes en el vientre toallas mojadas me han hecho cosas que bueno ya mira campelo sus hombres como si buscara confirmarlo o desmentirlo eso dicen todos verdad asienten weithman y gambaro tan impasibles como mastines tranquilos el comisario se lo hace ver con un ademán al detenido cual si aquello fuera irrefutable lo importante añade mientras toca los documentos con un dedo es que si firmas esto te dejaremos en paz comprendes irás a una cómoda celda de maurice castle a comer y dormir tranquilo llevas 42 horas sin pegar ojo así que descansas tú y descansamos nosotros y después después darán un juicio rápido y se acabó todo muy británico si sabes comportarte hasta podrás decir un breve discurso antes de que dicten sentencia así los periódicos de francos dirán que eres un tío cojonudo o un héroe pero la dinamita no es mía y dale con la dinamita escucha hijo con ella o sin ella dará lo mismo pero si no firmas para facilitarnos el papeleo estos dos amigos tendrán que seguir convenciendo te y créeme no vale la pena prolongar el mal rato le acerca más el documento y saca una estilográfica del bolsillo interior de la chaqueta así que venga hecha y una rúbrica y fuma te luego un pitillo no fumo vale pero firmar si sabes mirad está waterman es cojonuda se la pone en las manos comprada en bin land link en compañía y mainstreet justo al lado de donde trabajas o trabajabas y la tinta es azul no verás qué bien escribe empieza a leer el joven el documento otra vez y a las pocas líneas levanta la cabeza una lágrima cae por su cara y queda suspendida en los pelos del mentón sin afeitar tengo una novia murmura con voz opaca asiente campelo paternal si en san roque el ose y más a tu favor sino lloriquea si te sale un bonito discurso al final del juicio estará orgullosa de ti y para que decir tus padres tiras como un tío machote y un patriota español así que mira lado por el lado positivo oye no todos podemos elegir cómo y cuándo adornar la despedida había empezado a escribir esta historia cuando visité a alfred campelo el hijo menor de harry en su residencia de marbella no estaba seguro de hasta qué punto ayudaría a encajar los hechos pero necesitaba intentarlo varios hilos me conducían hasta su padre y no quedaban más testigos contemporáneos de lo sucedido gibraltar entre 1942 y 1943 aunque por esa época alfred sólo fuera un niño de tres años refugiado con su madre en belfast venga a verme cuando quiera me había dicho el teléfono será un placer nos citamos a comer en el hotel puente romano y encontré allí a un hombre todavía lucido y vigoroso con buena memoria se parecía mucho a una fotografía de su padre que más tarde bien marcada junto a otra de la madre en su casa el hijo del que fuera jefe del gibraltar security branch resultó un agradable conversador con su español de acento andaluz simpáticamente trufado de anglicismos llevaba 15 años jubilado en la giv insurance company y seguía en forma y jugaba al golf había leído un par de mis novelas y eso facilitó las cosas para la sobremesa me invitó a su casa de la parte baja de nueva andalucía ingirió allí dos whiskys habían caído otros dos en la comida y respondió al resto de mis preguntas sin esquivar ninguna comprendí que disfrutaba recordando estábamos sentados en las confortables butacas del salón de su casa con vistas a la playa soleada y desierta pues era noviembre en un momento de la conversación se puso en pie fue hasta la repisa de la chimenea y regresó con un objeto que me mostró sonriente sabe que esto lo cogí estudiándolo con atención era un viejo cuchillo con hoja ancha de unos 20 centímetros de longitud filo en uno de los lados cachas de madera fijadas con tres tornillos en el mango y una funda metálica con restos de pintura negra los sospechos dije pues sospecha correctamente ahí tiene un auténtico corte lo puñal en reglamentario del grupo bolsa mayor lo llevaba a uno de los italianos que atacaron gibraltar y que por supuesto nunca volvió a su base era de su padre si de pequeño me gustaba jugar con él aunque me lo permitía pocas veces perteneció a un hombre valiente decía antes de quitármelo de las manos conoce el nombre del buzo que lo llevaba asintió mientras recuperaba el cuchillo se llamaba al hongo fue su padre quien se lo dijo nada eso lo supe después lo extrajo a medias de la vaina y volvió a introducirlo con un golpe seco mi padre siempre aseguró que no lo sabía aunque eso no era verdad sonreí y comprensivo es curioso verdad suele ocurrir que quienes viven guerras no se inclinen a contárselas a sus hijos cierto supongo que prefieren dejarlos al margen no envenenar los con cierta clase de rencor o vergüenzas apuntes sin mala intención me miró con curiosidad penetrante se admitió tras un momento puede ser luego me contó cómo había llegado el alba hasta harry campero una incursión nocturna como tantas otras con aquellos torpedos tripulados que usaban los italianos salían de un mercante amarrado en algeciras cuyo secreto no se conoció hasta acabada la guerra a los británicos los volvían locos esos ataques que creían lanzados desde submarinos las aproximaciones al puerto de gibraltar estaban llenas de obstáculos con barreras de redes reflectores y patrullas navales que arrojaban cargas de profundidad cada 10 minutos pero aún así tenaces los buzos seguían atacando los italianos tuvieron mala fama en la guerra ya sabe abisinia el norte de áfrica no eran soldados con prestigio hasta hay películas sobre eso pero cuando salí a la conversación mi padre no toleraba que le faltaran al respeto algún día os contaré de lo que eran capaces los italianos decía nunca lo con todo sin embargo o no del todo evitaba hablar de aquella época sólo más tarde supe que se refería se levantó de la butaca invitándome a seguirlo y nos dirigimos a un canterano cuya vitrina superior estaba llena de libros y carpetas se puso más gafas de leer y la abrió indicando me una larga fila de agendas encuadernadas en piel durante 16 años entre 1939 y 1955 mi padre notó la incidencia de su trabajo cogió uno de los cuadernos y lo puso en mis manos todos contienen fechas y datos muy precisos nadie excepto él los abrió hasta su muerte hojee la agenda que era de 1940 el espacio correspondiente a cada día estaba lleno de una letra pequeña y apretada se alternaban el español y el inglés cuando murió hace 17 años y comprendo que acá ya sé por qué algunas cosas que anoto no son ejemplares debemos entender que estaban en guerra con temple los demás cuadernos todos muy ajados piel roja azul o verde ya descolorida campelo había cogido otro y pasaba páginas buscando a leerlo pude comprender mucho sobre él y su enemigo de entonces sí aquí está respecto a ese cuchillo escuché lo que escribió en el otoño de 1942 leyó en voz alta incursión detectada por lancha patrulla los descubren cuando intentan pasar primera red y cargas profundidad suben a uno a la superficie estoy en muelle con todo y moxon y veo sacar cadáver es italiano como suponíamos me quedo con su cuchillo al rato salta en la bahía el mercante samoa peyrot de 8000 toneladas no miré muy interesado ese todo era royston si el mismo leí sus memorias yo también señaló unos estantes con libros en la pared opuesta del salón por ahí andan y como veo que sabe el entonces alférez tough era jefe de una unidad de buzos enviada a gibraltar para colaborar en las medidas de protección contra los italianos hay un viejo refrán colonial el lobo afgano se caza con perro de afganistán muy adecuado opine y muy de los ingleses de entonces creo que hasta hicieron una película sobre ellos con john mills o lawrence harris con uno de esos harvey the silent enemy se titula la he visto buena y regular muestra a los británicos más eficaces de lo que fueron se echó a reír malicioso según mi padre en esto de los ataque italiano valoro mucho estoy interesado por uno de ellos en concreto a venture y también por una mujer que italia no le interesa se llamaba deseo lombardo me estudio con atención después tomó de mis manos la agenda para devolverla a su lugar el cuchillo no era suyo bs tuvieron noticia más tarde seguía pensativo miraba la fila de agendas y yo lo miraba a él también había una mujer de por medio insistí afirmó despacio por claro que la vía sentí como si el sol entrase incontenible en el salón iluminándolo todo elena arbués casi lo vi sobresaltar se había vuelto a observar me aunque en de modo diferente más atento y más cauto yo estaba mejor informado de lo que él había creído e intentaba establecer hasta qué punto tiempo después cuando ganamos confianza y empezamos a tutear nos alfred campelo confesaría que al oír pronunciar ese nombre empezó a tomarme en serio esa confirmó llegó su padre conocerla no solo la conoció sino que nuestro cuaderno a información sobre ella pasaba las páginas buscando aquí está la primera vez que se la vigilo como sospechosa fue en una librería del line word road sospechosa se me habían encendido las señales de alerta de que tendría usted que leer esta parte de los diarios golpeó con las uñas en la agenda e indeciso pero lamento no poder prestar se lo comprenda lo lo comprendo por supuesto podría consultarlos aquí le llevará a otro día dijo tras pensarlo un poco dispongo de tiempo puedo quedarme en el hotel y venir mañana si no le causa molestia qué opina sonrió al fin decidido amable 9 en conveniente será en plaza invitarlo a una copa y charlar sobre mi padre y todo aquello me refresca lo recuerdo devolvió la agenda a su sitio y cerró la vitrina parecía que buscas el modo de expresar algo cuando al fin lo hizo entendí que trataba de prevenir me ante lo que podía descubrir en las anotaciones del antiguo responsable del libro alter security branch y garantizar mi benevolencia se trataba de otros tiempos y mentalidades dijo tras pensarlo un poco más lo hizo en tono evocador melancólico y luego se quedó callado un momento era una época de héroe y villano abajo cualquier bandera añadió con cierto énfasis sin que los límites de uno y otro estuvieran claro comprender lo que quiero decir advertí por dónde iba por supuesto dije no podemos juzgarlos con ojos de ahora verdad ni a mi padre ni a nadie no claro que no después de todo aquel fue un momento de hombres especiales y de mujeres apostilló claro tiene razón en este caso también de mujeres 4 sombras en la bahía salieron silenciosamente de la tierra uno tras otro con intervalos de diez minutos y después de girar en círculo para ajustar las brújulas se reunieron dos cables a levante del dique sur decidas cada torpedo tripulado lleva a dos operadores sentados encima a horcajadas con el agua por los hombros de la que sólo emergen las cabezas con máscaras de buceo son cuatro pequeños puntos casi invisibles entre la marejada suave que agita la bahía en la oscuridad apenas iluminada por el último cuarto de luna sentado en la parte posterior de su malla le el soto capó llenaron squarcia lupo siente entre las piernas la suave vibración del motor eléctrico ahora en punto muerto ante el al alcance de un brazo y más allá del para olas de acero que protege su asiento de la cabeza del jefe de su unidad el secundo capote se o lombardo que maneja los mandos timón de maniobra maneta de velocidad brújula lazarini y otros indicadores desde su puesto a través de la delgada capa de agua oscura es cualquier grupo percibe la suave fosforescencia de los instrumentos a 2 delante del compañero rumbo 73 directos hasta la farola la voz del pendiente de un avión lauro mazzantini su segundo es el buzo héctor el hongo llega confusa desde el otro maya le apagada por la distancia del chapoteo de agua y la máscara de auto respirador aro 49 oxígeno en circuito cerrado para no dejar burbujas en la superficie que debe de haberse quitado a medias para hablar el jefe de la incursión está confirmando las instrucciones expuestas antes de salir del barco nodriza las dos unidades navegarán casi en superficie y manteniéndose a la vista a flor de agua y con rumbo 73 grados hasta divisar si está encendida la luz del muelle del carbón de gibraltar a partir de ese momento se sumergirán a cota de ataque y cada binomio podrá operar por su cuenta décima dice el teniente a la boca del lobo es la forma de desearse buena suerte en el grupo mayor es cualquier grupo siente como teseo lombardo pasa la maneta primera muesca y luego a la segunda el motor vibra con más intensidad y el malla le avanza de nuevo segunda tercera muesca el agua rompe a la altura del cuello de los operadores que con las máscaras aflojadas respiran el aire libre y salobre lleno de salpicaduras a fin de ahorrar oxígeno por suerte no hay viento y la marejadilla es soportable el inconveniente es que eso hace más visible el trazo de espuma la estela de fosforescencia que pese a la escasa luna las cuatro cabezas dejan en la superficie tres millas así son muchas millas piensa resignados corcho lupo transcurrirán dos horas antes de que alcancen la posición de ataque y para entonces el frío la tensión y la fatiga habrán pasado factura el mismo siente los primeros efectos la humedad se desliza hasta la mitad inferior de su cuerpo y empieza a producirle molestos calambres que intenta aliviar mientras haga el asidero del maya con una mano se frota las piernas con la otra su traje pelón y de goma tiene alguna fisura por la que se filtra el agua y está moja el mono de faena con distintivos de la raya marina que lleva debajo para que en caso de ser capturado los ingleses le apliquen la convención de ginebra y no lo fusilen por saboteador el maya le avanza ahora en la cuarta muesca aunque la corriente adversa parece retrasar un poco su marcha la velocidad real calculas cual grupo no será más de una milla y media por hora a veces pierde de vista a mazzantini y longo que navegan a su derecha pero cada vez las dos cabezas reaparecen al cabo de un momento con el mismo rumbo y a la misma distancia apenas visibles en la inmensa superficie negra de la bahía bajo el cielo estrellado y la poca luna que sobre la masa oscura del peñón lejano ríe la en el agua poco tienes cualquier upo que hacer hasta que lleguen a gibraltar es lombardo quien gobierna y él se limita a ir detrás con la palanca de inmersión rápida al alcance de la mano encajado entre su compañero y la caja de rami donde llevan lo necesario para fijar la carga cuando la desprendan bajo la carena de los barcos enemigos a fin de ocupar la mente y no pensar en el frío y los calambres que lo atormentan el napolitano repasa las maniobras cien veces ejecutadas la secuencia que permitirá si todo sale bien echar al fondo la nave que él y su compañero tienen asignada como objetivo nada de su vida pasada o su futuro incierto importa esta noche ni recuerdos ni familia ni amigos solo la camaradería con el hombre silencioso cuyos hombros y cabeza tiene delante y las dos sombras casi invisibles que surcan el agua unos metros a su derecha entre las pequeñas crestas de la marejada donde la luna reluce como pececillos de plata lo único que cuenta ahora lo que existe es el intento de cruzar las redes submarinas y penetrar en el puerto atacando alguna de las unidades que hay dentro el binomio mazzantini longo el portaaviones formidable abarloado al muelle sur mientras que la presa de lombardo y square grupo es el acorazado nelson en mitad de la bahía aumenta la marejada y se hace difícil respirar aire limpio también la flotabilidad del torpedo tripulado da problemas si los llama mayales cerdos es porque suelen dar motivos para ello y tiende a navegar con la proa más elevada que la popa sin que logren corregirlo aparte el frío y los calambres eso somete a square si a lupo a la incomodidad de sumergir demasiado a menudo la cabeza haciéndole tragar un agua salobre que le causa violentas arcadas cuando ya no puede soportarlo más toca el hombro de su compañero se lo dice y éste ordena ajustarse el auto respirador y recurrir al oxígeno recortada en la claridad lunar la masa oscura y amenazante de gibraltar sin ninguna luz visible está cada vez más próxima a cada momento que pasa a cada vuelta de hélice a cada cable recorrido la enorme roca parece más grande y más alta como un monstruo maligno que aguardase agazapado en las sombras a la izquierda de los mayales se distinguen ya las siluetas más oscuras de la media docena de buques mercantes que fondeados frente a la costa española el seno norte van quedando por el través si es imposible forzar la entrada del puerto ellos serán el objetivo secundario consulta squarcia loop o la esfera fluorescente de su reloj y calcula por la hora que deben de encontrarse a media milla de las primeras obstrucciones submarinas próximos ya al punto desde el que empezarán el ataque como buen hijo de nápoles por eso lleva el nombre del patrón de la ciudad el soto capo es hombre religioso de verdaderas creencias los peligros de la guerra el frío y el miedo el horror de la oscuridad bajo el mar no han hecho sino reforzar su fe o tal vez aunque no sea exactamente lo mismo la necesidad de conservar la intacta por eso incapaz de apartar los ojos del sombrío opinión entre las salpicaduras que la bahía negra le arroja sobre la máscara empieza a mover los labios en una muda plegaria dios te salve maría murmura llena eres de gracia el señor es contigo y esto debe de andar por los 25 años calcula harry campelo procede de la marina mercante y es experto en trabajos submarinos tiene un rostro aniñado simpático con una descuidada barba rubia y unos ojos azules de apariencia cándida a su camisa de uniforme con las palas de alférez de navío en los hombros le falta un botón y los pantalones cortos descubren unas piernas musculosas poco velludas como un calcetín subido casi hasta la rodilla y el otro caído sobre el tobillo las piernas las mantiene extendidas sobre un taburete y las manos ocupadas por un vaso con dos dedos de coñac fundador en su boca o mea un cigarrillo cada diez minutos está diciendo ese es el ritmo dejamos caer una carga explosiva cada diez minutos y pasada media hora rompemos durante otro tanto el ciclo de forma aleatoria y volvemos a empezar el efecto de esas bombas es cónico se interesa el teniente de navío moxon más o menos la onda se expande abajo a unos 15 metros cuanto más profundo nada en los buzos enemigos más vulnerables son pues el diámetro es mayor y si se mueven cerca de las superficies son más detectables supongo exacto estupendo muchacho están sentados los 3 campelo 2 y will moxon en la pequeña oficina del muelle del carbón desde la que se organiza la vigilancia exterior del puerto se conocen hace tiempo moxon es el enlace de inteligencia naval con el gibraltar security branch y el y campelo han ido a contarle a todos que al atardecer se vieron señales luminosas en punta europa emitidas en dirección al mar no se ha detenido al responsable ni se detecta actividad de superficie así que el incidente puede estar relacionado con un submarino a cuánta gente tienes de guardia esta noche se interesa campelo la dotación de dos lanchas a una afuera y otra dentro del puerto con audífonos y bombas a bordo se detiene todo y señala al vacío en dirección a un sonido apagado y lejano hoy son mis chicos del puerto consulta el reloj cada diez minutos como digo durante un momento abstraído el marino mira la carta náutica del peñón que está clavada con chinchetas en la pared encima de una mesa en la que junto a la botella de coñac y un revólver web lee en su funda hay una tetera caliente sobre un hornillo una lámpara petromax que ilumina a medias la estancia y una pila de ejemplares viejos de punch y the horizon sus ojos claros contemplan el plano como si repasarán en el que todo está en orden y no olvida nada al fin relajado aparta el cigarrillo se lleva al coñac a los labios y con un ademán negligente invita a sus visitantes a llenar de nuevo sus vasos vacíos nada malo para ser español no os andéis con remilgos a capello le cae bien el joven oficial familiarizado con el trasfondo de los seres humanos cuando conoció a royston a quien todos en la armada llaman roy lo catalogó como un inglés excéntrico de la variedad agradable uno de esos individualistas inclinados al deporte y la aventura a los que sólo circunstancias excepcionales logran vestir de uniforme e incluso entonces se toma la guerra como un partido de tenis todo encaja en el perfil seguro de sí enemigo de protocolos indisciplinado en tierra todo indica que en el mar él y su equipo de protección submarina ya son otra cosa tiene bajo sus órdenes a una docena de hombres la mitad buzos experimentados además de patrullar el puerto y el fondeadero de la bahía a ellos corresponde sumergirse cuando sospechan que hay cargas explosivas debajo arriesgándose a que les estallan en la cara y todo es el primero que lo hace moc son el teniente de navío es quien parece más inquieto por lo de punta europa es alto o nervioso guapo llevar la gorra puesta y el pantalón corto planchado con raya perfecta su rostro es muy conocido era actor antes de la guerra especializado en papeles de secundario elegante el habitual amigo simpático del protagonista su parentesco con el actor y dramaturgo noel coward próximo al primer ministro churchill le ha valido un destino cómodo en gibraltar en lugar de el arse en los convoyes a múrmansk o ser torpedeado en el atlántico norte y también un papel en la película sangre sudor y lágrimas que se acaba de estrenar con gran éxito lo cual sociable propenso a llamar a la gente muchacho y viejo amigo más que a un oficial de la armada se parece a sí mismo representando en el cine un papel de oficial de la armada todo eso hace que en sus ratos libres que son muchos el general mason mcfarlane le encargué organizar espectáculos de entretenimiento para la guarnición hace poco trajo a gruñir carson y ayón mls y que ejerza un envidiable derecho de caza entre las cotizadas grandes del cuerpo auxiliar femenino en el peñón si las señales se dan para un submarino comenta moxon es posible que esté en la bahía al listo para desembarcar a unos buzos si no lo ha hecho ya arruga todo el entrecejo y si los atacantes vinieran desde la costa miramax hola campelo como sí coincidiesen en lo absurdo de la pregunta eso lo veo difícil observa el policía no imposible pero sí improbable los españoles tienen mucho cuidado pues quieren parecer irreprochables la neutralidad es conviene más que nunca está bien asegurado el puerto pregunta moxon le explica al alférez de navío que no es fácil forzar la entrada esta noche no se prevee movimiento de naves así que las redes están cerradas tanto en la embocadura norte como en la sur hay dispuestos audífonos proyectores de luz y centinelas armados en los espigones suena otro estampido sordo lejano todos se calla alza un dedo y sonríe satisfecho los sois son tus hombres muchachos pues claro todo será un golpecito en la esfera del reloj diez minutos justos después de la siguiente cambiarán la secuencia permanece callado un momento mientras contempla otra vez la carta naútica de la pared la luz de la lámpara afeita las hebras rubias de su barba me preocupan más los barcos que están fondeados en la bahía tenemos allí cinco transportes dos petroleros y un buque-hospital por eso mis chicos patrullan especialmente esa zona yendo y viniendo todo el rato entre ellos puedes garantizar la seguridad inquiere campelo le da al otro una larga chupa da al cigarrillo agua cando la cara después bebe un sorbo de coñac e incluso respecto al interior del puerto garantizar es una palabra excesiva dicho de otra forma tercia moxon no puedes garantizar una correcto bueno tampoco suelen atacarnos superhombres lo más probable es que sea unos macarrones grasientos de los pocos capaces de pelear desde que acordara moza rommel el mediterráneo es zona de responsabilidad italiana al menos en teoría de nuevo con el vaso en los labios hace todo una mueca insolente pues esos macarrones como los llamas ya nos hundieron en gibraltar von petrolero y un mercante hasta un reloj parado de la hora correcta dos veces al día no los subestimes whale no lo hago pero también pueden estarse apuntando tantos ajenos te refieres a buzos alemanes por ejemplo asiente moxon porque no podrían perfectamente estar echando una mano a sus aliados hay pruebas de eso ninguna muchacho a ninguna pues hasta que las haya déjate de alemanes todo mira campelo qué opina el brunch sonríe el policía yo solo representa la parte civil en este asunto cuando habla de la royal navy escucho y aprendo muy encomiable gracias de guinea el alférez de navío un ojo a moxon es prudente nuestro poli sí pero no te fíes asiente el otro todo se vuelve de nuevo hacia campelo déjate de cautelas y dime qué piensas el comisario vierte más coña que en su vaso y lo alza un poco a medio brindis voto por la soleada italia al cien por cien al 99 se echa otra vez todo atrás en su asiento satisfecho bueno la prueba más clara es lo ocurrido hasta ahora dos ataques a gibraltar uno a la bahía de suda con hundimiento de un petrolero y del crucero york otro ataque a malta y el hundimiento de alejandría de los acorazados valiente y queen elisabeth eso sin contar las pequeñas incursiones y todo lleva la firma de la regia marina ríes seco e insolente bebe baskonia y vuelve a reír dentro del vaso no está del todo mal verdad para tratarse de grasientos macarrón es el aullido de la sirena de alarma del puerto brota súbitamente fuera en la noche es un quejido ronco y metálico prolongado que suena como si el peñón tuviera vida y le des garras en las entrañas los tres hombres se miran desconcertados todo es el primero que reacciona poniéndose en pie de un salto tenemos visita dice mientras se ciñe el revólver se precipitan hacia el exterior cruzándose con sombras que corren y gritan los proyectores bailan sus haces de luz en la negrura del muelle escrutando las aguas al otro lado de la entrada norte del puerto donde está situada una doble o earl y con de 20 milímetros resuenan secos estampidos ponte a la oscuridad del rastro de las trazadoras disparadas en dirección al mar enmudece la sirena cuando los tres hombres alcanzan el extremo del muelle del carbón junto a la farola apagada hay allí una garita de infantes de marina y un proyector que se mueve a derecha e izquierda barriendo el agua negra entre las palizas que sostienen las redes de obstrucción se oyen disparos de fusil y el az ilumina las salpicaduras de las balas una lancha está abarloada al muelle salta todo a bordo ruge el motor y la embarcación se aleja entre una humareda de gasolina penetrando en la noche allí grita moxon extendiendo un brazo mira harrigan pero en esa dirección iluminada por los proyectores más allá de las balizas de la obstrucción exterior una forma humana oscura el reluciente de agua acaba de emerger y flota boca abajo cuando el fin decidí narrar a la parte menos conocida de esta historia consulte mis viejas notas y reportajes de los años 80 así como cuantos sobre el grupo se mayores y sus incursiones en la bahía de algeciras pude encontrar desde el conocido libro décima flotilla más de valerio burgueses hasta monografías especializadas como el interesante tento uomini control flote de virgilio espiral o el detallado manual técnico y mets y de asalto de espert y ni bagnasco reunir de ese modo una veintena de títulos que unidos a los testimonios de elena árboles y llenaros guarch a lupo y a los diarios de jarry campelo me fueron de extraordinaria utilidad sin embargo necesitaba detalles más precisos sobre el aspecto humano de tan asombrosa aventura pormenores que permitirán profundizar en algunos personajes y narrar de modo exacto y creíble aunque fuese bajo la forma de una novela lo que vivió cada cual esa era la parte más difícil y ya me resignaba a confiar la la imaginación cuando el escritor bruno arpaia viejo amigo y traductor de mis novelas al italiano vino inesperadamente en mi ayuda me encontraba en milán asuntos editoriales y fui con bruno y paolo soraci entonces jefe de comunicación de las librerías feltrinelli a cenar al vecchio porque la conversación acabó girando en torno a nuestros respectivos trabajos y les confié en mis dificultades después hablamos de otras cosas regresé a madrid y a los pocos días bruno me hizo llegar una valiosa documentación que había obtenido gracias a un almirante amigo suyo jefe del oficio histórico de la marina italiana los informes operativos que entre 1942 y 1943 cada buzo de los que atacaban gibraltar hacía al regreso a su base si es que lograba regresar y cuando vi los nombres se me erizó la piel secondo capó lombardo deseo soto capó escuché lupo llenaron de mente de barceló mazzantini lauro en un informe firmado por el teniente de navío mazzantini referido a uno de los intentos de forzar con dos mayales y cuatro operadores las barreras anti submarinas del puerto de gibraltar leí lo siguiente aunque el peñón está oscurecido las luces de algeciras a nuestra espalda y de la línea por el través permiten orientación perfecta con rumbos 73 grados navegando en la cuarta muesca a cuota de máscara mi sl ceda problemas de flotabilidad lo que me obliga en el último tramo a navegar ha aprobado con mi operador marinero héctor el hongo ha sumergido es solo fuerza a usar el respirador con su consiguiente consumo de oxígeno a unos 500 metros del puerto me separo del binomio lombardos cualquier grupo cada equipo se sumerge para atacar por separado perdiendo los de vista a partir de ese momento mi intención es forzar la red y penetrar en el puerto pasó a la tercera muesca y me sumerjo a nueve metros para no dejar fosforescencia que me delate en la superficie cuando emergió de nuevo a cota de máscara para comprobar mi posición me encuentro junto a ti touch como estoy tan cerca que veo el punto rojo de un centinela que fuma de nuevo me sumerjo y navego paralelo al muelle busco la entrada sonido de cargas submarinas seguido de rumor de hélices desciendo 18 metros las hélices nos pasan por encima aproximadamente un minuto pues oigo el estallido de una nueva carga cuya onda expansiva apenas nos afecta reanudó la marcha a cota de 7 metros con rumbo sur encontramos la red de la entrada norte descendemos para franquear la por la parte inferior nuestro sl ce sigue dando problemas volviéndose a ratos ingobernable y con tendencia a salir a la superficie mi operador hace señales de que se ha agotado el oxígeno de su auto respirador le ordenó utilizar el de respeto de menos duración no conseguimos levantar la red que es muy pesada las cizallas hacen poca presión y no logran cortar los eslabones se me llenará más cara de agua y sólo consigo vaciar la parcialmente el sls tiene ahora exceso de flotabilidad logramos mantenerlo abajo accionando válvulas y agarrando nos a la red pero el esfuerzo nos deja al límite de la resistencia mientras maniobra o intentando mantenernos operamos accidentalmente la inmersión rápida y el aire comprimido envía burbujas a la superficie observo resplandor de proyectores luminosos sobre nosotros y sospecho haber sido descubiertos inicio maniobra evasiva escucho motor de lancha acercándose y explosiones en el agua cada vez más próximas con el motor en cuarta muesca navegó a cota de 20 metros con rumbo 350 grados la lancha pasa por encima y una explosión cercana nos alcanza con su onda expansiva aturdido sofocado por el agua de la máscara consigo mantenerme sujeto al asiento pero compruebo que el hongo ha desaparecido del suyo se detiene el motor del tlc que se sumerge bruscamente fuera de control para intentar parar el descenso maniobra la palanca de inmersión e intentó arrancar de nuevo con el timón arriba sin resultado el manómetro de profundidad alcanza 30 metros su límite máximo un momento después la proa se clava en el fondo al límite de mi resistencia física conecto el auto destructor de ls lc y apunto de perder el conocimiento haciendo la superficie me quito la máscara y el aire fresco me re anima un barco fondeado me oculta del puerto nado hacia él y agarrado la cadena del ancla me quito el auto respirador y lo hundo después hago pedazos con el cuchillo el traje de caucho y lo hondo también lastrado con el plomo de mi cinturón cuando recobró fuerzas nado hacia la orilla donde pisó tierra en las cercanías del hotel príncipe alfonso tras volver del revés las estrellas del cuello y los galones en las mangas de mi ropa de fajina para no ser identificado si me cruzo con carabineros españoles sigo la carretera hasta el punto de emergencia previsto con nuestros agentes locales está muerto preguntarlo y todo harry campelo aparta los dedos de la carótida del buzo enemigo la piel del cuello se siente humedad fría sí no tiene heridas visibles lo reventó una de las cargas probablemente el hijo de es el segundo que pescamos este año le han quitado al cadáver la máscara del respirador y la linterna eléctrica del teniente de navío moxon ilumina un rostro inmóvil y pálido de expresión serena sin otras huellas de la reciente agonía que los párpados entre abiertos y la sangre que gotea de los tímpanos reventados para diluirse en el agua que encharca el suelo del muelle bajo el cuerpo mojado parece un hombre mayor comenta moxon no es joven apunta todo el efecto de la presión y el tiempo que ha pasado bajo el agua para llegar aquí le envejece en la cara se normaliza al cabo de un rato éste ya no se va a normalizar muchacho hay un corro de marineros e infantes de marina contemplando la escena fuman y parlotean curiosos tras ordenar que callen y se alejen poniéndose en cuclillas el jefe de los buzos británicos revisa el equipo del muerto puede haber más ahí fuera pregunta campelo se encoge de hombros es posible cuando estaremos seguros no podemos estarlo resopla el policía inquieto ni siquiera ahora ni siquiera con un movimiento de cabeza todo indica las explosiones submarinas que siguen sonando a intervalos próximas en la oscuridad quebrada por los haces luminosos de los proyectores por eso mis lanchas -añade- siguen privando el agua a uno y otro lado de las redes si queda alguien vivo ahí abajo debe de estar pasándolo muy mal señala will moxon el cuerpo yacente y este de donde sale echémosle un vistazo observa campelo que todo presta especial atención al auto respirador que el cadáver lleva sujeto al pecho sobre el traje de inmersión negro mojado toca y estudia minuciosamente cada objeto antes de despojarlo de el cinturón cuchillo reloj profundímetro tras sacar un cortaplumas del bolsillo toca el caucho a la altura del cuello en vertical descubriendo debajo un mono azul gris de faena con una pequeña estrella en cada solapa italiano confirma le quita la libreta de identificación que lleva en una funda estanca de hule y se le acerca a los ojos bajo la luz de la linterna de moxon segundo no quiere longo ettore lee en voz alta rey y marina segundo timonel dice el otro eso equivale a un cabo de nuestro armada asiente despacio todo que contempla pensativo el cadáver muy atento y muy serio después campelo lo voy a hacer algo extraño guardándose la cartilla de identificación el alférez de navío acerca una mano al rostro del muerto y tras rozarlo con los dedos en algo parecido a una caricia cierra sus párpados entreabiertos con un insólito ademán de afecto un gesto casi fraternal que sorprende la policía vino de muy lejos le oye decir no es el suyo el tono de un hombre victorioso son ahora estampidos más fuertes sordos y lejanos al otro lado de los muelles hacia el sur en la negrura de la bahía son las cargas de profundidad que arrojan dos corbetas ocupadas en la caza del posible submarino enemigo del que habrá salido el buzo desde el betouch móvil y el muelle sur los haces de luz de los proyectores siguen escudriñando las aguas contiguas al puerto se incorpora a todos con el reloj del muerto en una mano llévenselo ordena a los infantes de marina levantan el cadáver entre varios y se alejan con él entre las montañas de carbón apilado en el muelle a la luz oscilante de la linterna de will moxon camps él observa que han olvidado en el suelo lo cuchillo del italiano dando se mientras finge atarse el cordón de un zapato lo coge y se lo guarda aún está mojado y siente como el agua salada y fría le humedece el bolsillo los haces de los proyectores barren la superficie del agua 8 metros sobre sus cabezas esa luz difusa convierte el espacio que circunda al maya leía sus dos tripulantes en una esfera sombría verdosa vagamente translúcida estremecida a intervalos por la onda expansiva de las cargas de profundidad que estallan próximas a veces esa claridad superior le ilumina un poco el fondo cercano con sus relieves de algas y fango y llenar o squarcia lupo ve con mayor nitidez la cabeza y la espalda de su compañero teseo lombardo traje estanco bellomi y correas de goma de la máscara respiratoria en la nuca inclinado sobre los mandos con el motor en la cuarta muesca realizando maniobras evasivas que los alejen del ruido de hélices en la superficie y de las bombas que caen al azar agarrado al asidero del asiento el cuerpo encorvado y tenso es cual se lo desconoce la suerte corrida por el mayal que tripulan el teniente mat santini y ettore lonko es imposible saber si penetraron en el puerto si los detectó el enemigo o si como ellos intentan esquivar las cargas explosivas los vio por última vez cuando tras navegar dos horas y media a cota de máscara se separaron y sumergieron a fin de atacar cada equipo por su cuenta 30 minutos después lombardo emergió para asomar la cabeza y situarse la franja larga y oscura del muelle del carbón estaba a un cable de distancia apagada su farola como las otras luces del puerto aunque reconocible con sus grúas bajo la gran mole del peñón entonces squarcia lupo y él se sumergieron a ocho metros avanzando en segunda muesca y con rumbo sur buscando la red de obstrucción en la entrada más cercana no hubo suerte cuando vieron con ella fue imposible levantar la red anclada al fondo las cizallas no lograban cortar los anillos y pasar el mayal por encima entre las boyas resultaba arriesgado así que después de trabajar a tientas y en absoluta oscuridad comunicándose mediante golpes en el hombro renunciaron a entrar en el puerto para entonces el agua filtrada en el traje de buceo de es cual sea lupo empapaba su ropa interior y lo hacía a tiritar de frío produciendo le dolorosos calambres en las piernas y los de caucho laceraban la piel mojada los dos buzos abandonaron la red al límite de sus fuerzas y lombardo puso rumbo paralelo al muelle en dirección norte en busca de los objetivos secundarios fue entonces cuando se desató el infierno luces de proyectores en la superficie sonido de hélices cargas de profundidad demasiado próximas la onda expansiva y la presión súbita del agua en el pecho y los tímpanos como golpes sordos que retumban en las entrañas piensa squarcia lupo cuando la tensión le permite pensar lo bueno de la tensión es que relega el miedo para antes o después que no se trata de ellos que no es su malla de la presa que buscan los ingleses de ser así lo más probable es que lombardo y él estuviesen ya localizados prisioneros o muertos tal vez descubrieron amat santini y longo con los audífonos situados en diques y lanchas o por la fosforescencia a la superficie y a ellos dan caza a los ingleses en todo caso el napolitano confía ciegamente en su jefe de equipo el hombre dulce tímido a veces que teseo lombardo es en tierra firme nada tiene que ver con el operador implacable en que se transforma cuando está en el mar es cual grupo conoce su competencia y sangre fría desde los adiestramientos en boca vi sergio y la especia donde ambos sufrieron y aprendieron juntos cuando entra en acción a lombardo se le contraen las pupilas desaparece la sonrisa y el delfín se transforma en tiburón es cualquier grupo no puede ver ahora el rostro de su compañero pero sabe que su expresión bajo la máscara del auto respirador es exactamente esa la de un cazador tenaz concentrado en mantenerlos vivos a los dos y operativo el maya le llevándolo lejos de la vigilancia inglesa para volver a intentarlo para atacar de nuevo metidas las manos en los bolsillos de una gabardina que perteneció a su marido con un pañuelo de seda cubriéndole la cabeza helena árboles contempla los haces de luz de los proyectores que oscilan se encienden y apagan bajo la masa oscura del peñón el perro argos es una forma inquieta y veloz que corretea por la playa cruzando una y otra vez el contraluz de la bahía en sombras y cerca de la orilla silenciosa sobre el fondo de los resplandores lejanos los barcos fondeados e inmóviles se recortan en la noche semejantes a fantasmales siluetas de hojalata tal vez el este de nuevo hoy piensa mientras observa las luces de los proyectores el hombre al que conoce quizás esos trazos luminosos que se entrecruzan como tentáculos pretendan atraparlo en su red sacarlo fuera del mar que lo protege y amenaza al mismo tiempo puede que haya cruzado de nuevo la bahía para intentarlo una vez más solo con sus compañeros hombres tenaces que persiguen el deber o la aventura seres singulares capaces de atreverse a lo que no se atreven otros de moverse con sigilo por un medio oscuro doblemente hostil donde hoy se concitan los peligros del mar y de la guerra suena un ladrido de argos desconfiado seco el perro ha venido junto a ella como si quisiera protegerla y gruñe a la oscuridad pegado el flanco cálido y palpitante a su pierna derecha hay alguien cerca quien anda y pregunta inquieta responde una voz masculina desabrida combinatoria guardia civil no se mueva no estoy haciendo nada malo suena el chasquido metálico de un fusil hace rozando una bala le digo que no se mueva y sujeta al perro si no quiere que le pegamos un tiro y le da se inclina para tranquilizar a argos acariciándole la cabeza mientras una linterna eléctrica se enciende cerca deslumbrando la dos sombras se mueven detrás del resplandor entre luz en charolés y armas documentación cuando la llevo y salido a pasear a mi perro donde vive en la primera casa junto a la playa la que tiene buganvillas en la tapia y dos palmeras en el jardín me llamo el en árbol la librera de la línea ha cambiado el tono menos áspero asiente elena es a la luz recorre su cuerpo de arriba a abajo y vuelve a iluminar el rostro al fin se apaga y las dos sombras se definen más en la oscuridad siluetas de tricornios y fusiles sobre el fondo claro de la arena y el negro del mar no debería estar aquí señora mire cómo anda gibraltar allí hay jarana dice una segunda voz más ronca es un ataque no sabemos lo que es pero usted debería volver a su casa hay contrabandistas que usan este sitio para lijar noches así cuando no se sabe que vendrá del mar son peligrosas tiene razón admite ella quiere un cigarrillo español o inglés rubio de la abeja ha sacado del bolsillo un paquete de tabaco y lo ofrece a los guardias sintiendo el roce áspero de sus dedos al un pitillo cada uno a la luz del fósforo que encienden advierte sus rostros bigotes negros ojos oscuros rostros flacos bajo los tricornios uno joven y otro mayor el de la voz ronca éste lleva galones de cabo en las mangas tengan que ven se la cajetilla el cabo se guarda el paquete con naturalidad gracia que creemos ustedes que está pasando se apaga el fósforo tres puntas rojas en la playa los haces de luces lejanos siguen moviéndose en el puerto de gibraltar los han despertado de mala manera comenta el cabo alguien ha ido darles una mala noche dice el otro en vendrán del mar imagino apunta elena sean que me sea por claro de dónde van a venir si no no he oído bien es nosotros tampoco podrían ser submarinos paracaidistas o quien sabe que hay muchos rumores sobre eso pero nosotros no sabemos nada dice el segundo guardia exacto nada de nada tras otra carrera por la playa argos regresa y vuelve a restregarse contra elena lo acaricia a ella entre las orejas y sintra lengua húmeda del animal cuando éste lame su mano se dice que hay agentes y espías por todas partes comenta en el hotel príncipe alfonso y el algeciras podría ser no le digo lo contrario se enfría el tono del guardia pero nosotros no nos metemos en eso nuestro deber es vigilar la playa y aquí andamos suena la risa contenida del cabo aunque tampoco viene mal apunta calor de ahí le den un susto de vez en cuando las luces y explosiones submarinas quedaron atrás pero la corriente es fuerte y desvía el rumbo así que con el profundímetro en 13 metros de sonda deseo lombardo para el motor usa el mayal es sobre el fondo hermoso de algas y llenaros cual agrupó larga el cabo guía con una boya negra ascendiendo la superficie agitada ahora por una leve marejada una vez allí el napolitano cierra la llave del oxígeno se quita la máscara e inhala con ansia el aire fresco de la noche al sudeste según la brújula bajo el cielo estrellado y la mole de la roca el puerto de gibraltar está de nuevo a oscuras ya no hay luna no se ve allí ni una luz y todo parece haber vuelto a la calma mira squarcia grupo alrededor y advierte al otro lado de la bahía el resplandor lejano de algeciras también cerca de donde se encuentra casi interpuestas entre el y las tres luces de la línea siluetas de buques fondeados el maya les se ha desviado a causa de la corriente confirma los llevó más allá de los objetivos secundarios hacia puente mayorga y el seno septentrional de la bahía va a sumergirse para prevenir a su compañero cuando un chapoteo indica que también lombardo ha subido a la superficie su cabeza emerge junto a la del napolitano entre las salpicaduras de agua el doble cristal de la máscara refleja las luces distantes nos hemos pasado informa squares ya lupo en voz muy baja mientras bracea para mantenerse a flote la corriente nos desvío a babor lombardo tarda en responder también se ha quitado la máscara y dirige una ojeada circular a la bahía es difícil distinguir bien los objetivos sobre el fondo oscuro de la costa tenemos que volver atrás responde al fin hay algún barco grande advierte squarcia lupo que habla entrecortado inseguro cual siglos o focas en la marejada y el esfuerzo de mantenerse en la superficie todo bien deseo me duele la cabeza veras ya estoy mejor funcionamiento equipo creo que respirado anhídrido carbónico kattsov no te preocupes ya está resuelto para no inquietar a su compañero es cual sea lupo decide ocultar le la entrada de agua en su traje y los calambres que le torturan las piernas no puede evitar sin embargo que el frío le haga castagnet e ar con violencia a los dientes como estas pregunta a lombardo preocupado perfectamente solo algo destemplado los dos buzos recuperan fuerzas mientras bracean meciéndose en el agua agitada y negra squarcia el grupo mira hacia gibraltar que habrá pasado con mazzantini longo comenta probablemente esa alarma era por ellos puede que entrase en el puerto sea lo que sea ojalá hayan podido escapar seguro son chicos listos otro calambre atenaza la pierna derecha de es cual sea lupo que habitan las mandíbulas para no gemir dejándose hundir un poco se frota la pantorrilla con las dos manos y emerge de nuevo resoplando agua todo bien llena se interesa lombardo todo bien listo para atacar por supuesto durante un momento más estudia en los barcos fondeados y los marcan en las brújulas de sus muñecas a 120 grados sda y decide lombardo aprovechemos la zona de sombra se encajan las máscaras y compensando la presión en los tímpanos descienden a la oscuridad donde reposa el mayal y cinco minutos después navegan en segunda muesca en dirección sudeste inclinado tras el para olas de acero para ofrecer menos resistencia al agua es cualquier upo advierte que una corriente adversa resta potencia al motor por lo que su compañero cambia a tercera al fin emerge con cautela cerca del objetivo en el sector oscuro que la nave proyecta ante las luces de la línea para desolación de escarcha lupo el nombre que alcanzan a distinguir en la popa pertenece a un barco con matrícula de génova se trata del heracles mercante capturado por los ingleses al principio de la guerra aunque ahora lleve pabellón enemigo les da reparo echar al fondo un trozo de italia así que deciden dirigirse a otro barco grande cuya estructura corresponde a un liberty de siete u ocho mil toneladas a unos 200 metros de este se sumergen de nuevo y empiezan el ataque lo han practicado muchas veces y por eso ejecutan la maniobra de modo casi instintivo en el último tramo avanzan despacio para no hacer ruido al dar con la carena enemiga que aparece de pronto como un monstruo dormido en la negrura del mar la parte de obra viva sumergida es mucha lo que indica que el barco se encuentra a plena carga lombardo dirige el maya le hacia popa cerca de las hélices donde squarcia lupo palpa el acero cubierto de caracolillo hasta dar con la aleta estabilizadora de estribor habrá unos 15 metros al fondo calcula la operación vista de ser cómoda el maya le hace honor a su nombre se niega a equilibrarse y la corriente amenaza descabalgar a los buzos mientras lombardos se agarra sujetando el torpedo entre las piernas es cual a lupo abandona el asiento y fija en la aleta la mordaza del cabo donde suspenderán la cabeza explosiva introduce el cabo por la argolla de ésta y nadando a tientas pasa al otro lado de la quilla para fijar la segunda mordaza en la está opuesta luego regresa al maya le retira el perno de la cabeza explosiva y el morro del torpedo se desliza por el cabo hasta dejar los 230 kilos de trípoli tal suspendidos bajo la carena regulada la espoleta de retardo el napolitano vuelve al maya le golpea el hombro de su compañero y se alejan a toda velocidad media hora después ya sin oxígeno en los otros respiradores emergen para proseguir en superficie arrumbados a la farola roja del muelle de algeciras sentado junto a will moxon bajo una grúa del muelle del carbón con los pies colgando sobre el agua jarry campelo ve emerger a roy todo y agarrarse a la escala de la lancha amarrada debajo desde la embarcación lo ilumina un marinero que sostiene en alto una linterna de queroseno la red está intacta dice todo aún sofocado por la inmersión al puerto no ha entrado nadie se ha quitado la máscara de buceo que cuelga sobre el aparato respirador sujeto al pecho no viste traje de inmersión como el italiano muerto los buzos británicos en gibraltar carecen de él cuando todo arroja a bordo de la lancha las aletas de caucho y sube por la escala el agua le pega al cuerpo la camiseta y el pantalón corto mojados el marinero deja la linterna y le pasa una toalla moxon no parece convencido habeis revisado también los cascos de los barcos que están dentro tengo mis chicos en ello todo se frota vigorosamente con la toalla y se la deja sobre los hombros hasta ahora no han reportado novedades piensa campelo en eso por nada del mundo haría el oficio de los buzos en busca de bombas que pueden estallar mientras se encuentran abajo hay que estar algo loco concluye o más que algo el alférez de navío ha subido al muelle sentándose junto a ellos le pasan la botella de coñac español que moxon ha ido a buscar y le da un largo trago después 12 y con los dedos todavía húmedos acepta el cigarrillo que me encienden hace dos semanas cuenta sus buzos se encontraron ninguno de los barcos de fuera una bomba nueva la espoleta no era de relojería sino que estaba conectada a una hélice pequeña que la haría estallar con determinado número de vueltas un artilugio lamar de cabrón daos cuenta se le pone al barco y no pasa nada hasta que éste eleva anclas y navega por altamar entonces cuando alcanza los 5 nudos un bar no queda medio hundido al tocar fondo como aquí sino que se va a pique por completo y además hace creer que ha sido submarino vaya cabrones opina moxon sonríe todo ecuánime sacudiéndose gotas de agua de la barba rubia bueno hacen la guerra a su manera son ingeniosos mira campelo como si le dedicas el adjetivo imaginación mediterránea supongo creía que el fascismo había acabado con la imaginación responde el gibraltareño no con todas de hecho esta forma de atacar la han inventado ellos y nos llevan ventaja desde que forzaron el puerto de alejandría y supimos cómo lo hicieron intentamos ponernos a la par pero la verdad es que vamos por detrás incluso en material desde luego has visto el auto respirador del buzo muerto hasta el equipo que traen es asombrosamente buena quién lo hubiera dicho comentamos son pues así es según para qué cosas los italianos son más modernos que la vieja inglaterra pero la calidad humana no se me discutirás a unos fulanos capaces de salir de los submarino o de donde salgan venir hasta aquí de noche y hacer lo que hacen verdad claro pues eso un marinero le trae a todo ropa seca y este se pone en pie y se quita las prendas mojadas desde la lancha la linterna ilumina su torso desnudo y compacto el vello dorado entre el arranque de las piernas fuertes una cosa es que italia sea un desastre comenta mientras se viste con el payaso de mussolini y sus generales emplumados como pavos reales y todos esos millones de infelices a los que arrastro a una guerra que no deseaban otra que haya italianos valientes dispuestos a todo tan patriotas como nosotros campelo está de acuerdo un hombre desmotivado será siempre mal combatiente observa pero uno con motivos para luchar es peligroso exacto y estos son peligrosos hablas de ellos con admiración muchacho se sorprende moxon sé que es guerrear bajo el mar y como son los hombres que lo hacen tus iguales no son mis iguales sino mis enemigos lo respeto el alférez de navío ha vuelto a sentarse y con un último trago vacía la botella de coñac después de contemplarla pensativo la arroja al agua de pronto al campelo se le antoja muy joven una insólita expresión adolescente parece aclararle más la mirada me preguntó dice todo si el almirante autorizaría un sepelio del italiano con honores militares lo observamos son atónito al macarrón y fiambre a ese te has vuelto loco enemigo o no tiene derecho a un funeral reglamentario a ser arrojado al mar envuelto en su bandera según la tradición sería un bonito gesto si no sólo permitirán espíritu deportivo señora campelo lo dice en tono sarcástico pero todo parece tomarlo con seriedad porque el policía lo ve asentir grave confío en que el almirante lo tenga lo tendrá sin duda comentamos a los almirantes les gusta el cricket todo sigue mirando campelo como si lo calibra sé qué opinas harry indiferente el policía hace un gesto evasivo carezco de espíritu deportivo está seguro por completo mi forma de combatir es otra los honores póstumos al enemigo no son parte de tu trabajo ríe moxon en realidad ninguna clase de honores sean militares o civiles no es la mía una guerra con demasiado honor eficacia supongo apunta todo claro esa es la palabra yo trabajo en el lado menos elegante del asunto frunce el otro el ceño analizando aquello buscas saboteadores no concluye los detiene si los haces confesar algo así en efecto para que los juzguen y los cuelguen y les aprietas mucho las tuercas en absoluto campelo descubre los dientes con falsa inocencia porque método más todos se dejan convencer con amables diálogos moxon suelta una carcajada pero todo se mantiene serio convencer es entonces la palabra si nunca se me ocurriría convencer a un prisionero de guerra pues hay quien lo hace viejo amigo señala moxon allá cada cual yo no lo hago mis clientes no son prisioneros de guerra precisa campelo la caballerosidad os la dejo a los militares no les aplicas la convención de ginebra torna sonreír el policía siniestro con no sé de qué convención me hablas esa no la he leído me parece tus métodos se quedan sin saber qué opina todo de los métodos de campelo en ese momento más allá del puerto y cerca de la costa española resuena un estampido lejano y una gran llamarada asciende al cielo salpicando de rojo el agua de la bahía hijos de exclama moxon con la boca abierta pero que hijos de el estampido hace vibrar los cristales de la casa algo que dormitaba tumbado en la alfombra alza las orejas se incorpora y emite un aullido inquieto elena deja el libro junto al king que esta noche tampoco hay luz eléctrica se pone en pie y sale al porche acompañada por el perro más allá de la orilla pasada punta mala un hongo de fuego asciende tiñendo de rojo el agua negra y los contornos de la playa la silueta del hotel príncipe alfonso situado en alto se destaca sobre el resplandor que ilumina la bahía quieto algo es quieto venga aquí estate tranquilo permanece inmóvil fascinada por el espectáculo al cabo de unos minutos se acerca a la verja gruesos trazos bermejos y negros surcan la noche como un gigantesco fuego de artificio que escape a todo control y a cada uno de esos trazos que describen una trayectoria curva antes de precipitarse al mar aviva cortinas de llamas que se extienden y ocultan la silueta de un barco cuya mitad posterior parece haber desaparecido es como si hubiera contenido combustible o explosivos quizás él esté ahí vuelve a pensar en el mar tal vez sea quien lo ha hecho y ahora vaya de regreso o esté muerto o prisionero es posible cualquier cosa o ninguna de ellas y también que siga a salvo en algeciras esperando noticias de los compañeros que salieron de misión aunque también podría ser concluye estremeciéndose que estuviera desvanecido en la playa como la otra vez pese a lo absurdo esta idea la sobrecoge con una extraña emoción que le seca la boca y humedece los ojos y es así como impulsivamente empuja la verja y camina en la oscuridad decidida y rápida hacia la orilla cercana no hay nada allí comprueba aliviada solo el reflejo del incendio en el agua se detiene de pronto paralizada por una idea súbita y poco tranquilizadora pues se acerca demasiado a una certeza sorprendida de sí misma experimenta algo parecido a un remordimiento una sensación de vaga culpa que estás haciendo elena se dice qué diablos ocurre en tu cabeza y tu corazón nunca había vuelto en quitarse por un hombre advierte con algo semejan el pánico once meses de matrimonio la acostumbraron a las esperas solitarias al mar gris y el oleaje como aprensión sombría a la nube convertida en feo presagio al escalofrío bajo la lluvia en la orilla a la soledad de horas días y semanas en un hogar vacío tras el amargo desenlace creía haber dejado todo eso atrás no más lentos desgarros de ausencias no más miradas inciertas al barómetro y de reojo al azar no más angustias en una vida en adelante confortable desprovista de emociones libros y paz interior bastarían el proyecto o tal vez la seguridad de una existencia serena para el resto de sus años sin embargo el sentimiento vuelve a estar ahí casi taimado tan próximo y eso la estremece a la traición establecer qué es lo que traiciona resulta ya más complejo práctica como es ignora hasta dónde pueden traicionar se recuerdos sensaciones fragmentos de un pasado ella no es de melancolías o nostalgias ni de culto a fantasmas tiene demasiada conciencia de la necesaria economía de los sentimientos de libros leídos la adiestraron peleo bajo las murallas de troya busco el mar con 10.000 griegos y estuvo en la copa del cíclope ha leído hazañas de héroes atrocidades de tiranos meditaciones de filósofos conoce los riesgos los precios y las reglas aunque no puede evitar sentir como traición íntima propia hecha de pasado e intuición es la incertidumbre que la turba mientras ve arder la nave cercana hay hombres ahí bajo el negro del mar y la bóveda oscura y estrellada venidos de lejos para destruir y matar a los que otros hombres que también saben destruir y matar estarán buscando esa es la traición concluye al filo del asombro ante la noche quebrada en rojo en la orilla donde la ilumina el resplandor del incendio anhelar que uno de tales hombres extraños siga vivo desear verlo otra vez nada puede hacer para que eso ocurra pues los hilos del azar los mecanismos raros de la vida y la muerte los manejan crueles e imaginados dioses ella sólo puede mirar inmóvil desde la playa y esa inmovilidad tranquila en apariencia oculta la lucha feroz que acaba de estallar entre sus sentimientos y su razón combate rápido que concluye con una evidencia la fotografía del esposo que sonríe desde el pasado impreciso deja de tener sentido esa hora esta noche ante el barco que arde en la bahía cuando el marino muerto en baja adquirir el hombre al que elena arbués amo una vez muere al fin de verdad y para siempre 5 desafíos y venganzas llegamos a un punto de este relato donde los hechos ceden sitio a la imaginación un espacio en blanco que pese a su importancia en lo que sucedió más tarde sólo puede llenarse con suposiciones y algunas de ellas son incluso contradictorias como ya señalé en la historia de elena árboles teseo lombardo y el grupo osa mayor hubo algo que el soto cabo llenar o es cualquier upo no fue capaz de aclarar durante los tres días de conversación que mantuvimos en su trattoria de nápoles o más bien me dio una versión distinta de la que la propia elena daría más tarde durante la última visita que le hice en venecia tampoco los cuadernos de jarry campelo iluminaron el misterio aunque algunas anotaciones del policía gibraltareña fueron útiles en tal sentido en todo caso al tratar esta parte de la historia tuve dificultades para penetrar la causa verdadera o íntima de cuanto ocurrió después para comprender que llevó a elena a dar los pasos que dio en adelante y que tanto influirían en los acontecimientos posteriores el momento clave me aseguro es cualquiera fue la segunda visita que lombardo hizo a la librera según el napolitano ya la primera tarde en que su compañero de equipo apareció en la línea lo había hecho siguiendo instrucciones del jefe del grupo teniente de navío mazzantini de acuerdo con esta versión la propietaria de la librería circe era entonces un cabo suelto un factor potencialmente peligroso que amenazaba la seguridad de las operaciones por eso convenía sondear la para averiguar hasta qué punto podían fiarse de ella o no pudo haberse enamorado planteé quien deseó pues claro estábamos sentados al sol en la puerta de el palomar o con dos vasos de vino tinto y el magnetófono funcionando sobre la mesa vi que el rostro surcado de arrugas del antiguo buzo se contraía en una mueca escéptica todo es posible puestos a suponer respondió pero en hombres como los que éramos entonces eso es poco creíble por lo menos al principio afirme mi idea también los héroe se enamoran no me miraba es cual grupo con los párpados entre cerrados queriendo establecer si yo hablaba en serio no creerá que alguien como teseo dijo tras un momento un combatiente entrenado y fiable que se jugaba la vida se dejaría llevar por tonterías sentimentales imaginar que se acercó a esa mujer por un impulso romántico es no conocerlo ni conocernos la suya no fue una historia convencional objete arrancaba de un suceso decisivo cuando lo rescató en la playa hubo algo a partir de ahí supongo sonrío incrédulo eso se lo ha dicho ella todavía me he planteado ese aspecto del asunto 11-s pues debería hacerlo porque yo sólo conozco la parte que me toca es razonable pensar en un giro sentimental insistí tras un momento de silencio me lo concedió a regañadientes él estaba agradecido a sin duda y no niego que después se complicó la cosa bebió un sorbo de vino y se quedó otra vez pensando estuve presente en varias conversaciones dijo al fin que teseo y el teniente mat santini tuvieron a bordo de la tierra a nuestro jefe le preocupaba esa mujer como a todos hasta deseo estaba inquieto aunque intentaba quitarle importancia era un punto débil en nuestra protección y todo podía irse al cumplía órdenes entonces insistí cuando fue a verla antes y después de la noche que perdimos a héctor el hongo desde luego que las cumplía no trataba de ponerla de nuestra parte ni mucho menos sólo tantear si podía perjudicarnos y si hubiera supuesto un peligro para ustedes volvió a sonreír y miró a uno y otro lado de la calle adoptando aires clandestinos de otro tiempo aquella súbita cautela lo rejuvenecía había modos de que me interese de neutralizarla se refiere a él claro que no deseo no lo habría permitido y tampoco nosotros actuábamos así había una guerra que hacíamos de forma dura pero éramos unos caballeros se encogió de hombros al menos algunos entre nosotros lo eran créame más que los ingleses ellos sí jugaron sucio siempre lo hacen lo fuese compañero deseo un caballero por completo veneciano de la vieja escuela una mezcla rara de integridad inocencia y orgullo un buen hombre si un perfecto caballero como le digo sabe lo que hicimos cuando al fin cazamos en nairobi minutos antes de que la carga estallara aquello me desconcertó el nairobi había sido un crucero de batalla británico atacado por el grupo orsa mayor en el puerto de gibraltar yo sabía algo sobre esa nave o hasta ese momento creía saberlo no confesé o no demasiado no todo hizo muy pícaro mientras se llevaba el vaso de vino a los labios ya se lo contaré despacio con detalle mantuvo el vaso en alto bebió otro sorbo y volvió a dejarlo en la mesa la nuera había salido a escribir con tiza el menú del día en una pizarra y los dos se enfrascaron ninguna rápida discusión en dialecto napolitano entendí unas palabras algo sobre añadir tomates a los espaguetis con pescado la nuera regresó adentro malhumorada squarcia el grupo retomó la conversación si hubiéramos detectado peligro en esa mujer había formas de controlarla prosiguió a través del cónsul de italia y nuestra embajada en madrid teníamos contacto con las autoridades españolas que podían detenerla o alejarla de allí no eran necesarias soluciones brutales le pregunté si los españoles estaban al tanto de lo que ocurría en el ol terra y lo negó rotundo conseguimos ocultárselo también a ellos añadió nos confundimos a todos hasta el final los engañamos como a chinos volvamos a la librera peli que ocurrió al fin pues que pese o fue a verla una primera vez y luego una segunda y hubo otras puede que a partir de ahí lo moviese algo más que el deber o el patriotismo la verdad es que desde entonces fue distinto hasta yo me di cuenta aunque él no era dado a confidencias escuché el grupo se echó atrás en la silla e hizo extraño una especie de mueca entre valorativa y admirada casi irrespetuosa me pareció y luego pasó lo que pasó dijo que pasó que ella por iniciativa propia dio un paso que nos asombró a todos el viejo buzo entrecerraba a través de los párpados complacido y eso cambió el orden de las cosas el amor está sobrevalorado desde hace mucho comenta pepe aljaraque desde baker se interesa en nazaret castejón la bibliotecaria municipal de deva atras lope de vega y quien lo probó lo sabe sugiere el doctor focas desde ovidio júpiter se divierte con los perjurio de los amantes a ella queda todo resuelto sonríe elena es última hora de la tarde y el sol declinante ilumina los viejos cortinajes del café ángulo hispano y los azulejos de la pared al otro lado de la ventana discurre el ajetreo de la calle real y en la acera opuesta los camareros se mueven entre las mesas y sillas de mimbre ocupadas por socios del círculo mercantil de eso nada app apunta no lo empaña es con tu habitual cinismo insiste el aludido agitando suavemente su copa de anís del mono mezclado con coñac verdura de las heras elenita el amor en su concepto clásico es un espejismo lo dices por experiencia lo digo porque lo digo el doctor zocas teatral se señala la solapa pierda con el punto humeante a la altura del corazón discrepo profundamente creído amigo como sentimiento sigue siendo un móvil poderoso positivo incluso señala nazaret castejón el doctor agradece el apoyo con una mirada de reconocimiento la bibliotecaria es miope culta solterona y romántica muy delgada usa lentes de acero y tiene un fuerte pelo gris que lleva muy corto y le da a un vago aspecto de monja exclaustrado no se eleva a los sublima nos se queda un momento indecisa buscando verbos disfrazado de amor muchas cosas inconfesables la releva a aljaraque el sexo por ejemplo dirige zocas al archivero una mirada reprobadora mientras indica a las dos mujeres con ademán desolado por dios hambre que hay señoras hace mucho que nadie en su sano juicio se enamora así insiste el otro impermeable a la reconvención con arrebato y tal está más pasado de moda que el cine mudo el amor no es un sentimiento moderno quiere es decir se interesa elena exacto para ti opina zocas nada de disparate sostiene aljaraque en el siglo de la tecnología el maquinismo surrealista y las grandes carnicerías colectivas e imposible enamorarse de verdad y que es de verdad para ti poesía antigua tú crees estoy seguro la humanidad ha perdido la inocencia necesaria es necesario ser inocente para amar preguntó a nazaret para creer que sea más sin duda eso que hoy llamamos amor no es más que una etiqueta que pegamos en el envase para vender mejor ciertos artículos de dudoso contenido un invento capitalista señala elena divertida en cierto modo tal vez lo haya sido siempre estoy seguro pero antes al menos se daba el dulce engaño bastaba un poeta para llevarte al huerto hoy el mundo tiene los ojos demasiado abierto no lo han abierto a bombazo yo creo que el amor romántico sigue siendo una tabla de salvación comenta nazaret un consuelo y un refugio más necesario que nunca en los tiempos que vivimos asienta el hara que zumbón te acepto lo del amor como refugio o burladero algo donde esconderse y hasta si me apura pero me dan la razón en que la palabra amor tal como la utilizamos no es otra cosa que un recurso práctico un invento de la humanidad para disimular palabras como lujuria egoísmo territorialidad y conservación de la especie demasiado prosaico interviene zocas indignado niegas que hay amores que dejan huella si en el maquillaje de las mujeres y en los cuellos de las camisas de los hombres como te guste ir de cínico lo censura nazaret riera archivero complacido y apura su copa para ti el amor entonces es burdo no insiste la bibliotecaria egoísta y artificial trofeo social y materia que sacia nada va el eros de lo griego la pirita romana la pasión en suma una combinación de elementos químicos que hace su efecto mientras dura y no llega el activo entonces pensamos con un antiguo amor ha muerto y creemos enamorarnos de otros nazaret y el doctor focas miran a elena incómodos el fantasma de más al quivir vuelve a planear sobre la tertulia pero ella permanece impasible o de nadie en adelante sugiere ella con suavidad negáis la existencia del amor eterno pregunta a nazaret levanta las manos aljaraque cual si la respuesta fuese obvia el amor de corazón es atravesado por flecha en un absoluto timo un invento romántico y además tiene fecha de caducidad pero hay amores duraderos pp cuando algún sentimiento incluso una situación así hablamos de otra cosa amistad afecto ser en ira acostumbré pero el amor pasión para toda la vida ese que hace oír campana y pajarito y empuja al anegado sacrificio es hoy un recurso de los poetas y lo novelista de quiosco de ferrocarril lugares muy dignos por otra parte protesta zocas tocado en lo vivo esos kioscos de la estación templetes de la cultura viajera y popular queréis decir que no hay lugar en nuestro tiempo para los amores heroicos preguntó nazaret para la ansiedad de la espera la embriaguez del abrazo la angustia de la separación lo dice como si reclama se para si un resquicio de esperanza pero el archivero se mantiene firme ninguno réplica despiadado madame bovary anna karenina a mitad o pobre huelen a naftalina la heroína tanta año son hoy unas pobres idiotas por no hablar del joven werther y compañía nazaret no se da por vencida tal vez su propia soltería la hace inmune al desaliento a olvidar sueños aún vivos en la ceniza conservados en soledad y lecturas como pétalos secos entre páginas de un libro hay cientos de casos modernos famosos de amor casi heroico insiste con viveza alfonso 12 y mercedes victoria alberto eduardo y wallis simpson sonríe aljaraque en burlón gonzález y vi a joselito y belmonte quintero león y quiroga dejémoslo anda contigo es de verdad imposible aljaraque está mirando a elena penetrante y provocador con intención qué opinas tú esta vez ella tarda en responder hace rato que coteja lo que escucha con sus propios sentimientos con su memoria y su presente hay una clase de amor que podría tener que ver con la aventura dice al fin con la aventura se sorprende el hara que vaya a punto curioso que esperamos desarrolles sugiere zocas interesado porque imagino que no te refieres a una aventura convencional verdad a un episodio frívolo lo piensa ella un poco más nunca se lo había planteado de esa forma pero ahora todo parece asentarse despacio casi oye el rumor de las piezas mientras se encajan unas con otras entonces los mira los tres un poco desconcertada exponerlo en voz alta resulta difícil en ocasiones lo intenta cauta buscamos una persona adecuada para el amor o la encontramos sin buscarla se detiene de nuevo intentando ordenar las ideas lo que empieza a descubrir en sí misma aguardan los otros expectantes la anima nazaret pues que si esa persona aparece quizá nos amemos a nosotros en ella la bibliotecaria hace un mohín decepcionado te refieres al amor egoísta claro menuda vulgaridad le estás dando la razón a pepe no hablo de algo más intenso que eso más complejo nos enamoramos en realidad de la imagen del amor que tenemos en la cabeza proyectando ahí los libros leídos el cine que hemos visto incluyendo nuestros sueños deseos tristezas y alegrías se detiene otra vez la luz poniente que ya se extingue parece endurecer sus rasgos tan confuso todo piensa estremeciéndose y tan diáfano todos los desafíos pendientes concluye y también todas las venganzas ningún automóvil ha pasado por la carretera desde que dejó atrás el pueblo y no hay ruido que turba la calma mientras muere el día camina con las manos en el manillar de la bicicleta respirando el aire salobre que huele a madejas de algas secas combustible derramado y arena sucia el crepúsculo se adueña de la bahía convertida en media luna rojiza que refleja el cielo no hay marejada ni viento el agua próxima donde flotan manchas de petróleo está silenciosa en el contraluz de poniente se ven planear las últimas gaviotas entre las naves fondeadas que apuntan sus pruebas en diversas direcciones cubierto de alquitrán un alcatraz aletea agonizante en la orilla al pasar el puente junto al hotel príncipe alfonso donde la carretera empieza a separarse de la playa y la franquean chumberas y cañizares elena contempla lo que todavía puede verse del barco atacado hace dos noches parte de la proa y la estructura central ennegrecida por el incendio aflora del agua a trescientos metros de la costa algo más allá una patrullera británica que ha estado dando vueltas en torno al barco siniestrado como para certificar su defunción se aleja dejando una larga estela en dirección al piñón que pasa del bermejo al gris mientras hacia su cresta se retira despacio la última claridad del día sigue empujando la bicicleta pues no tiene prisa mire al paisaje aunque sus pensamientos permanecen anclados en algo que hace un momento dejó atrás al cerrar la librería no anduvo como de costumbre hacia la carretera y el mar sino que se desvío por la plaza que ahora llaman del generalísimo franco acercándose a la calle gibraltar para entregar unos libros en casa de un cliente maestro en el grupo escolar de la velada en cama con pulmonía pocas mujeres decentes caminan solas por ese lugar mal empedrado y lleno de agujeros donde juegan niños harapientos y ninguna lo hace a partir de la última hora de la tarde cuando abren cabarets y bares nocturnos y la guarnición de la colonia pasa a este lado de la verja en busca de alcohol y mujeres desde que la moralista españa' de un gobernador hizo cerrar allí los burdeles el racionamiento el hambre y la miseria de una españa sumida la pobreza tras la guerra civil en fácil a la vuelta elena se cruzó con soldados y marineros ingleses vestidos de paisano borrachos como animales que la piropearon con la grosería de quienes pese a dunquerke creta y singapur aun se daña aires arrogantes gentuza convencida de que todo a este lado de la frontera una botella a una mujer una vida puede comprarse con un puñado de libras esterlinas y cuando se alejaba de allí oyó a un mugriento limpiabotas se sentado en una esquina resumirlo en voz alta tranquilo y lacónico mientras se guardaba la triste moneda que acababan de darle por sus servicios hijos de la gran carretera adelante se cruza con una pareja de la guardia civil guerreras verdes fusiles al hombro tricornios forrados de lona para mitigar el re sol en los charoles tal vez sean los mismos de la playa caminan uno por cada lado de la carretera la saludan y siguen adelante a la entrada de campamentos se detiene en la venta de antón seis dedos apoya la bicicleta en una columna del porche y al entrar la envuelve un rumor de conversaciones y humo de tabaco como es habitual a esa hora militares de los cuarteles vecinos beben o juegan al dominó y algunos pescadores se juegan a las cartas los lugares para echar las redes esta noche no hay allí otra mujer que la del ventero más la libreta de la línea es conocida y a nadie extraña su presencia compra un cuarto de hogaza de pan y un litro de vino charla con antón que le preparan más albóndigas de atún en una fiambrera bebe una copa de manzanilla de sanlúcar y fuma un cigarrillo en el porche antes de la bicicleta meterlo todo en la cesta que lleva colgada del manillar y pedalear el último medio kilómetro hasta su casa recostado en la pared del edificio de la aduana británica floja la corbata echado atrás el sombrero y las manos en los bolsillos jarry campelo observa la larga fila de trabajadores españoles que regresan a la línea el sol poniente alarga sus sombras sobre la cinta de asfalto gris son muchos los que entran cada mañana y regresan al anochecer pues tienen prohibido pernoctar en la colonia la mayor parte lo hace a bien pues en la españa aún empobrecida por la posguerra civil una bicicleta es un lujo al alcance de pocos los afortunados que poseen unas se mueven con más facilidad y pueden utilizarla para el menudeo de contrabando permitido tabaco y pequeños objetos que los guardias del otro lado que también se benefician de eso dejan pasar sin grandes dificultades los españoles llegan tras cruzar la pista del aeródromo sus documentos suelen comprobarse por la mañana a la entrada a la salida sólo si se trata de alguien sospechoso que transporta algo inhabitual por eso los aduaneros gibraltareños se muestran ahora tan relajados como el cabo y los dos soldados del cuarto batallón de los blancos una de las fuerzas que guarnecen el piñón uniformados con short king gorra escocesa y fusil ametrallador thomson colgado al hombro campelo sin embargo no está relajado en absoluto sabe que entre esos rostros morenos de aspecto humilde que charlan y bromea animados por el retorno a casa se esconden y si días y amenazas que los agentes nazis y fascistas los espías los saboteadores cruzan la frontera infiltrados entre esa gente y vuelven al otro lado con informaciones que amenazan la seguridad de la colonia y el papel de gibraltar en la cadena de comunicación es vital para el esfuerzo militar británico que conecta el atlántico con egipto y el mediterráneo oriental a través del eslabón intermedio de malta a veces cuando el trabajo se lo permite el comisario jefe del gibraltar security branch acude como ahora a la frontera por la mañana oa última hora de la tarde sin más objeto que echar un vistazo a las caras y las actitudes comprobar rostros descartar unos y memorizar otros hacer que en caso necesario sin despertar sospechas aduaneros verifiquen discretamente una identidad un trabajo unos hábitos echar las redes un poco al azar es una labor de rutina que luego con paciencia y cabeza permitirá conectar unas piezas o desecharlas un trabajo más de instinto que de otra cosa hassan pizarro el ayudante pelirrojo del comisario viene a apoyarse también en la pared trae la chaqueta al hombro y el rostro pecoso está cubierto de sudor sin decir nada se sitúa junto a su jefe los dos miran alejarse a uno de los españoles un hombre alto de mediana edad vestido con un arrugado traje claro y cubierto con gorra de lona que en ese momento pasa junto a los aduaneros y cruza la verja en dirección al otro lado alguna novedad pregunta campelo hassan ha sacado un pañuelo y se jugó a la frente ninguna a la salida del puerto compró una botella pequeña de queen gun en la tienda de jorge russo conversó un momento como un conocido frente a la post office y se vino para acá no le he visto hacer nada sospechoso quien era el conocido un empleado de larosière insurance hassan saca un papel y consulta sus notas con tal pittaluga hace memoria y campelo a ese no lo conozco no lo tenemos controlado en efecto jefe vista verde llegó a entrar en la oficina de correos no se quedan callados viendo pasar a la gente hay algunas mujeres pero son pocas casi todas trabajan como cocineras sirvientas o limpiadoras en la colonia los hombres suelen ser obreros del puerto o dependientes de comercio también tengo el informe del astillero comenta hassan mira campelo hacia la verja por donde ha desaparecido el hombre del traje claro y que tal trabaja bien cumple y no hace nada fuera de lo normal tal vez esté limpio eso parece comisario que no me llames comisario en la calle con yo puede que sí jefe que de verdad esté limpio en dos semanas no le hemos pillado ni una mueve campelo la cabeza reflexivo si es posible entonces lo dejamos en paz solo relativamente porque nunca se sabe ponlo en la carpeta azul para echarle un vistazo de vez en cuando también el chico que trabajaba en main street' parecía inocente y ahí lo tenemos en moriscas el esperando juez y soga siguen mirando pasar a los españoles a veces campéon lo detectan entre ellos un rostro conocido alguien a quien ha vigilado o se propone vigilar para eso sabe los ingleses nunca andan finos son torpes y elementales tanto en las sospechas como en el modo de resolverlas les falta psicología locales y se les suele a una milla con todo su despliegue de seguridad militar y civil en la colonia cualquier gibraltareño les dan mil vueltas en lo de trajinar sea la gente el propio camps e lo mantiene una eficiente red de colaboradores entre los contrabandistas de uno y otro lado de la verja cobrándose en información lo que ellos en beneficios ninguno de los arrogantes ingleses que conoce es capaz de eso un ataque como el de hace dos noches no se improvisa le comenta hassan esos buzos vinieron a tirofijo sabiendo lo que buscaban y aunque los muertos no hablan o hay que fijarse mucho para oír lo que dicen el objetivo del que trinca mos era el interior del puerto sabían que barcos estaban dentro y fueron a por ellos suena la sirena de aviso del aeródromo y un momento después un ruido de motores a truena la pista aterriza un avión de transporte lo hace un poco justo forzando el corto recorrido pues aún no está terminada la ampliación que se hace a costa de las aguas territoriales españolas no son tiempos de miramientos diplomáticos tienen a gente vigilando nos de eso no hay duda dice campelo cuando cesa el ruido y si ese fulano que acaba de cruzar no es uno de ellos será otro asiente voluntarioso casa mientras se quita una legaña del ojo sano de los que trabajan en el puerto tenemos a tres sospechosos más si descartamos a este no he dicho que lo descartes solo que lo dejes en conserva bueno pues entonces seguimos con 4-3 en la lista roja y 1 en la azul y todos vigilados ni a mear van sin que les escuchemos el chorro si alguno es lo que tememos acabará cayendo más nos vale que caigan antes de que hagan daño vuelve a secarse el sudor de la frente el subalterno es verdad que han echado al mar el cuerpo del bus italiano con todos los honores confirma campelo estos ingleses son unos teatreros comisarios que quiero decir en jefe si lo son les encantan esas cosas verdad pueden ser los más cabrones que parió dios pero el paripé que no falte así se conservan imperios hassan con hipocresía hijoputez y mano dura esto es verdad y si no fuera por el señor churchill a todos habría ido al apuntó estuvo y aún tenemos la pelota en el alero recuerda con pelo sarcástico el sepelio del buzo italiano fue esta misma mañana y roy todo que tiene sentido del espectáculo los invito a moke sonia el a presenciarlo desde el muelle lancha con dos marineros uniformados y el propio todo con gorra de plato y palas de alférez de navío en los hombros cuerpo amortajado como un lastre de los pies bandera italiana que a saber de dónde diablos había salido la lancha navegó bahía adentro y a una profundidad adecuada has hecho el muerto al agua con un toque de silbato corona de flores y todo en posición de firmes llevándose la mano a la visera para saludar honor al enemigo y tal no sólo una gaita porque no había ninguna disponible emotivo hasta la náusea te gusta ser británico hassan pues claro jefe dejándolo cursi aparte tiene sus ventajas no muchas y más si eres policía esto ya es lo máximo mis abuelos serán traperos hebreos en marruecos y aquí metidos te que a su vez vino cuando crió desde malta imaginen cómo serían nuestras vidas al otro lado de la verja entre tanta hambre y miseria eso claro si franco no se nos hubiera llevado por delante como a mi tío jacobo al que le dieron el paseo en tarifa asiente campelo que sigue mirando rostros de los que llegan camino de la abeja o ya jefe dime cree usted que alguna vez recuperarán los españoles esto por las malas seguro que no pero si españa entra en la guerra y nos invaden si no cambian mucho las cosas ese peligro ha pasado luego cuando acabe todo veremos qué hacen los diplomáticos conociendo los ingleses esto no los sueltan ni hartos de vino por ese lado podemos estar tranquilos pero usted está casado con una española con mi fina así de san roque y menuda es se ha vuelto más británica que yo sigue en irlanda con los críos eso parece ayer tuvo otra carta entre los últimos que se acercan el comisario reconoce el doctor zocas ha tildado como suele abotonada la chaqueta y con una correcta pajarita en el cuello de la camisa el médico se cubre con un sombrero de paja camina pensativo contemplando el suelo ante sus zapatos bien lustrados un poco antes de llegar a donde destacan pelo focas levanta la vista y su mirada se encuentra con la del policía saluda a éste con una discreta inclinación de cabeza y el otro responde con el mismo ademán antes de alejarse hassan que ha sorprendido los gestos se lo queda mirando lo conoce bien jefe se interesa compone el comisario una mueca ambigua al doctor bueno sí un poco va y viene dos o tres días a la semana fruncido el ceño hassan sigue mirando alejarse al médico y es extraña verdad nunca lo hemos investigado no hace falta trabaja en el colonial hospital y tengo su expediente responde campelo en tono ligero está bajo control la tuvimos aquí refugiado durante la guerra porque los fascistas querían darle matarile por republicano por masón aún así me sorprende que nunca haya ordenado usted echarle un vistazo el comisario le dirige una ojeada severa y quien te dice que no lo hago personalmente duda el otro bueno pues no se cree usted que el doctor alza camps el una mano interrumpiendo lo mira hassan dígame jefe no metas las narices donde no te mande yo que las metas entendido parpadea el ojo sano del otro intimidado no del todo pero a sus órdenes eso es a mis órdenes ocúpate de tus asuntos y samuel focas no es asunto tuyo ni mío cuando elena llega ante la verja de su casa casi ha oscurecido le sorprende encontrar allí una motocicleta todavía queda alguna claridad pero el jardín está lleno de sombras mientras se abre preocupada la cancela algo sacude a su encuentro alegre como siempre pero esta vez el comportamiento del perro es inusual ladra feliz aunque inquieto viene correteando hasta ella brinca le lame las manos se aleja y acude de nuevo algo raro ocurre elena cierra la cancela a su espalda y camina despacio y alerta en dirección a la casa el perro está allí inmóvil al fin junto a una silueta negra y desconocida y al verla aparecer esa silueta viene a su encuentro espero no haberla asustado dice una voz con acento italiano que hace aquí quedamos en que pasaría que me devolviera la brújula el reloj y el profundímetro ah es cierto pues aquí me tiene a elena le late desacompasado el pulso procurando sosegar se recorre con aparente calma el último tramo de jardín hasta la casa deja allí la bicicleta y coge la cesta la sombra masculina la acompaña manteniéndose a distancia el perro corretea alrededor y se oyen sus gruñidos satisfechos veo que ha hecho buenas migas con argos o si es un perro noble amistoso no con todo el mundo conmigo si lo es como ve tengo buena mano para los perros sigue un corto silencio una pausa incómoda desconfiada por parte de la mujer ha venido a propósito para eso para que le devuelva sus relojes la respuesta llegados a un par de segundos de indecisión o así lo parece no tenía otras cosas que hacer por la zona ya veo aproveché la ocasión mira elena hacia la verja y el mar próximo donde la noche se adueña de todo apenas queda algo de claridad lejana en el confín del cielo estrellado ya no se ve el barco medio hundido saca las llaves del bolso y sobre los cuatro peldaños de la entrada pues supongo que debo invitarlo a entrar el hombre tarda un momento en responder como si lo meditará no es necesario dice al fin y suena realmente indeciso si lo prefiere puedo esperar aquí ella se sorprende de verdad y por qué va a quedarse fuera cuando se él parece dudar de nuevo esto es españa no su reputación de que me está hablando pues no sé un hombre en casa al oscurecer elena se echa a reír o es demasiado inocente piensa o se lo hace en vez de irritar la esa idea estimula su curiosidad no tengo vecinos que afecten tras los visillos en cualquier caso de mi reputación me ocupo yo no se inquiete por eso abre la puerta lo invita a entrar y le da sin resultado interruptor de la luz plantea en busca de el quinqué y la caja de fósforos enciende la mecha y coloca el tubo de cristal una claridad suave y tamizada ilumina el salón y al hombre que está de pie mirando en torno como si buscara reconocer el lugar viste pantalón oscuro y camisa blanca sin corbata bajo una cazadora negra sus ojos verdes y tranquilos lo observan todo detenidamente los muebles la alfombra la chimenea apagada los libros cuyo peso arquea los estantes la fotografía de boda ella y el marido vestido con uniforme de la marina mercante aquí me trajo pregunta el sí se observan en aquella vaga luz que parece hacerlo todo más incierto todavía con aparente indeterminación el con disimulada desconfianza ella tras un momento elena va hasta el aparador abra un cajón y saca el reloj y los otros instrumentos de buceo y los pone sobre la mesa él apenas los mira gracias dice casi con timidez al cabo de un momento los coge y se los mete en los bolsillos de la cazadora y va a hacerme la cena comenta ella el hombre parpadea y hace un movimiento torpe perplejo como si cayera en la cuenta de algo elkin que le ilumina medio rostro dejando la otra mitad en sombra por supuesto no la molesta demás lo siento me iré enseguida elena le da la espalda desenvuelta dirigiéndose a la cocina con la fiambrera bueno hay bastante parados dice mientras enciende allí otro lámpara le gustan las albóndigas de atún mucho suena la voz del hombre desde la habitación quiere acompañarme me está invitando a cenar ha aparecido en la puerta y parece sorprendido asiente elena mientras se enciende el fuego y pone las albóndigas a calentar en una cazuela pues claro alza la vista para mirarlo y por primera vez esta noche lo ve sonreír el trazo blanco en el rostro moreno es como cuando en la playa arrojaba piedras al mar una sorprendente combinación de aplomo y de inocencia o eso le parece a ella nunca antes piensa había visto a nadie sonreír así con mucho gusto le oye decir puede quitarse la cazadora si lo desea hace calor gracias extiende elena un mantel sobre la mesa de la cocina pone platos y cubiertos abre la botella de vino y cenan casi en silencio mirándose y al mismo tiempo esquivando se las miradas ha vuelto la luz eléctrica así que ella se levanta y apaga los quinqués después el italiano la ayuda a lavar los platos y regresan al salón donde encienden cigarrillos de solo puedo ofrecerle un málaga dulce ya lo probó aunque tal vez no lo recuerde ve que sonríe de nuevo se lo agradezco pero hoy no es necesario bebo muy poco alcohol de nuevo se quedan callados fumando él está sentado en el sofá y ella en una mecedora con una mesita baja de por medio lo ve dirigir otra mirada atenta en torno como si ahora viese el lugar de forma distinta no recordaba nada de la casa dice es natural estaba desvanecido cuando lo traje aquí la mirada del hombre se detiene en la foto enmarcada que está sobre la mesa de trabajo es su marido era cierto lo siento me ha informado sobre usted conozco la historia me preguntó cuántos habrá informado y con quién no responde el italiano a eso mira la brasa de su cigarrillo e inclinándose lo apaga con cuidado en el cenicero usted plantea un problema a usted oa otros él ha vuelto a recostarse en el sofá a las manos sobre las rodillas ahora su sonrisa y si no a una disculpa a mí eso quiero decir pues no sabe cómo no siento ser un problema para usted me expreso mal perdóneme otra vez más culpa suya se queda callado y mueve las manos incómodo después vuelve a apoyarlas en las rodillas mi trabajo en españa es delicado murmur al fin me lo figuro y no soy yo solo tengo compañeros si están preocupados ya entiendo a elena se ve endurece la voz quieren saber si soy una cotorra charlatana de las que hablan demasiado él parece escandalizarse al oír aquello por dios protesta jamás pretendería no cree que ella ha tenido ocasión para hablar de muchas cosas y sin embargo no lo he hecho que sean usted y sus compañeros que lo certifique por escrito quieren garantizar mi silencio el le ruego que no se ofenda que no me ofenda dice se ha puesto en pie tras dar una furiosa al cigarrillo y aplastarlo en el cenicero ha venido a ofrecerme dinero o a amenazarme el italiano también se levanta confuso o le suplico que me comprenda comprendo mucho más de lo que usted cree y déjeme demostrárselo a continuación atropellada torrencial elena expone en voz alta todo cuanto sabe y cuanto imagina la actuación de buzos de combate italianos los ataques de gibraltar desde tierra y no desde submarinos la complicidad de agentes clandestinos locales su certeza de que el barco amarrado en el dique sur de algeciras el ol terra es el lugar donde se refugian todo eso me da igual concluye hay una guerra y nada tengo que agradecer a los ingleses es sino todo lo contrario por mí como si ustedes y los alemanes les hunde en la flota del mediterráneo' completa se entera de una vez me entero admite el abrumado de pronto siguiendo un impulso irracional ella se le acerca con tal vehemencia que lo vea a punto de retroceder un paso sin embargo -prosigue confieso que siento curiosidad por algo así que voy a hacer la pregunta y de que la responda a dependerá que continuemos esta conversación o la demos por terminada está preparado lo ve parpadear de nuevo y aflora tanta timidez en los ojos verdes que se siente conmovida le daría un beso piensa de pronto sorprendida de sí misma en la cara o en la boca si ahora mismo lo estoy le oye decir en tono casi heroico otra vez en la inocencia se dice ella llegados a ese punto ya no es posible fingir excepto si se trata de un actor consumado es así como intuye o al fin comprende que todo el tiempo él ha estado diciendo la verdad participó en el ataque de hace dos noches el italiano parece considerarlo un momento novela de ar la cabeza esquivo al principio apartando los ojos de los suyos y volver a mirarla puede que sí se dice que murió un buzo italiano lo piensa el otro instante es posible sabe que creí que podía ser usted casi lo ves sobresaltarse y lo creyó lo que me esta vez el silencio es largo mucho el italiano la mira de modo tan extraño que ahora es elena quien se siente desconcertada después bruscamente él se aparta y coge la cazadora gracias por la cena y por devolverme mis cosas siendo haberle molestado esta noche poniendo en peligro mi reputación también mueve ya la cabeza apoyadas las manos en las caderas no ha sido ninguna molestia y mi reputación sigue a salvo si argos lo acepto ahí fuera bien puedo aceptarlo yo hace el ademán de dirigirse a la puerta pero se queda quieto con aire dubitativo sin concluir el movimiento si me besara ahora piensa ella no haría nada en absoluto por impedírselo pero sé que no lo hará quizás en otro momento dice él y elena se estremece pues por un segundo cree que ha adivinado sus pensamientos en otro lugar en otra vida sonríe rehecha la mira el italiano largamente es con tímida curiosidad es una mujer extraña concluye y usted un hombre muy torpe alza el la cabeza como si le hubieran dado un golpe en el mentón y de nuevo le adivina a ella la incertidumbre la duda cielo santo piensa casi maternal espero que no sea así bajo el mar acabarían por matarlo enseguida él está mirando la foto de la boda después se hecha la cazadora al hombro y se dirige a la puerta seguirán atacando a los ingleses pregunta ella lo ve detenerse otra vez indeciso se ha vuelto a mirarla porque pregunta eso porque hay algo que sé que puedo averiguar algo que puede serles útil que tal vez les interese 6 la habitación 246 sin azúcar a verdad sí gracias si él tiene como bitch ha hecho café y deja una taza humeante en la mesa junto a elena después se va a atender a un militar que busca algo en el apartado de literatura inglesa cuando ella termina de rellenar la última ficha the complete short stories of joseph conrad london hutchinson and company la introduce en el archivador y bebe el café caliente saboreando lo despacio un momento después tras comprobar que como bitches sigue ocupado con el cliente coge su bolso y aparentando ir a fumar un cigarrillo sale a la terraza el sol aún se ve alto y la vista de la bahía es espléndida el arco de la costa alejándose hacia punta carnero algeciras como una pequeña mancha blanca bajo las montañas que quiebran el paisaje en azules y grises el viento salpica el mar de borreguillo y la costa africana se distingue emitida en la distancia 24 kilómetros al otro lado del estrecho la cámara es una kodak turista comprada esta mañana por 8 libras y 25 chelines en una tienda de aparatos gráficos de main street' tiene un objetivo plegable de fuelle y una vez cerrada a vuelta poco más que un libro de pequeño formato dejando el paquete de cigarrillos y el encendedor en el repecho de la terraza elena saca la kodak se asegura de que no la ven desde los edificios próximos abre la lente y llevándose la cámara a la cara aprieta el obturador hace girar el carrete y repite cuatro veces la misma operación fotografiando el puerto las baterías antiaéreas los depósitos de combustible y las estructuras grises de los barcos de guerra amarrados en los muelles después guarda la cámara enciende el cigarrillo y fuma casi inmóvil mientras se normalizan los latidos de su corazón desbocado no debí beber ese café piensa no era lo más adecuado aún así pulsaciones aparte les sorprende sentirse más tranquila de lo que esperaba que no se recorte la respiración ni tiemble en los dedos que sostienen el cigarrillo pasó gran parte de la noche despierta imaginando este momento y ahora sin embargo todo sucede rápido y natural casi metódicamente como hubiera ensayado antes cada gesto cada mirada cada temor debo analizar esto más despacio concluye tengo que estudiar me a mí misma cuando esté lejos de aquí tranquila y a salvo al otro lado de la verja con la mente libre para reflexionar ahora que dado el paso sobre lo que hago y lo que todavía me propongo hacer cuando regresa al interior el librero y el militar conversan sobre el ejemplar del oxford book of spanish bears que éste acaba de adquirir lo hacen con cordial familiaridad así que deduce que el cliente es habitual de cobo beach a elena mira te presento a jack wilson se saludan estrechándose la mano wilson es alto de pelo ojos húmedos levemente saltones de bebedor fácil piensa ella en la guerrera lleva los tres galones de sargento y la insignia un libro abierto sobre dos rifles cruzados del cuerpo de educación del ejército su rostro es vulgar pero habla un inglés elegante de resonancias cultas hay mucha literatura leída en esa voz libre era en la línea en vallas comenta tengo que dejarme caer es algún día por allí también tiene títulos en inglés asiente distraída pensando más en irse que en otra cosa si algunos espléndido procurando actuar con naturalidad ella ha dejado el bolso sobre la mesa deliberadamente abierto y se quita la pipa de la boca y contempla elena con afecto te marchas ya si ella dando 32 fichas seguiré en un par de días si puedo como te lo agradezco querida por favor no diga eso me gusta volver aquí está su librería cerca de la frontera pregunte al militar en la calle real ella se ha vuelto a mirarlo visita el pueblo a menudo y bueno ya sabe como la mayor parte de mis compañeros voy a tomar la copa de vez en cuando línea un ojo sonriendo con desenfado y el gesto desagrada a elena no son visitas culturales precisamente ha pasado de la inglés a un español bastante correcto mira distraído el bolso y luego a la mujer hay un autor que me gusta mucho añade tras un momento valle inclán intenté una traducción pero tuve que abandonarla mientras reprime el impulso de alargar una mano y cerrar el bolso elena se esfuerza por aparentar interés que obra en vida mi dueño me pareció asombrosa no es una prosa fácil para un lector extranjero o justo por eso me atrae es increíble cómo retuerce el idioma y esas imágenes contundentes y atrevidas que utiliza en inglés sonaría difícil te lo dice un ferviente admirador de joyce intervienen como bitch mire a elena al militar con más atención me gusta a joyce dice está traducido al español todavía no aquí yo sepa se sorprende el otro no ha leído en inglés si lo habla muy bien certifica gobo bitch yo soy un hombre fiel a finnegans wake sonríe wilson y encuentro que el ulises cobra más sentido al leerlo aquí en gibraltar creo que yo y se interpretó bien este lugar aunque no lo visita la nunca sin embargo juzgó mal a molly bloom objeta elena ella nunca habría hablado un irlandés tan bueno interesante wilson se ha quedado muy quieto que le hace pensar eso lo de que el padre fuera comandante me parece un farol de joyce no creo que llegase a esa gente mayor y lo más probable es que no se hubiera casado con una española sino con una gibraltareña y eso es magnífico siga por favor en todo caso en lugar de ese dublín es puro que joyce pone en su boca lo más probable es que more y lo hablase con acento andaluz en arca wilson las cejas perdón cc ando oiga eso es maravilloso me permite usarlo todo suyo es usted de escritor lo intentó a veces una mueca burlona lo que soy de momento es soldado de su majestad jorge sexto elena señala la insignia del uniforme del cuerpo de educación por lo que veo se mira wilson la insignia como si la viste por primera vez o esto es una contradicción en sí misma ningún soldado es educable ya que escribe poesía y lo hace muy bien apuntan como bitch entre dos bocanadas de humo colabora en poetry london las sólo esporádicamente el militar golpea con los nudillos el libro que acaba de comprar que talant a su librería de poesía española bien surtida desde luego espléndido tendré que acercarme a echar un vistazo antonio machado o luis cernuda naturalmente garcía lorca también creía que ese estaba prohibido por republicano apunta elena más sonrisa vaga y triste lo rehabilitó su propia muerte comprendo ustedes los españoles son muy se queda indeciso fruncido el ceño buscando la palabra paradójicos apunta elena se ilumina el rostro del inglés eso es elena coge el bolso con mano firme lo cierra se lo cuelga en el antebrazo no imagina a los paradójicos que podemos llegar a ser en el verano de 1982 publicó una serie de tres artículos sobre el grupo osa mayor titulada un caballo de troya en gibraltar y poco después un extenso reportaje en la revista argentina gente aquel invierno de viaje otra vez a venecia por asuntos familiares así que metí los recortes de prensa en una carpeta y me presenté en la librería de la calle corfo allí sentado junto a la misma estufa de butano del año anterior a guardias que elena árboles lo leyera todo mientras la perra labradora tumbada en la alfombra no apartaba de mí sus ojos leales y oscuros está muy bien dijo ella al terminar las cosas ocurrieron realmente así y le agradezco que no haya mencionado mi nombre pero hay un error importante la mujer a la que usted se refiere no era yo me quedé desconcertado yo hablaba en el reportaje de una mujer que había colaborado con la 10ª flotilla desde su casa en la costa española cerca de la línea casada con un marino italiano precisaba aunque sin ir más allá para mí era evidente que sólo podía tratarse de ella mientras escuchaba a mis justificaciones la librera atendía paciente con una suave sonrisa en la boca al cabo movió la cabeza usted me ha confundido con conchita peris del corral una española casada con el agente italiano antonio ramón y no el matrimonio vivía como yo cerca de la playa aunque ellos algo más lejos en una casa llamada villa carmela vaya creí que esa era la suya no en absoluto aquella sí fue realmente una base operativa y un puesto de vigilancia de la bahía desde allí se lanzaron operaciones antes de que estuviese en servicio el hortera y en ese lugar se refugiaron algunos de los buzos que tras los ataques a gibraltar se vieron obligados a nadar hacia la costa española se detuvo pensativa miro las fotos de la pared la de ella con su marido y la de los dos buzos junto a un maya lee en la cubierta de un submarino yo sabía ahora que aquel submarino se había llamado siri lo ignoraba entonces añadió tras un momento pero fue a villa carmela donde telefoneé la noche en que llevé a deseo a mi casa después de encontrarlo en la playa y antonio ramón y no y el teniente mack santini quienes vinieron a buscarlo llegaron a conocerse usted y concita peris no nunca nos encontramos todos se llevaba a cabo con mucho secreto y procuraban no relacionarnos lamentó la confusión me disculpé sonrió de nuevo evocadora no se preocupen al contrario me alegro de eso porque prueba que se mantuvo bien en secreto que teseo y sus compañeros me protegieron cuanto les fue posible y que en cierto modo incluso después de muertos siguen haciéndolo se había vuelto a mirar el reloj de péndulo que en la pared marcaba las doce y media luego me alargó la carpeta con los recortes de prensa puede conservarlos sugerí gracias se puso en pie imitada en el acto por la perra es hora de que gamma de un paseo es muy buena pero tiene sus necesidades apenas dudé un instante puedo invitarla a comer me observaba con curiosidad apagó la estufa y movió los hombros indecisa señaló la carpeta sobre la mesa usted ya publicó sus reportajes nada tiene que ver con eso se trata de algo personal preguntas sin respuesta sonrío por tercera vez enigmática ahora descolgó de una percha un viejo chaqueta un azul marino y un gorro de piel el mundo está empedrado con preguntas sin respuesta se había inclinado para enganchar la correa en el collar de gama que movía feliz a la cola advertí que pese a las manchas de la piel y la artrosis que empezaba a deformar sus manos elena arbués mantenía una elegancia de movimientos natural que los años respetaban entonces la imaginé joven y atrevida porque lo hizo me arriesgue a preguntar se quedó inmóvil mirándome mientras la perra se frotaba contra sus piernas a qué se refiere me desentendí de su repentina sequedad tal vez no haya otra ocasión pensé y nada pierdo con intentarlo correr a aquellos peligroso respondí trabajar para ellos parecía meditarlo o quizás solo buscaba un modo cortés de echarme de allí creo que el suyo es un problema de concepto dijo al fin yo nunca trabajé para ellos pero deseo lombardo deseo fue mi marido de él me enamoré y ese es otro asunto el resto de la cosa mía lo dijo de un modo tajante casi brusco que no admitía consideraciones estaba junto a la puerta invitándome a salir me puse la bufanda en torno al cuello me a botón el abrigo y salí a la calle ella cerró con llave a mi espalda hay una pequeña trattoria donde sólo comer dijo de repente ahí mismo en el muelle shutter permíteme acompañarla claro caminamos sin decir nada más bajo el sol que apenas calentaba las viejas piedras despejaba en los canales pre tenía ella los tirones de la correa de gama entornados los ojos heridos de luz mientras yo la observaba a hurtadillas las arrugas marcaban sus párpados y las comisuras de la boca pero intenté borrarlas en mi imaginación reconstruyendo las facciones de cuatro décadas atrás quería aproximar me lo más posible a la mujer de 27 años que había encontrado a un hombre desvanecido en la playa en mitad de una guerra y había terminado por casarse con él por seguirlo a venecia con una nueva identidad y una nueva vida tuvieron hijos pregunté de pronto hasta ese momento no había pensado en ello si uno es empresario y trabaja en milán le ha dado nietos dos estábamos cerca del muelle cuando me señaló un antiguo cobertizo de tablas oscuras y tejado rústico al otro lado del canal junto al que caminábamos había dos góndolas delante una amarrada a unas páginas y otra puesta en seco en una rampa sobre calzos de madera primero fue del abuelo y después del padre de teseo ahí se crió el pertenece todavía a la familia mi marido lo vendió en los años 60 cuando murió su padre la trattoria se llamaba alexandre y era un pequeño local de pasta y pizza cuatro mesas dentro dos fuera y la cocina a la vista después estuvo cerrado varios años antes de abrir de nuevo algo más lejos y con estilo diferente nos sentamos en la puerta al sol atada la perra a la pata de una silla pedimos espaguetis con botarga y vino del piemonte fue una comida agradable frente a los grandes barcos pasaban por el canal porque lo hizo existía al fin si piensa la abnegación de una joven enamorada puede quitárselo de la cabeza en realidad no tengo ninguna idea preconcebida mejor así no dudo que haya mujeres capaces de eso y de mucho más incluso de lanzarse por amor a aventuras extraordinarias y heroicas pero no fue mi caso miraba hacia la giudecca más allá del ancho canal se pasó una mano por la frente como para avivar un recuerdo o buscando cómo expresar lo todo fue mucho más prosaico dijo de pronto más simple de lo que imagina y solo duró unos pocos días fue entonces cuando el henar pues me contó lo demás al cubrir el despiadado bombardeo inglés del puerto tras el armisticio franco alemán de 1940 los barcos franceses hundidos el mercante neutral alcanzado los ocho españoles del monte aragón que se sumaron a 2.297 muertos y 300 51 heridos franceses lo fue contando serena monocorde sin énfasis ninguno con una calma objetiva y antigua yo la escuchaba estupefacto actuó por venganza pregunté cuando al fin guardó silencio pareció pensarlo un poco no creo que sea la palabra adecuada repuso sonaba sincera se había inclinado para acariciar la cabeza de la perra lo fue al principio tal vez puede que por un momento creyera en eso pero ahora con el tiempo comprendo que no fue así en realidad nunca pretendí vengarme de nada alzó las manos como para representar el peso de cuánto nos rodeaba del mundo y de la vida era una especie de equilibrio comprende un modo de ajustar el fiel de la balanza permaneció un momento con las manos alzadas y después las bajó lentamente con ademán que me pareció fatigado no podía asistir a aquella cruzada de brazos continuó tras un momento a toda esa arrogancia se interrumpió cual si fuera a dejarlo ahí británica apunte la luz contrajo sus pupilas hasta hacerlas pequeñas y duras como puntas de piedra negra de pronto ese brillo me pareció joven y peligroso usted no vio esos barcos de guerra navegar por la bahía como si estuvieran en el patio de su casa a los soldados borrachos como animales cruzando la verja en busca de carne fresca viudas con hijos que necesitaban comer esposas de maridos encarcelados por francos aprovechándose del hambre que dejó la guerra civil corrompiendo y comprando lo todo se detuvo dubitativa no sé si entiende lo que le digo más o menos repuso me estudio para comprobar si seguía mereciendo sus confidencias leyó la iliada asentí confuso ignorando a donde pretendía ella llegar quería verlos sangrar aunque fuera un poco prosiguió contribuir a eso desmentir el papel pasivo de mujer que espera en el hogar mientras los hombres ajustan cuentas con la historia me negaba a mirar la llanura de lejos desde lo alto de las murallas de troya también yo era capaz de incendiar las naves negras varadas en la orilla volvió a acariciar a cama lo mío era solo relativamente un hogar una casa un perro y una librería de improviso se echó a reír y la risa parecía quitarle años del rostro no era mucho lo que tenía que perder tras decir eso permaneció callada sonriente aún mirando un gran transatlántico que navegaba despacio por el canal las banderas nunca significaron nada para mí añadió al fin sin embargo por un extraño cúmulo de casualidades el hombre al que encontré en la playa apareció en el momento adecuado y es verdad que me enamoré de él pero antes lo convertí en mi bandera pasa entre las palmeras y buganvillas que adornan la entrada agitadas por el levante y sonríe al portero uniformado que ante las columnas del porche se toca la visera de la gorra en el hotel reina cristina hay un cóctel no son casuales el día y la hora elegidos para la cita y el vestíbulo y el salón bullen de gente buena sociedad de algeciras cónsules consignatarios de buques invitados diversos se conversa en varios idiomas las señoras van elegantes hay uniformes y elena se preguntan cuántos miembros de los servicios secretos españoles y extranjeros cuantos espías e informadores habrá entre esos correctos caballeros como de pasar inadvertida se trata viste para la ocasión seda estampada en tonos discretos zapatos de tacón no demasiado alto para no resaltar su estatura cabello levemente ondulado el maquillaje se ciñe a lo imprescindible un toque de carmín suave y algo de sombra de ojos nada que la diferencia de las mujeres que charlan copa en mano con sus acompañantes o sentadas en los grandes sofás tapizados de color malva escuchan la música de la pequeña orquesta que tocan bolero tras bolero bajo el arco acristalado que da al jardín procurando aparentar naturalidad acá bardina al brazo elena cruza el salón y abriendo el bolso mientras finge buscar la llave de su habitación evita el ascensor alcanza las escaleras sube los peldaños sin vacilar y se encuentra en el pasillo alfombrado del segundo piso es allí donde al fin se detiene un momento para dar tiempo a que se calmen los latidos de su corazón después respira hondo varias veces y camina de nuevo en busca del número 246 la habitación es espaciosa y hay dos hombres dentro uno deseo lombardo es quien abre la puerta el otro que estaba sentado en la cama hablando por teléfono cuelga y se levanta al verla entrar es un joven alto y rubio de facciones agradables a tono con el ambiente de abajo los dos llevan chaqueta y corbata es un honor conocerla dice el rubio alto ella no dice nada se quedan en pie mirándose no se han estrechado las manos nadie sonríe la habitación huele a humo de cigarrillos hay cuatro colillas en un cenicero y por la puerta vidriera queda la terraza se ve en la bahía y la forma lejana del piñón gracias por venir eso añade el mismo hombre solemne en su español es correcto parece vagamente embarazado y tampoco lombardo parece seguro de sí quiénes somos pregunta elena serena el gesto grave del otro se vuelve a probador hay un brillo de reconocimiento en sus ojos azules tiene cara de actor de cine piensa ella se parece a uno italiano amedeo nazarí que a su vez recuerda un poco a errol flynn puede llamarme ortega dice es un nombre adecuado así le parece bien no tengo nada que objetar responde ella le importa que la llamemos maría es por su propia seguridad tampoco me importa excelente el tal ortega señala lombardo y esposa la primera sonrisa de la conversación a él como ya lo conoce no lo llamaremos de ninguna forma ha sacado un paquete de cigarrillos golpea suavemente para que asome uno y se lo ofrece a elena que niega con la cabeza señala el italiano una botella de oporto que hay sobre una mesa baja entre dos sillones de cuero y metal y ella repite el ademán quiere sentarse maría gracias ocupa uno de los asientos la gabardina a un lado el bolso sobre las rodillas sentada en el borde los dos hombres se quedan de pie frente a ella ortega mira a lombardo como para cederle la palabra es mi superior aclara éste asiente elena me he dado cuenta y se pregunta por qué está dispuesta a ayudarnos y hasta qué punto sólo es él quien se lo pregunta también yo y algún compañero más mis motivos son cosa mía interviene ortega en todo amable sabemos que es su marido no lo meta en esto interrumpe ella seca si vuelve a mencionarlo saldré por esa puerta y me olvidaré de ustedes la hemos investigado como puedes suponer es necesario comprendo que lo sea pero los resultados no me interesan aún así ha leído los tres mosqueteros señor ortega se extraña el otro mira a lombardo y después de nuevo a ella pues sí claro que tiene que ver cuando al principio de la novela le preguntan a portos el grandullón porque acepta batirse con d'artagnan se limita a responder me bato porque me bajo lo deja ahí por un instante dándoles el tiempo de comprender mientras se echa atrás en el sillón para apoyarse en el respaldo acomodándose mejor mis motivos son asunto mío añade también me bato porque me bato lo que debe importarles son los resultados con una banda un bolsillo de la chaqueta ortega la estudia perplejo que sabe de nosotros maría ella se lo dice sin omitir nada gibraltar buzos italianos ataques submarinos el petrolero amarrado en el dique exterior de algeciras como almacén o como base el secundo capote se o lombardo desvanecido en la playa frente a su casa usted es uno de los que fueron a buscarlo aquella noche concluye se sorprende ortega me ha reconocido abre ella el bolso y saca el carrete fotográfico aquí tienen 5 fotografías del puerto de gibraltar deberían verse los barcos y las instalaciones no sé si las imágenes son buenas porque no tengo medios para revelar la película y no es prudente hacerlo un estudio así que lo dejo en sus manos se lo entrega y permanece el italiano inmóvil mirando el carrete después lo guardan en bolsillo es una sorpresa reacción al fin cuando se comunicó con nosotros no esperábamos que hubiese ido tan lejos e ignoro lo lejos que puedo haber ido como he dicho no sé si las fotos les serán útiles o no ha corrido mucho riesgo al tomarlas supongo que sabe lo sé los ingleses no se andan con miramientos que sea mujer no cambia nada en esto como en muchas otras cosas son despiadados conozco muy bien cómo son sigue a un silencio largo los 2 hombres cambian otra mirada mientras elena saca sus cigarrillos y se pone uno en la boca antes de que utilice su encendedor el llamado ortega se inclina instintivamente cortez para darle fuego con el suyo llegada la ocasión haría más fotos si responde sin vacilar el italiano se palpa al bolsillo de la chaqueta pensativo y frunce el ceño podemos proporcionarle otra cámara más pequeña y discreta más fácil de esconder sonríe elena una cámara de espía podríamos llamarla así recuerde ella la tensión del pase de la frontera el carrete oculto en el descosido y vuelto a coser del bolso el vacío en el estómago y los esfuerzos para comportarse con naturalidad la fila de gente a la espera las miradas de los aduaneros y los soldados ingleses quince minutos de agonía había elegido el momento de mayor aglomeración a la hora de la salida de los trabajadores españoles y todo fue bien logró mantener la calma y hasta que pasó junto a los guardias civiles de la verja y caminó hacia la explanada sintiéndose a salvo no empezaron a temblar le las piernas de ese modo anduvo en línea recta hasta el bar siete puertas una vez allí sin importarle las miradas de los hombres acodados en el mostrador pidió una copa de coñac y se la bebió de un trago no quiero su cámara responde al fin si los ingleses la encuentran no les quedará ninguna duda prefiero usar la joda con que tome esas imágenes nada hay sospechoso en tenerla si después hembra tiro el carrete y pongo otro con fotos corrientes parece razonable asiente ortega después en pocas palabras se hace una descripción del momento y el curso de la guerra que se ha vuelto difícil para italia en el mediterráneo' una victoria próxima parece improbable pero los ataques contra gibraltar pueden reducir la presión aliada por eso la orden recibida es intensificar las acciones en la bahía de algeciras dando prioridad a las grandes naves de guerra británicas nos interesa toda información sobre portaaviones acorazados y cruceros está dispuesta a ayudarnos en eso lo estoy no tenemos tiempo de darle un adiestramiento adecuado sabré arreglarme las que más necesita podemos ofrecerle algo en este momento no se me ocurre nada solo un medio de contacto seguro no queremos ponerla en peligro tiene alguna idea a alguien en quien pueda confiar es ahora cuando por primera vez entre el humo de su cigarrillo helena mira abiertamente a teseo lombardo hasta este momento había esquivado a hacerlo confío en el mueve la cabeza ortega qué curioso sonríe un poco es lo mismo que él dijo cuando se planteó este asunto confío en ella los ojos color hierba de lombardo están fijos en la mujer muy serio y casi inocente piensa ella sosteniendo le la mirada que no es la de alguien satisfecho por la conversación sino todo lo contrario parece preocupado cual si se preguntara si hacen bien en tener a elena allí en dejarla implicarse de esa forma hay un aspecto delicado dice ortega y pido disculpas por mencionarlo tendrá gastos seguramente necesitará dinero está diciendo que van a pagarme su tono hace vacilar al italiano a puedo por supuesto nosotros a paga ella el cigarrillo en el cenicero no quiero nada olvídelo si los ingleses acaban ahorcando mí que no sea por dinero se queda callado e inmóvil ortega como si no supiera qué decir es una mujer muy valiente comenta al fin luego tras una corta vacilación se vuelve hacia su compañero se despide de elena y sale de la habitación dejándolos solos sentada a ella de pie lombardo mirándose uno a otro nada de esto la obliga murmura el italiano quiere decir que puedo echarme atrás naturalmente incluso debería hacerlo ella señala la puerta por donde se ha ido ortega creía que estaba de acuerdo con él no en todo me sorprende que diga eso lo que usted se propone hacer es peligroso ya lo hice una vez cuantas más veces lo haga más peligroso será amaría tuerce ella la boca con desagrado no me llamaría usted no creía que creyó mal mira elena otra vez la puerta cómo se llama el ya se lo ha dicho ortega déjese de tonterías ustedes y sus juegos de claves y de niños alza en una mano solicitando la ocasión de explicar se estamos en guerra dice va a arriesgar la vida por nosotros y eso no es un juego lo hará por italia y por españa ree ella irónica mientras deja el bolso y se pone en pie no meta a españa' en esto ni siquiera italia lombardo ha dado un paso atrás cediendo el espacio parpadea confundido intentando encajar lo que oye en realidad no es por eso prosigue elena aunque guardaré las apariencias como si no fuera la cuestión es otra usted y sus compañeros conocen mi identidad y yo quiero saber el nombre real del hombre que acaba de irse no es conveniente casi se sobresalta el me ponen un compromiso camina ella hacia la vidriera la abre y sale a la terraza cubierta más allá de las copas de las palmeras la bahía es un semicírculo azul con la enorme y alargada roca parda al fondo lo saben todo sobre mí según ha dicho su jefe porque de verdad es su jefe no lombardo la ha seguido hasta situarse a su lado lo es responde debo confiar en su grupo así que es razonable que también los someta a alguna prueba de lealtad en especial a usted porque a mí porque con usted empezó todo apoya en las manos en el antepecho de la terraza contemplando el mar al cabo mueve un poco la cabeza con aire abatido yo no puedo se vuelve ella con deliberada brusquedad y vamos secondo capotes yo lombardo si me atrapan los ingleses cree que habrá mucha diferencia entre lo que debo y no debo contar lo ve parpadear de nuevo bajo la luz exterior sus iris parecen todavía más verdes siempre es usted tan fría solo cuando como señala riesgo la vida pues parece que tenga el hábito he descubierto que es un hábito fácil de adquirir se inmoviliza el perfil masculino pelo negro muy corto nariz recta mandíbula fuerte donde apunta el tono oscuro de la barba un magnífico ejemplar de hombre con rostro y cuerpo de hombre piensa ella siglos de sol y mar mediterráneo lo hicieron así innumerables temporales guerras pesquerías y naufragios naves para basa en la arena bajo el cielo estrellado fuegos hechos con madera de deriva en los museos hay bronces y mármoles que se le parecen porque dice que todo empezó conmigo le oye preguntar elena se vuelve exasperada lo golpearía piensa el muy estúpido por dios responde como si fuera obvio usted en aquella playa la primera vez lombardo sigue absorto en el paisaje o lo parece se llama mat santín y dice al fin teniente de navío mat santini ha pronunciado el nombre con un candor herido cual sí hacerlo violentar a su conciencia también sale de noche a la bahía como el resto también es un buen hombre ahora se miren de frente por fin cara a cara sin apartar los ojos uno de otro porque me lo ha dicho inquiere ella me pidió una prueba de confianza y porque me la da usted es un soldado no falta a sus deberes con facilidad aún duda era un poco más si los ingleses aspira aires súbitamente y se calla sigue mirándola con fijeza bajo la chaqueta entreabierta y la corbata en la camisa blanca moldea su pecho de nadador está muy cerca y huele neutro y cálido como un niño elena siente que una ola de tibieza sube desde su vientre al corazón hace más de dos años que no la abraza un hombre si me apresan y por mi propio bien es mejor que tenga algo que contarle es verdad lombardo no responde a eso la sigue mirando como antes casi inocente lo besar y ahora mismo piensa ella si no fuese faltar al decoro me tomaría el rostro entre mis manos y le besaría la boca rozando me con esa barba dura que le apunta ya en el mentón oliendo su piel y su pasado no sé cómo será ese teniente suyo pero usted si es un buen hombre lo ve sonreír ese trazo blanco que elena ya casi ama el otro día dijo que soy torpe asiente ella veo que se acuerda también recuerdo que le dije algo así como que en otro momento en otro lugar en otra vida eso es no lo dijo sólo empezó a decirlo sí que nos habría ocurrido en otra vida yo bueno quiero decir que usted nada más va a ocurrir hoy comprende ella y puede que sea lo adecuado que nada ocurra y todo se resume a las palabras quizás o nunca entonces sin pensarlo llevada por un impulso inexplicable alza una mano y la apoya en el pecho del hombre sólo eso sitúa la mano sobre su corazón buscando los latidos y lo consigue baten lentos y acompasados a través de la camisa así deben de ser bajo el mar y la noche cuando él se juega la piel concluye cuando combate sólo tenemos a esta vida dice ella la mira paralizado por la sorpresa quieto como esas antiguas estatuas que tanto se le parecen / abre en los labios como si palabras todavía imposibles de pronunciar o tal vez ya imposibles si hubieran trabado en ellos y un momento después con el calor del hombre y el latir del corazón hormiguean dole en los dedos elena retira la mano coge bolso y gabardina y se marcha de la habitación 246 a esa misma hora y a poco más de siete kilómetros de allí en el lado opuesto de la bahía jarry campelo cruce el jardín del rock hotel de gibraltar varios soldados de los ingenieros reales en uniforme de faena trabajan construyendo un escenario y otros apilan sillas plegables el aroma de las flores se mezcla con el de la madera recién cerrada suenan martillazos qué sorpresa muchacho exclama uy moxon que al verlo aparecer interrumpe su conversación con otro militar tú por aquí tenía que ver la gente el teniente de navío bebe un sorbo de la botella de cerveza que tiene en la mano alta seguridad mira de reojo campelo al segundo hombre un tipo alto delgado con galones de sargento del ejército de tierra es raro ver allí esa graduación pues al rock sólo tienen acceso jefes y oficiales algo así responde el cauto pues yo he sido relevado de mis funciones habituales durante 48 horas moxon abarca el jardín con ademán desganado para que me ocupe de esto sonríe campelo y eso es bueno o malo depende de cómo salga con el pretexto de que soy actor el general mcfarlane en persona ha visto en mí a la persona adecuada para organizar una representación del último diálogo de otelo y desdémona tal es la causa tal es la causa alma mía etcétera quieres sacarle partido a la visita de guild wood y ley yo ni viviane se sorprende el policía moxon apura el último trago y deja la botella en una maceta si esos participan en el programa de entretenimiento de tropas y llegan mañana en vuelo directo desde casablanca con un cantante cómico y dos o tres chicas guapas que cantan disfrazadas de wines bonita noticia pero no sé si una historia de celos es lo adecuado para una guarnición masculina que vive a miles de kilómetros de sus esposas ahí está el punto creo asiente divertido moxon el general opina que tendrán más deseos de ganar la guerra y volver a casa de una vez y aumentar la estadística de crímenes pasionales como 1918 ya salió el policía aguafiestas de todas formas no se lo cuentes a nadie porque es alto secreto si se filtra antes de tiempo se montará aquí un buen barullo y el general me colgará por los pulgares estudian pelo al otro militar en estos tiempos o en todos conviene saber quién es cada cual antes de abrir demasiado la boca quién es tu amigo o disculpa te presento john verges wilson encantado puedes llamarlo ya que es un buen tipo nos conocimos en la universidad de manchester allí componía canciones raras que les mojaban las bragas a las chicas solo a las feas lo corrige el otro con calma las guapas compraban sus bragas en burberry y procuraban no mojar las ja ja ja je bueno ríe moxon tengo que notar eso se estrechan la mano el tal wish son tiene unos ojos húmedos y sus labios son finos pálidos un poco afeminados moxon le apunta con un dedo remedando una pistola que no te engañen los tres galones ya que está en el cuerpo de educación escribe cosas y es un poeta bastante potable un fan de joyce de quién sois james el de ulises ya sabes me está echando la mano con shakespeare dirige moxon una ojeada crítica a los carpinteros y luego mira el reloj la hora de la ginebra como dicen en la india el barman de este hotel no es malo de las pocas cosas que no han militarizado todavía nos acompaña sabe asiente campelo ahora de la ginebra es mi verdadero apellido pues a ello entran en el bar se acomodan en los taburetes de la barra y moxon pide 3 bolton hay otros oficiales un pianista con uniforme de la banda de música de los first hearts que tocan nunca seas cruel con un vegetal y ninguna mujer a través de la vidriera campelo puede ver la bahía y la costa algecireña iluminada por una luz cada vez más densa y rojiza al otro lado del estrecho entre una ligera bruma azul y gris se distingue áfrica me gusta el sitio comentamos son uno de los pocos de este petrus ccoo donde no huele a ajo se vuelve hacia wilson y le guiña un ojo conoces el chiste sobre qué es un gibraltareño no un moro que habla español y que se cree inglés sonríe un poco el otro mientras moja los labios en su bebida muy gracioso dice campelo no es nada personal al viejo camarada me conoces tú quedas fuera de eso qué generoso de tu parte beben escuchando la música cómo va el trabajo harry se interesa moxon campelo todo momento y se encoge de hombros el asunto de punta europa me tuvo un par de días tras una pista falsa un sospechoso español que frecuentaba a un farmacéutico hebreo de cavernas street al final resultó que se estaba tratando una gonorrea porque le avergonzaba hacerlo en la línea ríe moxon encantado no se puede ganar siempre eso dicen el pianista toca ahora eres el deleite de mi corazón moxon llama la atención del bar van otros tres soltó muchachos con un poquito más de ron señala después a campelo y vuelve a guiñarle un ojo a wilson harry caza espías y saboteadores figúrate en su trabajo y will es un bocazas apunta al policía no es su trabajo pero le encanta pese a este uniforme a mi presente de actor en dique seco soy un tipo sociable viejo amigo eso exige conversación y jacques de confianza de la tuya querrás decir a eso me refiero lo conozco desde antes de la guerra y aquí donde lo ves es todo un héroe lo soy confirma el otro sarcástico se ocupa de inculcar nociones básicas al grupo operativo de los muelles que es la peor gentuza que tenemos aquí sobre el imperio británico nuestros aliados americanos y soviéticos la democracia y cosas así los que utilizan o lo intenta pues no lo envidio el trabajo porque a esos estibadores los conozco bien opina campelo roban en el puerto cuántas mercancías pueden para venderlas en el mercado negro son brutos y violentos y analfabetos asiente wilson también incapaces de leer ni la tira cómica de jane en el 'daily mirror' a pertenecer al ejército a la poca paga y la disciplina militar los sindicatos los tenían mal acostumbrados me he dado cuenta ya que tiene un truco estupendo para hacerlos callar cuando alborotan en clase comenta moxon que es siempre confirma este cuéntaselo banda no tiene mucho secreto la orden militar de exigir silencio no funciona con ellos y si les gritas caballeros se descojonan así que agarro un estibador cualquiera de la primera fila y le habló en susurros entonces todos se callan para averiguar que le estoy diciendo y ya son míos muy hábil a prueba el policía el barman pone los tres nuevos cócteles sobre el mostrador moxon prueba el suyo y hace un gesto complacido wilson mira campelo curioso me han dicho alguna vez que se parece a ese actor americano james cagney varias me caza muchos espías como dice will menos de los que quisiera ríe moxon hay donde lo ves es aún más duro que carne ya ha hecho ahorcar a un par de hijos de en serio campelo bebé de su copa y no dice nada insiste wilson que es lo que buscan con más interés los agentes enemigos responde el policía con desgana información sobre los depósitos de munición y combustible que hay en los túneles el aeródromo las baterías situadas en lo alto del peñón y por supuesto el puerto todo lo que hay en el puerto les interesa mucho concluye vaya sí wilson lo piensa un momento conozco un lugar desde el que se ve el puerto de maravilla dice al fin los astilleros los depósitos los barcos se ve todo seguro que harry lo tiene controlado comenta moxon no se le escapa ni una el instinto profesional ha avivado la curiosidad de campelo de qué lugar me habla una librería en line world road situada en un segundo piso tiene una terraza con una vista espléndida lo piensa un momento el policía la de city el cobo beach esa conozca una tienda pero no recuerdo la terraza pues es magnífica precisamente estuve allí hace un par de días además conocí a una chica singular una librera del otro lado de la verja guapa se interesa mucho no está más para los tiempos que corren' española eso creo y que hacía con cobo bitch pregunta campelo trabajó allí durante la guerra de españa y la visita de vez en cuando casada o soltera inquiere moxon es viuda de un marino mercante avaya según me contó como bits al marido lo mataron mazar kibir en instinto de un policía veterano es como el del caballo que perdido el jinete se encamina solo hacia los establos campelo bebe un sorbo de su copa y la pone sobre el posavasos de cartón con la silueta y el nombre del hotel exactamente en el círculo de humedad que dejó al levantarla quienes lo mataron pues quienes van a ser nosotros los británicos 7 los trenes del doctor focas hay nubes bajas y amarillas que vienen de áfrica con temporal del sudoeste en la bahía quizá traigan lluvia rompe el agua a lo lejos alzándose con altos estallidos de espuma en la escollera del dique sur del puerto de algeciras el viento hace walter apear el toldo del barrio restaurante delicias junto al hotel marina victoria nada que hacer comenta llenaros cualquier upo esta noche no hay quien salga mi mañana coincide teseo lombardo esto dejará una marejada imposible mala suerte si sentados en la terraza los dos italianos contemplan el muelle de la galera el mal tiempo aplaza todas las acciones previstas ni siquiera el barco que enlaza la ciudad con tánger ha podido hacerse a la mar acaba de suspender su salida y los contrariados pasajeros abandonan la estación marítima de vuelta a sus casas hoteles y pensiones cocheros y taxistas se agolpan ante ellos felices con el imprevisto reclamándoles el equipaje lombardo termina de beber su vermouth y se recuesta en la silla tampoco hay prisa comenta no desde luego no la hay es cual el grupo mira en torno para asegurarse de que no tienen a nadie cerca y puede que se mejor así no ese convoy que se está formando tardará un poco en reunirse tendremos la tienda mejor abastecida y más para elegir es posible sonríes cualquier grupo soñador daría mi vida por un portaaviones hermano pues lo mismo la tenemos que dar lombardo lo dicho con sencillez en tono objetivo se sobresalta squarcia lupo al oírlo lo incomoda la naturalidad con que el veneciano habla de lo que no se debe así que repentinamente ser yo miré de reojo mientras se toca la medalla religiosa que lleva al cuello y hace con los dedos el gesto de espantar la mala suerte sea no hables así delante de un napolitano por favor no fastidies sonríe lombardo distraído me conformaría con un acorazado llenar incluso con un crucero es cualquier grupo conoce esa sonrisa y la aprecio mucho la vio docenas de veces en el rostro mojado de su compañero al quitarse la máscara del auto respirador tras los terribles entrenamientos en boca de y sergio y la especia orientación nocturna paso de obstrucciones submarinas uso de explosivos donde sólo uno de cada cinco aspirantes aguantaba hasta el fin un gesto nunca desalentado tranquilo infatigable que hasta en los peores momentos animaba con un golpe de luz las facciones agotadas por la presión del agua y el duro trabajo la sonrisa de delfín una sonrisa y cuánto significa que ata con lazos tan fuertes como los familiares o incluso más en realidad concluye el napolitano teseo lombardo el teniente max antin y en los demás camaradas del grupo osa mayor son su verdadera familia la única que cuenta ahora hermanos de vida y muerte con ese pensamiento dirige otra ojeada a la puerta del hotel el teniente confía en pescar peces gordos mira el reloj y por cierto está tardando mucho su compañero le ofrece un cigarrillo y es cual chalup o lo acepta con gusto el paquete es lucky americano rubio de berja como dicen aquí pese a la escasez general y el racionamiento el tabaco se vende en casi todos los bares libre de impuestos como en nápoles suspira nostálgico antes de la guerra ojalá en vez de encontrarse en el puerto de algeciras estuviera ahora sentado en la iglesia humberto primero con uno de esos cigarrillos en la boca y una cerveza peroni en la mano viendo hacer compras a mujeres guapas elegantes de ojos oscuros como el pecado y olor a colonia golpe vol ya saldrá dice lombardo tranquilo fuman y esperan cada uno siente en el bolsillo el peso ligero de una navaja automática las armas de fuego se descartan por prudencia están allí para cubrir al teniente que desde una habitación del hotel comunica con el mando de inteligencia naval el contacto se hace con el aparato de radio que un miembro del consulado emplaza periódicamente en distintos lugares de la ciudad cambiando de sitio para dificultar su localización la radio montada en el hort herrara reservan para urgencias a fin de que pase lo más inadvertida posible y no se trata sólo del espionaje enemigo los sistemas de radiolocalización españoles que deberían mirar hacia otro lado pueden jugar malas pasadas si alguien les engrasa la palma de la mano el dinero circula con generosidad desde cualquier bando y algeciras y hervé de fisgones que cobran de todos a la vez agentes dobles e incluso triples en cuestión de sobornos nadie puede fiarse de nadie ahí viene el pendiente dice lombardo escúchelo pos se vuelve a medias y ve a matt santini que ha salido del hotel y se acerca con aire despreocupado y las manos en los bolsillos alto apuesto y rubio como un arcángel vestido de paisano todo en regla comenta sentándose con ellos tiene aspecto animado y afirma levemente mirando el puerto habrá cacería pregunta a lombardo asiente de nuevo el oficial habrá confirman lo del convoy sonríen los buzos codiciosos lobos jóvenes con apetito silba squarcia lupo la musiquilla comercial de la hora del campari para cuando mi teniente tres o cuatro días coincidiendo con el final del mal tiempo colosal lo es si ya hay barcos en cádiz y otros han salido de lisboa caza mayor relativa pero no está mal un transporte grande de tropas el lucania el teniente ha bajado la voz también petroleros y mercantes y dos cruceros de batalla me aseguran deben reunirse en gibraltar en los próximos días tenemos tiempo calcula square che lupo de sobra suponiendo que lleguen los repuestos hace mas santini una demanda hacia el hotel acaban de confirmar que ya están en camino desde vuelva también los acumuladores de 60 voltios también me dicen que desembarcaron ayer mismo vayan por una vez estamos siendo eficaces ya sólo falta que recibamos la gazzetta dello sport' asiente mat santini es seguro de sí educado y prudente sabe mandar en voz baja y no exige a nadie nada que no sea capaz de hacer él su familia es de clase alta de antes de la marcha sobre roma squarcia lupo recuerda que cuando el duque hay moneda hasta los visitó en la base de época vi sergio se entretuvo con él preguntándole por sus padres con mucha cordialidad un viejo título de la nobleza ligur venido a menos en la nueva italia estirpe de patriotas su padre murió en él y sonso durante la gran guerra y su bisabuelo en custodia luchando contra los austríacos si todo llega a tiempo tendremos 3 mayales operativos para dar una mala noche a los ingleses hoja los hombres se aproximan conversando y ocupan una mesa cercana parece casual pero nunca se sabe tras un momento de silencio lombardo llama al camarero y paga la cuenta los tres italianos se ponen en pie y caminan hacia el muelle allí el viento es más fuerte vamos a necesitar información precisa comenta el teniente en voz baja hay que mantener la vigilancia extrema tanto de la bahía como del puerto lo de fuera está cubierto desde villa carmela y con los pescadores que paga y controla nuestro consulado en cuanto a lo de dentro tenemos gente allí interviene lombardo lo hace tan rápido y vehemente que bat santini se lo queda mirando ya pero hablo del puerto comprendes de las redes anti submarinas hacia adentro las fotos que trajo tu amiga maría no es mi amiga las fotos son buenas pero sigue el oficial sin inmutarse desde su punto de observación se ve perfectamente donde amarra o fondea cada barco que quizás sea demasiado pronto para que se ocupe de eso opina lombardo no tiene experiencia mat santín y hace un gesto indiferente han pasado la garita de carabineros y caminan junto a la marquesina de la estación marítima el psuv este y la marejada hacen chapotear el agua contra el muelle entre los barcos amarrados a los norays hay vagones de carga inmóviles en las vías planean imperturbables docenas de gaviotas sobre las chimeneas amarillas y rojas de la trasmediterránea y las banderas flamean con violencia tensas al viento las fotos que tomo comenta matt santini situaban cada nave de guerra en su punto de amarre si hace otras cuando el convoy se esté formando en gibraltar iremos sobre seguro la royal navy siempre se queda dentro protegida observa escuché lupo a eso me refiero si lo situamos con exactitud cuando pasemos la red es cada cual podrá orientarse hacia su objetivo bastará la brújula ni siquiera necesitaremos asomar la cabeza para echar un vistazo a atacar a tirofijo se complace es cualquier upo si me gusta eso de no asomar la cabeza en mitad de un puerto enemigo mat santini está mirando lombardo inquisitivo habrá que pedírselo o no que haga fotos 24 horas antes del ataque se endereza el veneciano incómodo porque me lo dice mi teniente porque alguien tiene que hacerlo eso la pondrá en peligro ella se ofreció y quiere que tú seas el contacto es cual hubo observa que su compañero se queda en silencio y que el oficial lo mire con dureza esto es una guerra a teseo lombardo permanece callado vuelto con obstinación hacia el puerto y la bahía insiste mazzantini se trata de hacer todo el daño posible al enemigo y ella ha elegido bando sigo sin ver clara sus razones sostiene lombardo al fin si quieres comprender a una mujer te volverás majara tercia squarcia lupo así que ni lo intentes las razones no importan ahora remacha el teniente cuentan los resultados vamos a hundir barcos enemigos y mariah nos ayudará en eso si la descubren allí chasquea la lengua mazzantini si la descubren los ingleses si nos ahogamos en el mar si nos matan en ese puerto dice estoico te repito que esto es una guerra second o capo lombardo por si no te has dado cuenta la diferencia añade es que tu gennaro y yo mismo la hacemos a nuestro modo e incluso aunque al final fuéramos derrotados cuando salimos de noche a esa bahía recibimos muchas miserias de nuestra pobre patria no luchamos porque seamos fascistas que eso ya es cosa de cada uno yo soy fascista objeta escorche lupo ya mucha honra luchamos porque somos italianos entendéis para vengar cabo mata pan génova tobruk o malta para borrar les a estos ingleses soberbios la sonrisa de superioridad que tienen en la boca han llegado al ángulo del muelle junto a la grúa algo más allá entre ellos y gibraltar se alarga el dique sur con el hortera amarrado casi el extremo proa hacia la bocana somos voluntarios para luchar así zanja mat santini y esa mujer ha elegido hacerlo a nuestro lado por eso asume las consecuencias como nosotros lombardo no dice nada mira hacia el norte ra y la silueta lejana y brumosa del peñón squarcia lupo apoya la mano en el hombro de su compañero él también te tiene razón hermano dice ella tiene un par de huevos asiente con vigor mat santini que también mira hacia gibraltar y que lo digas llena más que muchos hombres que conozco qué sorpresa pasada por favor ven aquí pasiva elena se deja abrazar por su padre manuel árboles nunca fue pródigo en abrazos pero tal vez la edad y la separación han cambiado las cosas modificado ciertas actitudes cuánto hace que no venías un año más válgame dios cómo corre el tiempo se quita la gabardina y recorrer pasillo atestado de libros huele a cerrado calor de brasero bajo la mesa camilla papel viejo por la ventana del pequeño despacho entra una luz mortecina que ilumina más estantes con libros la máquina de escribir rodeada de cuadernos y carpetas grabados con escenas clásicas colgadas en las paredes el juicio de parís príamo implorando la piedad de aquiles eneas huyendo de troya una salud victis nula me esperaré saluden y qué haces en málaga nada en especial un asunto de trabajo y aprovecho para verte solo lo último es cierto ha tenido tiempo de sobra para analizarlo durante las tres horas de viaje en autobús desde san roque con un libro sobre las rodillas del que apenas leyó unas páginas mirando por la ventanilla la carretera ondulada y sinuosa entre montaña y mar las torres vigía en ruinas sobre las peñas altas de la orilla las casas blancas de estepona y marbella tras los eucaliptos que bordean la ruta para reflexionar sobre por qué visita a su padre precisamente ahora que la hace regresar aunque sea un momento a la cueva del cíclope al vientre de madera del caballo de troya no tengo nada que ofrecerte es solo vino moscatel no te preocupes hago café tengo algo que casi lo parece o al menos que puede beberse no importa no quiero nada el padre se ve incómodo más aunque ella turbado por el antiguo silencio de ambos ninguna discusión extrema ninguna crisis violenta propició el tiempo muerto solo una última conversación cruel por parte de elena una despedida fría y luego el vacío de la distancia la escasez de noticias la indiferencia ella regresó a la casa de puente mayorga para no volver y él siguió inclinado sobre sus libros y sus notas antiguo catedrático hoy sin alumnos míseras clases particulares traducciones de clásicos griegos y latinos que ya nadie publica nadie conoce a nadie aprovechan debiste pelear dijo ella la última vez parada en el umbral y a punto de marcharse o quedarte al menos y afrontar la suerte que corrieron otros debiste luchar o morir y tal vez luchar y morir en vez de esos tres años refugiado en gibraltar la humillación del regreso con la cabeza baja la sumisión a quienes te hacen gracia de libertad y vida tras llenar cementerios con hombres mejores que tu la existencia oscura y gris a la que ahora te condena eso fue lo que dijo el último día antes de irse me lo enseñaste cuando niña mientras por encima de mi hombro vigilaba la traducción del libro segundo de la eneida da igual el bando dan igual las armas dan igual los dioses en ese último extremo la única salvación de los vencidos es no esperar salvación alguna el padre la mira todavía de pie todavía indeciso elena sabe que lo recuerda todo también como ella cada gesto y cada palabra hay tiempos y silencios que prolongados solo enquistan la memoria siéntate por favor lo hacen uno frente al otro ha envejecido mucho observa ella más anciano y descuidado el pantalón de pana las zapatillas la vieja camisa de franela no mejoran su aspecto las mejillas sin rasurar desde hace un par de días apuntan pelillos blancos me gustaría sentir piedad piensa cómo te va a hija y -ha desmenuza ella la palabra en su mente nunca la llamaba así antes sólo elena elenita ahora ya no se atreve la palabra hija la reservaba para una desconocida me va bien la librería marcha me alegro gracias la observa con atención todavía incierta es rara qué es lo que te parece raro que estés aquí que quieras verme porque es raro pues no sé cuando nos vimos la última vez cuando te fuiste quiero decir pensaste que no volvería nunca algo parecido así yo también lo pensé hay dos fotografías enmarcadas sobre un estante de la librería una es de ellos con la madre que tiene a elena en brazos en el rostro de la madre hay una sonrisa triste como un presentimiento la otra foto es de elena en su boda vestida de raso blanco donde el brazo del apuesto oficial de la marina mercante la misma de la casa de puente mayorga el padre sorprende su gesto era un buen hombre comenta me gustaba lástima que bueno ya sabes lo escucha ella sin despegar los labios el padre apoya las manos en las rodillas y se inclina un poco más hacia adelante buscando palabras que llenen el silencio man sigue sola sí un amago de sonrisa insegura que se desvanece rápido no sé eres joven todavía a tu edad deberías la mirada de ella lo hace callar te arreglas bien pregunta a su vez el dinero que me mandas ayuda mucho las clases particulares y los derechos de las viejas traducciones son escasos pero algo hacen y austral ha reeditado mi anábasis lo sé la tengo en la librería algo me pagarán imagina he reclamado otro silencio largo incómodo en qué trabajas ahora pregunta elena una antología de la lírica arcaica griega fragmentos sueltos son raros tal vez que la publiquen podría ser sigue sola repite el o tal vez se levanta elena y el padre lo hace de inmediato tengo cosas que hacer sólo quería ver tu momento para que has venido se ha acercado ella a la pared y mira los estantes en uno agrupados siguen sus viejos libros de estudiante la gramática griega la antología latina alargando despacio una mano dubitativa dándose oportunidad de retirarla antes de consumar el alemán thomas su odisea subrayada y pasa las páginas recordando aún están allí sus marcas de lápices señalando cesuras y diéresis en los exámenes hay algo que me propongo hacer dice o quizás debo hacer en realidad puedo serte útil para eso en cierta forma lo eres al fin y al cabo tú me enseñaste a amar a los héroes devuelve el libro a su lugar y afronta la mirada perpleja de su padre sin ti nunca los habría reconocido supongo añade no creo que yo o no en absoluto o tal vez también lo fuiste algún tiempo antes de que nuestra troya ardiera cuando me susurraba las declinaciones griegas y latinas mientras te esforzaba sen que descifra sea homero y virgilio habla mejor musa del hombre de innumerables astucias que por mucho tiempo anduvo errante recuerdo lo de astucias al traducir prefería es esa palabra sonríe esperanzado ante la oportunidad de congraciarse yo me inclino por recursos te acuerdas varón de múltiples recursos siempre me parece una traducción blanda por tu parte mediocre e incluso así de sagaz y hasta peligroso ulises pasa a ser un buscavidas vulgar un picapleitos casi cobarde afirma melancólico el padre si eso decías entonces lo sigo diciendo piensa ella un momento en eso consciente del gesto duro que le sube a la boca a fin de cuentas añade nadie pone lo que no tiene incluso traduciendo homero acusa al golpe el padre aparta la mirada finge contemplar los libros retrocede dos pasos al fin la mira a ella otra vez desconcertado has dicho que te propones hacer no sé que si hay algo extraño en ti cuando lo dices y sigo sin averiguar qué te trae hoy aquí quería confirmar mi percepción del héroe tú qué arruga la frente queriendo comprender al cabo cree haberlo hecho señala la foto de la boda tu pobre marido reprime elena el impulso de reír con desprecio no me refería a él coge la gabardina y se la pone el padre intenta ayudarla pero ella se lo impide con un movimiento de cabeza se queda quieto mirándola aquel verano no tuve tiempo de regresar a por tu madre dice todo ocurría muy rápido solo te encontré a ti y te lleve a gibraltar me llevaste contigo a gibraltar ya toda prisa me buscaban para matarme como a tantos otros yo era muy conocido en málaga no podía esperarla y aquí se quedó sola sin su marido y su hija pensaba enviar a buscarla lo sabes me ocupe después en cuanto pude cuando dispuso de medios ya era tarde pago tu fuga con la cárcel donde el tifus acabó con ella los recuerdo cada día yo también camina por el pasillo delante de él y habla sin volverse como traduciría a dimos un mixtape danays out no me mostró los pasos del padre son roce este no es de las zapatillas en el suelo de pronto se detienen eneida claro avanzamos mezclados entre los griegos amparados por un dios que no es el nuestro elena ha abierto la puerta de la calle y se vuelve con una mano en el picaporte me bato porque me bato lo debe extrañar confuso casi asustado no comprendo da igual a siente ella supongo que se trata exactamente de eso por line world road circula un convoy precedido por un jeep con las gorras rojas de la policía militar británica parado junto a los muros de piedra del king's bastión harry campelo lo ve pasar camiones con lonas cubriendo la carga en dirección a la parte sur del puerto cuando se aleja el último vehículo del policía cruza la calle y se encamina hacia la esquina de pop house line allí junto a una cabina telefónica se entretiene observando los edificios altos sus ventanas y balcones después va hasta el portal de la librería the city el cobo beach que está abierto y sube hasta el segundo piso hay dos clientes más así que tras intercambiar un saludo el librero deja de prestarle atención mirad campelo los libros ojea un tratado sobre infecciones por hongos y enfermedades de la piel y luego como de modo casual se asoma a la terraza la vista desde allí es realmente espléndida con el puerto y la bahía bajo el cielo amenazante de lluvia rizada de borreguillo de espuma blanca por el viento que sopla con fuerza cuando regresa al interior acaba de irse el último cliente campelo se acerca a la mesa principal mira los títulos y hace otra vez además de ojear alguno al fin coge una novela de dennis with lee y se la muestra al librero que vale el eunuco de estambul cinco chelines y seis peniques el título promete me lo llevo lo pone aparte y sigue mirando en la mesa es una suerte que la librería permanezca abierta dice tras un momento se muestra de acuerdo el librero entre dos bocanadas de humo de su pipa el gobernador mason mcfarlane nos considera servicios esenciales comenta por supuesto confirma campelo las guerras también se ganan con cultura y que lo diga finge mirar más títulos el librero señala con el caño de la pipa un ángulo de la tienda tenemos ahí una selección de libros viejos y antiguos muy interesante tal vez le apetezca echar una mirada sonríe el policía excusándose no soy buen lector en realidad es mi esposa la que lee entiendo a siente el otro comprensivo suele ocurrir y más en estos tiempos sigue ella en gibraltar no la tengo en belfast pero él envió paquetes de vez en cuando indica el librero uno de los ejemplares que están sobre la mesa si es para ella le recomiendo la última novela de margaret morrison creo que ya la tiene me aconseja alguna más esa de florence riddle se está vendiendo bien mire campelo título y portada royalwedding se titula una fascinante historia de revolución asesinato y amor de la hermosa princesa tania lee en la solapa más bien nauseabundo concluye pero finge interés y dice que se está vendiendo bien hasta la evacuación desde luego es muy romántica quizá no es lo que nosotros le queríamos pero a las señoras les encanta me la llevaré también entonces la pone aparte del policía con la otra viene alguna vez con mi esposa antes de la guerra miente como al descuido puede que nos recuerde duda el otro quitándose la pipa de la boca si es posible su cara me parece familiar sonríe otra vez campelo me en gibraltar dos conocemos casi todos creo que había que una chica trabajando una española lo ha deslizado en tono casual satisfecho ve a firmar al librero seguí elena no recuerdo el nombre o no llegas a verlo sigue con usted más regreso a españa ahora tiene una librería en la línea vaya no me diga en la calle real bastante bien pues está me parece ella conoce el oficio se encaminan hacia la caja registradora ha vuelto ese joven por aquí precisamente viene estos días a echarme una mano mi mujer está enferma lo siento no la evacuaron su salud lo desaconsejaba algo serio asma aguda vaya espero que mejore gracias marca en la caja el librero el total de la compra son 11 chelines y 6 peniques le hago descuento por ser gibraltareño es muy amable responde el policía mientras saca un billete de una libra así que esa muchacha española ayuda aquí y vienen días fijos no sólo cuando puede envuelvo los ejemplares no hace falta al guardarse las monedas del cambio campelo advierte que el librero lo mira con más curiosidad que al principio tal vez demasiadas preguntas excesivo interés por su parte hacia esa joven española no conviene espantar la caza antes de que estén listos el perro y la escopeta es hora de acabar la charla cerrar la boca e irse de allí ese lo agradezco dice y los libros el otro lo sigue observando con atención suspicaz ahora o eso le parece al policía y yo a usted vuelva cuando quiera sale campelo a la calle analizando hechos puede que haya un cabo por atar concluye y a él no le gustan los cabos sueltos dándole vueltas al asunto se dirige al king bastión y muestra su documento al centinela con fusil bayoneta casco y falda escocesa después asciende por los escalones hasta la muralla sin que nadie lo incomode y una vez allí indiferente al viento se apoya en el repecho de piedra junto a los viejos cañones oxidados al extremo de los cuales rodeado de sacos terreros hay emplazado un moderno cañón antiaéreo necesita pensar mirar y seguir pensando desde donde se encuentra a un lado del baluarte y line walk road arriba puede ver el segundo piso donde está la librería y al otro en vista panorámica el puerto con las instalaciones militares los diques y los barcos amarrados a las boyas y los muelles en torno a la cumbre brumosa del peñón el viento arrastra las primeras gotas de lluvia asomándose a la muralla arroja campelo los dos libros al agua sucia del puerto y se queda viendo los hundirse entre cáscaras de fruta y detritos que flotan en la superficie oleosa después se aleja de allí si tuviera que vigilar ese lugar desde un edificio civil concluye no podría encontrar un observatorio mejor que la terraza de city el cobo beach vestida con gabardina y botas de goma está elena apagando la luz a punto de cerrar la librería cuando unos golpecitos en el cristal del escaparate le hacen volver la cabeza samuel zocas está allí sonriente protegido de la lluvia con un paraguas y un impermeable que relucen de agua le brillan gotitas en la calva y los cristales de las gafas se acerca a ella a la puerta y abre te hemos echado de menos en la tertulia dice el doctor sacudiéndose en el umbral cubierto de serrín acabas de perderte a nazaret recitando no sé su último poema de flores y pajaritos y app demoliendo no sin piedad verso a verso tenía mucho trabajo curro me pidió la tarde libre porque está su madre enferma es empleado tuyo siempre tiene alguna excusa lo mimas demasiado es un buen chico ya conozco el género estás cerrando ya si me voy a casa diluvia como ves te acompaño hasta la plaza tengo un paraguas aún así no puedes empujar la bicicleta y llevar el paraguas abierta anda ven vamos baja elena el cierre se pone un pañuelo recogiendo en el cabello libera la bicicleta sujeta con una cadena a la reja vecina y camina calle real abajo resguardada bajo el paraguas que tocas mantiene sobre sus cabezas acércate más anda te vas a mojar tu doctor no te preocupes acércate repiquetea el agua en los charcos y caen molestos regueros desde los aleros de los tejados y los canalones de las terrazas las sillas del círculo mercantil y el café ángulo hispano están apoyadas en las mesas chorreando lluvia transeúntes apresurados caminan con paraguas por las aceras algunos comercios siguen abiertos pero sus luces no animan la calle húmeda brumosa y gris que empieza a oscurecerse con el crepúsculo al llegar a la plaza de la iglesia arrecia la lluvia tocas mira alrededor preocupado después es señal a su domicilio que está en frente contiguo la pensión la giralda con este aguacero no puedes ir más allá porque te vas a empapar ven a casa toma algo caliente y espera que afloje un poco acepta ella deja la bicicleta apoyada en la pared al amparo del zaguán y sigue al doctor antes de entrar dirige este una mirada inquieta a su espalda hacia la plaza y la calle que dejan atrás elena de sorprende el gesto todo bien que así desde luego todo bien la casa de samuel zocas tiene dos pisos y es confortable amueblada con vieja ebanistería española y un par de bonitos cuadros en las paredes por el mirador acristalado del salón despacho donde hay dos casas de cuero y un sofá inglés elena alcanza a ver media plaza y la fachada cercana de la iglesia de la inmaculada y mientras se guarda sentada tras quitarse la gabardina el doctor prepara café y lo sirve con un chorrito de coñac beben los dos conversando sobre trivialidades el mal tiempo en la guerra próxima a gibraltar la librería los amigos elena advierte que su anfitrión se pone en pie a menudo y se acerca al mirador para echar un vistazo fuera no escampa niega zocas distraído o inquieto se toque tea la pajarita mientras observa la plaza como si el cuello de la camisa le apretara con el pretexto de admirar los libros alineados en la biblioteca elena se levanta y vigila el exterior sin ver nada de particular sólo lluvia y algún paraguas que se mueve frente a la iglesia en la última luz del atardecer qué pasa doctor insiste algo te preocupa parece pensarlo zocas sombrío al fin hace un ademán de impotencia figuraciones mi asa supongo es tonto decirlo pero hace un rato pensé que alguien nos estaba siguiendo se inmoviliza a ella como ante un vacío inesperado súbitamente oscuro quién no sé un hombre con impermeable negro spc hace elena un esfuerzo por dominarse parada junto al doctor estudia la plaza sin advertir nada fuera de lo normal inquieta por sus propios fantasmas y a quien seguía ni idea su casa se ha vuelto a mirarla y parece desconcertado tal vez a mí oa ti oa nadie lo piensa ella despacio intentando no dejarse ganar por el miedo no puede ser concluye todavía no es absurdo porque iban a seguirnos lo mismo digo yo seguro que son figuraciones mías la lluvia y la poca luz aturde un poco al decirlo quizás un segundo antes el doctor desvía la mirada como si dudas en posar la en elena y a ella eso no le pasa inadvertido la guerra de los ingleses y el mal tiempo bastan para ponernos nerviosos es posible concede zocas sigue un silencio incómodo y extraño corre los visillos mientras selena tranquila en apariencia pero crispada por dentro medita sobre sus propios últimos movimientos situaciones personas indicios nada recuerda que anunció un peligro inminente cualquier cosa puede ocurrir tarde o temprano en los próximos días pero es pronto para todo al menos eso prefiere creer zocas se mueve por la habitación y señala la biblioteca su tono es distinto y muestra ahora un aire despreocupado tal vez intuye ella lo fuerza un poco esta parte la dedicó los trenes lo ves horarios internacionales anuarios libros sobre locomotoras coches y vagones historia de los ferrocarriles se quita las gafas las limpia con un pañuelo y se las vuelve a poner fíjate en esta historia ilustrada del orient express' que es formidable o esta otra rarísima sobre la compañía internacional de coches cama se esfuerza elena por disimular los pensamientos oscuros esta maqueta ferroviaria tan bonita como dicen la contempla zocas con súbito agrado una sonrisa enigmática le cruza la cara al tiempo que alza un dedo cual se anunciará algo interesante bein dice lo sigue ella hasta una habitación de planta baja allí el doctor acciona el interruptor de la pared y una lámpara de techo ilumina un gran tablero puesto sobre caballetes a modo de mesa sobre el que hay construido un paisaje a escala con montañas ríos puentes y casas entre ellos discurre una prolongada vía férrea con muchas vueltas y revueltas un convoy con locomotora y vagones se encuentra detenido en una estación reproducida hasta el menor detalle incluso hay figuritas de pasajeros en el andén extraordinario se admira elena habíamos hablado de esto pero verlo resulta sorprendente mueve la cabeza al doctor orgulloso de lo que muestra me ha llevado años construirla asegura y todavía incorporo piezas o modifico algún aspecto fíjate accionando otro interruptor en marcha el tren por suerte no han cortado todavía la luz se mueve la locomotora con suave zumbido arrastrando coches y vagones por el sinuoso trazado de la doble vía en miniatura precioso dice ella mucho más que eso opina el doctor lo que hay figura a escala añade representa uno de los grandes logros técnicos del género humano más que los aviones y los barcos una fascinante combinación de geometría y matemáticas el tren es símbolo de progreso civilizado de exactitud mecánica y horaria un prodigio de precisión ves esa locomotora la veo con mucho cuidado tocas la desengancha del convoy y se la pasa la máquina es de hojalata muy bien trabajada sorprendentemente ligera me la enviaron de los eeuu es nada menos que una hudson efe 7 care nada a escala 150 un modelo reciente del año 28 fíjate en la perfección de los detalles tienes en las manos una de las locomotoras de vapor más rápidas de la historia puede alcanzar una velocidad de 150 o metros por hora y eso es mucho en un tren un prodigio te lo aseguro una barbaridad al decir eso a su casa se le ilumina el rostro lo observa ella admirada mientras le devuelve la locomotora que el otro coloca en su lugar con el mismo esmero que antes aquellos de estantes son un tren merklin alemán del año 35 y el italiano incapaz fabricado en padua funcionan con vapor nada menos de dónde te viene esa afición doctor teniendo nueve años hice un viaje con mis padres y ya nunca pude librarme de esta magia con ademán satisfecho señala zocas los estantes de la pared donde hay expuestos diversos modelos de vagones y locomotoras en miniatura cuando bajo aquí penetró en otro mundo añade un lugar donde el caos natural de la vida desaparece y todo se vuelve regulado y perfecto mira a elena con súbita ansiedad me comprendes sonríe ella amistosa creo que sí tú tienes estos libros no pues este es mi violín de ingres un santuario técnico donde la precisión y el orden hacen posible olvidar el lado oscuro del ser humano incluso la guerra se interrumpe el doctor e inclina los hombros parece que una idea desagradable pesará de repente sobre ellos luego mira alrededor como si regresará de un lugar lejano y suspira a sombrío al menos añade olvidarla casi siempre el faro de la bicicleta ilumina la carretera junto a la playa ante las gotas de lluvia en el haz de luz ahora cae con menos fuerza reducida a una llovizna suave y la cinta larga oscura y reluciente del asfalto mojado elena pedalea enfundada en la gabardina cubierta con un gorro de pescador que focas le ha prestado las gotas de agua le salpica en la cara mientras aspira el aire húmedo y agradable que huele a hierba y tierra algas en la arena y sal de mar pasados el puente y el hotel príncipe alfonso se detiene y sentada en el sillín apoyadas las manos en la cesta sujeta al manillar contempla el campo oscuro a su derecha y el semicírculo negro de la bahía a la izquierda las nubes densas bajas y lluviosas ocultan por completo las estrellas y gibraltar oscurecido por la guerra queda invisible en las tinieblas solo algunas luces aisladas se advierten al extremo de la carretera ac campamento y puente mayorga y mucho más allá siguiendo el arco casi invisible de la costa algeciras es una claridad débil tras el velo de noche y lluvia inquieta elena se vuelve a mirar la carretera en sombras que deja atrás nada parece haber a su espalda nadie la sigue procurando mantenerse serena intenta ordenarlo todo en su cabeza hechos intenciones azares riesgos la súbita y nueva sensación de peligro la inquietud recién descubierta en samuel focas la eventual presencia de alguien que vigile sus pasos no los del doctor seguramente sino los de ella o quizá también los de él que vive en la línea trabaja en gibraltar y cruza a menudo la frontera durante un buen rato inmóvil en la carretera elena intenta analizar cuánto del doctor sabe y tal vez ignora después pasa a ocuparse de ella misma de la posibilidad de que hayan detectado sus últimos movimientos que sospechen de ella alguien de gibraltar tal vez aunque eso le parece imposible o casi o quizás sean los mismos italianos que buscan asegurarse de su lealtad que al fin y al cabo nada justifica ni garantiza comprobar que no hay doble juego por su parte la gabardina humedal edad frío y en las botas ha entrado agua que moja los calcetines de helada así que pedalea de nuevo vigorosa para recobrar el calor cuando llega ante la venta de antón 6 y ha dejado de llover apoya la bicicleta en el porche y entra agradecida por el ambiente tibio que la recibe con olor a recinto cerrado humanidad serrín mojado jamones curándose y humo de leña saluda al ventero le da la fiambrera para que le ponga una ración de carne en salsa y con una copa de manzanilla en la mano espera junto a la chimenea mientras se seca la ropa en la venta y pescadores que no pueden salir a faenar esta noche algún militar de los cuarteles próximos y la habitual pareja de guardias civiles que se calientan con un vaso de vino al extremo del mostrador con los tricornios y capotes mojados y los posibles colgados al hombro va la noche esta doña elena comentan ton cuando le entrega la fiambrera llena y un cuarto de pan envuelto en papel de periódico lleva un mandil sucio la camisa remangada y en el antebrazo derecho azulado y borroso por el tiempo un viejo tatuaje con el emblema de la legión podría ser mejor sonríe ella vigila de reojo el ventero a los guardias se inclina un poco y baja la voz aunque lo mismo para otros y sabe buena no mira a ella con interés y antón le guiña un ojo luego señala con el mentón a los pescadores que juegan a las cartas caras de merodeador ojos vivos hambre y pobreza busca vidas de doble frontera el mar y la colonia británica cercana esta noche se sacó usted al perro no pase por la playa no estará la cosa para ladrido comprende ella en el acto hay faena sí pero ya me entiende de la otra rubio de verja cerca de mi casa justo enfrente hace un ademán discreto elena referido los guardias y ellos susurra engrasados como dios manda que también tiene familia a la hora conveniente estará en el otro punto de la playa vive y deja vivir ríe elena por lo bajo sobre todo vive en ellos que tienen economato pero como digo y por si las moscas no se asome mucho antes de irse a dormir tampoco hasta la noche para paseos no te parece según moya lo que es malo para uno bueno para otro eso es verdad gracias antón de nada amanda dos horas más tarde después de cenar y dejar un rato suelto el perro por el jardín sin luz en la casa el suministro eléctrico ha vuelto a fallar elena fuma un cigarrillo en el porche abrigada con un grueso jersey sigue lloviznando suave sin ruido y la noche se mantiene oscura negra como el cielo y la bahía en un momento determinado argos ladra dentro de la casa y ella lo hace callar atenta al silencio al fin al otro lado de la cancela de moverse sombras furtivas procedentes de la playa y escucha el susurro distante de voces apagadas después retorna el silencio solo punteado por el goteo de lluvia que cae de heladero noches malas para unos recuerda y buenas para otros apura el cigarrillo y lo arroja a la oscuridad donde ve extinguirse la brasa no es mal lugar resume mientras contempla la noche no parece un sitio inadecuado para estar ahora ni para mirar entorno mientras re dibuja el nuevo paisaje de sus sentimientos y su vida no hay nada o eso le parece como tan extraña sensación de peligro para sentirse vigorosa serena seguro de sí asombrosamente lúcida por completo confiada y esa es la inexplicable paradoja en aquella recién recobrada incertidumbre el hueco prematuro que una pérdida incluida y posible tal vez probable deja de antemano en el vientre y el corazón entonces piensa de nuevo en él suponiendo que haya dejado de hacerlo en algún momento en los ojos color de hierba húmeda los brazos y hombros fuertes el mentón masculino en la sonrisa que ilumina el rostro cortándolo con un mágico destello de luz cuyo recuerdo hace que se sienta muy estúpida por no haberlo pesado todavía el italiano creía que jamás volvería a sentir esa clase de angustia íntima piensa el temor nada egoísta que poco tiene que ver con la propia suerte destino o futuro porque pese al mal tiempo quizás aprovechando lo el second o capote se o lumbar donde la regia marina puede hallarse en este momento otra vez en la bahía sólo con sus compañeros acercándose a los barcos invisibles en la oscuridad y el pensamiento de que algo malo ocurra de no volver a encontrarse con él de que también desaparezca en él bajo un cielo sin estrellas la estremece más que el frío y la noche y es de ese modo como elena se retira al fin cierra la puerta gasta tres ceros en encender una vela y se va a dormir con argos rozándole las piernas cargada de soledad temor y esperanza sabe que dormirá mal dan pues tiene llena la cabeza de palabras nunca antes pronunciadas y preguntas que todavía no encuentran respuesta a veces piensa mientras aguarda que la venza el sueño le gustaría saber llorar 8 la pesca del pez espada jaja rica en pelo no le gustan las ejecuciones por su oficio y en los tiempos que corren de vez en cuando se ve obligado a presenciar alguna pero no le gustan como gibraltareño con abuelos italianos y malteses de sangre caliente el comisario puede comprender que al ser humano celos odio codicia siroco circunstancias se le suba en ocasiones la pólvora al campanario y en tal caso mate y se haga matar forma parte del orden natural de las cosas la madre porque la mía lo maté porque me miraba mal para robarle porque se interpuso en mi camino porque estorbaba me lo cargué e incluso por buen viejo y sólido odio latino que según los sitios puede ser el mayor de los atenuantes o le disparé de trinchera trinchera o el lugar parecido porque era un enemigo a juicio de campelo todo eso puede comprenderse combinarse y hasta negociarse hoy por ti y mañana por mí cuando es posible vamos a entendernos ya darnos margen unos a otros mientras podamos si nos dejan pero quitar la vida de una manera organizada y fría con tiempo para pensarlo y por imperativo legal hace que el comisario-jefe gibraltar security branch se sienta incómodo sobre todo cuando el mismo con su trabajo es quien ha hecho posible que le pongan al infeliz de turno al de hoy una soga al cuello en todo eso piensa can pelón con las solapas del abrigo subidas y las manos en los bolsillos mientras ve conducir al reo hacia el cadalso la guerra y la situación local meten prisa de manera que esta vez todo ha ido administrativamente rápido confesión juicio sumarísimo sentencia punto final la justicia de su majestad tiene urgencia necesita dar ejemplo y pregonar escarmientos y la hora es adecuada el patio de maurice castle junto al foso está mojado por la lluvia reciente y la humedad del amanecer que aún le disputa el cielo a la noche negro azulado a poniente y tonos plomizo se levante sobre la vieja torre del castillo en torno a la que planean con agudos chillidos las primeras gaviotas madrugadoras al hombre que van a ahorcar le flaquean las piernas y dos guardianes lo sostienen por los brazos para ayudarlo a caminar mirando cómo hace campelo hay un sacerdote católico con sotana un par de oficiales de uniforme un representante del gobernador y un periodista del liberal tar chronicle al tiempo que leen la sentencia conspiración sabotaje y otros etcéteras el preso atadas las manos a la espalda mire con ojos espantados la horca que gotea de humedad junto a la que esperan el verdugo militar y su ayudante y cuando al fin mueve los labios susurrando algo inaudible el cura se acerca y le habla al oído en voz baja suben después los diez peldaños reo y guardianes y una vez arriba todo transcurre con rápida eficiencia británica se apartan los guardias el ayudante pone al reo una capucha negra el verdugo le gusta el nudo corredizo tira de la palanca se abre la trampilla y el cuerpo cae como un saco pesado hundiéndose hasta la cintura mientras suena el chasquido sordo de las vértebras del cuello al romperse escucha campelo sus propios pasos bajo la bóveda de piedra al dirigirse a la puerta del castillo y allí como si dejase atrás un submundo lóbrego de ecos y sombras sale a una claridad distinta que ya dibuja la ciudad cobijada bajo el peñón la extensa bahía y las montañas al fondo las pruebas de los barcos fondeados apuntando al sur donde por la parte de áfrica un desgarrón en las nubes empieza a filtrar una luz nacarada y rosa anuncios de buen tiempo regresa el policía al centro de la ciudad por las escalinatas que bajan del castillo caminando primero por las calles estrechas y empinadas de la parte alta y luego por las que conducen a main street' en vélez line se detiene en un café recién abierto a desayunar y fumar el primer cigarrillo del día después compra los periódicos las tropas del eje expulsadas del norte de áfrica sigue por la calle principal cuyos comercios empiezan a despertar y se detiene respetuoso mientras izan la bandera en el balcón de la residencia del gobernador taconazos de botas claveteadas sonido marcial de culatas contra el suelo gritos del sargento mayor presente en armas sonido de trompeta caritat a la union jack subiendo por el mástil mas taconazos más ruido de culatas y la tropilla de impecables soldados son rosados rubios y pelirrojos desfilando marcial un aro un aro de vuelta a la garita de la guardia situada al otro lado de la pequeña plaza frente al convento flanqueado por cuatro bares y dos tiendas donde se venden cigarrillos y licores libres de impuestos dios salve al rey o sea gibraltar joya de la corona hassan pizarro weithman y gambaro esperan en la oficina del brunch frente al cementerio de trafalgar campero los convoco para primera hora y cumplen por la cuenta que les trae están sentados en la sala de reuniones en torno a una mesa donde hay tazas de té y café vacías una jarra de vidrio con lápices un cuaderno de notas y un cenicero publicitario de whitehorse lleno de colillas en la pared jorge sexto vestido de almirante y churchill prometiendo sangre sudor y lágrimas abrir la ventana que esto que están obedecen se han puesto los tres en pie disciplinados cuando se sientan campelo los informa el chico chaqueteo al ver la soga resume que lo hubiera pensado antes eso dice weidman el galés con una mueca ruda que enfría más sus ojos claros los otros dos se muestran de acuerdo un cabrón menos opina hassan pero aún quedan sueltos unos cuantos observa campelo y de eso tenemos que ocuparnos hace un rato en el castillo kirby me ha dado un toquecito a su estilo lo miran expectantes milk y bean es el hombre del gobernador para asuntos de seguridad interior un militar seco y desabrido de la línea dura estuvo destinado en irlanda hace 20 años y se le nota suele fumar mala leche confirma que están formando el nuevo convoy en dos o tres días estarán todos los barcos aquí escolta incluida naves grandes inquiere weithman un par de cruceros y también mercantes nuestros y norteamericanos destino no me lo ha dicho podría ser alejandría esto va a convertirse en un escaparate tentador apunta acampar o un panal de rica miel dice hasan a siente preocupado campelo por eso nos piden que abramos los ojos se esperan acciones navales o aéreas enemigas y no quieren que desde aquí dentro se faciliten las cosas cada día entran y salen miles de españoles comisario y me lo dices a mí no aclaró pero los milagros ocurren en lourdes no en gibraltar podríamos montar una redada preventiva sugiere el amparo tenemos media docena de hombres bajo vigilancia mueve campelo la cabeza escéptico eso no servirá de nada se nos iban a llenar los calabozos de gente a la que habría que interrogar y poner a punto y no tenemos tiempo ni personal para eso pidamos refuerzos a los de inteligencia militar no me harto de vino pido ayuda a esos le corta campelo decir inteligencia militar es un oxímoron parpadea gambaro aunque olvidado se palpa el comisario los bolsillos saca el paquete de tabaco y lo tira sobre la mesa cada cual coge un cigarrillo y se lo encienden unos a otros los del servicio de información prosigue campelo son unos idiotas que no entienden nada creen que sobornando a contrabandistas militares y guardias españoles se arregla todo si algo sale bien se lo apuntara en ellos y si sale mal nos lo colocarán a nosotros mejor tenerlos lejos coincide hassan no te quepa duda por otra parte con una redada a lo bestia sólo conseguiríamos alborotar el gallinero alertando de que hay algo gordo que proteger prefiero cirugía fina se pone un pitillo en la boca y mira al subordinado que se lo enciende solicito que hay de ese español que trabaja en los astilleros en tal garcía vigilado desde que cruza la verja hasta que sale seguro no eructar sin que lo sepamos algo que adjudicarle nada por ahora pero ya qaeda se queda pensativo campelo coge un lápiz de la jarra le da vueltas entre los dedos comprueba la punta y la libreta de la línea tampoco nada comisario al menos de momento allí hace vida normal y no ha vuelto por aquí si aparece estos días quiero que se me avise inmediatamente descuide dibuja campelo en el cuaderno figuras geométricas desprovistas de sentido una especie de laberinto sin salida al que intenta buscarle una sabíais que a su marido lo mató la royal navy hace dos años dice de pronto ni idea responde gambaro pues ya veis hundieron un barco neutral con él dentro en el norte de áfrica vaya y usted cree que yo no creo ni dejó de creer miró y esperó se dirige a hasan ya tenemos a alguien al otro lado como ordene ocupándose de ella tenemos lo tranquiliza subalterno mucho ojo con eso no vayamos a meter la pata y espantar la caza no se preocupe me pagan por preocuparme y a vosotros para que no me preocupe yo sospecha que ella está relacionada se interesa gambaro campero sigue dibujando mientras fuma entornados los ojos por el humo yo no sospecho nada de momento sólo sé que ahí puede haber un hueco en la seguridad un punto débil y quiero asegurarme habría que interrogarla no en plan bien sin apretar a un solo delantero a ver por dónde respira estoy de acuerdo comisario se adhiere hassan si no está me tira nada no hará ningún daño comprobarlo ni a ella ni a nosotros pero sí lo está la pondremos sobre aviso objeta campelo lo piensa un momento hassan y que concluye eso la alejaría una temporada miedo del cuerpo al menos mientras se forme convoy alza el comisario la cabeza y mira weithman qué opinas tú gales yo me dejaría de paños calientes la traería y le sacaría lo que se paga a golpes lo contempla campelo como si no esperarse de él otra cosa muy propio de ti hombre así se conservan imperios se ha mostaza el subalterno usted ha pedido mi opinión ya así y nunca te has preguntado por qué ellos soy comisario y tú no encoge weithman los hombros obtuso me faltan estudios y cerebro criatura mi cerebro devuelve campelo el lápiz a la jarra arranca la hoja del cuaderno y la rompe en pedacitos minúsculos habéis pescado alguna vez un pez espada niegan hassani weithman yo sí comisario afirma gambaro con palangre nombre déjate de palangres me refiero a la caña en plan mar abierto a eso no nunca apaga campelo la colilla en el cenicero cuidando que la brasa se extinga bien el truco consiste en negociar el sedal con el comprendes y aflojas muchos en arga si tiras demasiado se rompe el sedal y lo pierdes hay que arriar y cobrar arriar y cobrar todo el tiempo con buen pulso y mucho tacto me sigues ya veo si lo a rimas poco a poco con tirones de la caña y al final cuando lo tienes junto al barco le metes el gancho por las agallas lo subes a bordo y los remates de un estacazo se ha puesto en pie estirando los brazos antes de acercarse a la ventana más allá de la explanada puede ver el cementerio de la carretera que asciende por la ladera abriéndose paso entre el desgarro cada vez mayor de las nubes el primer rayo de sol desliza una luz dorada por la cresta del peñón de vuelo que con esa mujer dedicándole atención y paciencia podríamos tener buena pesca así que no me jodáis que no se os ocurra romper el sedal antes de tiempo invite a cenar a alfred campelo en el restaurante brief de puerto banús para agradecerle haberme permitido leer los diarios de su padre el jubilado gibraltareño había sido muy amable conmigo pues durante tres días pude consultar los cuadernos en su casa y gracias a eso disponía ahora de una libreta propia llena de interesantes notas también conocía por fin detalles muy precisos sobre la audaz operación que el grupo osa mayor llevó a cabo a finales de 1942 contra el convoy ph 22 en el puerto de gibraltar en especial sobre su dramático desenlace y el papel decisivo no registrado en los informes de la regié marina ni en las relaciones británicas que él en árboles había desempeñado en él con eso en mi poder el espacio que en el relato reservaba la imaginación era escaso sentimientos de algunos personajes y recreación de detalles secundarios en cuanto al asunto principal los hechos quedaban claros yo había empezado ya a escribir la historia o más bien me encontraba estableciendo la trama el punto de vista y el carácter de los personajes al comienzo por así decirlo de mi propia aventura y alfred campelo se interesó por ella porque una novela y no un libro documento quiso saber respondí que la época de ser fiel a lo ocurrido quedó atrás con los 21 años de vida pasada como reportero hacía tiempo que era escritor profesional ahora contaba historias imaginadas o tratadas mediante ese filtro recreaba el mundo a mi manera y ofrecía a los lectores vidas alternativas posibles o probables con la certeza de que paradójicamente la ficción permitía penetrar más en lo sucedido que el simple relato de los hechos me gustaría saber cómo elige su trama que los sedujo de esta se lo conté desde el principio el hallazgo casual de la librería old terra en venecia la foto de deseo lombardo el contacto en nápoles con llenar o square grupo y la serie de reportajes publicados años atrás y además de todo eso el material que es sin objeto inmediato había ido acumulando durante cuatro décadas aquella era una más de las novelas posibles por escribir que en su mayor parte tal vez no se escribiera nunca y por qué eligió esta en realidad son las novelas las que me eligen a mí se refiere a que elige en ella sonreía sorprendido como la mujer hermosa y los francotiradores rey algo parecido algunas historias maduran durante años y otras surgen de improviso sin esperar las estábamos cenando pescado y vino tinto alfre el campello no soportaba el blanco a esa hora y yo tampoco más allá de la terraza sonaba la música amortiguada de un restaurante cercano con baile incluido para turistas británicos una cantante hacía una versión razonable de los ojos de bette davis imitando la voz aguardentosa y rota de bonnie tyler el hijo del comisario campelo me observó con una amable curiosidad ya ha averiguado lo que deseaba en buena parte goce de las anotaciones de su padre son decisivas para eso conocía la historia pero me faltaban piezas internas del rompecabezas espero que no haya sacado una conclusión negativa sobre el viejo harry todo lo contrario sus anotaciones son lucidas objetivas incluso honradas eran hombres duros en un mundo duro era hacia su trabajo y lo hacía bien mi interlocutor se había puesto las gafas de lectura y con la pala y el tenedor se paraba cuidadosamente las espinas del pescado lo de esa mujer elena árbol supongo que fue tan necesario como todo lo demás apunten era una guerra permanecía un momento callado había guardado las gafas bebió más vino y dice que después ella y ese buzo italianos se casaron así fue vaya me alegro parecía sinceramente admirado hubo final feliz en 12 no para todos precisó no desde luego bebió el gibraltareño otro sorbo de vino había despachado el solo si me ayuda tres cuartos de la botella y dibujó una sonrisa cómplice que entre aquella verdad sí respondí y todavía me asombra es extraordinario que desde la remota antigüedad en todos los momentos de la historia haya habido voluntarios hombres y mujeres dispuestos a hacer lo que ellos hicieron capaces de darse una alegre paseo por la boca del infierno patriotismo supongo en muchos casos no estoy seguro elena árboles por ejemplo no actuaba por patriotismo al final esa resulta una palabra vacía creo que resume o simplifica cosas mucho más complejas carácter de cada cual lealtad desafío venganza tenacidad aventura el ser humano es una caja de sorpresas se quedó considerándolo después tras consultarme con un movimiento de cejas hizo una seña al camarero para que abrirse otra botella de juan hill también de infamia no cree dijo y de grandeza tiene razón probó el vino y le pareció bien en el local de enfrente a la cantante la había relevado una voz masculina a quien invitaban ahora era a tom jones cantando delilah un repertorio clásico para jubilados de glasgow y abuelas de manchester me incliné sobre la mesa apoyándome en ella junto al codo derecho estaba mi libreta de notas me dio un golpecito con un dedo lo que hicieron aquellos pocos hombres fue asombroso opiné los imaginas de noche cruzando una y otra vez la bahía atacando del mismo modo hombres solos contra toda una flota enemiga en malta en suda en alejandría para que luego los anglosajones cuando cuentan la guerra en el cine y los libros desprecian a los italianos parecía sorprenderse ante mi enfoque del asunto por eso escribir a esta novela para hacerle justicia no pretendo tanto ni creo que lo necesiten me limito a intentar contar buenas historias y sin duda ésta lo es italiano fascista de mussolini alfred camps él sonreía irónico sucio y despreciable para getty así lo planteaban los británicos combine y en cierto modo lo siguen haciendo miro su copa de vino y tras un momento la tomo entre los dedos me gusta que diga eso y que escribe el libro al fin y al cabo también mi apellido es italiano acuérdese del cuchillo que tengo en casa alzó la copa como en un brindis quizá por eso mi padre los comprendía bien nazaret castejón es una cobertura apropiada la bibliotecaria del ayuntamiento tiene previsto hacer compras en gibraltar así que elena la convenció para ir juntas por eso cruzan temprano la verja en compañía de samuel zocas cuando el doctor se despide para ir al hospital las dos mujeres pasean recorriendo las tiendas de la calle principal de la colonia después de cambiar pesetas por libras en el banco galliano nazaret comprar ropa interior unos zapatos good year wells trajo puesto unos viejos para cambiarlos por esos y una linterna eléctrica y elena dos carretes fotográficos y un frasco de color me gusta como huele ese perfume comenta nazaret cuando salen de la tienda se detiene elena indecisa pues ven anda volvamos que te lo regalo no mujer gracias pero no introduce elena una mano en su bolso saca el frasco y se lo ofrece bueno pues toma el mío él tampoco de verdad te lo agradezco se toca nazaret el corto cabello gris y sonríe melancólica soy consciente de mis limitaciones de qué limitaciones hablas no es aroma apropiado para una solterona funcionaria de biblioteca no digas tonterías hablo en serio tú sin embargo eres joven ahora es elena quien sonríe cada vez menos responde caminan calle abajo en dirección a la piazza y el convento cruzándose con militares de uniforme y algún transeúnte civil es casi mediodía en el cielo quedan algunas nubes pero el sol ha rebasado la sombra del peñón e ilumina las fachadas blancas pasado el mal tiempo la temperatura vuelve a ser agradable lo echas en falta preguntas súbitamente nazaret llegas a acostumbrarte a la ausencia elena sigue andando un trecho antes de despegar los labios la ausencia de quien responde al fin vacila la bibliotecaria se ajusta mejor los lentes sabes aquí me refiero a punta pero no deseo ser indiscreta o por favor no quisiera incomodar t se ha detenido elena ante una tienda de ropa asiática aparentando mirar los pijamas de seda expuestos en la entrada observa con disimulo a los transeúntes por enésima vez desde que hace hora y media pasó a este lado de la frontera intenta comprobar si alguien la está siguiendo en la esquina con la piazza ve a un hombre de paisano parado ante el quiosco de prensa mirando periódicos y revistas pero sin comprar nada estabas enamorada de tu marido inquiere nazaret sí claro responde distraída sin pensarlo atenta al hombre del kiosco o supongo que si no sabes cómo te admiro tu entereza tu independencia ser capaz de superarlo así mira elena incomoda a la bibliotecaria menuda insignificante facciones de ratón tímido y miope a qué viene esto piensa precisamente hoy nos conocemos hace dos años es cliente de mi librería y nos vemos un par de veces cada semana y me sale por ahí confidencias femeninas no me gusta hablar de eso responde tiene razón perdón a una mujer con uniforme de la rafa se ha reunido con el hombre que miraba al kiosco se besan y se alejan cogidos del brazo aliviada elena observa de nuevo la calle a uno y otro lado sin advertir nada más que la inquiete de pronto comprende que ha sido brusca con nazaret la tensión le endureció el tono quizá todo sea casual por parte de la bibliotecaria así que le ofrece una sonrisa conciliadora de cierta clase de soledad acaba siendo aceptable dice incluso habiendo estado felizmente casada si incluso hace la bibliotecaria un ademán resignado sobre eso no puedo hablar con autoridad suspira melancólica su tono hace que elena se crea obligada a prolongar un poco la conversación a mostrar interés nunca aventuras sin acabar la frase se anima al rostro de la otra o si en desde luego responde con repentino vigor tuve un prometido hace veintitantos años un compromiso formal no era mal hombre y qué sucedió se fue eso es todo marchó a américa las cartas se espaciaron y al fin dejaron de llegar después supe que ese caso en venezuela y tú estaba demasiado abatida para empezar de nuevo demasiado triste por decirlo de un modo bonito cerré mi corazón dice la oposición a funcionaria de archivos y bibliotecas me centre en mi trabajo renuncie a todo aquello es suficiente concluye elena en sus adentros con esa conversación queda cubierto lo sociable del paseo justificada la cobertura la compañía de nazaret ya no le es útil ahora hay otras cosas que hacer pruebas arriesgadas por superar mire con discreción el reloj y se dispone a despedirse me parece que voy a hay en ti algo de vital de sereno la retiene la bibliotecaria una especie de energía tranquila pp hizo casi lo comentan a veces como si una parte de tu carácter no hiciera mella el mundo bonita frase es del doctor mir a elena entorno procurando disimular su incomodidad a la tensión se suma ahora un vago recelo vuelve a sentirse suspicaz pues la charla de su acompañante sigue pareciendo le poco natural quizás sospechosa así que mientras procura mantener la cabeza fría analiza la situación las preguntas de nazaret y sus posibles respuestas quizá concluye precavida también la amenaza esté allí mismo más cerca de lo que imagino cada una es como es dice por decir algo es verdad yo vivo mirando hacia dentro entiendes a qué me refiero hablo de mi vida mi trabajo mis tres gatos pero es como si tú miras es hacia afuera no como si en caras es la vida con desafío tampoco es descartable reflexiona elena que nazaret persiga confidencias de modo inocente en la tertulia del café anglohispano no suelen estar solas y tal vez la compra del perfume suscite esa deriva de la conversación entre mujeres desafío dices sí esa es quizá la diferencia resignación frente a desafío en ocasiones parece que tuvieras cuentas pendientes con la vida comprendes no demasiado como si esas cuentas en lugar de brun arte te estimularán sin olvidar las nunca es absurdo piense irritada elena primero la preocupo el supuesto recelo del doctor zocas que esta mañana sin embargo se ha conducido con toda normalidad y ahora sospecha de nazaret que ya es el colmo lo más probable concluye es que está empezando a ver fantasmas a pagar el precio de estos días extraños con eso en la cabeza vuelve a mirar el reloj mientras busca la manera de despedirse el tiempo pasa está bajo demasiada tensión y siente que la cámara fotográfica va a estallar dentro del bolso pepe aljaraque lo comentó en el café recuerda la bibliotecaria si fueras hombre dijo serías un individuo peligroso la mira cómplice te acuerdas no miente vena o yo sí y me encantó tu respuesta si fuera hombre dijiste no sería ni la mitad de peligrosa de lo que puedo ser como mujer fanfarroneaba responde con sequedad nazaret la mira insegura después esbozó una sonrisa que parece forzada sí claro supongo que sí cuando harry cam pelos sube dos pisos y entra en la librería la mujer está sentada al fondo rellenando fichas de cartulina con los datos que extrae de una pila de libros es joven de buen aspecto vestida con una correcta blusa blanca y rebeca beige tal vez no sea especialmente guapa piensa el policía pero sí atractiva al sentirlo entrar ella levanta la vista tiene unos bonitos ojos oscuros le dedica una vaga sonrisa y vuelve a su trabajo es city el gobi que leía sentado en una mecedora quien va al encuentro de campelo vengo a echar otro vistazo los saluda esté claro por supuesto mire lo que quiera está en su casa retorna el librero a su lectura y lo deja tranquilo fingiendo interés por la mesa de novedades el policía euro nea entre los libros como la otra vez la mayor parte de títulos y autores no le dicen nada andrews software frac winner ton solo salgari y sabatini el del capitán black recuerda le suenan de algo también le sorprende la cantidad de novelas escritas por mujeres 2 y cunningham como agatha christie y otras hay docenas de ellas aparentando curiosidad campelo ojea un ejemplar de la historia de tom jones de un tal feeling y un libro ilustrado con el sugerente título de raza sexo y medio ambiente para comprobar decepcionado que es un tratado sobre clima y geografía de manera que deja ese libro coge otro y mientras lo hace dirige discretas miradas a la terraza cuya puerta vidriera está cerrada así poco a poco del libro el libro y con aire casual se va acercando a la mesa donde trabaja la mujer una vez allí le muestra el ejemplar que tiene en las manos del que apenas ha mirado el título qué tal este es bueno lo ha preguntado en inglés ella mira y asiente amable sobre la mesa tiene varios libros o una pila de fichas y un bolso grande de piel debe de andar por los veintitantos años largos calcula el policía al verla erguirse en la silla intuye que es alta un metro setenta y cinco o por ahí de pie sobrepasaría sin duda al propio camps el o el maquillaje es mínimo apenas un toque de jus en la boca y nada de sombra de ojos charles mallet es un buen biógrafo responde ella s es sobre admiro su vida y sus novelas ya desde luego titubea campelo hop naturalmente ya sabe el autor de el prisionero de zenda habla un buen inglés observa el casi tan bueno como el suyo que nació en malta aún moje a un momento el libro como sin duda se sigue clara bambi y la película buena no cree en buenísima ronald colman está estupendo lo último la dicho campelo en español y la ve sonreír al advertirlo no asuste de gibraltar verdad pregunta el policía vivo en puente mayorga pero pasé aquí tres años durante la guerra de españa en refugiada mi padre por eso habla también inglés ella le pone el capuchón a la estilográfica tampoco usa laca de uñas ni anillos ni pulseras sólo un reloj de mujer en la muñeca derecha ha estado manejando la pluma con la izquierda luego es zurda y unos pendientes en forma de pequeñas bolitas de oro es posible si responde suena la campanilla de la puerta y entra un cliente eso preocupa campelo que teme que se trate de algún conocido pero es un hombre de mediana edad con aspecto de militar vestido de paisano al que no ha visto nunca antes el dueño de la librería se levanta de la mecedora va al encuentro del recién llegado y hasta campelo llegan retazos de conversación chesterton henry james nombres de esos no sabía que el señor cobo vilches tuviese una empleada española comenta hace la mujer un ademán negativo en realidad o trabajo para él tengo una librería en la línea que bien aparenta sorpresa el policía voy por allí de vez en cuando puede que la haya visto alguna vez se llama circe en la calle real claro que sí ya sé cuál es pero nunca entre mira a ella la biografía de job que campelo aún tiene en las manos y sonríe por segunda vez no es muy lector verdad mi mujer sí lo es esquiva el desenvuelto y siempre me pide que le mande libros ella parece mostrar interés por el detalle familiar coge el bolso que está cerca de campelo y lo aparta a un lado como si molestará fue evacuada su esposa está en belfast con los niños comprendo será un placer atenderlos iba por el pueblo tenemos un buen surtido de libros en español e inglés como bitches sigue conversando con el cliente ajeno a ellos ahora mencionan los sonetos de shakespeare campelo decide arriesgar un poco disculpe mi indiscreción pero me pica la curiosidad que hace aquí si no es empleada de la librería ella les sostiene la mirada y parece tranquila nada advierte el policía de incómodo o alterado en la expresión de su rostro nada que motive una sospecha sin ti él es un viejo amigo responde con naturalidad trabajé con él cuando vivía en gibraltar y ahora vengo cuando puedo a echarle una mano a vaya su esposa está enferma si eso me dijo indica campelo la terraza con la demanda y vigente esta es una zona peligrosa comenta demasiado cerca del puerto verdad los ataques aéreos y todo eso ella lo observa con la misma calma que antes pero su mirada se ha vuelto opaca bueno eso suele ocurrir de noche le quita el capuchón a la estilográfica y se incline sobre las fichas y tampoco vengo todos los días cuando el punto hombría va a doblar la farola del dique sur de algeciras elena se levanta del banco de madera y sale a cubierta por la parte de popa bajo la bandera española que flamea en el mástil una vez allí las manos en los bolsillos de la gabardina y la brisa marina revolviendo en el cabello sobre la cara dirige una mirada a la roca lejana de gibraltar que es un grueso trazo pardo entre el azul claro del cielo y el oscuro de la bahía es bueno sentirse libre y viva piensa y respira hondo su corazón que hace poco más de una hora parecía una piedra negra y dura contraída de incertidumbre se esponja y late relajado el hueco que le crispa va el estómago desapareció por fin y el pulso en las muñecas discurre normal diluyendo el miedo de nuevo se siente a salvo fuera de la zona hostil el carrete fotográfico cosido en el interior del bolso junto a la cámara cargada ahora con una inocente película que registra fotos banales sirte él como bitches su mecedora mainstreet el escaparate de una tienda de modas ya no arde como una brasa oculta que amenace con pegarle su vida y sin embargo todo sigue registrado ahí el puerto las instalaciones los grandes buques de guerra llegados durante la noche ahora amarrados a las boyas interiores oa los muelles de dentro aparte las naves menores dos son grandes como acorazados o cruceros de batalla y otro un transatlántico pintado de gris amarrado al dique central parece un transporte de tropas estremecida cual si reviviera una película que hubiera discurrido muy despacio elena rememora cada paso cada momento cada latido de angustia del corazón cada sequedad de la boca gritaría de alivio si no fuera a llamar la atención de los otros pasajeros por prudencia esta vez eligió otro camino de regreso el pantalán civil situado por fuera del muelle norte donde cuatro veces al día a traca el barco que enlaza gibraltar la línea y algeciras y ahora mientras ve volar las gaviotas en la estela del barco recuerda su propio caminar por el pantalán aparentando calma cuando llegaba al control con el bolso colgado del hombro los rostros de los aduaneros gibraltareños y los soldados ingleses que la miraban con curiosidad o indiferencia en la angustia son medio minuto transcurrido desde que entregó su pase a un policía y el momento en que éste se lo devolvió y después los últimos metros por la pasarela resonante mientras subía a bordo tan tensos los músculos como si a guardarse un disparo por la espalda a la espera de un grito una voz áspera súbita que le ordenará detenerse y al fin el alivio voces de marineros españoles al soltar amarras el punta umbría separándose despacio del muelle con cubiertas de neumáticos colgadas como defensas y el movimiento de la nave al adentrarse en la bahía el balanceo por la marejada disminuye cuando el barco penetra en el resguardo del puerto y enfila el lado sur del muelle de la galera a un lado amarrado al dique con la proa hacia la bocana está el barco de los italianos el enano ve de cerca y contempla su aspecto de abandono el casco negro con grandes chorreras de óxido el nombre hortera apenas visible en la proa la superestructura descuidada y sucia hay un hombre sentado en un andamio en la banda que da al puerto que martillea y rasca la pintura vieja y otro que ha apoyado sobre él es joven de un ancla fuma contemplando la pequeña nave que pasa cerca por el muelle entre la farola y la pasarela del barco camina un guardia civil armado con un fusil no lo haré nunca más decide elena mientras mira el barco y el peñón lejano con dos veces es suficiente yo no sirvo para esto se retrasa dice dese lombardo preocupado mire a square chalup o el reloj o quizás sea el barco si los dos italianos están recostados en un muro del banco español de crédito frente al campanario de nuestra señora de la palma desde hace una hora larga sin moverse del lugar fuman y esperan viste en chaquetas viejas camisas blancas sin corbata pantalones de dril y alpargatas marineros en tierra hay media docena de colillas a sus pies vigilan la plaza alta de algeciras corre demasiado riesgos comenta lombardo llenaros cual chalup o mire con curiosidad a su compañero lo conoce muy bien está al tanto de su temple y por eso le sorprende verlo inquieto como nunca lo había visto antes ni en los más duros entrenamientos ni en las misiones bajo el mar es una mujer de los pies a la cabeza dice para tranquilizarlo sabe lo que hace no estoy seguro de eso es cualquier grupo sigue mirándolo preocupado katz o deseo que diablos te pasa pueden haberla detenido chasquea la lengua el napolitano y puede hundirse su barco otros caernos encima este campanario no te fastidia se ha puesto en peligro todos estamos en peligro hermano quiso hacer lo que hace y el teniente mat santini confía en ella mueve el otro la cabeza con obstinación no debemos permitir que basta hoy en serio se impacienta squares el grupo déjalo ya el sol empieza a bajar sobre los edificios cercanos las sombras de la iglesia las palmeras y las farolas se alargan en el pavimento donde juegan niños a los que vigilan mujeres desde los bancos de azulejos lombardo se aparta del muro da unos pasos hacia la esquina sin perder de vista la plaza y regresa junto a su compañero porque hará esto porque se arriesga así te lo estás preguntando asedio es claro como pocas cosas en mi vida oye empiezas a preocuparme no responde el veneciano con las manos metidas en los bolsillos es cual grupo se encoge de hombros no tengo la menor idea de por qué se arriesga las mujeres emiten en su propia longitud de onda y ésta odia a los ingleses desde luego al fin y al cabo la dejaron viuda a lo mejor le gusta al duce no me jodas llena que tendría de raro a mí el dulce me es simpático ya lo sabes ardis con honor disco y fascista no usa las sensores ya sé que a ti te gusta menos es verdad pero como eres del norte donde sois más de piñón fijo que un sargento de carabineros por encima a italia el deber y todo eso no es cierto algo así pues los del sur somos más de amor o de odio figúrate yo a mussolini lo quiero como a un padre y como una madre se ua sea lombardo no te pases hermano sonríe el otro denúnciame al teniente mat santini ya sabes desafecto al fascio aceite de ricino y todo eso como en los buenos tiempos no se ofende squarcia lupo es meridional partenopeo y sabio y aprecie mucho a su compañero si al de igor voy a denunciar te responde con buen humor otro como tú me tenéis rodeado con tanto sentido del deber patria parten yo combato los ingleses porque son unos hijos de se quedan callados mirando la plaza squarcia lupo observa que su compañero vuelve a consultar el reloj con inquietud no comprendo por qué a algunos no os gusta el dulce e insiste para distraerlo es un verdadero genio como el de la lámpara sonríe otra vez de lombardo pídeme un deseo y te bombardearan los americanos no seas bobo las mujeres que es a lo que iba se vuelven locas por él a ver si te enteras cuando sueltas sus discursos en el balcón del palacio venecia gotean agua de limón yo estuve allí una vez y las oí te lo juro shop top shop hacían no seas bestia bestia dices crees que exagero tú sabes cuántas cartas de amor recibe el día dejan holanda también a esa española le cae simpático tú no insiste en napolitano no es ningún secreto desde que te rescató en aquella playa todos nos damos cuenta tan romántico verdad y es que ellas son románticas compañeros les encanta hacerlo y nosotros somos italianos o sea la tierra de la mortadela y del amor vale para dejarlo ya si llego a ser yo a quien lleva esa noche a su casa como un atún recién pescado no se me escapa ni dando saltos decir tonterías tonterías si yo fuera tu saca lombardo otra vez el paquete de tabaco o manda fuma y calla a medio llevarse el cigarrillo a la boca el veneciano se queda inmóvil sigue es cual chelu por la dirección de su mirada y descubre a la mujer cruzando la plaza desde la esquina de la calle cánovas del castillo en dirección a la iglesia viste una gabardina y lleva un bolso colgado del antebrazo al llegar al umbral la ven cubrirse la cabeza con un pañuelo y desaparecer en el interior la sigue alguien pregunta es cuál se agrupó mientras mira alrededor parece que no devuelve lombardo el cigarrillo al paquete y se lo guarda en el bolsillo después esperan inmóviles y atentos sin apresurarse cuando confirman que no hay ninguna presencia sospechosa en napolitano tocan un brazo de su compañero ve a lo tuyo hermano que yo vigilo salud a la de mi parte y también de la del duce se aleja ya el otro hacia la iglesia va afán q lo llena dice sin volver se ríe el napolitano sí pero eso luego antes que de de las fotos la iglesia está desierta y solo reluce la llama de una lamparilla a un lado del altar mayor sentada en uno de los últimos bancos entre las columnas de la ancha nave central el en árboles contempla el retablo y la talla de la virgen que dañada durante los sucesos de la republica hace poco fue restaurada y de vuelta a su lugar el tiempo la ha liberado de creencias religiosas y ni siquiera la presión de la sociedad católica salida de la guerra civil la obliga como a tantas mujeres españolas a las muestras externas de devoción y la misa dominical vive ajena a fingimiento alguno esta es la primera vez que pisa una iglesia desde hace más de media vida y nunca olvidará porque siendo una niña de 13 años que se confesaba junto a otras compañeras de colegio un sacerdote se negó a darle la absolución porque la blusa que vestía dejaba sus brazos desnudos demasiado a la vista así que sin protestar ni decir una palabra avergonzada y resuelta a la vez elena se levantó del confesionario salió de la iglesia y nunca volvió a pisar una ahora permanece inmóvil mirando el altar mientras espera el ruido de pasos a su espalda por el pasillo central pero no oye nada hasta que de pronto un roce la hace volver la cabeza el segundo capote se o lombardo acaba de sentarse en el banco a su lado el perfil de bronce antiguo se recorta en la claridad tamizada de los tragaluces pelo corto y negro nariz fuerte mentón duro donde azul e a un poco la barba vino caminando igual que un gato piensa a ella como un griego que saliese del caballo de madera en plena noche y no lo ha oído llegar 9 rencores de viejos dioses permanecen en silencio sin mirarse con el bolso en el regazo elena espera que se calmen los latidos de su corazón arriba en la torre el reloj hace sonar siete campanadas que repicarán lejanas con una vibración metálica y hueca que resuena amortiguada en la nave de la iglesia vacía al fin metiendo las manos en el bolso descose la costura del extrae el carrete fotográfico oculto y lo deja en el banco entre teseo lombardo y ella lo coge aquel y se lo guarda en el bolsillo de la chaqueta nada más hay que hacer así que elena cierra el bolso y piensa en levantarse y salir de allí pero no se mueve también el hombre se mantiene quieto a su lado no lo haré más murmura ella de soslayo lo veas sentir despacio y va a aconsejarle lo mismo que no lo haga más no debería volver allí eso piensan sus compañeros tarde el italiano en responder eso pienso yo dice callan de nuevo y es elena quien habla tras un momento creía ser más fuerte pero no estoy preparada para estas situaciones lo he intentado y no soy capaz pero ha traído más fotos así claro base traída confío que estén bien fotografió el puerto y lo hice los barcos de guerra como me pidieron hay más que la otra vez grandes un par de ellos sí dos acorazados o cruceros amarrados a los muelles ustedes sabrán lo que son hay también allí un transatlántico pudo fotografiarlo si es uno pintado de gris que está amarrado al muelle del centro lo hice ese es en efecto se llama look on ya ha hecho un buen trabajo espere revelar las fotos no sé cómo serán de buenas otra vez se quedan en silencio siguen sentados a poca distancia uno de otros sin tocarse elena casi puede sentir el calor cercano del cuerpo del hombre todo fue bien pregunta el de pronto ningún incidente ninguno que yo sepa cree que alguien sospecha de usted no lo creo lo piensa un poco más el dueño de la librería desde luego que no en ese momento recuerda al gibraltareño de la biografía de anthony hope aunque un cliente estuvo comprando libros e hizo algunas preguntas a usted o al librero se interesa lombardo a mí algo para inquietarse no sé no creo quizá preguntó demasiado pero es normal no hay muchas mujeres en la colonia y seguramente les sorprendió verme allí preguntó si era española inglés o gibraltareño de allí llanito como los llamamos nosotros un sacerdote de sotana y pelo cano sale de la sacristía y les dirige una ojeada de vaga curiosidad luego se arrodilla ante el sagrario se santigua y desaparece por una puerta al otro lado del altar mayor no debe usted volver a gibraltar eso creo yo se toca lombardo el bolsillo donde guardo el carrete con esto ha cumplido de sobra me refiero a su compromiso supongo que si no cree que usted y los suyos tienen suficiente por supuesto ahora se ha vuelto a mirarlo su perfil inmóvil en la penumbra de la tarde que agoniza fuera y la lejana lucecita del santísimo sin ningún esfuerzo elena intuye en el viejo rencores de dioses asia el héroe de muchos senderos que navega de vuelta a su patria después de degollar hombres e incendiar una ciudad y ella en la orilla fascinada viéndola aparecer desnudo cubierto solo de barro y sal al encuentro de la muchacha de trenza dos cabellos piensan actuar pronto ha bajado más la voz para preguntar pero el italiano no responde permanece mirando hacia el altar mayor como si no hubiese oído nada es una mujer muy valiente dice al cabo de un momento mueve ella la cabeza no diga tonterías usted y sus compañeros sí que son valientes apoya era una mano en el respaldo del banco contiguo fuerte morena de uñas anchas y muy cortas alguna vez me gustaría saber de verdad porque lo dejáis súbitamente inseguro casi con timidez después retira la mano cuando advierte que le nada está mirando sonríe ella a mí también me gustaría saberlo quizás algún día a no el italiano lo dicho con voz neutra como si estuviera absorto en pensamientos lejanos no hay tristeza ni esperanza en su tono solo una tranquila resignación al cabo se levanta sin decir nada más y se marcha con el corazón desolado sintiéndose enfrentada a un vacío hondo y oscuro elena hoy extinguirse el rumor casi imperceptible de sus pasos y eso fue todo piensa desvanecido en el silencio como cuando llegó de vuelta al mar oscuro de donde vino muy quieta rígida se está clavando las uñas en las palmas de las manos para no ir detrás de él para no gritar y llamarlo entonces oí un roce a su lado alza el rostro y lo encuentra allí de nuevo de pie mirándola quiero volver a verla respira hondo ella procurando disimular la emoción el estallido de gozo la sacude por dentro igual que una descarga eléctrica ya he dicho que es posible cuando todo esto cabe se obliga a decir con calma porque no el muy serio mueve la cabeza casi infantilmente serio guapo indeciso no me refiero a cuando esto cabe tampoco sé cómo acabará a la de ado un poco el rostro sin dejar de mirarla se calla mueve los hombros mira hacia el altar cual si buscase allí palabras que no es capaz de encontrar de pronto sonríe como si se burlara de sí mismo quiero verla ahora esta noche mañana no sé deseo verla otra vez antes de antes de inquiere ella sobrecogida sí el enano reconoce su propia voz al responder pues hágalo susurra nadie se lo prohíbe quisiera poder odiarte toda mi vida toda mi vida pero no sé cómo hacerlo es lo que dice la letra en un gramófono situado tras la barra del pub queen anne's revenge suenan discos americanos de count basie todo es música y voces la música obliga a hablar alto eso deja ásperas las gargantas e invita a remojar las odiarte toda mi vida cariño insiste la canción toda mi vida canturrean falsete el suboficial camionero que se apoya en el mostrador más bebido que sobrio cerca de jarry campelo el local un túnel ancho y mal ventilado bajo las casamatas próximas al puerto está lleno de humo y huele a sudor y cerveza baratas simmons medio centenar de hombres sin ninguna mujer no sobreviviría allí ni cinco minutos el acceso está permitido a mandos inferiores y se mezclan sin protocolo graduaciones y uniformes de la armada la fuerza aérea y el ejército de tierra con marinos de los barcos llegados para el convoy que a estas alturas todos saben se está formando con destino a alejandría incluso hay norteamericanos en un extremo del mostrador campelo conversa con will moxon y royston pasaron la tarde estudiando actuaciones conjuntas mapas e informes estableciendo hipótesis de amenazas enemigas saboteadores ataques submarinos y posibles respuestas ahora relajados los tres gabinetes de crisis acuática los ha bautizado todo fuman cigarrillos y comparten una botella de haik la ftc de la que han trasegado dos tercios campelo que bebe despacio y apenas sigue sobrio moxon sólo está ligeramente achispado y todo según sus propias palabras roza el límite de la línea de plimsoll van a venir insiste este último lleva afirmando lo toda la tarde y el whisky ingerido lo empecina más el mar tranquilo tras el mal tiempo la luna adecuada etcétera a los italianos les debe de estar goteando el colmillo el alférez de navío se apoya en el mostrador remangada la camisa del uniforme y húmeda de sudor el vaso delante y la botella cerca a bronx repite esos audaces cabrones tiene los ojos inyectados en sangre y mueve un poco la cabeza de aquí para allá siguiendo el compás de la música os aseguro que van a venir es pronto objetamos son correctamente uniformado y con corbata negra niega todo un dedo en alto moviéndolo como un limpiaparabrisas no digo esta noche hablo de mañana o de pasado yo vendría si fuera a ellos con el puerto y la bahía llenos de barcos pidiendo a gritos que los hundan para eso está tu unidad muchacho para impedirlo y el otro sardónico dentro del vaso que se lleva a la boca pues ya me dirás como tengo cinco buzos seis marineros y tres lanchas para cubrirlo todo están las obstrucciones no las defensas la vigilancia desde los muelles y todo eso mira todo campe lo que escucha en silencio y tu estimado polizonte qué piensa de éste putiferio la rama civil la rama civil escucha y calla responde el comisario lo que pasa en el agua de los muelles hacia allá no es asunto ver branch feliz quien tiene su casa a flote eso he oído el camarero sustituye el disco de count basie por uno de bing crosby todo escucha un momento bebe otro trago y mueve la cabeza una manzana para el profesor no te jode se le traba la lengua detesto esta canción porque preguntamos son por cursi comió por cursi da ganas de vomitar se detiene a arruga el ceño se lleva una mano al estómago y alza la otra como si lo considerasen más a fondo se ha puesto pálido discúlpame cinco minutos suelto lastre y vuelvo desaparece tambaleantes rumbo a los lavabos abriéndose paso a empujones moxon se lo queda mirando compasivo y resoplar demasiada tensión le comenta capello ya veo el enlace naval justifica a todo si él mismo comenta ecuánime tuviera que bucear cada noche en busca de bombas bajo los barcos arriesgándose a que a él oa los suyos les estalle una en la cara no pasaría demasiado tiempo sobrio sin embargo es muy bueno su trabajo resume para él la guerra no es un momento temporal sino un aspecto continuo de la vida húmeda en su caso anfibia mira moxon al policía coge el vaso y se lo lleva a los labios tú también opinas que pegarán pronto eso creo tenemos dos corbetas en el estrecho rastreando día y noche con hidrófonos si se acerca un submarino lo detectaran otra cosa es si vienen desde la costa española todo es posible pero seguimos sin poder probarlo con ese fascista de franco vete saber quizás regresa todo llena un vaso de whisky hace gárgaras con él y se lo traga luego le pide a moxon que le cuente cómo fue lo de representar hotel o en el hotel rock el espectáculo para oficiales superiores con young kid cudi vivien leigh tan aburrido como era de esperar ya sabéis cómo son esas cosas el general mason mcfarlane perdió el culo por sentarse junto a vivian en la cena después el cantante cómico que se había tomado un par de copas hizo una alusión velada a las enfermedades venéreas esos pobres muchachos que sufren por inglaterra dijo y además llovió lo mejor fueron las chicas que actuaron después estaban bien pregunta todo potables aquí cualquier colonia es potable y que lo digas que venga la muerte y me fui haré a los ángeles recita todo algo así se interesa moxon de quién es eso mío es bueno ya lo sé en el gramófono suena otra canción de bing crosby para acallarla todo se pone a cantar un himno de las juventudes hitlerianas firmas y eran fungido largos hondos not los que beben cerca lo miran molestos un fornido teniente de los marines en reales que está junto a ellos dirige a todo una hojeada criminal moxon que se percata toca con el codo al buzo cierra la boca muchacho o te van a dar de hostias se encoge el otro de hombros os digo que miréis la luna vuelve a lo de antes los italianos atacarán con dedos torpes enciendo un cigarrillo le cuesta acertar con el fósforo exhala el humo y canta de nuevo fassett bandera de la piscina aspectos percal horas a pizzi na me voy a en tu madre le dice el infante de marina volviéndose molesto lo mira el interpelado con fijeza aunque parpadeante la sonrisa que se le ha congelado en la boca no presagia nada bueno piensa campelo en quien dices en tu madre pelo baja eso es lo que digo moxon que al volverse el otro ha visto el distintivo de los comandos en su hombro izquierdo coge a todos por un brazo vamos a tomar el aire muchacho sugiere es lo último razonable que se escucha con curiosidad objetiva campelo ve a 12 sacudirse la mano de moxon por el gollete la botella de jake y romperla en el borde del mostrador arremolinarse a la gente y empezar el barullo con bing crosby de fondo musical somos un sueño perfecto asegura crosby meloso tú y yo empiezan a volar sillas botellas y jarras de cerveza abriéndose paso entre la gente el policía recorre el túnel y sale a la calle donde las farolas están apagadas por el blackout el empedrado húmedo de repente nocturno refleja los innumerables puntitos de luz de las estrellas que llenan el cielo y el débil resplandor lunar que recorta los muros del baluarte una vez allí enciende un cigarrillo y fuma apoyado en la pared al poco sale moxon se recuesta a su lado y campelo le ofrece un pitillo al acercar un fósforo encendido ve que el teniente de navío lleva el cuello de la camisa abierto arrancado el botón y desecho el nudo de la corbata parece zarandeado escape de milagro muchacho que tal le va a todos se interesa el policía había tres hombres suyos dentro vayas menuda suerte pero también el otro tenía un par de amigos me temo que la cosa va a prolongarse un poco por la calle a la carrera se acerca en cuatro sombras que acaban siendo gorras rojas de la policía militar un momento después llegan otras tantas con los gorritos blancos de la armada norteamericana sin prestar atención a los dos hombres que fuman en la puerta todos entran en el túnel silbato en boca y porra en mano me parece que esta noche todo va a dormir caliente comenta capello sobrevivirá am suspira moxon el muy bastardo sabe que lo necesitamos me enamoré dijo el enard pues con sencillez la última vez que la vi llovía en venecia el agua repiqueteaba en la piedra blanca de istria y en el agua verde gris velaba de bruma los puentes y empañaba las ventanas del café donde la librera y yo conversábamos fuera las siluetas de los transeúntes discurrían despacio como lentos fantasmas más allá del canal a través del vaho que goteaba en el vidrio se adivinaba la fachada del hotel gritti y toda la ciudad parecía suspendida en la humedad y la niebla fue así de simple repitió tras un instante me enamoré y eso fue todo yo me conducía con mucha precaución con mis visitas había logrado establecer un hilo de confidencias y no quería perderlo ella me había pedido que no grabará la conversación no quiero que esté registrada mi voz dijo la idea le era incómoda yo tenía un cuaderno de notas abiertos sobre la mesa pero aquello no lo hizo por amor me he dicho antes la vía abrir mucho los ojos o no desde luego el amor redondeo la cosa pero vino después o además o al final fue lo que quedó de nosotros cuando todo hubo terminado río suave y aquella risa la rejuvenecida nuestro botín de la aventura mostré simpatía un botín inesperado y maravilloso deseo era un buen hombre todos en su grupo lo eran no habrían hecho lo que hicieron en otro caso pero él era especial descríbame lo arriesgue ha visto sus fotos en la librería en la que estamos juntos y la que se hizo con llenar o squarcia lupo con su binomio como decía él me refería cómo era por dentro la vi dudar un poco puede que fuera extrañamente ingenuo respondió tenía una especie de inocencia natural no no vaya a creer lo simple ni mucho menos pero como soldado era perfecto tranquilo patriota valiente poseía esa astucia táctica instintiva que tienen ciertos hombres nacidos para la acción y no le gustaba matar pero mató dije yo había tomado algunas notas en el cuaderno y ella me observó con súbito recelo privando mis palabras mi intención pues claro concedió era un combatiente pero lamentaba que sus acciones de guerra costarán vidas lo asumía pero no le gustaba le habló de ello muy poco no eran recuerdos amables algunas noches al despertar lo veía de pie en la oscuridad fumando un cigarrillo entonces iba hacia él lo abrazaba y a veces conseguía romperle el silencio haciéndolo vaciarse como quien arroja dolores antiguos recordaba a los enemigos que habían muerto entre llamas ahogados encerrados en los barcos que echó al fondo me estudiaba con atención al hablar supuse que para observar el efecto de lo que contaba quería asegurarse sobre de que el lado me ponía yo nunca le gustó matar insistió de pronto rotunda volvía a mirar con recelo mismo pasa así que cambié de ángulo de perspectiva yo necesitaba comprender los motivos de todo los verdaderos cimientos de la historia cerré el cuaderno y guardé la pluma en un bolsillo fue un buen marido o no asintió orgullosa ahora vi brillar sus ojos oscuros y cansados en 30 años de matrimonio jamás le oí levantar la voz ni le sorprendí un mal gesto era sereno y dulce considerado muy masculino unos brazos fuertes una piel morena mediterránea que siempre parecía que iba a saber gasal una espalda dura hasta su sudor era limpio era guapísimo y su sonrisa iluminaba el mundo cuando estaba cerca de mí me hacía temblar eso me siguió pasando durante mucho tiempo se detuvo observándome como antes miro el cuaderno cerrado y de nuevo a mí sabe hacer hablar a la gente nunca se lo han dicho me eché a reír y ella me imito tras un instante es mi trabajo dije no lo hace del todo mal lo intento hace años no me habría sacado una sola palabra y menos a deseo pero leí sus artículos y habla de él y sus compañeros con respeto no debe sorprenderse admiro su hazaña se hicieron películas sobre ellos pero eran muy malas malísimas ninguna reflejaba de verdad lo que fue algunos libros son mejores miro melancólica las borrosas formas de la ciudad al otro lado del cristal empañado cuando estaba sería aquella luz gris y sus sombras le envejecían más el rostro supongo dijo lentamente que al principio proyecte en él muchas lecturas juveniles mucha imaginación pero no fue casual él era como era aunque no fuese consciente de ello y eso aumentaba mi fascinación se volvió a mirarme con súbito interés sabe qué significa contempt of thee boom que decían los antiguos no lo siento despreciador de los dioses vaya deseo pertenecía a esa clase de hombres no despreciaba la cólera de los dioses por alarde ni fanfarronería lo hacía con sencillez sin darle importancia porque la vida la historia su patria lo habían colocado en la necesidad de hacer lo comprendo me lanzo una ojeada dubitativa no estoy segura de que lo comprenda de verdad yo estaba adiestrada para reconocer a un héroe y no pronunció esa palabra en un sentido moderno sino en el clásico por eso pude reconocerlo cuando lo vi una vez dicho eso hizo un ademán extraño alzo ambas manos secas y moteadas de vejez para hacerme mirar al exterior al otro lado de la ventana como si entre las sombras fantasmales que pasaban tras los vidrios empañados bajo la lluvia estuviese la de teseo lombardo era tan valiente que todavía me estremezco al recordarlo todos ellos lo eran también fue un buen padre se quedó callada temía haber sido indiscreto pero enseguida respondió con naturalidad el mejor sin duda educo a nuestro hijo en la austeridad del respeto y el valor y también en el amor a su patria se detuvo ahí trabada en la última palabra hoy que repetía patria en voz baja y me pareció que intentaba establecer si era lo adecuado hubo un momento triste para él prosiguió después de reflexionar un poco cuando en 1943 vado yo firmó el armisticio entre italia y los aliados y se liberó a los prisioneros de guerra la décima flotilla se dividió en dos bandos está al corriente de eso si se volvieron enemigos unos aceptaron la nueva situación e incluso combatieron junto a ingleses y norteamericanos otros se negaron a hacerlo y se mantuvieron leales a mussolini y alemania deseo fue de los primeros e intervino en las incursiones submarinas aliadas contra la especia y génova pero gennaro squarcia lupo prefirió seguir prisioneros fiel hasta el final a su querido dulce la hermandad se quebró después volvieron a verse una vez pero ya nunca fue lo mismo los viejos lazos estaban rotos mi marido sufrió mucho con eso suspiro con tristeza yo no me atrevía a decir nada por miedo a interrumpir sus confidencias estuvo un momento callada antes de hablar de nuevo square challú por longo gattorno el teniente mat santini los camaradas vivos y muertos acompañaron su conciencia durante el resto de su vida de pronto sonrío enigmática hay algo que mi marido hizo después y que tal vez le interese sabe lo de las medallas sé que una vez terminada la guerra se condecoró a algunos supervivientes de la décima flotilla se refiere a eso asintió no fue para menos verdad entre todos hundieron doscientas mil toneladas de naves enemigas en gibraltar alejandría y otros lugares también condecoraron a su marido le impusieron la medalla de oro la más alta distinción naval él no había vuelto a españa pero cuando nos casamos quiso regresar nos alojamos en un motel de algeciras y a la mañana siguiente alquiló un barquito y se hizo llevar hasta las proximidades de gibraltar no permitió que fuese con él al regreso pregunté que había hecho y se limitó a decir entregué la medalla a mis compañeros comprendí que la había arrojado al mar en el lugar adecuado miro suspicaz mi libreta de notas no apunte lo que acabo de contarle ni siquiera más tarde cuando se vaya la tranquilice sobre eso luego le pedí que me hablase del ataque final al puerto de gibraltar de los últimos días fue audaz repuso les costó muy caro pero golpearon duro a los ingleses gracias a usted en parte o eso creo ella movía la cabeza no fue mucho lo que hice algunas fotos nada más que fueron decisivas para situar las naves en sus fondeaderos y lugares de mar de no tanto objeto mi tercer intento salió mal yo había dicho que no volvería a gibraltar pero volvió la oí emitir un suspiro si lo hice y porque cambió de idea porque arriesgarse otra vez de ese modo se lo pidió él se echó atrás contra el respaldo de la silla casi con sobresalto no en absoluto al contrario deseo no quería que yo regresara todo fue más complejo y la decisión final fue mía otra vez miraba mi cuaderno con recelo titubeo un momento a pesar de cuanto ocurrió después añadió nunca me arrepentí de haberlo hecho seguía mirando el cuaderno de pronto parecía incómoda quite lado de mi vista por favor obedecí metiéndolo en la mochila y eso la tranquilizó aquella noche dijo al fin tras pensarlo un poco más después de entregar las fotos en la iglesia del algeciras me encontraba en casa había vuelto a ponte mayorga en autobús y estaba sentada con el perro a los pies entonces oí gruñir a argos y cuando abre la puerta él está allí sombra inmóvil recortada en el umbral bajo el cielo estrellado de la bahía cercana un ápice de luna desliza por el jardín una claridad vaga que apenas define los contornos de las buganvillas y las palmeras plata y negro punteado de luciérnagas el hombre no dice nada y elena tampoco por un largo momento permanecen muy quietos mirándose en la penumbra como si un gesto o una palabra pudieran quebrar lo que ocurre y va a ocurrir no hay audacia por una parte ni sorpresa por la otra todo sucede con la silenciosa naturalidad de lo incluido o lo inevitable creo que dice el por fin si después elena se hace a un lado viste un jersey de lana gruesa cuyas mangas le cubren las manos y el italiano penetra en la casa mientras argos feliz con la novedad da vueltas alrededor olfateando lo no hay luz eléctrica y en el salón alumbra el quinqué de petróleo con la mecha alta junto al sofá donde hay un libro abierto boca abajo sobre uno de los brazos en la chimenea un tronco incandescente arde sobre los rescoldos llenando el lugar de olor a leña quemada el mira el libro sobre el sofá la interrumpido lo siento no diga tonterías el perro se frota contra las piernas del recién llegado elena agarra al animal por el collar y lo hace salir al jardín con suavidad cerrando la puerta después mira al hombre que sigue de pie en el centro de la habitación la cazadora abierta sobre una camisa blanca la luz lateral del kin que ilumina a un lado del rostro y deja al otro en sombra un buril de claridad dorada y rojiza talla más dureza en sus rasgos el mentón firme los pómulos y la nariz fuerte los ojos claros bajo el pelo corto y la frente obstinada siento no poder ofrecerle gran cosa dice ella ha cenado si hace rato no se preocupe por eso se acerca a ella al sofá y coge el paquete de crimen que está sobre la mesita contigua yo voy a fumar un cigarrillo quiere uno por favor son ingleses sonríe un poco el sin decir nada mientras selena le ofrece la cajetilla tenga toma uno el hombre llevándoselo a los labios mientras ella coge otro ve que él se acerca al tubo de vidrio del quinqui y se inclina con el pitillo en la boca para encenderlo y dios mío piensa me gusta hasta su manera de encender un cigarrillo inglés algo de beber no le indica una silla quiere sentarse prefiero seguir un poco de pie se frotan los riñones con una mueca tímida he venido en motocicleta desde el que citas tras decir eso mira en torno los lomos de los libros alineados en los estantes el north atlantic option que compró el marido muerto más adquirir está allí los grabados apenas visibles que decoran una pared la mesa de trabajo la alfombra sobre la que estuvo desvanecido la primera noche me gusta su casa hace un ademán hacia la ventana que da al jardín en sombras el lugar y su interior tiene aspecto de verdadero hogar hace mucho tiempo que no está en uno si mucho de pronto y racionalmente la estremece el pánico y formula la pregunta que no se atrevió a hacer hasta ahora está casado se la queda mirando con una fijeza que atrás luce curiosidad y de improviso una sonrisa súbita le baja el rostro como un trazo de luz no en absoluto elena se siente estúpida muy estúpida para disimular su embarazo observa la brazo del cigarrillo aspira el humo finge regular con la rodilla la llama del kin que acerca a un cenicero el hombre la mira hacer sin decirle nada quizá tenga calor comenta ella sí un poco quítese la cazadora si quiere gracias deja en la prenda en el respaldo de una silla y se queda en mangas de camisa la ligera tela blanca dibuja sus hombros sólidos los brazos fuertes ella debe hacer un esfuerzo para reprimir el impulso de acercarse más de olerlo como era su hogar cuando lo tuvo lo ve meditar un momento inclinada a la cabeza la brasa del cigarrillo se aviva dos veces en sus labios antes de que responda a la pregunta sabe que es un square o no un pequeño astillero de góndolas en mi ciudad sonríe ella ha visto películas leioa brust casanova henry james y el balon corvo nunca estuve en venecia es bonita y húmeda y romántica dicen tal vez para los turistas aunque no para los venecianos hace casi 80 años perteneció a los austríacos pero es muy italiana ella se ha sentado y lo mira desde el sofá tras cerrar el libro y dejarlo aparte el hombre sigue de pie al de ella indeciso entre sentarse o no crecí en un square o añade fue de mi abuelo y ahora de mi padre está casi en la esquina de un canal pequeño llamado santo vaso con otro más ancho que llamamos de la giudecca vaya vivió entre góndolas no fue una mala infancia iba a un colegio cercano y jugaba junto a ellas lo mismo que su casa huele agradable a libros y humo hoyos suave de leña aquel lugar olía a cola pez de calafate y madera de recién fijada sí y así aprendí el oficio familiar creo que lo sé todo sobre barquitos venecianos tras decir eso titubea y se calla como si temiera estar hablando demasiado al fin se sienta en una silla medio rostro iluminado por la luz tamizada del club que el agua la laguna el mar forman parte de mi vida desde que era niño elena comenta lo primero que se le ocurre es verdad que las góndolas son las simétricas lo leí en alguna parte el italiano parece sorprendido por ese interés así es confirma su arquitectura es delicada y precisa como un reloj son embarcaciones perfectas afinadas durante siglos vive en sus padres no piensa en un momento se diría que esta noche le cuesta pasar de un asunto a otro sí afortunadamente que yo sepa se deja el cigarrillo en la boca y en torno a los ojos a causa del humo o tal vez no sea el humo su tono se vuelve evocador me gusta este trabajo pues se hace con las manos creo que las cosas más nobles se consiguen con las manos se mira las suyas fuertes y duras podría ganarme la vida con ellas me gusta pensarlo volverá a su escuela espero poder hacerlo si sobrevivo a la guerra lo he dicho con sencillez sin dramatismos de modo espontáneo cual si la diferencia entre sobrevivir o no hacerlo fuese escasa y la tuviera asumirá sin darle mayor importancia lo estudia elena confusa queriendo entender por qué hace lo que hace tan arriesgado ustedes son voluntarios supongo podría combatir de muchas otras formas si quisiera con menos peligro por ejemplo él da una a su cigarrillo y encoge los hombros combatir supone estar en peligro eso es común a todos los soldados del mundo en cuanto a por qué lo hago así no de otra forma no sé qué decir simplemente elegí esta me enteré de que existía la unidad y me ofrecí eso es todo debe de ser durísimo se ha arrepentido alguna vez lo ves sonreír de nuevo casi con candor la expresión de un jovencito o de un niño que todavía es honrado después como si recordara algo deja su cigarrillo en el cenicero y se pone muy serio voy a decirle en lo que me piden que le diga empieza despacio cuidando cada palabra a cumplir una orden y luego diré lo que pienso yo lo mira ella decepcionada un agujero súbito en el corazón está aquí para cumplir una orden aparte en la mirada y vuelve a fijarla con evidente esfuerzo obligándose soy un marino militar y tengo superiores usted conoce a uno a elena se le ha enfriado la voz el tono y que le han pedido sus superiores que me diga le piden que vuelva a gibraltar solo otra vez la última era eso entonces y el mundo acaba de llenarse de silencio aplasta ella el resto de su cigarrillo violenta y se pone en pie no estoy dispuesto a hacer más fotos cumplí mi promesa y es suficiente no tiene por qué hacerlas si no quiere él se ha levantado también en el peor de los casos bastaría con que hiciese una llamada telefónica desde allí y desde allí le alarga un papel doblado a este número el enano coge el papel explíquemelo entonces él lo explica las fotografías tomadas por elena son importantes pero hay un detalle a considerar quizás en las próximas horas haya cambios en la ubicación de las naves británicas en el puerto es necesario confirmar la situación exacta de cada una de ellas si es con fotografías mejor sino mediante el teléfono van a atacar el italiano no responde se ha quedado inmóvil el papel en una mano la luz del kin que extiende sombras en el lado opuesto de su rostro cuando piensan hacerlo mueven la cabeza desolado no puedo decirle eso o desde luego que sí claro que puede coge el papel de su mano casi arrebatándoselo lo mira solo un número telefónico después lo arroja despectiva sobre la mesa cuando atacará en otra vez pronto responde el por fin mañana pasado mañana pronto le digo ira a usted otro silencio él se ha vuelto de espaldas a la luz como si buscara a hurtar el rostro a su mirada en todo caso le he transmitido lo que me piden dice sombrío he cumplido la orden y ahora le diré lo que yo opino sobre eso elena sigue mirándolo con dureza y qué opina [Música] que no debe hacerlo no debe ir ni el s al fin se ha vuelto hacia ella claros sinceros los ojos color de hierba reflejan la luz trémula del quinqui no tienen autoridad para aplicarla añade con calidez y ha corrido demasiados riesgos elena se queda atónita me está hablando en serio completamente podría costarle un disgusto si se enteran de lo que acaba de decir no se lo voy a contar a nadie y supongo que usted tampoco mueve elena la cabeza todavía turbada o es muy listo o muy ingenuo dice no la comprendo muy ingenua claro concluye ella eso creo secundo capote se o lombardo lo ve volverse hacia la puerta confuso alargar una mano hacia la cazadora me parece que debo venga aquí por favor señala casi se verá un lugar del suelo sobre la alfombra frente a ella acérquese la mira más desconcertado a un muy serio para qué voy a besarlo al abrir los ojos dormía de costado vuelta hacia el encuentra el rostro sobre la almohada muy cerca del suyo una tibia presencia y el sonido suave rítmico de su respiración tranquila no hay luz y por el postigo de la ventana que da al jardín se filtra una débil claridad que apenas define las formas pero permite separar el sueño de la vigilia identificar el instante preciso disfrutar simultáneamente de la conciencia ración despierta y la plácida calidez del cuerpo satisfecho la pereza soñolienta deliciosa que la mantiene muy quieta paralizada de cautela temiendo que se desvanezca al mínimo movimiento con precaución procurando no despertar al hombre que duerme a su lado se acerca un poco hasta pegar el cuerpo al suyo rozando el hombro con los labios y el costado con la cadera aspirando su piel que huele a carne en mutua dichosa y fatigada a sudor limpio y sucio a la vez mezcla de ambos aromas al moverse nota una humedad ligera que aún se desliza entre sus muslos entonces acerca una mano a su propio cuerpo mira después impregnado en los dedos el olor intenso y picante del sexo algo que no es de ella ni de él es y donde los dos imposible sin el uno y el otro la combinación física tal vez química de dos cuerpos desnudos dos deseos intensos dos existencias insertas mediante besos y caricias la una en la otra todo lo ocurrido discurre por su cabeza bajo un apacible claridad con precisión nítida recuerda sus propios ojos muy abiertos y los de él observando las serenos atentos a sus sensaciones a su placer a sus demandas silenciosas a sus gemidos caricias metódicas y tranquilas eficaces en aquellas manos de artesano que trabajaron en góndolas y cargas explosivas en naves bajo el mar inmóvil de nuevo pegada al flanco del hombre dormido elena recuerda en baraja remordimientos ausencias carencias y sorpresas casi había olvidado cómo era piensa de pronto cómo fue y cómo para su sorpresa todavía puede ser lo que se siente durante y después y ahora satisfacción sexo considera todo eso un poco más mordiéndose el labio inferior y al cabo asiente en sus adentros tal vez amor añade están solos ella y sus pensamientos de modo que no hay razón para negarse a admitirlo nada extraño torpe ni malo contiene esa palabra esa posibilidad esa sospecha poco traiciona tanto tiempo después la mujer que desde hace dos años vive sola junto al mar con un perro y unos libros que otra cosa decide sería el impulso o el deseo de permanecer abrazada a ese hombre para siempre ignora que habrá en su cabeza dentro de un par de horas cuando la claridad del día la despeje del todo e ilumine con más crudeza su conciencia lo cierto es que en este momento sin duda alguna desearía morir si él muriera el pensamiento inesperado la estremece hasta qué punto puede ser real se pregunta o sincero por eso como acto defensivo decide apartarse de él buscar el frío ponerse a prueba con mucho cuidado para no despertar al hombre elena aparta su cuerpo se desliza sobre las sábanas arrugadas y se pone en pie junto a la cama contemplando la forma oscura y quieta atenta al sonido tranquilo de su respiración después busca el jersey se lo pone sobre el torso desnudo abre la puerta del dormitorio argos está tumbado detrás y la recibe como un resoplido feliz vuelve a cerrarla y camina casi a oscuras hasta la mesa seguida por el perro cruzando la habitación que solo ilumina muy poco el tenue resplandor de las últimas brasas en la chimenea fuma de pie sin moverse sintiendo a sus pies el aliento del perro echado sobre la alfombra retiene el humo del cigarrillo mientras revive el peso del cuerpo duro del hombre el movimiento de vaivén que le esponja va la carne de placer los ojos verdes glauco pis como los de atenea observando la muy de cerca y ellas sintiendo no fingiendo sentir ni exagerando lo segura de que a esa distancia no era posible engañar pues en la estudiaba atento algo fruncido el ceño como un niño resuelto hacer bien las cosas mientras ella se desdoblaba en dos mujeres la que disfrutaba de todo aquello y la que veía disfrutar a la otra pensativa asombrada del modo incondicional con que se entregaba al abrazo envolvente tan intenso al hombre junto al que se sentía in sólidamente segura y a salvo antes de que él se inmoviliza se como si de repente dudará mirándola casi asustado y ella comprendiendo lo abrazara más si susurra sea su oído no te preocupes todo está bien adelante venga aquí y él todavía inmóvil recibió aquellas palabras primero con sorpresa y luego con una sonrisa dulce que volvió a iluminar su boca antes de dejarse ir tenso masculino y relajado al fin con un estallido silencioso que a ella le sacudió de gozo el vientre y el corazón cuando regresa al dormitorio lo encuentra despierto sentado en la cama su sombra está recostada en el cabecero esperando la ele nave brillar los ojos en la penumbra desearía morir recuerda si el muriera donde estabas la voz suena ronca todavía son y alienta qué hacías pensaba en qué voy a volver a gibraltar estoy dispuesta a hacerlo 10 una simple formalidad llenaron squarcia lupo mira otra vez el reloj está inquieto son las ocho y cuarto de la mañana y deseo lombardo no ha vuelto el veneciano abajo a tierra anoche en tras una conversación con el teniente de navío mazzantini squarcia lupo ignora de qué hablaron y no hay noticias suyas tras el desayuno en la reunión operativa ha empezado sin él tiene lugar en la cámara de buzos de la tierra una sala de estar habilitada en la parte secreta del barco comunicada por una escotilla y una escala de hierro con el pañol de los mayales y el muelle interior de salida al mar la iluminan dos ojos de buey en un mampara a uno y otro lado de la bandera de italia cuelgan un retrato del rey víctor manuel y otro del duce iremos esta noche anunció mat santini se miran unos a otros pero nadie despega los labios squarcia lupo se le acaba de contraer el estómago además de él y el teniente en torno a la mesa cubierta de planos croquis cartas naúticas y ceniceros llenos de colillas el ambiente está cargado de humo se sientan otros cinco hombres sin un gramo de grasa y apariencia atlética subteniente paolo arena sotoca po domenico toxqui secondo capo luigi cadorna sotoca por difícil o roberto ferrol di y marinero buzo enzo cerra - por el ausente lombardo se trata del grupo osama lloré casi al completo mat santini está asignando los equipos elites king arena y cardona lombardo y escorche loop o dos por cada mayaleh en cuanto a ferrol de y serra permanecerán a bordo del barco en reserva nunca se sabe saldremos con intervalos de 10 minutos para reunirnos a dos cables de la farola del espigón se espera ausencia de viento y mar rizada a marejadilla así que navegaremos en superficie hasta una milla de gibraltar manteniendo rumbo 80 grados después de dos millas a cota de máscara nos sumergiremos y cada equipo emprenderá su ataque alza una mano el subteniente arena se trata solo de forzar el puerto que hay de las naves fondeadas fuera en el seno norte de la bahía pasa mazzantini un dedo por uno de los planos de la mesa señalando lugares esos barcos son objetivos secundarios para quien no pase las obstrucciones ha cogido unas ampliaciones fotográficas y las muestra a los hombres el objetivo de toschi mío es el crucero de batalla ballan trae amarrado en la parte interior del de touchdown lombardo y scorza lupo se ocuparán del crucero nairobi fondeado en las boyas centrales a ti a cardona os corresponde el transporte de tropas luccón ya es cualquier upo ve que arena mira a su operador y después arruga la frente contrariado preferiríamos un crucero mi teniente nuestro objetivo está lejos muy dentro mazantini lo indica en el plano aquí en el muelle sur llegar hasta él es más difícil os basta con eso se miren otra vez arena y cadorna sonríe el primero estoico nos sobra en ese momento se abre la puerta y entra teseo lombardo aún viste su cazadora de cuero y lleva gafas de motorista en una mano lo siento dice a sus órdenes mi teniente lo observa max and team y muy atento como si buscase leer buenas o malas noticias en su cara impasible el veneciano se sienta junto a squarcia lupo sostiene la mirada del oficial y luego revisa el material que hay en la mesa hay novedades pregunta mazzantini tras dudar un momento aún con los ojos bajos asiente lombardo el teniente parece aliviado cuando ella se encoge de hombros el otro después se echa atrás una manga de la cazadora y mira el reloj a esta hora estará en ello magnífico no dicen quién y nadie pregunta el grupo osa mayor es demasiado disciplinado para eso por su parte en llenar os cualquier upo intenta atar cabos pero no consigue ir más lejos solo mazzantini conoce la razón de la ausencia de lombardo así que tras un breve desconcierto el napolitano se da por vencido aún así le molesta que su compañero no le haya confiado nada se fue ayer a última hora sin explicaciones dejó el barco cogió la motocicleta y desapareció en la noche los dos cruceros son de la clase feeling 10.000 toneladas full loud vuelve a hablar mazzantini unidades modernas potentes y bien armadas con 12 piezas de seis pulgadas bonitas presas apuntó a alguien mucho eso es caza mayor comenta que adorna se le hace a uno la boca agua de vez en cuando el teniente vuelve a observar a lombardo que con aire sombrío mantiene la mirada en la mesa también escarcha lupo estudia de rojo a su compañero preocupado por la actitud de éste si las noticias que trae son tan buenas como afirmó hace un momento no parecen hacerlo feliz de todas formas prosigue el teniente si alguno de nosotros no consigue llegar a los objetivos designados cualquier nave de gran tonelaje dentro del puerto puede considerarse válida con preferencia a los petroleros pues el incendio ayudará a hacer más daño en las instalaciones les muestra una fotografía hay un buque cisterna de 10.000 toneladas el killer pass donde ésta se interesa es cual chalup o inclinado sobre el plano aquí el pendiente señala el lugar amarrado al muelle sur cerca del luconi a el subteniente arena mire su reloj hora de salida las 22 con muy poca luna según la mar prevista sólo tardaremos hora y media en cruzar la bahía el optimismo de aquel solo ace refunfuñar a squarcia lupo en sus adentros podría ser peor naturalmente podrían tardar el doble o el triple o que se avería en los mayales o se agote la reserva de oxígeno o que los ingleses los descubran antes de tiempo y los maten a todos en mitad del mar podría ser concluye malhumorado infinidad de malditas cosas este último pensamiento agranda el hueco que el napolitano siente en el estómago cada vez que mat santini anunció la misión lo tienen del teniente al último de ellos sabe e incluso su camarada deseo el más callado e inexpresivo del grupo esa molesta contracción justo en el diafragma aunque todos disimulan como hace el impasibles en apariencia conscientes de que sus compañeros los miran de reojo de modo instintivo es cualquier grupo toca la medalla de lama don la que lleva al cuello después para disimular el gesto se remueve en su asiento y haciendo un cigarrillo una cosa es que el miedo se vuelva costumbre tolerable incluso rutina y otra no sentirlo en absoluto porque aquí querría llover al camarada benito a mi dulce con tres millas de agua y noche por delante y al final esperando los ingleses tendremos apoyo en tierra la gente de villa carmela aclara mazzantini vigilar a la playa española por si alguno tiene que refugiarse a nado allí y no considera necesario recordar que antes de abandonar un maya le hay que destruirlo tampoco ningún equipo individual traje velo ni o auto respirador puede llegar a manos enemigas ante la eventualidad de caer prisioneros todos vestirán bajo el traje estanco el mono de la red marina con los distintivos de grado y la documentación militar en un bolsillo también llevar a cada uno tres libras esterlinas en monedas de oro o si tiene que verse en tierra o ha cogido a un barco neutral y arreglárselas allí levanta la mano el soto capotó es quien operador de mazzantini habrá control de los objetivos durante el día pues se producen cambios en su posición se vuelve el teniente hacia lombardo inquisitivo como si a él corresponde y se la respuesta todos lo imitan curiosos está previsto que nos informen de eso responde aquel que mira las fotos de los cruceros una comunicación a mediodía no pregunta mazzantini si tal como solicitamos vía telefónica y una entrega en la frontera excelente pero esta vez no puedes ir tú habrá que avisar a los de villa carmela ya lo hice el oficial sigue observando a lombardo con mucha fijeza estás seguro de todo y de todos lo estoy mi teniente de pronto escuché lupo confirma en sus adentros lo que ha ocurrido la ausencia nocturna las gafas de motorista las alusiones crípticas otra vez ella deduce como una revelación la española alta la mujer de la línea ha habido cambios en la vigilancia inglesa se interesa cada urna ninguno apreciable responde mazzantini anoche mantenían el mismo sistema de patrullas con lanzamiento aleatorio de cargas de profundidad cada 10 o 15 minutos aleatorio gruñe es cualquier grupo que dirige mazzantini una ojeada severa si eso es tienes algo que objetar llena nada o nada a mi cliente con el pitillo en la boca alza las manos el napolitano como si se rindiera nunca me tocó la lotería que también es aleatoria sería mucha casualidad que fuese tocarme esta noche ríen todos incluso lombardo es una forma de soltar presión ríen y parece que les cueste parar como habrían reído de cualquier otra cosa lo necesitaban señala mazzantini el material extendido sobre la mesa tenéis media hora para estudiarlo todo grabados en la cabeza cada posición y cada obstáculo a partir de ahora nadie está autorizado bajar a tierra dedicada el resto del día a descansar tenemos revisión médica a las 20 horas y puesta a punto de equipos una hora después asegurada la válvula de aire comprimido la bomba de inmersión rápida y el manómetro de profundidad que fallaron en las últimas pruebas y después de la reunión seguir con la carga de baterías pasando del grupo electrógeno a la dinamo de vapor podemos dejar cartas mi teniente pregunta toxqui claro pero escribirlas sin fecha la recogerá feroz al día antes de que salgamos y supongo que tenéis los testamentos puestos al día indica la caja fuerte adosada a un amparo siguen todos ahí dentro como la última vez alguna pregunta alza una mano escuché lupo alguien quiere comprar mis cromos de la vela su la mitad y el 08 saladino ríen todos otra vez y no hay más preguntas advierte en la bolita no que mazzantini sigue mirando interrogante a deseo lombardo y que esté tras cruzar una ojeada silenciosa asiente de nuevo muy serio con gesto satisfecho el oficial se pone en pie va hasta el aparador y regresa con una bandeja en la que hay una botella de vino tinto un sacacorchos y ocho vasos conocemos la situación de nuestros ejércitos y no nos hacemos ilusiones mazzantini descorcha la botella es imposible que una victoria de los medios de asalto cambie la suerte de la guerra pero podemos esperar que un éxito sirva para aliviar la presión inglesa en esta zona del mediterráneo y está el honor mi teniente apunta cadorna sí y cierto está el honor que al menos le sangre la nariz esa es la idea moviéndose en torno a la mesa en macc santini va llenando el vaso de cada uno se trata de un vino italiano compruebas cualquier upo un cinque terre en cuyo aroma hace pensar en mesas cubiertas de polenta tibia hogazas de pan tierno lonchas de mortadela y chocolate perú china huele a nuestra casa dice alguien los ocho hombres se quedan callados entregado cada cual a sus recuerdos respetándose el silencio unos a otros desde los entrenamientos en boca de sergio se conocen igual que si fueran hermanos vida amores pasiones defectos sueños familia entre todos suman cuatro esposas y seis hijos es el teniente mat santini quien habla al fin creo que lo hemos previsto todo y atacaremos con ánimo sereno por mi parte tengo la conciencia tranquila hemos dedicado todo nuestro esfuerzo al éxito de esta operación y podemos afrontar lo que ocurra antes de salir rezaré para que nos acompañe la suerte que dios premia las fatigas con la victoria y se apiade de nuestra desdichada pasión o de osh en pie todos obedecen vaso en mano mat santini levanta el suyo y mira a los hombres uno por uno es imposible imaginar mejores camaradas y considero un privilegio combatir a vuestro lado décima viva y tarea viva elena ha cruzado está dentro de la colonia lo hizo a primera hora al abrirse la abeja anduvo haciendo tiempo en las cercanías mientras tomaba un café más achicoria que otra cosa en un pequeño quiosco situado junto a la frontera hasta que vio aparecer al doctor focas que esta mañana tiene servicio en el colonial hospital le fue al encuentro con aire casual qué sorpresa doctor etcétera y así cruzaron ambos la verja conversando con aparente naturalidad mientras ella disimulaba la tensión una mirada rutinaria de los aduaneros británicos un saludo de estos a zocas el largo recorrido a través de la pista del aeródromo y keys made the square hasta despedirse en main street' la sorpresa de sylt y el combo beats al verla aparecer en la librería el día no previsto el trabajo con los libros y las fichas y ahora tras un vistazo al reloj el cuerpo que se tensa mientras los latidos del corazón se vuelven más fuertes y rápidos el incómodo hormigueo en las ingles la respiración corta y profunda controlada mediante la que intenta mantener la calma el bolso abierto y la cámara fotográfica en su interior jovovich está ocupado en vaciar cajas de libros elena se pone en pie coge el bolso voy a tomar el aire a fumar un cigarrillo claro responde el librero atento a lo suyo vuelvo enseguida abre la puerta vidriera y sale a la terraza en donde enciende un crimen bajo un sol espléndido de media mañana la bahía de algeciras es una media luna azul tinta a circundada de ocres y grises áfrica se ve a la izquierda muy bien definida a la distancia no hay viento y los barcos anclados en el seno norte apuntan sus pruebas en diversas direcciones la sensación es apacible de calma total abajo más allá de la terraza y del king's bastión se extienden las instalaciones portuarias los tres diques de reparaciones a la izquierda los depósitos de combustible las grúas y los tinglados desde allí llegan a la terraza algunos sonidos lejanos un toque de sirena martilleo sobre superficies metálicas y graznido de gaviotas que van y vienen planeando entre el peñón y los barcos amarradas a los muelles o a las boyas centrales hay una docena de naves así grandes todas ellas pintadas con el color gris naval de la armada británica fíjate en los detalles fue lo que dijo él elena rememora su voz tranquila explicándolo el suave acento italiano y la sonrisa que atenuaba o pretendía hacerlo la gravedad de sus palabras si no puedes o no quieres hacer fotos comprueba las posiciones exactas de los barcos grandes e intente recordar dónde estaban antes eso es importante cuando te desplazas de noche bajo el mar a oscuras sobre el fango del fondo sin apenas forma de orientarte sin poder emerger para comprobar la situación 100 metros de diferencia de error pueden suponer el éxito o el fracaso también la vida o la muerte de mis compañeros y quizá la mía los detalles por tanto atenta a ellos después de asegurarse de que cobo vilches no la ve y de que no hay nadie en las ventanas de los edificios cercanos elena deja el cigarrillo humeando en el repecho de la terraza abre el objetivo de la kodak mira por el visor y toma cuatro fotografías en panorámica de derecha a izquierda cubriendo el puerto desde el muelle norte a los tres carneros mete la cámara en el bolso coge otra vez el cigarrillo e intenta comparar lo que ve las posiciones de los barcos grandes con las que recuerda de la última vez en apariencia son las mismas sólo unos seguramente un crucero ha cambiado de sitio amarrado ahora a una de las boyas centrales frente a la dársena de botes el transatlántico convertido en transporte de tropas permanece al final del muelle sur que llaman del almirantazgo cuando regresa al interior gobo biche ni siquiera le presta atención rebobina elena la película extrae el carrete y lo mete en un bolsillo de la gabardina colgada en el respaldo de la silla después introduce otro virgen y se queda muy quieta apoyadas las manos en la mesa respirando hondo y despacio hasta que poco a poco los violentos latidos del corazón esta vez decide no va a coser el carrete en el fondo del bolso tardaría en desprenderse de él si tuviera problemas por fin termina de rellenar la ficha que dejó a medias los cuatro volúmenes de la technical and scientific encyclopedia the hats in some coge el bolso y la gabardina y se pone en pie lo dejo por hoy le dice algo bitch la mira el librero sorprendido el en apenas lleva una hora allí tan pronto tengo cosas que hacer sonríe y se me hace tarde sí por supuesto volverás en cuanto pueda me gusta venir como te agradezco que me dediques tu tiempo eres un ángel de dios y es un placer tenerte aquí de nuevo se lo deshará de mi parte la próxima vez subí de haberla por supuesto y ten cuidado ahí fuera son tiempos complicados claro lo tengo baja elena la escalera y sale a la claridad de las fachadas blancas donde reverbera la luz con el pretexto de encender otro cigarrillo mira a uno y otro lado sin advertir nada sospechoso después como una mano en el bolsillo de la gabardina y el carrete fotográfico entre los dedos apretados cruzan line world road hasta la cabina telefónica una vez dentro cierra descuelga el aparato inserta una moneda y marca un número de llamada internacional responde una voz femenina y elena pide conexión con el número del otro lado de la frontera que ha memorizado tras una breve espera suena una voz masculina española diga soy maría un corto titubeo mariah dime todas las primas -1 siguen en casa de papá está segura eso parece muy bien dales recuerdos también tengo una postal escrita para la familia la echaré al correo dentro de una hora se interrumpe la comunicación elena permanece inmóvil un momento apoyada en el cristal de la cabina ordenando ideas mientras calcula los siguientes pasos luego mira el reloj empuja la puerta y camina calle arriba llega a main street' y se dirige al hotel bristol donde pasa con naturalidad junto al soldado que vigila la entrada y se dirige al bar donde algunos oficiales de la raf la miran interesados ocupa un asiento al lado de una mesa desde la que puede vigilar el vestíbulo pide una taza de té y aguarda durante 15 minutos hojeando un libro del que la tensión le impide leer apenas una página no ve entrar a nadie que despierte sus sospechas al fin paga la consumición se levanta sale a la calle tampoco allí percibe nada que la alerta y camina hasta la parada de taxis que está en la piazza frente a la catedral católica sube a uno a la frontera por favor baja el conductor la bandera del taxímetro y se ponen en marcha al llegar a la pista del aeródromo encuentran la barrera tendida y a dos soldados que interrumpen el tráfico un avión grande de dos motores pone despegar durante la espera a elena tiene tiempo de reflexionar riesgos y oportunidades fortuna y mala suerte mientras lo hacen ve que una motocicleta se ha detenido cerca se apoya en el manillar un hombre fornido con chaqueta y sin corbata gorra de tweed y gafas de motorista que mira todo el tiempo al frente sin volverse a un lado ni a otro disimuladamente ella se mueve un poco en el asiento hasta encuadrar la avenida en el espejo retrovisor no hay nadie detrás aunque un automóvil se acerca despacio y se detiene antes de alcanzar al taxi a una veintena de metros cuando despega el avión y se alza la barrera el taxista arranca cruzan la pista y recorren el último tramo hasta la frontera para entonces elena esta ciega de pánico el miedo la sacude por oleadas impidiéndole pensar con un esfuerzo agotador dominando sea sí misma intenta razonar ahora no ve la motocicleta y el otro automóvil que han quedado atrás más no se atreve a volver sin mirar la turba ni ideas contradictorias pero por encima de todo intuye la inminencia del desastre de pronto advierte que dentro del bolsillo derecho de la gabardina aprieta convulsa mente el carrete fotográfico que éste y la palma de la mano están mojados de sudor y que el brazo tenso como un engranaje atorado le duele hasta el hombro piensa se dice angustiada piensa elena piensa y piensa pueden ser imaginaciones tuyas o puede que no medita rápido lo que haces y vas a hacer y más te vale acertar porque tal vez no salgas de esta con eso en la cabeza observa que la motocicleta ha adelantado al taxi por la derecha y se detiene al final de la avenida junto al cobertizo de la aduana sintiendo que pierde el control de los nervios mira alrededor los asientos del taxi la nuca del conductor y los ojos de este que ajenos a todo se reflejan en el retrovisor me tiembla la mano que aprieta el carrete estúpida a mí concluye si me lo encuentran encima estoy perdida me espera una soga en maurice castle con un último esfuerzo para mantener la calma estudie con precipitación la portezuela contigua que tiene redecillas portaobjetos pero la descarta enseguida quedaría a la vista tampoco la alfombrilla de caucho que tiene bajo los pies sirve de nada y arrojar el carrete por la ventanilla es demasiado expuesto si el otro coche viene de atrás en cuanto a los asientos del taxi son de cuero corridos de lado a lado no parece haber en ellos hueco alguno aún así con la mano izquierda a la desesperada palpa el respaldo allí donde éste se une al asiento forzando los dedos ensancha un poco la cultura no hay tiempo para más de modo que saca del bolsillo el carrete y lo introduce allí empujando hasta que desaparece dentro el taxi se ha detenido paga al conductor baja del automóvil y camina hacia el puesto de control aduanero intentando no tambalearse sobre unas piernas que apenas la sostienen confío piensa angustiada en no desmayarme como una estúpida la sangre late en sus sienes con tanta fuerza que parece resonar fuera cual si los centinelas armados y los policías que están junto a la verja pudieran oírla para serenarse y ganar tiempo se detiene aparentando buscar el pase en el bolso y después avanza de nuevo primera lengua tan seca que se encendería un fósforo rascando en ella hay algunos transeúntes cruzando la frontera sin que nadie les presté atención el hombre de la motocicleta habla con los policías y todos miran a elena cuya aprensión se convierte en certeza es obvio que la esperan a ella y no hay escapatoria imposible volver atrás diez pasos más allá de la verja tan cerca y tan lejos están los guardias civiles españoles pero ni aunque gritara pidiendo auxilio podría socorrer la se encuentra en territorio británico por un brevísimo instante considera la posibilidad de echar a correr y refugiarse entre ellos pero comprende que nunca conseguiría pasar y lo que es peor destruiría la posibilidad de aparentar inocencia contiene el aliento y sigue adelante no hay más remedio un paso otro y otro y cuando ya está muy cerca de la verja y los aduaneros escucha el sonido de automóvil que se detiene a su espalda ruido de portezuela y pasos en la gravilla una voz masculina tranquila amable la interpela en español señora por favor puede acompañarnos se trata de una simple formalidad una mujer detenida siempre cohíben piensa harry campelo vérselas con ellas por muy policía que uno sea hace que esté lejos de sentirse cómodo el oficio endurece pero hay reflejos atavismos que dificultan la eficiencia operativa tal vez eso forme parte de una educación católica como la suya de los resabios familiares y sociales cualquiera sabe en todo caso no resulta fácil desprenderse de ellos para centrar el aspecto práctico de las cosas sospecha de connivencia con el enemigo y sabotaje de probarse eso es delito capital en tiempo de guerra y supone sentencia verdugo y angelitos al cielo el problema es que no hay pruebas consistentes y el jefe del gibraltar security branch lo sabe de sobra tiene indicios detalles significativos aunque nada concreto por ahora ya quisiera en otro momento a guardaría paciente tejiendo la red para recoger certezas y pruebas legales pero se vive en tiempos rápidos donde un día unas horas son decisivos un error o una imprevisión pueden costar daños y vidas y harry campelo está sobre todo para prevenir para detectar amenazas y neutralizar las que hace ella le pregunta a hasan pizarro nada comisario a sentadas y moverse mirando la pared tranquila eso parece estuvo protestando un buen rato como al principio cuando la detuvimos ahora se ha cansado y calla le quitamos el tabaco y no le hemos dado nada de beber y weithman y gambaro lo que usted ordenó entran de vez en cuando la amenaza ni insultan con alguna barbaridad y se van cree que es sol ablandar a un poco no tengo ni idea se rasca el ayudante la cicatriz de la ceja sobre el ojo estropeado esta vez el roast beef lo veo poco hecho comisario si permitiera ni un pelo de la ropa lo corta campelo lo expuse muy claro weidman es un animal no podemos tolerar que se les vaya la mano pero si ella ese es el problema hombre no tenemos nada sólido nada que justifique pasar a mayores una sospecha y una conversación telefónica interceptada con un número de la línea que todavía no hemos identificado hablando de un padre y unas primas figúrate y de una postal que iba a echar al correo hace campelo una demanda impotencia le hemos encontrado alguna enzima no admite hassan pues eso llevaba una cámara fotográfica con películas sin usar y no aparece ningún otro carrete habéis buscado en el taxi no hay nada él persiste dice que tampoco la vio hacer nada sospechoso seguir buscando de todas formas se levanta campelo y va hasta la ventana un convoy militar pasa frente al cementerio de trafalgar y asciende por la ladera del peñón hay una gaviota posada en el alféizar mirando al comisario con curiosidad golpea este el vidrio con los nudillos a la altura del pico y el ave emprende el vuelo tenemos humo nada más comprendes sospechas y humo me el fatto me dice que el enard pues no es inocente como pretenden pero sólo es mi olfato no podemos emprender la golpes es sólo porque algo huele mal se lo sacamos por las buenas haciendo que parezcan las buenas o tendremos que soltarla sin pruebas no hay caso y el reloj hace tictac suspira desalentado y consulta la hora tardísimo con prueba y el allí asustando gaviotas empieza a sentirse de verdad irritado voy a hablar con esa mujer ah si es hablan dable ya lo estará si no afloja podemos olvidarnos lo piensa un poco dentro de un momento entre con un café o una taza de cacao con algo de beber para usted para ella y día gambaro y weithman que la dejen en paz y no asome en los cuernos que no me espanté en la caza como mandé se acerca campelo a la mesa coge lápiz y papel y anota un nombre y unas señas toma la larga la nota al ayudante después ve a este lugar pregunta por el nombre que pone ahí y dile que se comunique conmigo lo antes que pueda que es muy importante no telephone es y ve en persona entendido comisario pues vamos mueve ese culo perezoso que tienes dicho eso sale del despacho baja hasta el sótano y se dirige al cuarto de interrogatorios gambaro y beit van están sentados en el pasillo en mangas de camisa bebiendo botellines de cerveza mientras oyen en la radio el noticiero de la bbc campelo les hace señal de que se queden allí y entra en la habitación la mujer sigue sentada al otro lado de la mesa bajo la bombilla desnuda que pende del techo y me la gabardina apuestas sobre los hombros y no lleva esposas se sienta el comisario frente a ella y entra sin rodeos en materia le pido por favor que no vuelva a decir que no ha hecho nada y que esta retención es un atropello lo mire a ella a suspicaz tiene facciones agradables constata de nuevo campelo es alta y casi guapa y posee una voz educada retención ha dicho no estoy detenido se mantiene serena observa el comisario pero al hablar le tiembla un poco la barbilla sus manos son finas cuidadas sin anillos ni barniz de uñas las apoya en la mesa y a veces las junta con crispación no por ahora réplica campelo pero eso no la beneficia porque dadas las circunstancias podemos retenerla indefinidamente antes de que todo sea oficial puede explicarme por qué me tienen aquí ella señala la puerta porque entran esos hombres a decirme atrocidades hace campelo un ademán aburrido cual si todo fuera obvio sabemos que usted informa al enemigo que espía la ve a abrir mucho los ojos eso es ridículo ya les he dicho nada de lo que dijo hasta ahora me convence de lo contrario no sé si trabaja para los nazis los italianos o la falange española quizá para todos a la vez está hablando en serio señala campelo la habitación la puerta cerrada no le parece esto bastante serio ella entrelaza los dedos se la ve más tensa que turbada lo que me parece es infame de pronto lo mire con desafío dígame algo que haya hecho y que no debía hacer la librería de sylt y el cubo bitch aventura el policía lo mira a ella con sorpresa o aparentando la trabajé allí durante la guerra de españa supongo que hablarán con el dueño lo haremos si admite campelo y también sobre la terraza el rostro de la mujer se vuelve imposible qué pasa con la terraza que desde ella se ve todo el puerto y que dígamelo usted el comisario la vela de ar la cabeza y observarlo como si estuviese ante un idiota oiga señor me asomado a esa terraza cientos de veces que tiene eso de extraño su cámara fotográfica la que llevaba en el bolso la llevo a menudo me gusta la fotografía pero no hice fotos esta vez porque no se duda y asiente enseguida no me paso la vida haciendo las estamos buscando el carrete estaba en la cámara ese no tiene ninguna foto me refiero al otro que otro sólo tenía uno ya le digo que no hice fotos ni desde la terraza nunca he hecho fotos desde esa terraza sé muy bien que no se puede cuando hay instalaciones militares lo sabe sí claro como todo el mundo entré a pizarro con una taza de cacao caliente y la deja en la mesa junto a la mujer están y la mira y qué hay de su padre pregunta campelo cuando se marcha el ayudante no entiendo pues deberían sospechábamos de usted así que en dispuse la escucha del teléfono de gobo bichi y la cabina de la calle escucharon su conversación y la notaron la mujer continua mirándolo como si no le siguiera los argumentos al fin parece reparar en la taza la cogen se la lleva a los labios y bebe un sorbo antes de dejarla de nuevo la mesa qué tiene de malo esa conversación dice al fin su padre y sus primas ya saben la postal mi padre vive en málaga y tengo familia en algeciras nada hay de raro en eso lo comprobaremos naturalmente la observa con fijeza campelo reflexivo en verdad concluye ella se defiende muy bien demasiado sin duda así que saca otra carta de la manga cuando habló por teléfono no dijo su nombre no pues no se identificó como maría los ojos de la mujer parecen cristales de hielo tiene usted mi documentación responde con mucha calma y en ella figura mi nombre de pila completo me llamo maría elena y mis familiares suelen utilizar ese primer nombre desde cuando desde niña eso también lo comprobaremos no me cabe duda el comisario sabe encajar un revés sin inmutarse saca del bolsillo de la chaqueta el paquete de cigarrillos y el encendedor de ella y se los pone delante es viuda apunta a su marido lo mataron los ingleses y a mi padre lo quisieron fusilar los franquistas por eso nos refugiamos tres años aquí ni nazis y fascistas me son simpáticos tras decir eso coge un cigarrillo se lo pone en la boca y acciona el encendedor campelo advierte que es zurda y que la llama oscila entre sus dedos una hembra templada piensa en sus adentros o que sabe serlo y no lo hace nada mal escuchen no quisiera tener que usar otros métodos ella deja salir despacio el humo entornando los ojos espero que no esté insinuando que van a torturar me sonríe campelo sarcástico no ha sido entrenada para eso para resistir interrogatorios y torturas se queda muy quieta mirándolo habla en serio completamente por dios no diga tonterías hace años recuerda campelo interrogó a una mujer que había matado a su marido a golpes de hacha él le pegaba cuando estaba borracho y una noche ella se le acercó cuando estaba dormido y resolvió la cuestión durante el interrogatorio y el juicio posterior donde lo negó todo la encontraron salpicada de sangre sentada en la escalera y con el hacha al lado a la mujer no se le había movido músculo de la cara ni siquiera cuando el juez se puso el pañuelo sobre la peluca y dictó sentencia de muerte seguía negando lo todo e impasible mientras la subían al cadalso / nada o no sé qué espía para el enemigo yo ahora parece muy indignada una librera porque no hace unos días ahorcamos a un empleado de comercio se apoya ella en la mesa con vehemencia usted es imbécil como se atreve como se le ocurre es arroz y dad a pagar de pronto el cigarrillo parece reflexionar se recuesta en la silla quiero hablar con el cónsul de españa que se le comunique mi situación eso puede esperar unos días se pone en pie el comisario su sonrisa fatigada disimula su frustración de momento se va a quedar en gibraltar con nosotros añade como he dicho me obligará a utilizar otros métodos en su larga vida profesional a harry' campelo lo han mirado de muchas formas distintas pero que él recuerde nadie lo hizo nunca con tanto desprecio como la mujer lo mira en este momento utilice lo que crea conveniente dice ella y cuando termine conduzca me a la frontera con una disculpa a llenar o squarcia loop o le preocupa deseo lombardo su silencio obstinado desde que regresó tras pasar la noche fuera de la tierra cuando el napolitano entra en la cámara taller encuentra su compañero reparando el regulador de flujo de oxígeno de un auto respirador 49 bis trabaja concentrado en la tarea desnudo excepto por un viejo pantalón corto los pies descalzos en el suelo y el torso cubierto de sudor siguen sin funcionar los extractores de aire es cualquier grupo va a sentarse a su lado y cuando lombardo alarga una mano para un destornillador que está sobre la mesa se lo alcanza levanta un poco el rostro el otro lo mira sin decir nada y utiliza la herramienta para desmontar el mecanismo ese no lo vamos a usar en el ataque comenta squarcia lupo tardó momento lombardo en responder ya dice al fin pero quiero estar ocupado en algo que pasó anoche mueve el otro la cabeza déjame llenar no estoy para conversaciones no he venido a conversar esta noche saldremos afuera tú y yo y necesito saber que todo va bien eres mi binomio dependemos el uno del otro todo va bien no te preocupes estuviste con ella lombardo se mantiene en silencio de miedo concentrado en las piezas del auto respirador que limpia y ajusta de nuevo una gota de sudor corre desde su frente y le queda suspendida en la punta de la nariz una vez dice escarcha lupo durante un ejercicio de adiestramiento en portó venere me dijiste algo sobre eso recuerdas pues yo lo recuerdo perfectamente cuando sales al mar hay que dejarlo todo en tierra demasiado lastre impide nadar bien eso fue lo que dijiste hermano mueve la cabeza el veneciano sin dejar de prestar atención a lo que hace no llevaré ningún lastre esta noche pues más nos vale porque te necesito delante de mí sereno mirar tu espalda o adivinar la en la oscuridad y saber que puedo confiar lombardos se ha quedado inmóvil sin alzar la vista al cabo de un momento se enjuga el sudor de la cara con el dorso de una mano se ha puesto en peligro otra vez dice ella square chelo polo mira con asombro tu amiga la librera está haciendo un último reconocimiento del puerto para confirmar objetivos el pendiente mazzantini me ordenó que se lo pidiera squarcia lupo sigue atónito ha vuelto a entrar en gibraltar esta mañana temprano eso creo lo considera el napolitano si nosotros estamos aquí concluye quien le hará el control cuando salga nuestra gente de villa carmela menudo par de huevos tiene tu amiga cómo pudiste convencerla lo decidió ella incluso le aconseje que no lo hiciera squarcia lupo no da crédito lo que oye le aconsejas de eso pero quiso ir tú estás loco deseo por aconsejarle que no fuera o por dejarla ir santa madonna quedado fuerte ok y si la descubren los ingleses no lo harán comió y si lo hacen figúrate sí y con mucha calma minucioso lombardo termina de montar la válvula conectada a una bombona de oxígeno y la comprueba lo mira inquisitivo squarcia lupo sabéis lo deja ahí pero no hay respuesta hermano añade menuda historia ya menuda poniéndose en pie lombardo cuelga el auto respirador en la percha de equipos mientras tanto squarcia grupos saca del bolsillo un papel y lo desdobla sobre la mesa tengo un croquis del puerto de nuestro objetivo lo contempla el otro desaprobado está prohibido sacar documentos de la camareta este no lo saqué de ninguna parte lo he dibujado yo de memoria peor me lo pones tamborilea el napolitano con los dedos sobre el papel anda venga aquí mira se acerca a lombardo sentándose de nuevo es cualquier grupo recorre el croquis con un dedo el rumbo de 80 grados nos debería llevar directamente a la entrada norte entre el muelle del carbón y el betouch bowl si superamos las cargas de profundidad de las lanchas encontraremos la red anti submarina que cierra esa bocana pasarla por encima tan cerca de los ingleses será imposible y la otra vez no pudimos levantarla desde el fondo con las nuevas cizallas alemanas la podremos cortar afirma lombardo abrir un hueco ojalá que sí en cualquier caso si forzamos la red y al nairobi no lo han movido de su amarre aún tendremos que recorrer de 150 a 200 metros para llegar a él fíjate he apuntado las sondas que figuran en la carta asiente el veneciano sin necesidad de mirar el papel de 12 a 9 metros 8 en algunos sitios squarcia lupo le guiña un ojo tú también lo has vuelto a comprobar verdad lo hice a naturalmente y sabes lo que significa iremos muy justos de cota y cualquier falsa maniobra puede sacarnos a la superficie o delatarnos la fosforescencia asiente el napolitano de pronto sombrío y si vamos arando el fondo se levantará a fango y acabaremos por ver - que un pescado frito podría ser bueno pues imagina ahora que todo va bien hasta ahí y luego se tuercen las cosas miramos el crucero pero no podemos sacar el maya led el puerto se vuelve ingobernable o se avería habrá que salir por tierra has pensado algún sitio el muelle norte lombardo indica el lugar aquí junto al pantalán de pasajeros hay un sitio bueno recuerdas sí claro lo consideramos la otra vez por si entrábamos queda muy en sombra sobre todo con el oscurecimiento de octure no del puerto nos sigue valiendo una vez allí podríamos pasar al otro lado y nadar media milla hasta la costa española suponiendo que para entonces estemos en condiciones de nadar en caso contrario intentaremos subir a bordo de algún mercante neutral atracado en esa parte o levantar las manos y rendirnos squarcia lupo hace una mueca desagradable eso prefiero que no a camarada al duce no le gustaría pues dile que venga a él le prestaremos un traje estanco y que se moje los pies ríen cómplices de nuevo dos soldados dos camaradas volveremos con nuestro maya le sostiene lombardo estoy seguro por supuesto mala hierba nunca se la come el buey es cualquier upo guarda el croquis y se pone en pie hay que echar una última ojeada al ma'jalah y cambiar del grupo a la dinamo para dejar a punto las baterías eléctricas se pone lombardo una camiseta sucia de grasa salen de la cámara y en la escala que conduce al muelle interior de operaciones encuentran al teniente mat santini cuya expresión intranquiliza los dos buzos tenemos que hablar deseo comenta al decirlo dirige una mirada significativa squarcia lopo que hace ademán de retirarse y dejarlos pero lombardo lo retiene llenaron es mi binomio a mi pendiente no hay nada que él no pueda oír duda un instante el oficial mira squarcia lupo y se decide al fin le has contado si confirme lombardo una mirada severa no te ordene eso tampoco lo contrario a mí te miente y le repito que es mi compañero no se preocupen tercia squarcia lupo los dejó solos no quédate accede max santini es igual acabo de comunicar con villa carmela se vuelve hacia lombardo maría no ha pasado de vuelta a la frontera desde que se conocen es cual hubo nunca había visto palidecer a lombardo ni siquiera en los agotadores ejercicios que los obligaban a nadar millas con todo el equipo a cuestas o al quitarse la máscara de goma tras varias horas de inmersión sin embargo ahora se ha puesto pálido porque pregunta éste mueve el oficial la cabeza no se sabe telefoneó desde gibraltar según parece había alguna novedad en el puerto también dio a entender que tenía fotografías no hemos vuelto a saber de ella la voz de lombardos suena roca muy densa cree que la han detenido no lo sé ni nuestra gente en la línea tampoco lo sabe han estado esperando cerca de la verja y no aparece y cuál es la novedad de la que informó no dio detalles entendemos que un objetivo ha cambiado de lugar hemos enviado al patrón de un pesquero español a echar un vistazo lo más cerca que pueda qué pasa con ella con maría averiguaremos lo que ha ocurrido pero nada podemos hacer ahora seguiremos el plan previsto y si habla interviene escuche lupo callado hasta ese momento es poco lo que puede contar max anti ni lo ha dicho mientras mira a lombardo y son una masa pregunta qué respuesta lo admite el veneciano muy poco y de esta noche no sabe nada zanja el oficial se quedan los tres callados serio mat santini preocupados cualquier upo inexpresivo lombardo es el teniente quien rompe el silencio tenéis que concentrarnos en la operación no podemos atender a otras cosas comprendido asienten napolitano claro a mi teniente mazzantini estudia lombardo también tú lo comprendes deseo lo ha entendido mi teniente dice squarcia lupo pues he echado un último vistazo a los mayales y descansado un rato hay un trabajo que hacer y será duro se marcha escala arriba es cualquier grupo se vuelve hace su compañero jazz oídos de mienten tenemos un trabajo que hacer lombardo no se mueve tiene la mirada absorta fija en el mamparo lo hizo por mí y llenar dice de pronto de qué estás hablando de ella ha vuelto allí porque yo sólo pedí no eres el responsable de eso y no puedes salir esta noche con tales ideas en la cabeza nos van en ello tu vida y la mía inclina lombardo el rostro sombrío porque lo ha hecho porque se dejó convencer se encoge de hombros squarcia lupo solo la noche inminente ocupa ya sus pensamientos la noche el mar y los ingleses todo lo demás ha dejado de tener importancia cualquiera sabe hermano las mujeres son animales extraños en compañía de un will moxon correctamente uniformado harry campelo recorre el muelle del carbón pasa entre las grúas y el antiaéreo bofors que acaban de instalar allí y apoyándose en un noray se asoma sobre la lancha amarrada abajo royston está en la cubierta sentado con dos de sus buzos mientras preparan cargas de profundidad cilindros de hojalata procedente de latas de aceite español y galletas inglesas cargados con 250 gramos de explosivo y un detonador de granada mls todo muy rudimentario pero suficiente para que la onda expansiva reviente las entrañas de un buzo enemigo en un radio de 4 o 5 metros nuestro amigo trae noticias le dice moxon a todo trepa el alférez de navío por la escala que pende del muelle sólo viste una arrugada gorra de oficial un pantalón corto de color caqui y unas zapatillas de tenis muy sucias el sol ha dorado el bello y la barba rubios sobre su piel bronceada el pómulo izquierdo muestra todavía un hematoma violáceo resultado de la refriega nocturna en el queen anne's revenge noticias buenas o malas pregunta las manos metidas en los bolsillos echado atrás el sombrero campero lo pone al corriente nada de indicios serios expone pero si sospechas ha hecho una detención de un posible agente enemigo que está siendo interrogado no hay elementos que permitan asegurar nada pero tal vez se prepare un nuevo golpe contra gibraltar algo próximo como de próximo no puedo precisar lo se sincera campelo por ahora es más intuición que otra cosa todo se quita la gorra se pasa un antebrazo por la frente para jugar el sudor y se la vuelve a poner hay buena luna para eso comenta ecuánime si yo fuera ellos vendría cuando a segundo se interesa mucho pues no sé a esta noche mañana dos o tres días como mucho la mar está como un plato y hay poca luz hay forma de prevenirlo señala todas las cargas de profundidad que sus hombres preparan en la lancha lo estamos haciendo dentro de lo que cabe mira campelo quién es ese sospechoso tuyo ha dicho algo es una mujer anda a una mata hari da a no en absoluto es otro estilo hace una mueca el buzo decepcionado qué desilusión nos ha contado muy poco de momento o más bien nada ahora sí algo hace sospechar que hay preparativos en marcha creemos que vigilaba esta zona dentro y fuera y bocados jugosos opina moxon si ese es el asunto mira todo el interior del puerto los destructores y cazatorpederos amarrados a los muelles el transporte de tropas luccón ya el petrolero khyber pass el crucero ballan trae abarloado al muelle sur y el nairobi en las boyas centrales el convoy ph 22 tardará cuatro días en salir dice en la bahía hay una docena de mercantes y aquí dentro algunas piezas de caza mayor como digo si yo fuera el enemigo no dejaría de intentarlo hemos intensificado la vigilancia hidropónica entre punta europa y punta carnero señalamos son nuestras dos corbetas van y vienen se muestra escéptico todo no lo harán desde un submarino lo han hecho otras veces te digo que no mueve el buzo la cabeza testarudo estoy seguro de que salen de la costa española atacan y vuelven a ella el almirante no opina eso muchacho afirma que vienen del mar el almirante no tiene ni idea no se moja el culo como mis hombres y yo ni se interesa lo más mínimo por nuestro trabajo no me ha dado nada de lo que llevo tiempo pidiéndole medios y gente mirad basta una cubierta de lona que está cerca en el muelle la retira y muestra 5 autos respiradores de distintos aspectos bombonas de oxígeno tubos en forma de fuelle máscaras de goma con doble visor con esto tenemos que bucear no es material específico para buzos sino viejos equipos davis de abandono de submarinos que hemos recuperado y adaptado a nosotros mismos en cambio ve de este otro se agacha y les muestra un auto respirador sabéis de dónde viene no lo habéis visto antes pues no sé muchacho replicamos son a mí me parecen todos iguales el italiano de la otra vez dice campelo exacto lo llevaba el tipo al que matamos hace unos días mejor incluso que los momsen americanos y los tragará alemanes y el resto del equipo era igual de bueno brújula reloj traje estanco los italianos serán todo lo que queráis pero el material que traen aquí es de primera clase y sus agallas también deja todo el auto respirador con los otros y se queda mirando lo que nos metieron en gibraltar en sudã en alejandría prosigue y casi lo hicieron en maldad yo estaba en la valeta y no olvido la escena iluminados por nuestros proyectores mientras los machaca vamos con cañones y ametralladoras y el agua parecía hervir durante seis minutos atacaron con buzos y lanchas explosivas las obstrucciones del puerto intentando entrar en él eran una veintena y fueron cayendo uno tras otro impávidos como si estuvieran en un simple ejercicio hasta que los matamos o capturamos a todos dicho eso se inclina y vuelve a cubrir los equipos de oxígeno con la loma macarrones blandos añade de pronto y un todavía guardo el recorte del 'daily mirror' con lo que dijo de ellos el gobernador de marta este ataque ha exigido las más altas dotes de valor personal por parte del enemigo se queda un momento callado mirando la bahía valor personal repite pensativo así que vendrán comentamos o sonríe el buzo con calidez como si la idea no le des a la base pues claro que esos cabrones vendrán alargando un brazo señala con movimiento semicircular el contorno de la bahía desde la línea algeciras son noches perfectas para ellos están ahí mismo en alguna parte de la costa española los vuelo tal vez en este mismo momento nos estén vigilando de cerca tomándonos las medidas tras decir eso se toca con un dedo la visera de la gorra y baja por la escala hasta la lancha cuando pisa la cubierta levanta el rostro hacia campelo y moxon sé que van a venir insiste esta noche mañana ha pasado vendrán a por nuestros barcos como lobos hambrientos y yo los estaré esperando 11 piel mojada hierro caliente no fue hasta el tercer día de conversación con llenar o escucha lupo que le pregunté a éste por la ruptura del grupo osa mayor en 1943 cuando el mariscal badoglio firmó la paz con los aliados declaró la guerra a alemania y los antiguos amigos pasaron a ser enemigos para esa fecha capturados tras su acción en gibraltar teseo lombardo y él estaban en el campo de prisioneros de rama car en la india y fue allí donde acabó su camaradería o su amistad yo creía que el viejo buzo napolitano iba a eludir el asunto pero lo abordo apenas lo insinuó lo hizo con una sonrisa melancólica y amarga estábamos como los dos días anteriores sentados al sol con una fresca de vino en la puerta de la trattoria y el balón bar o viendo pasar a la gente por la esquina de las vías piña seca y pascuales cura el magnetófono funcionaba sobre la mesa y registro sus palabras exactas deseo fue un traidor no fue el único pero eso no lo disculpa pareció divertirle mi sorpresa al oír aquello la infamia de aquella rendición ignominiosa prosiguió no fue traicionar al fascismo porque éste ya estaba traicionado de sobra la afrenta fue manchar la dignidad del pueblo italiano el honor de las fuerzas armadas y la memoria de los caídos durante la guerra me observaba inquisitivo nos convirtió a todos en desertores comprende dije que sí que creía comprender y el antiguo buzo siguió con sus explicaciones aquélla dijo era una guerra que ellos no habían querido en eso el duce se equivocó al arrastrarlos en cuanto al propio squarcia lupo nunca estimó a los alemanes que le parecían tan crueles y arrogantes como los ingleses pero eran sus aliados y junto a su bandera lo habían hecho combatir volverse contra ellos de la noche a la mañana y aún peor hacer que se volvieran contra italia con toda su fuerza fue un disparate así que algunos y no fueron pocos decidieron elegir por su cuenta en rasgar los ingleses nos preguntaron ofrecían la libertad a los que quisieran combatir contra alemania algunos como deseo aceptaron unirse a los aliados otros nos negamos al deshonor preferí no cambiar de bandera y seguir prisionero hasta el final de la guerra y el resto de su grupo me refiero a los de la décima que para entonces aún estaban operativos se tocó la cara surcada de arrugas y viejas cicatrices ocurrió lo mismo dijo unos siguieron combatiendo junto a los alemanes haciendo incursiones contra los barcos aliados en ansia nettuno y ancona y contra las naves que participaban en el desembarco en el sur de francia otros como deseo lucharon junto a ingleses y americanos con los que incluso hicieron de instructores y atacaron la especia y génova que eran sus antiguas bases me miró dubitativo comprende la dimensión del asunto coherencia frente al deshonor apunte escéptico así lo ve usted y que otra forma y de verlo sufrió represalias al regresar su respuesta fue un resoplido y una risita amarga pues claro que la sufrí dijo luego pasada la guerra a pesar de lo mucho que hicimos en ella los que fuimos calificados como no cooperadores o sea fascistas recalcitrantes pagamos las consecuencias desprecio y olvido pero bueno soy de nápoles aquí siempre es posible arreglárselas y así lo hice trabajé de buzo en el puerto recuperando chatarra hundida monte esto para ganarme la vida y aquí sigo se detuvo sombrío luego con una mueca desagradable añadió que él no había sido el único olvidado también otros camaradas sin importarle el bando en el que se situaron tras el armisticio de 1943 se vieron en el abandono y la miseria como espartaco esquer gat por ejemplo a otro de la décima estuvimos juntos en la escuela de buzos él fue uno de los seis que forzaron el puerto de alejandría me dirigió una ojeada inquisitiva conoce el episodio si repuse un tiro allí dos acorazados y un petrolero exacto él valiant al queen elisabeth y elsa gona y sabe cómo terminó has cargado sus días no de vigilante en la universidad de trieste que le parece lamentable y que lo diga italia nunca ha sido agradecida con sus héroes casi nadie lo es emitió una risa chirriante que acabó en una tos seca e incluso en los nadie existen categorías volví a su compañero de gibraltar a teseo lombardo usted y él se vieron más tarde que diez años después de la guerra una sola vez su mujer la española vino con el índico la puerta de la trattoria aparecieron aquí mismo los dos estaban de paso por nápoles si a teseo se le ocurrió presentarse y como transcurrió el encuentro no fue una buena idea se quedó pensativo mirando a la gente que pasaba cerca al rascarse el mentón sonó el roce de sus uñas en los pelos blancos mal agitados algo se había roto comprende en el día que en el campo de prisioneros él aceptó luchar contra alemania nos apartamos para siempre movía la cabeza entristecido yo volví sobre él en arbués ella estuvo presente cuando hablaron no tuvo la delicadeza de dejarnos solos fue a dar un paseo era toda una señora cómo fue la conversación yo estaba emocionado aunque lo disimulaba deseo lo estaba más que yo recuerdo que dijo había que acabar con aquello llena con la locura fascista con mussolini y que ya era un títere con los asesinos nazis y con todo eso y resulta curioso no le parece era yo quien para la nueva italia salida de la guerra había actuado mal y sin embargo era él quien venía a pedirme titubeo en busca de la palabra o tal vez no quería pronunciar la comprensión sugerir reflexiono un poco más al fin torció la boca en una mueca que no llegaba a sonrisa absolución diría yo en un momento determinado se me llenaron los ojos de lágrimas hizo un ademán como para abrazarme pero lo que vio en mi cara lo detuvo y nada eso fue todo se quedó callado y quieto mirándome después se fue y no volvimos a vernos nunca la charla tocaba a su fin y la cinta magnetofónica se había detenido pulse el botón para interrumpir la grabación sabe que el en árboles tiene colgada en la librería de venecia una foto en la que están usted y lombardo en la cubierta del submarino sigue puso cara de sorpresa no no lo sabía pues así es me miró pensativo mientras yo guardaba magnetófono y cuaderno de notas en la mochila nadie puede borrar lo que él y yo hicimos juntos cuando éramos jóvenes patriotas y audaces dijo de improviso dispuestos a recibir el hierro caliente sobre la piel mojada lo de gibraltar está en los libros de historia vibraba un eco de orgullo en el tono del viejo buzo al volverme hacia el advertí que tenía los ojos vagamente húmedos y que se le quebraba la voz yo quería mucho a ese hijo de añadió y me alegro por eso por el feliz resto de su vida porque tuvo suerte con esa mujer ella era digna de todos nosotros la celda es pequeña desnuda con una ventana enrejada que da a un patio una bombilla que nunca se apaga un cubo higiénico y un jergón sobre un agrietado pollo de cemento el enano habría podido imaginar nada más sórdido tumbada en el jergón que huele a borra vieja y mugre intenta mantener la mente en blanco no pensar no razonar no atormentarse con lo que depara el futuro le han quitado el bolso el reloj y los zapatos e ignora que ahora es si aún dura el día o llegó la noche al principio cuando tras el interrogatorio la metieron allí estuvo contando segundos y minutos para entretenerse lo hizo una y otra vez a fin de ocupar la cabeza sumando con los dedos y alineando a modo de ábaco briznas de lana gris que sacaba del juego llegó a calcular hasta una hora más o menos cree que desde entonces ha transcurrido otras dos veces ese tiempo pero resulta imposible saberlo me siento cansada piensa tengo frío estoy sucia y me duele la cabeza pero lo que más echo en falta son los cigarrillos pese a sus intentos al tozudo bloqueo mental que interpone como defensa no puede evitar que la imaginación se introduzca por los resquicios a ráfagas piensa en el second o capote se o lombardo en lo que él y sus compañeros estarán haciendo a esas horas no supone enfrentado de nuevo al mar y de noche cruzando a oscuras la bahía vestido con el traje de goma negra y la máscara de oxígeno que llevaba la madrugada en que argos y ella lo encontraron en la playa cada vez que contra su voluntad esa imagen se le adueña del pensamiento elena frank que a la distancia física y temporal y sus sentidos reviven el contacto de la carne en calidad del hombre el olor de su piel bronceada y salina la voz serena la mirada tan próxima en la penumbra de la última noche y también cada vez consciente de que eso la conduce allí donde se vuelve vulnerable acaba por rechazar la idea cerrar la mente esquivar con violento esfuerzo de voluntad casi físico lo que de modo tan peligroso la internet y debilita si esto es el amor concluye o el comienzo de algo que lo sea o se le parezca llega del modo menos apropiado imaginable en el momento más inoportuno así que es mejor mantener los pensamientos lejos si pienso concluye estremecida me echaré a llorar después de contar las baldosas del suelo y el número de culturas que hay entre ellas 70 baldosas y 123 culturas sin contar las contiguas a las paredes elena levanta la vista al techo manchado de humedad e intenta imaginar contornos de lugares valles y montañas como si se tratase de un mapa acaba de descubrir que una esquina reproduce un paisaje semejante al trazado de la costa entre algeciras y tarifa cuando se abre la puerta y uno de los policías que la detuvieron el inglés grande y brutal entra la garra de un brazo y la saca al pasillo amos muévete más cuya en torpe español el frío del suelo traspasa la protección de las medias en los pies de elena mientras los groseros tirones del esbirro la conducen al cuarto de interrogatorios allí hay dos hombres sentados junto a la mesa uno es el comisario al que ya conoce el tal campelo el otro es samuel focas porzio se le da por dios dice este poniéndose en pie se queda ella en el umbral estupefacto el que la tiene del brazo le da un empujón para hacerla entrar y eso motiva una mirada severa del superior de improviso siente el brazo libre está bien weithman dice el comisario cierra la puerta y dejamos solos obedece el esbirro mientras campelo ofrece una silla elena y la ayuda a acomodarse después ocupa otra más alejada situándose al margen mientras tocas vuelve a tomar asiento el doctor la mira desolado incómodo cual si no diera crédito lo que ve qué haces aquí elena sigue mirándolo desconcertada sin reponerse de la sorpresa lo que me preguntó réplica al fin es qué haces tú el interrogante queda en el aire sin respuesta inmediata zocas se toca el nudo de la pajarita e indeciso mira al policía y luego otra vez a elena la luz de la bombilla desnuda hace brillar su calva y se refleja en el doble cristal de las gafas ocultando sus ojos es cierto lo que me cuentan lo estudia ella calculando cauta intenta averiguar a dónde conduce que yo no sé qué te cuentan doctor que él es sospechosa de espionaje hace tocas una pausa indecisa como si le costará pronunciar ciertas palabras que eres una agente enemiga enemiga de quien de quién va a ser de gran bretaña de verdad de que es semejante estupidez fecha el doctor atrás en la silla y suspira yo confieso que me cuesta mucho pero el comisario habla de evidencias no hay evidencia ninguna no puede haberlas es un tiro a ciegas y han decidido que el blanco sea yo porque tú pregúntale a él se vuelve a medias tocas hacia el policía sin llegar a mirarlo hablan de una cámara de fotos dice confuso y de que has espiado el puerto desde la librería de tu amigo como bitch y no te ha dicho que proyecto asesinar a churchill cuando asome por aquí o james se sobresalta el doctor no es para tomarlo a broma no tengo ganas de broma estoy indignada estoy indefensa en manos de esta gente pretenden que confiese lo que ignoro me han detenido basándose en suposiciones absurdas he pedido que avisen al cónsul de españa y me lo niega es un atropello gibraltar está en peligro y hay una guerra es lógico que estén nerviosos pues que paguen su nerviosismo con otros sigue un silencio durante el que focas se vuelve de nuevo hacia camps e lo cual si consultas es su opinión pero este permanece sentado impasible no ha abierto la boca qué haces aquí doctor insiste ella la pregunta ánimas súbitamente el rostro del policía si comenta creo que debería usted ser más explícito señor focas el doctor se toca otra vez el nudo de la pajarita como si le apretara después se inclina hasta apoyar los codos en la mesa parece que le cueste tragar saliva escuchar elena son momentos difíciles para ejemplos dar aquí temen ataques enemigos y creen que sabes algo de eso ya te he dicho alza zocas una mano déjame hablar por favor nos conocemos y sabes que te aprecio mucho recuerdas el día de lluvia cuando fuimos a mi casa yo estaba preocupado porque me pareció que alguien me seguía pero me equivoqué no me seguían a mí sino a ti te han estado vigilando cuando viniste aquí y también al otro lado de la abeja ella encaja imperturbable el golpe o procura aparentarlo si me han vigilado logra decir serena sabrán que nada tengo que ocultar no parecen esas sus conclusiones por lo visto se detiene el doctor y titubean buscando cómo expresar lo te has relacionado con gente extraña precisa al fin extraña es un modo de decirlo con italia nos interviene campelo desde su silla el tono es malévolo y elena lo mira airada eso es una idiotez no no lo es el policía consulta el reloj y estamos perdiendo el tiempo vaya al grano doctor han recurrido a mí porque tú confías en mí dice focas elena lo observa ahora con más prevención que antes no estoy seguro de confiar qué pintas en este lugar en buena relación con la policía de gibraltar campelo emite una risita sarcástica dígaselo venga abre vimos esto focas no dice nada sigue apoyado en la mesa cada vez que ella lo mira a los ojos el aparto un poco la vista es campelo quien despeja la incógnita el doctor colabora con nosotros con la policía se sorprende elena con el gobierno británico en cierto modo soy un aval se decide zocas por fin te avalot y no puedo hacerlo ellos confían en mí confían porque sabes de mi afición a los ferrocarriles verdad sí que tienen que ver conozco casi de memoria las redes ferroviarias de europa las estaciones los trayectos los horarios sé a qué hora sale un expreso de bremen de nantes de cracovia o de milán porque estaciones pasa y cuáles son los empalmes y las rutas alternativas comprendes no del todo pues es fácil de entender interviene campelo cada día que está en gibraltar después del hospital el señor zocas acude a un lugar desde el que lo ponen en contacto con el mando estratégico de la raza en londres allí donde se planifican los bombardeos sobre la europa ocupada le preguntan y él responde en inglaterra y otros como el doctor por supuesto pero al parecer es de los mejores si la estación de düsseldorf es destruida cuál será la alternativa donde hay puentes o túneles importantes que tarda un convoy en llegar a viena o burdeos por tal o cual vía que le parece asombrosa pues ese es el hobby bélico de su amigo el doctor lo haces por ideas todavía desconcertada a ella se ha vuelto hacia focas por dinero mueve el doctor la cabeza nunca me gustaron los nazis ni los fascistas ya lo sabes lo hace gratis aclara campelo la verdadera razón es que ama los trenes y su mundo un auténtico adicto a los ferrocarriles no es cierto doctor se queda callado zocas mirándose las manos es como jugar al ajedrez dice alfin elena sigue atónita con trenes con trenes por supuesto alza el doctor el rostro al fin orgulloso sobre un tablero inmenso de vías férreas de pronto yergue más la cabeza y su voz se endurece además soy judío campelo se levanta mete una mano en un bolsillo y saca el paquete de cree y beni el encendedor de elena para dejarlos en la mesa delante de ella puede fumar si quiere el enano responde ni siquiera mira los cigarrillos aunque se abalanzara sobre ellos mantiene los ojos fijos en el doctor de verdad crees de mí lo que ellos creen yo no creo nada ni dejo de creer dudas o casi la contempla indeciso pero a tu marido lo mataron los ingleses no ese es un hecho podrías tener motivos estás hablando a ser yo no sé melena suspira zocas de verdad que no lo sé me han pedido que me convenza si colaboras cuanto hayas hecho antes quedará archivado incluso te ofrecen la posibilidad de mantenerte en contacto en arca ella las cejas no saben cuánto más podrá aguantar esta situación sin venirse abajo pero en arca las cejas displicente convertirme en agente británica podríamos llamarlo así interviene de pronto campelo todo empieza por lo urgente necesitamos saber si hay una operación enemiga en curso cuándo y dónde van a golpear suponemos que será pronto pero ignoramos de dónde vendrá el ataque quienes lo llevarán a cabo y cuál es el objetivo concreto y creen que es solo sé yo estamos convencidos de que todo o al menos buena parte lo sabe usted elena se vuelve de nuevo hacia zocas es un disparate en doctor avisa a las autoridades españolas de que me saquen de aquí es una mujer de temple lo reconozco sonríe el policía irónico no se la ve asustada debería sollozar y dar gritos para demostrar inocencia zocas niega con la cabeza ella no es de esa clase asegura se comportaría igual de serena en cualquier caso la conozco y qué opina ya que la conoce es culpable o inocente lo piensa zocas un poco más no la creo capaz de lo que usted dice concluye esto es sin duda un malentendido ahora el enano tiene que fingir para mostrarse conmovida gracias doctor es lo que piensa avisa al cónsul de españa por favor naturalmente haré lo que pueda con ademán y exasperado campelo coge el paquete de tabaco y el encendedor y vuelve a guardarse los no parece satisfecho de cómo ha transcurrido su golpe de efecto después da una voz y el tal weidman aparece de nuevo en la puerta lleva la otra vez al calabozo 6 comisario interviene zocas preocupado no creen que debería vuelva a su hospital y sus trenes doctor lo interrumpe campelo eso es todo después mira a elena y su mirada oscura le parece a esta una amenaza o una sentencia si hay ataque enemigo y sobreviene una desgracia la haré responsable de cuanto ocurra ella se ha puesto en pie y mira con desprecio al policía eso no puedo impedirlo ni que ocurra algo ni que usted me haga responsable si así lo desea mientras tanto puede irse al son seis puntos apenas visibles en la superficie negra del agua emergiendo de la suave marejadilla seis cabezas de hombres con máscaras de caucho que miran hacia la roca enorme sin una sola luz que la claridad tenue de una rendija de luna casi apagada entre las estrellas que cuajan el firmamento perfila a una milla de distancia cercando la bahía por el lado oriental piel mojada hierro caliente canturrea en sus adentros llenaros cualquier grupo para no pensar en nada lo repite una y otra vez sin pasar de ahí incluso ahora que tras cerrar la llave que lleva oxígeno a la máscara se la quita para respirar con deleite el aire limpio y húmedo de la noche piel mojada hierro caliente negras noches y mares azules añade al fin mirando la roca oscura y aún lejana pese a la grasa con que se ha embadurnado el cuerpo bajo el mono de faena y el traje estanco que lleva encima el napolitano tiene mucho frío los dientes de castaño te han además siente las piernas entumecidas tras pasar 75 minutos inmóvil en el asiento trasero del maya le que pilota teseo lombardo desde que los tres equipos abandonaron el compartimento secreto de la tierra se reunieron pasado el espigón de algeciras y emprendieron juntos la navegación con las brújulas en rumbo 80 grados y a cota de máscara las cabezas fuera del agua para ahorrar oxígeno como la unidad que manejan el subteniente arena y el suboficial que adorna tiene problemas en la propulsión eléctrica y desarrolla menos velocidad los demás han tenido que avanzar a adaptándose a su marcha a menos de dos nudos unos a la vista de otros por suerte sólo tuvieron que sumergirse en el último tramo al acercarse a unos pesqueros españoles que faenaban con las luces encendidas y que ahora al emerger de nuevo quedan atrás y por la aleta de estribor a tres o cuatro cables de distancia delante de square che lupo teseo lombardo también se ha quitado la máscara la luz de las estrellas resbala en ínfimos reflejos por las hebras cortas de su pelo mojado todo bien llena todo bien incorporándose sobre los apoya pies para estirar las piernas squarcia lupo mira el reloj fluorescente que lleva en la muñeca izquierda junto al profundímetro pasan 40 minutos de la medianoche tras comprobarlo apoyó una mano en el hombro de su compañero y echa un vistazo sobre este al cuadro de mandos sumergido a flor de agua junto a la palanca de profundidad y la ruedecilla de rumbo se aprecia la suave luminosidad del compás ya casi estamos hermano el frío les hace temblar la voz es cual grupo se sienta y ha sido al guardamanos revisa el funcionamiento de las bombonas de oxígeno gemelas que lleva sujetas al auto respirador delante del estómago la pinza de la nariz es la incómoda se la quita un momento y se la vuelve a poner piel mojada hierro caliente vuelve a canturrear esta vez moviendo los labios negras noches y mares azules piel mojada ella estará bien susurra lombardo no responde es la voz del teniente mat santini en la que llega nítida próxima en la noche sin viento y mar tranquila los mayales se encuentran a muy poca distancia unos de otros estamos a menos de una milla dice el teniente así que emprendemos el ataque arena y cadorna bocana sur se calla un momento seguramente mientras se establece la demora su rumbo es 105 lombardo y es cualquier upo con tos que y conmigo vo cada norte rumbo 78 una breve pausa sólo se oye el leve apaleó del agua en las seis cabezas que emergen del mar tras comprobar las demoras en las brújulas fijas de los mayales y también en la que cada uno lleva sujeta a la muñeca derecha los seis italianos se llenan los pulmones de aire limpio tardaremos en volver a respirar lo piensas cual sea lupo y ojalá para entonces lo hagamos todos estáis en orden décima pregunta mazzantini sin novedad se oye la voz apagada del subteniente arena sin novedad dice deseo lombardo a la boca del lobo entonces buena caja empiezan a sumergirse uno tras otro desapareciendo de la superficie squarcia lupo se ajusta de nuevo la máscara lleva los dedos al lado derecho de la boquilla y abre la llave del oxígeno el agua fría le cubre la cabeza desaparecen las estrellas y el mundo se convierte en una esfera húmeda y negra capaz de albergar toda clase de horrores una especie de muerte temporal o prematura donde la única referencia es la aguja luminosa de la brújula que señala el rumbo al extremo del cual acecha cada destino al cabo de un rato por encima del leve zumbido del motor que vibra entre sus piernas y de la hélice que bate el agua a su espalda el napolitano empieza a oír sonidos espaciados secos sordos sintiendo como el mar transmite desde muy lejos una vibración que se siente más en el pecho y el vientre que en los tímpanos y en el acto divina lo que son cargas de profundidad que las lanchas de vigilancia inglesas hacen estallar junto al puerto las mismas que mataron a héctor el hongo durante el último ataque y que también pueden matarlos a él y a lombardo cuando estén más cerca para asegurarse de que su compañero las percibe es cual grupo toca dos veces la espalda cubierta de goma que tiene delante y nota que lombardo asiente en la oscuridad piel mojada hierro caliente noches negras y mares negros no azules como si ese color hubiese desaparecido para siempre del universo por un momento con melancolía casi dolorosa squarcia lupo lo conmueve el recuerdo de la bahía de nápoles la luz y las calles bulliciosas de la ciudad la casa familiar con estampas de vírgenes santos y fotos de abuelos y bisabuelos en las paredes junto al retrato del rey víctor manuel ropa tendida en las fachadas voces de vecinas y griterío de niños jugando en la calle el olor de la pizza frita las verduras multicolores y los pescados de escamas en relucientes con vittorio de sica cantando parlami de amor amarillo en la radio o quiere de hiel y llorando distancias si son lun tam a de ti me sentí un gran dolor un gran dolor y piqué cerco de parar lo vi a europa y corro qué lejos está nápoles esta noche piensas cual lupo antes de volver a poner la mente en blanco o intentarlo a repetir las palabras de la otra canción que murmura en sus adentros una y otra vez como si rezara piel mojada hierro etcétera los pliegues de caucho del traje están cole la cera en la piel sobre el cuello del mono militar que lleva debajo le dan calambres en las piernas y siente como si fuese a morir de frío fuman y esperan tres puntas rojas de cigarrillos en las sombras creo que lo intentarán dice harry campelo es opino yo así enterró estos se encuentran delante de la garita de buzos del muelle del carbón mirando el mar y la oscuridad nos acompaña el teniente de navío moxon el puerto la ciudad el peñón todo está apagado sólo las luces de la línea a la derecha y las dejes ir as tres millas a poniente se reflejan bajo el cielo estrellado y la débil claridad de la escasa luna empezáis a asustarme ese día comenta will moxon tanta coincidencia en vuestras intuiciones me tiene preocupado el mar y el cielo están perfectos para un ataque insiste todo el ph 22 zarpa pasado mañana y seguro que los enemigos lo saben con todos estos barcos concentrados aquí si yo fuera ellos vendrían desde luego hoy o mañana se rasca todo bajo la camisa que lleva con faldones por fuera del pantalón corto la visera de la gorra le oscurece por completo el rostro más hoy que mañana moxon se mete en la oficina y sale con la botella de coñac que él y campelo le han traído al jefe de los buzos británicos vinieron hace media hora para confirmarle las sospechas del policía tras los interrogatorios a la española detenida pero al llegar lo encontraron alerta con su equipo de buzos listo se distinguen en la penumbra varias siluetas agrupadas entre la farola apagada y el cañón antiaéreo al extremo del muelle una lancha con fusil ametrallador brain montado en la proa y el motor en marcha otras dos lanchas patrullando fuera del puerto y un adentro de vez en cuando se escucha el retumbar sordo acuático de las cargas de profundidad que estallan en las cercanías os ha contado algo más esa mujer pregunta todo muy poco confiesa campelo en realidad nada moxon ha destapado la botella y se la pasan unos a otros todo en pelea dos veces más de tiempo en beber cuando le llega el turno espero que le hayáis apretado lo suficiente le da la botella campelo los del brunch no tenéis fama de ser unos caballeros el policía bebe un trago corto aquello quema el estómago pero estimula con los cigarrillos ayuda a mantener los ojos abiertos y la noche barrunta puede ser larga por suerte antes de venir al puerto el y moxon compartieron una buena cena en el golden ham es complicado réplica sospechamos que ella ha mantenido contactos con el enemigo pero no hay demasiadas evidencias eso nos ata las manos es una espía o no lo es intuyo que si incluyes comisario fea palabra o es inocente o es una mujer con un buen temple vaya se interesa vagamente todo está potable yo la he visto tercia moxon esta tarde en harry me permitió hacerle unas preguntas y qué tal no me hizo caso muchacho como si hablara con una pared como es alta delgada normal con cierta clase un puntito elegante e incluso en el calabozo pero no para tirar cohetes nada que ver con la marlene dietrich de fatalidad le pasan otra vez la botella campelo pero éste ya tiene bastante inclinándose la deja en el suelo a sus pies de verdad creéis que vendrán sin quieta moxon el almirante me ha preguntado mucho que sí hombre no seáis pelmazos tú y el almirante ya te hemos dicho que si quieres apostar una libra lo piensa el otro vale voy y tú comisario nada eres un ladito cobarde lo soy en efecto nuestras dos corbetas argumentamos son siguen patrullando la entrada a la bahía con los hidrófonos a la escucha no para enviar y venir a la caza de submarinos malhumorado todo emite una maldición luego arroja la colilla al mar y la brasa describe un arco antes de extinguirse salen de la costa lo he dicho mil veces vienen de ahí mismo los sigues creyendo absolutamente iba preparando ese billete de una libra porque es como si ya lo tuviera en el bolsillo de acuerdo pero de dónde salen si lo supiera iría yo mismo por ellos todo que acaba de encender un fósforo para un nuevo cigarrillo imita con los dedos de la otra mano una pistola aria ven ven ven y hasta la vista en plan incursión de comandos se sopla el dedo índice como si de éste saliera humo no sé a qué se dedican nuestros agentes en españa tendrían que estar cribando la bahía en busca de su escondite tengo entendido que lo hacen pues no consiguen una señala el buzo los bultos de sus hombres sentados al extremo del muelle y esto nos cae encima a mí a mis chicos donde como me habéis dejado la botella un sonido corto de sirena los hace mirar fuera del puerto dos luces contiguas roja y verde se encienden acercándose desde la bahía muy próximas a la bocana norte casi al mismo tiempo la farola del muelle del carbón y la del otro lado se iluminan con dos luces semejantes y emiten destellos serán imbéciles exclama todo se mete precipitadamente en la oficina y lo oyen gritar por teléfono las luces estúpidos dice estáis señalando la entrada al enemigo cuando os pedimos que esta noche evitará es eso ya sólo nos falta emitir por radio abrimos la red bienvenidos a gibraltar hay que ser idiotas cuando sale está furioso lo dije en mi ira que lo dije no entendáis luces esta noche que así les avisamos a los malos de cuándo y por dónde colarse dentro pero nada me cuentan que está entrando el dundalk y que el reglamento es el reglamento desde el muelle ven como las luces roja y verde procedentes del mar se convierten en una roja de vapor y entre la punta del carbón y el betouch como le pasa con rumor de máquinas la silueta oscura de un cazatorpedero no es hasta ese momento cuando las dos farolas que balizan la entrada se apagan de nuevo espero que no se nos haya colado alguno de esos hijos de dice dos mientras se dirige a grandes zancadas hacia sus buzos no llegarán a tiempo piensa llenaros cualquier grupo aunque su compañero ha postor maialen la cuarta muesca dirigiéndolo a toda velocidad hacia las luces roja y verde que flanquean la entrada norte todavía están lejos a un cable de distancia y antes de que lleguen allí se habrá cerrado la red que obstruye el puerto los dos buzos advirtieron la maniobra de los ingleses cuando acababan de emerger para situarse comprobando que la corriente desviado un poco a la izquierda el extremo norte del muelle del carbón se perfilaba a 50 metros con las siluetas de sus grúas destacadas contra el fondo más oscuro del peñón escuché el grupo se había quitado la máscara del auto respirador porque le entraba agua y en ese momento vio las farolas de los espigones encenderse y la roja de babor de la embarcación que se adentraba en la bocana golpeó el hombro de deseo lombardo que también lo había visto y apenas tuvo tiempo de ajustarse la máscara cuando el maya le se sumergió de nuevo a toda velocidad en rumbo sur a 8 metros de profundidad y en diagonal al muelle intentando cruzar la bocana antes de que la red se cerrase otra vez un estampido sordo denso hace que en un par de segundos la onda expansiva llegue hasta los italianos una carga de profundidad ha estallado no muy lejos y squarcia lupo siente su efecto en las piernas y el vientre el napolitano se aferra al guardamanos del maya le inclinando el cuerpo como hace su compañero en el puesto de pilotaje a fin de oponer menos resistencia al agua y ganar algo de velocidad hay pensamientos ni cálculos todo se centra en llegar a tiempo en aprovechar una oportunidad que tal vez no vuelva a darse esta noche cuando llegan a la red la encuentran cerrada la sombra más oscura del fondo haciendo un poco haciéndose casi visible en ese lugar donde él profundímetro marca 12 metros de sonda lombardo ha detenido el maya ley que se posa suavemente en el banco ante ellos se alza una red hecha con aros de acero engarzados unos a otros que va del fondo la superficie mientras su compañero cubre con fango los instrumentos para evitar que la fluorescencia pueda advertirse desde arriba es cual chalup o se aparta del maya le y tantea la red probando su consistencia en busca de un lugar por donde levantarla el agua se le sigue filtrando en la máscara y eso dificulta su respiración que dilatada en el auto respirador resuena en sus oídos como el aliento de un animal gigantesco de ese modo agarrado a la red el napolitano la tantea durante un buen trecho parece intacta lo que significa que matt santini hitos que no han llegado todavía o que lograron pasar aún estaba la obstrucción abierta los aros de acero son pesados comprueba levantarlos para que el malla le pase por debajo será difícil así que regrese y se lo comunica a su compañero mediante el código de señales habitual después llena con un poco de oxígeno el saco del auto respirador que lleva sujeto al pecho larga el cabo con un pequeño flotador al que llaman ascensor asciende siguiéndolo y asoma con precaución la cabeza la superficie allí observa que la bocana tiene unos 200 metros de anchura y que la red que la cierra de lado a lado está sujeta a boyas algunas de las cuales chocan entre sí por efecto de la marejadilla eso causa unos ruidos metálicos que irán bien para disimular el que puedan hacer forzando la sujetándose a las boyas con sólo media cabeza fuera del agua el napolitano vacía la máscara cuyos cristales se han empañado y sigue filtrando agua después mira a uno y otro lado las farolas del muelle del carbón y el de touchdowns siguen apagadas y más allá dentro del puerto se distinguen las siluetas negras de los barcos amarrados y fondo 2 una de esas sombras enorme desde esa perspectiva está aislada e inmóvil y por la forma de sus dos chimeneas una más alta que la otra es cual chalup o cree identificarla como el crucero que es su objetivo al cabo de un momento la cabeza de lombardo emerge junto a la suya creo que es el nairobi susurras cual chalup o tiene que serlo aunque no está donde debería estar lo han cambiado de sitio pero fíjate en las chimeneas s se dirige el napolitano una ojeada entorno no hay rastro de mack santini puede que ya estén dentro y a estas horas alem y cadorna habrán pasado la bocana sur lombardo advertido que a su compañero le castagnet en los dientes va todo bien llena todavía así el veneciano se pone la máscara ataquemos toman la demora al objetivo que es de 127 grados vacían los sacos de oxígeno y se sumergen de nuevo squarcia lupo sigue teniendo mucho frío pero los movimientos reducen la intensidad de los calambres al llegar abajo abren la caja de herramientas y con las cizallas cortan trabajosamente los primeros eslabones de la red sucios y lacerantes de caracolillo a media faena hoy en motores de una lancha que pasa cerca sobre sus cabezas y medio minuto después un estallido los estremece con su onda expansiva sin más consecuencias la máscara de escarcha lupo vuelve a tener demasiada agua dentro y a éste no le queda otro recurso que beberla lo que le causa violentas arcadas a veces le sube un reflujo de vómito y teme a asfixiarse con él veinte minutos después tras abrir un hueco en la malla de acero los dos buzos hacen pasar el mayal empujándolo y una vez al otro lado ocupan sus puestos lombardo conecta el motor eléctrico y siguen adelante con mucha precaución en segunda muesca orientándose por el compás 127 grados la sonda disminuye hasta los 9 metros de improviso el motor empieza a dar problemas primero reduce la velocidad y luego el impulso de hélice se torna muy débil hasta que el aparato se detiene posándose en el fondo squarcia lupo no alcanza a ver el voltímetro y el amperímetro del cuadro de mando pero teme pues ha ocurrido otras veces que se haya infiltrado agua en las baterías lo confirma a su compañero cuando volviéndose mientras descabalga le transmite el mensaje en morse con sucesivas presiones de los dedos en su brazo otro sonido de hélices vuelve a pasar despacio sobre ellos posiblemente una lancha de vigilancia interior del puerto los dos buzos miran hacia la superficie mientras escuché lupo angustiado helada la sangre aguarda el estallido de la carga de profundidad que los reviente en el acto pero la embarcación se distancia y el ruido de la explosión llega al fin lejano con una onda expansiva que sólo produce una ligera molestia soportable y sin consecuencias en él pecho y el vientre dios nos acompañe a esta noche piensa escuche lupo y ojalá no decida apearse a mitad de trayecto para ayudar a convencerlo de que permanezca con ellos el napolitano reza mentalmente el motor sin embargo se niega a ponerse en marcha y no queda otra que arrastra la mano el maya le hasta el objetivo por la profundidad a la que se hallan y el tiempo transcurrido desde que pasaron la obstrucción es cualquier upo calcula que deben de estar a unos 150 metros situándose uno a cada lado a tirones con un esfuerzo que vuelve irregular el suministro de los autos respiradores ambos buzos empujan el mayal el empeño es prolongado agotador entorpecido por la lentitud que impone moverse en la profundidad además al caminar sobre el fondo levantan una nube de fango que los envuelve así que se orientan a ciegas con la demora que antes tomaron en el compás y por un débil rumor que el agua transmite y llega de esa misma dirección el de las bombas de evacuación que funcionan en el casco del nairobi la fatiga la escasez de oxígeno el filtro de cal sódica no está eliminando bien el anhídrido carbónico hacen que los ojos de escarcha lupo destello en minúsculas lucecitas blancas y rojas son sabes síntomas de intoxicación arrastra alma ya le hundiendo los pies en el fondo mientras teme desvanecerse de un momento a otro ignora cuánto tiempo ha transcurrido desde que lombardo y el empezaron a empujar la cabeza le duele mucho y la boca y la garganta irritadas por el agua de mar y los amagos de vómito le arden con una sed atroz se encuentra al límite de sus fuerzas y el pánico de la asfixia se adueña de su voluntad desentendiéndose del maya le empieza a inflar el saco del auto respirador para subir a la superficie dejando solo a lombardo cuando entre la nube de fango su cabeza golpea contra la carena del crucero están bajo el nairobi comprende cerca de la proa lo han conseguido dominando se controlando las convulsiones que lo estremecen squarcia lupo vacía el saco de oxígeno y desciende de nuevo el y lombardo se tocan uno a otro comunicándose mientras recobran la soltura mecánica del antiguo adiestramiento los gestos instintivos destinados a cumplir su misión la parte más baja de la obra viva del crucero se encuentra a tres metros del fondo squarcia lupo no está en condiciones de moverse demasiado así que se limita a pasar el cabo de suspensión por el anillo de la carga explosiva situada delante del maya le mientras lombardo tras darle una ligera flotabilidad para levantarlo un poco nada para fijar la mordaza de un extremo en una de las aletas estabilizadoras del crucero y luego pasa al otro lado para sujetarla en la otra entonces es cual chelu por retira los pasadores y la cabeza del maya le 230 kilos de alto explosivo queda suspendida bajo el centro de la carena lombardo regula la espoleta de la carga para tres horas después y hace un intento infructuoso por arrancar el motor que permanece inerte no hay otra que abandonarlo así que el veneciano ajusta el mecanismo de autodestrucción para la misma hora que la carga principal después preguntas cualquier upo si está en condiciones de alejarse del crucero y éste responde que puede intentarlo en ese momento el agua se estremece con estampidos varios reflectores se encienden en la superficie y hacia la parte de la bocana del puerto donde está la red anti submarina resuenan cargas de profundidad y disparos de cañones y ametralladoras tun tun tun tun transmite el agua la claridad exterior es tanta que llega a iluminar vagamente el fondo el mayal y la carena del crucero así como las figuras inmovilizadas de los dos buzos que miran sobrecogidos hacia arriba sobre sus cabezas por encima del mar que los cubre parece haberse hecho de día 12 el muelle del carbón la primera ráfaga de ametralladoras sorprende a harry campelo cuando conversa con will moxon y royston ante la oficina del muelle del carbón el comisario y el enlace naval están a punto de despedirse del alférez de navío cuando el extremo del muelle suena a un grito de alarma e inmediatamente después resta ya una sucesión ronca y seca de disparos de su fusil los fogonazos son visibles desde donde están los tres hombres que corren hacia la farola apagada allí hay mucha agitación los buzos que estaban sentados se han puesto en pie los centinelas del punto de vigilancia apuntan sus armas y disparan hacia las boyas de la obstrucción submarina y los antiaéreos situados a uno y otro lado de la embocadura bajan los cañones y ametrallar a entre cruzando largos rastros de balas trazadoras rojas y blancas el estruendo es infernal y segundos después se suma el aullido de las sirenas de alarma del puerto ahí están por fin aullidos exultante ahí los tenemos el jefe de los buzos británicos parece haber enloquecido grita órdenes señala a donde dirigir los disparos manda sus hombres ocupar la lancha amarrada al espigón un instante después los potentes proyectores del puerto se encienden y barre en la bocana con sus haces de luz iluminando la de lado a lado y junto a las boyas de la red se ve por un momento la proa reluciente y oscura de algo parecido a un torpedo que emerge a medias y se vuelve a sumergir en el acto con lo que parecen dos formas humanas sujetas a él entre el salpicar de balas y la espuma de las explosiones que revientan encima son nuestros sigue gritando todo esos cabrones ya son nuestros de pronto cese el fuego y sólo se oyen las sirenas que acaban por callar también los proyectores siguen encendidos iluminando lo todo a la lancha vamos a la lancha ordena todas a sus hombres campelo se ha acercado al borde del muelle y observa desde allí junto a los sacos terreros que circundan el bofo zahora mudo y humeante cubierto el suelo de casquillos vacíos mira el comisario hacia la bocana donde dos boyas agujereadas por los disparos se hunde en despacio una de las lanchas de vigilancia se acerca a la red vida de bordo y desde ella arrojan algo antes de que la lancha sea parte de allí cinco segundos más tarde una columna de agua y espuma se alza sobre la explosión submarina que retumba entre las farolas de la bocana después todo queda en calma bajo la luz silenciosa de los proyectores santo dios dice will moxon que no había abierto la boca hasta ahora impresionado el teniente de navío sigue contemplando el agua como si no diera crédito a lo que acaba de ocurrir nadie puede sobrevivir a eso añade tras un momento y mira a camps él o nadie coincide el policía royce todo ha saltado a bordo de la lancha seguido por sus buzos y tras largar amarras se dirigen al centro de la bocana mientras se ajustan los aparatos de oxígeno desde el muelle bajo la luz de los proyectores campelo ve como todo y otros tres saltan al agua y se sumergen unos minutos después salen a la superficie y suben a bordo de la lancha dos cuerpos negros y relucientes de agua vaya muchacho comenta alegre moxon que está junto a campelo al final los pescaron eso parece serán italianos es muy probable están locos estúpidos macarrones la lancha ese bar lo al muelle y los buzos suben los cuerpos todo viene chorreando agua vestidos sólo con el pantalón corto todavía con el equipo de oxígeno y la máscara sujetos al pecho se acercan campelo y moxon abriéndose paso entre los soldados y marineros que se congregan a mirar en el suelo sobre un gran charco yacen los cadáveres cuando les quitan las máscaras de los autos respiradores aparecen los rostros que en su extrema palidez aún muestran las marcas de fatiga de una prolongada inmersión uno es rubio con un bigote fino y recortado y el otro moreno de pelo corto rizado sangran por los oídos la nariz y la boca y eso vuelve rosada el agua bajo sus cuerpos la bomba submarina nos ha reventado dice alguien son alemanes o italianos ahora lo sabremos el rubio no tiene heridas visibles su cuerpo sigue intacto los ojos se mantienen entre abiertos congelados por la muerte ayudado por sus hombres todo lo despoja del traje estanco debajo lleva un mono de faena con una estrella en cada solapa y en las bocamangas los tres galones con la coca de teniente de navío teniente divas chelo lauro mat santini comenta todo rey a marina está arrodillado junto al cuerpo y acaba de mirar la libreta de identificación protegida a una bolsa de hule que estaba en el bolsillo superior después se ocupa del otro cadáver alcanzado por una bala de grueso calibre que casi le arrancó una pierna por debajo de la rodilla este es un hombre joven fornido de rasgos duros y meridionales bajo el traje de buceo viste también el modo de faena con tres galones en forma de ángulo uno grueso y dos más finos soto capocannoniere en domenico tos que le tocó tras abrir su libreta después de un momento contemplando los se levantan los proyectores de luz empiezan a apagarse hasta que sólo queda uno barriendo la bocana el muelle está de nuevo a oscuras el sargento artillero encargado del bósforo se acerca mientras moxon enciende una linterna eléctrica e ilumina los dos cadáveres cree que son los únicos señor pregunta el suboficial a todo encoge este los hombros alguien le ha dado dato allá que se pasa por la cara y el poso aunque conserva puesto el equipo puede haber más fuera o dentro esa es la cuestión mantenga a su gente atenta los dos lados del muelle vigilando lo bien tras devolver la toalla todo acepta el cigarrillo que le ofrece campelo e inclina el rostro mientras éste le da fuego con el encendedor de el henar pues la llama ilumina las facciones cansadas del buzo traía una especie de torpedo dice el policía o eso me pareció ver asiente todo yo también lo vi pero no hemos encontrado nada ahí abajo ahora vamos a volver para buscar mejor también quiero revisar la red para ver si han cortado en algún punto señala con un ademán de cabeza el interior del puerto de ser así podría haber alguien hay dentro dios mío esclava moxon preocupado espero que no todas unas al cigarrillo después lo tira al mar y ordena sus buzos que vuelvan a la lancha al fin se dirige al sargento artillero vaya a mi oficina y teléfono para que no bajen la guardia que mantengan la vigilancia y que los proyectores iluminen de vez en cuando el puerto entendido entendido señor al menor indicio sospechoso que nos avisen para sumergirnos a comprobar los cascos de las naves si hay más italianos si consiguen entrar harán daño frunce el ceño el otro y si ya han puesto alguna bomba en ese caso la quitaremos de ahí antes de que está allí se admira el suboficial suelta toda una risita esquinada sin humor durante perdón señor venga a muévase se aleja al suboficial tras ordenar a los hombres que vuelvan a sus puestos moxon mantiene encendida la linterna que ilumina los cadáveres pobres diablos dice todo que está poniéndose la máscara del auto respirador vuelve el rostro en un súbito relámpago de cólera no digas eso gruñe con más pereza si tuvieron el valor de llegar hasta aquí eran hombres buenos parpadea moxon confuso o sí claro perdona muchacho que comió perdona respeta los y ha pagado una vez esa linterna que están viendo en toda la bahía baja todos por la escala sueltan amarras y la lancha se aleja con rugir de motor a lo largo de la línea de boyas más cuya escocido moxon ni que los muertos fueran suyos puede que lo sean apunta campelo se vuelve el otro hacia él pero permanece un rato callado parece que lo de esa chica a la que detuviste no sea del todo casualidad dice al fin no crees nada por supuesto el policía juguetea con el encendedor pensativo claro que no lo es cuando llenaron squarcia lupo emerge y se quita la máscara se la arranca del rostro más bien y aspira con avidez el aire limpio de la noche lo hace dando angustiosas boqueadas como pez al que falta el oxígeno pues el vómito y el mareo lo transforman los pulmones arden como si tuviera ácido dentro y teme haber inhalado cal sódica del filtro del auto respirador como estas susurra teseo lombardo bien seguro en seguro al napolitano de tiembla la voz sabía pueda su compañero ha salido a la superficie junto a él las cabezas muy juntas exhaustos tras venir buceando desde el nairobi se han quitado los cinturones de lastre y se agarran a la cadena del ancla de un pequeño buque cisterna amarrado de popa al muelle norte protegidos por su sombra y la de una boya grande que flota cerca camuflados en la oscuridad intentan recobrar fuerzas descansa un poco llenar bng anda apóyate en mi es cual chalupu se sostiene con un brazo sobre los hombros de lombardo mientras recupera el aliento perdido después con el agua sucia y oleosa por el mentón mira en torno todo el puerto está a oscuras los barcos amarrados fondeados alzan sus siluetas sombrías bajo el cielo salpicado de estrellas y solo en algún momento se ve la luz breve de un ojo de buey o la linterna de un centinela en las dos bocas más situadas lejos de donde se encuentran los italianos la situación es distinta allí los proyectores se mueven como malignos trazos luminosos y la sombra de una lancha patrullera va y viene en su contra luz arrojando cargas de profundidad cuyo efecto expansivo lejano sólo causa una vibración amortiguada en el agua todo eso era por mazantini toschi preguntas cual chalupa sobrecogido podría ser dios mío ojalá puedan hay que moverse lo interrumpe lombardo agarrados con una mano a la cadena del ancla se quitan los autos respiradores las brújulas y los profundímetro hundiendo los y con la ayuda de los cuchillos se desembarazan de los trajes estancos lombardo que es quien está en mejor estado se sumerge para atar el caucho desgarrado a la cadena del ancla y evitar que flote la tela de los monos de faena se les pega al cuerpo con el agua fría haciéndolos temblar vamos dejan también hundirse los cuchillos y nadan hacia el muelle muy despacio procurando no hacer ruido por el costado del barco que se encuentra más en sombra cuando levanta la vista squarcia lupo alcanza a ver el nombre pintado con letras blancas en la proa is la paloma agarrando por el hombro a su compañero se lo hace notar puede ser español cuchichea lo piensa en un momento un barco es territorio del país cuyo pabellón enarbola según las leyes internacionales a bordo podrían encontrar refugio pero lombardo lo descarta no se entregarían seguro no me fío de los españoles podemos probar suerte llevamos libras esterlinas para pagarles inventemos lo otro lo otro es llegar al muelle cruzarlo escondidos entre las mercancías apiladas allí pasará al lado exterior y nadar de nuevo hasta la zona española eludiendo la vigilancia inglesa las posibilidades son pocas pero lombardos sigue sin fiarse del barco por muy español que sea prefiero el barco insiste escorche lupo te digo que no llena vamos a tierra continúan nadando pegados al casco hasta alcanzar la popa bajo las amarras tendidas a los norays sobre el muelle está todo oscuro planteando su parte bajas llegan a una escala de hierro fija a los bloques de piedra al tacto se nota oxidada y cubierta de verdín lombardo asciende por ella muy despacio atento a lo que pueda haber arriba desde el agua es cual se lo ve su sombra desaparecer al final de la escala al cabo de un momento sube también su compañero está tumbado en el suelo al amparo de una enorme pila de carbón tápate las divisas susurra lombardo los dos se meten hacia dentro las solapas del cuello y vuelven las mangas para ocultar los distintivos militares después se ponen en pie lentamente mirando en torno con cautela la brisa nocturna y la ropa mojada los hacen tiritar a un costado del barco que acaban de dejar atrás se ve el corto resplandor de un fósforo alguien acotado en la borda acaba de encender un cigarrillo caminando con naturalidad los dos italianos se alejan por el muelle en busca de las zonas más oscuras con suerte si tienen algún encuentro podrán pasar por marineros o trabajadores portuarios ojala que arena y cadorna no hayan conseguido murmura squarcia lupo mirando su reloj la esfera fluorescente marca las 4 y 17 minutos faltan dos horas y cuarto para que estalle la carga bajo el nairobi es posible vice lombardo avanzan así 50 metros pasando entre los 52 y las grúas pero una luz que se mueve delante los hace detenerse es una linterna y el resplandor ilumina cascos militares y fusiles kattsov una patrulla el obstáculo les impide el paso así que se ven obligados a retroceder vuelven a la pila de carbón y a la popa del barco amarrado donde se quedan reflexionando sobre otras maneras de salir de allí preocupado es cualquier grupo observa que la brasa del cigarrillo del hombre que fumaba se ha desplazado hacia la popa cerca de donde ellos están y de pronto suena su voz dice indecisos no responden alejarse podría desencadenar la alarma y hablar los delataría por el acento de todas formas piensas cual chalup o en gibraltar debe de haber esta noche marineros de una docena de nacionalidades distintas tal vez puedan arriesgarse quienes sois insiste la voz español ya sin la menor duda marinero y barco es lombardo como superior quien toma la iniciativa la responsabilidad tienes fuego amigo responde no nos quedan cerillas un breve silencio expectante tal vez suspicaz claro dice al fin el otro subir por la plancha que os doy ascienden los dos italianos por la pasarela tendida entre el muelle y la popa hay una sombra de pie junto a los candeleros con la brasa del cigarrillo brillando a la altura de la boca lombardo lo aborda sin preámbulos tenemos libras esterlinas susurra en oro no hay respuesta inmediata tensos los buzos contemplan la figura negra callada y recelosa de dónde sois desertores de un barco portugués emite el marinero un resoplido incrédulo come 60 venga ya tenemos sólo para pagar insiste lombardo temblando en la voz de frío sólo tienes que escondernos hasta salir de aquí duda el otro eso está difícil dice al fin los ingleses lo vigilan todo algún sitio habrá para escondernos no sé sois vosotros los que habéis montado ese jaleo hace un rato no que va ya estábamos antes como te digo pues ven y chorreando agua para dejar nuestro barco tuvimos que mojarnos cuando está previsto que os vayáis de gibraltar mañana salimos para tarifa que es eso que decís del oro y libras esterlinas en monedas mira cuántas tenéis su tono es de codicia y da esperanzas de 6 haber las reclama lombardo las suyas a squarcia lupo y el napolitano descose el dobladillo del mundo donde las lleva ocultas parece el marinero español a punto de ceder cuando por el muelle se acercan pasos y voces la luz de una linterna recorrerá pasarela y la popa iluminando los lo siento chicos como un suspiro el marinero les devuelve las monedas estáis jodidos tumbada a oscuras en el duro jergón de la celda vestida bajo la manta vieja y maloliente que la cubre el en árboles no duerme sino a intervalos períodos cortos en los que como en un relato por entregas los momentos de una misma pesadilla se suceden apenas cierra los ojos ella en una ciudad vacía y gris intentando regresar a alguna parte una casa un hotel una estación de autobuses lugares que nunca alcanza y en cada fragmento de esa historia intermitente y absurda se ve a sí misma deambular por calles desconocidas en busca de una referencia una dirección un destino que no logra establecer a veces la extraña ciudad tiene jardines frondosos y descuidados otras túneles y galerías donde resuenan sus pasos solitarios por eso elena está despierta mantiene los ojos abiertos y procura que no la venza el sueño teme regresar a tan inciertos lugares para conseguirlo busca pensamientos que mantengan su mente ocupada viejas canciones infantiles cuentos poemas títulos autores párrafos de libros leídos por culpa de un descuido la heroica ciudad dormía la siesta canta o musa la cólera del ppl y de aquiles éstos fabio hay dolor que ves ahora ayer se fue en mañana no ha llegado a veces música una canción o unos versos en voz muy baja mi carta que es feliz pues va a buscar os cuenta os dará de la memoria mía hace un rato ignora cuánto pues le quitaron el reloj oyó sirenas de alarma y estampidos distantes de disparos y explosiones el lugar donde se halla encerrada no es tan lejos del puerto duro cierto tiempo prolongándose con siniestros ecos devueltos por la ladera del peñón hasta acabar decreciendo y extinguirse por completo ahora todo permanece en silencio y elena que estuvo escuchando sobrecogida aquel rumor lejano se pregunta qué habrá ocurrido cuál será el desenlace voluntad fue ello de los dioses que de tantos héroes urdieron la desgracia por dar que cantar a los hombres futuros cuando entre la madeja de recursos interpuestos para no pensar se filtran las sensaciones del presente sus pensamientos vuelan hacia hombres silenciosos moviéndose bajo el mar mientras otros intentan darles caza y uno de ellos tiene rostro consistencia piel voz ojos y sonrisa olor y sabor densos inconfundibles mezclados con los suyos propios tacto de fuerza ternura espalda musculosa carne al tiempo dura y cálida la sola idea de no volver a ver a ese hombre de no sentir todo eso entre sus brazos de nuevo la angustia hasta el extremo de que un vacío desolador insólitamente físico tan hondo como una premonición sin fondo se adueña de su estómago igual que si le vaciaran las vísceras así desnudo al encuentro iba a ulises de aquellas jóvenes de trenza dos cabellos sería capaz de morir piensa una vez más si él muriera de pie apoyada a la espalda en una pared de la oficina del muelle del carbón jarry campelo asiste al primer interrogatorio de los buzos capturados se encarga de ello will moxon en su calidad de oficial de inteligencia naval royce todo sigue en el puerto cribando el agua con sus hombres a los prisioneros los mantiene separados el segundo aguarda fuera bajo estrecha custodia y moxon ha decidido empezar por el de mayor graduación cuya cartilla militar está sobre la mesa secondo capotes eo lombardo regia marina mala suerte muchacho dice moxon no lo consiguió los ojos claros del italiano con las córneas inyectadas en sangre reflejan la luz de la lámpara de parafina que ilumina la estancia sobre la ropa mojada le han puesto una manta militar pero aún se estremece de frío y campelo observa que mantiene las manos apretadas en el regazo para evitar que tiemblen quiere un cigarrillo o un café niega al otro con la cabeza su aspecto es abatido de extrema fatiga se trata de un hombre atlético bien parecido en torno a los 30 años de edad aunque los efectos de la inmersión y las penalidades sufridas envejezca en su rostro párpados abultados mejillas flácida y ojeras azuladas de agotamiento e insomnio también advierte policía que su rasurado es reciente como el del otro buzo de hace sólo seis o siete horas sin duda la idea le produce a capello una instintiva y ligera simpatía lo hicieron justo antes de emprender la misión posiblemente para presentarse con decoro ante lo que depara se el destino a veces se gana ya veces se pierde no es cierto próximo que son son las reglas y ustedes han perdido cuáles serán los objetivos el prisionero sostiene impasible su mirada e insiste el británico son saboteadores amenaza endureciendo el tono conoce la suerte que se reserva a eso alza un poco la cabeza el otro cual si recobra si alguna energía cuando el fin habla su voz suena ronca serena a pesar del cansancio soy suboficial de la marina italiana mi compañero es marinero regular se tocan los galones de una manga llamarnos saboteadores es una infamia han venido aquí a hacer sabotajes hemos venido cumplir con nuestro deber pues no lo han conseguido es voz el prisionero media sonrisa fatigada lo haremos mejor la próxima vez no habrá próxima para ustedes la guerra ha terminado y quizá también la vida comprende que si no cooperan pueden ser fusilados lo que comprendo es que solo tienen derecho a mi nombre y graduación señala el italiano la cartilla militar y eso ya lo conocen qué barcos pretendían atacar se echa el otro hacia atrás en la silla de nuevo inexpresivo me llamo lombardos deseo se contó capo de la regié marina número de identificación militar 35 58 76 es todo lo que va a decir es todo tal vez su compañero sea más explícito me sorprendería mucho pero preguntarle lo haremos muchacho no le quepa duda en cuanto a usted aténganse a las consecuencias observa campelo que sigue apoyado en la pared y sin intervenir que el prisionero dirige miradas disimuladas a la muñeca izquierda de mox on donde éste lleva el reloj para confirmarlo finge mirar el suyo y comprueba que los ojos del italiano siguen brevemente el ademán eso deduce nos sugiere nada bueno está a punto de expresar lo en voz alta cuando se abre la puerta y entra a royston el alférez de navío acaba de salir del agua trae el pelo y la barba húmedos y viste un jersey sobre el pantalón corto saluda a camps e lo cambia una ojeada con moxon que encoge los hombros y va a sentarse a su lado frente al dinero cuántos serán en el ataque preguntas sin preámbulos lo mira el italiano con idéntica indiferencia que amo son mi compañero y ya sólo dos no venía nadie más nadie su misión era minar los buques a eso no responderé tengo a hombres buceando en el puerto y necesito saberlo han colocado cargas explosivas tampoco responderé a eso seguro que las han puesto ellos u otros interviene campero señalando la muñeca de moxon lleva todo el rato pendiente de la hora consulta este el reloj y arruga el ceño después se lo quite y lo guarda en un bolsillo que barcos han minado pregunta con más pereza el italiano sostiene su mirada sin despegar los labios se impacienta moxon de dónde salieron para llegar a gibraltar de territorio español de un submarino como respuesta obtiene un movimiento de cabeza que lo mismo puede ser afirmativo que negativo eso parece exasperar lo qué clase de submarino insiste desabrido qué nombre no responderé a eso podemos obligarla campelo advierte que el prisionero estudia moxon con curiosidad y al fin esboza otra sonrisa triste y fatigada no no pueden réplica sereno como tampoco yo podría obligarlos a ustedes me ampara la convención de ginebra sobre el trato a prisioneros de guerra hijo de le juro que vamos a fusilar lo alza todo una mano está hurgando en la cartera con documentos que moxon tiene sobre la mesa sostiene que los únicos atacantes serán usted y su compañero pregunta con suavidad casi amable no aparte el italiano los ojos de moke son al responder eso he dicho todo que ha sacado las cartillas militares de los dos italianos cazados en la red las dejas sobre la mesa frente a el teniente de navío mazzantini suboficial 2 quien crea que lo siento esos dos han hablado dice moxon con mala fe nos lo han contado todo transcurridos tres o cuatro segundos de inmovilidad el italiano baja despacio la mirada hasta los documentos atento a sus reacciones camps él observa que por un brevísimo instante el rostro cansado parece contraerse en una mueca de dolor después ignorando a moxon el prisionero vuelve a mirar a todo muertos pregunta con calma duda un momento el buzo inglés si responde por fin los dos los dos hoy muchacho protesta malhumorado moxon no me fastidies impasible de nuevo el italiano empuja las dos libretas hacia todo y éste tras contemplar un momento las fotografías devuelve los documentos a la cartera lo siento de verdad dice grave como usted eran hombres valientes bajo la vigilancia de dos soldados armados con subfusiles thompson esperando turno de interrogatorio llenaros cualquier grupo se encuentra sentado en la penumbra en los escalones de la oficina del muelle del carbón con una manta por encima de la ropa mojada de donde no me voy o no viven de ver que por ti amo la camisa negra a no vetó que sea moda cat n another toque sea moda galera canturrea entre dientes bajito de vez en cuando uno de los guardianes le dedica un agrio shut up y él se calla pero un momento después vuelve a la tonadilla el amor echo y fachista y no conviene baby algo que en una bandera o no que no tenga sangre en el event o no que server a la pl integra el soldado le toca un hombro con el subfusil shut up madí italian alzando despacio el rostro escuche lupo dirige al inglés una mirada insolente dentro de un rato os vais a enterar de lo que hacen los italianos wow que te ven tiene mucho frío y aún no se ha repuesto de los vómitos y el ardor de pulmones a veces se acercan otros marineros o soldados lo deslumbra el haz de un farol o una linterna eléctrica y los ingleses lo miran con curiosidad como un animal exótico en un zoo acurrucado bajo el cobertor resignado a su suerte el napolitano contempla el puerto oscurecido bajo la mole negro el piñón las siluetas sombrías de las naves amarradas en los muelles o a las boyas centrales le han quitado el reloj e ignora qué hora es aunque daría cualquier cosa por saber cuánto falta para que la carga situada bajo el nairobi haga saltar el crucero por los aires también se pregunta si paolo arena y luigi cadorna habrán alcanzado su objetivo en el muelle sur sea el transporte de tropas o el petrolero por esa parte al menos todo parece tranquilo sin embargo respecto al teniente mat santini y su operador dos key hay pocas esperanzas el zafarrancho en la bocana norte y los proyectores y los disparos no indicaban nada bueno ojalá en el peor de los casos hayan logrado escapar se abre la puerta de la oficina un golpe de luz ilumina los peldaños y teseo lombardo se recorta en el umbral de toca llena le oye decir sé cual chalup o se pone en pie el napolitano a se estrecha en la mano uno a otro al cruzarse los soldados los apartan con un violento empujón y mientras a lombardo lo sientan en la escalera en el mismo lugar que ocupaba él soto cabo a este lo hacen entrar en la oficina mat santini hitos que han muerto le dice lombardo desde abajo shut up macarrón y vuelve a gritar el inglés apesadumbrado por la noticia es cualquier grupo se encuentra dentro con tres hombres uno viste de civil y otro llevaba uniforme de la royal navy con palas de teniente de navío en los hombros el tercero es rubio con barba y viste un desaliñado jersey pantalón corto y sandalias lo sientan ante una mesa y lo interrogan con preguntas a las que lo pone obstinados silencios o retirando nombre en grado y número de identificación ni una sílaba más el que viste uniforme amenaza de vez en cuando componer as cual chalup o delante de un pelotón de ejecución por saboteador y cada vez responde éste encogiéndose de hombros y hasta cierto punto el napolitano es sincero en ese momento se encuentra tan cansado que casi le da igual morir que seguir vivo de repente se abre la puerta y entra a uno de los soldados que estaban fuera acercándose al oficial de la barba rubia y el jersey le dice algo al oído y este asiente sale de nuevo el inglés y regresa con teseo lombardo observas cual chalup o que su compañero se ha quitado la manta de los hombros se le ve serio erguido bajo la ropa de faena con los galones de suboficial todavía húmeda he preguntado la hora a uno de sus hombres comenta y qué pasa con eso pregunta en inglés en rubio podrían confirmar me la se ensombrece el rostro del otro para que pueden decirme qué hora es insiste lombardo el hombre que viste de paisano se echa atrás una manga y consulta su reloj de pulsera las seis y veinte responde hagan evacuar el nairobi dentro de diez minutos estallará una carga el inglés rubio se pone en pie como disparado por un resorte en qué lugar del barco da igual donde salven vidas hagan subir a la tripulación a cubierta se precipita el inglés sobre el teléfono descuelga habla con premura el uniformado también se ha puesto en pie y dirige a los dos italianos una mirada asesina voy a llevarlos a ese barco malditos sean sus ojos haré que los encierren en la bodega no tiene tiempo responde lombardo con mucha calma hay más barcos minados entraron otros buzos no lo sé cabrones cabrones los sacan fuera empujones obligándolos a ponerse de rodillas en el muelle cada uno con el cañón de un arma apuntándole la nuca por un momento es cual chalup o cree que los van a matar y encoge los hombros tenso resignado esperando el impacto al otro lado de la bahía empieza a aclararse un poco la negrura del horizonte y piensa que no llegara a ver salir el sol padre nuestra reza de nuevo para sus adentros que estás en los cielos ha sido un honor llena oye decir a lombardo tumban al veneciano de un culatazo intentas operador socorrerlo recibe otro y al caer al suelo le propinan un puntapié en las costillas alguien grita reconviniendo al soldado que lo golpea y al mirar arriba es cual chalup o ve al oficial rubio que los observa con una rara mezcla de admiración y curiosidad al fin se acerca y se inclina junto a ellos hasta ponerse en cuclillas mis respetos dice después se levanta y se va entornos suenan voces nerviosas carreras gritos anulan las sirenas de alarma mientras una bengala sube al cielo para descender lentamente iluminando el muelle con una luz pálida entonces como si bajo su casco golpeara un rayo que inflama se el agua la sombra negra del nairobi se ilumina con un fogonazo silencioso cegador que apenas un segundo después deja oír su estampida y el crucero inglés como empujado hacia arriba por una mano oculta y poderosa se levanta un poco de proa antes de verse oculto bajo una enorme columna de agua a ahí tenéis a vuestros madiba caroní exclama squarcia lupo exultante todo enmudece dejan de correr los hombres cesan los gritos hasta las sirenas callan paralizados por el asombro los ingleses se agrupan en el muelle y contemplan el espectáculo también squarcia lupo y lombardos se levantan a mirar como todos y apenas lo hacen menos de un minuto después del primer estallido otro fogonazo surge más lejos al otro lado del puerto al momento resuena el estampido una enorme llamarada se alza y retuerce en forma de hongo de fuego y la claridad rojiza de un incendio ilumina las siluetas de los barcos las grúas y las instalaciones del muelle sur arena y cadorna han hecho saltar el petrolero khyber pass 13 el último acto en el ataque que el enemigo realizó contra gibraltar en diciembre de 1942 con medios submarinos cuyas características y todas vamos entonces y operando desde una base que mantuvo secreta hasta el final se manifestó de lo que eran capaces los italianos cuando estaban debidamente motivados aquella noche con sólo el coste de dos muertos y dos prisioneros sus buzos de combate incendiaron un petrolero y movilizaron un crucero para el resto de la guerra causando unos 19.500 toneladas de perdidas con el hundimiento de esas naves unido al de los acorazados valiant y queen elisabeth en alejandría y otras unidades que acabaron sumando 35 barcos aliados nuestra armada llegó a estar seriamente comprometida sólo en gibraltar y sus aguas perdimos 14 naves con imaginación y coraje una veintena de hombres audaces logró hacernos todo ese daño empleando medios cuyo coste no superaba el del cañón de un acorazado si en vez de mantener una flota costosa e inoperante italia hubiese volcado su esfuerzo naval en la actuación de tales medios de asalto baratos y eficaces para los que nunca faltaron voluntarios el curso de la guerra en el mediterráneo habría sido seguramente distinto en sus memorias diva and silent publicadas en londres en 1951 el capitán de corbeta royston narró sus recuerdos de las acciones submarinas en las que intervino durante la guerra tanto en malta como en gibraltar su libro es una de las bases documentales que maneje para reconstruir esta historia os aporta importantes detalles sobre la visión británica del grupo osa mayor me habría sido útil entrevistar a todo en persona pero cuando empecé a indagar éste llevaba mucho tiempo fuera de escena después de la guerra le habían encargado el adiestramiento de una unidad especial de buzos de combate y en plena guerra fría se perdió su rastro durante una misión secreta relacionada con el buque de guerra soviético smolensk en marzo de 1958 se sumergió para reconocer el casco de la nave de visita en un puerto de gran bretaña y nunca se volvió a saber de él su desaparición sigue siendo un misterio a falta de ese testimonio personal pero combinando las memorias de todos los relatos de elena arbués llenaros cualquier upo y los cuadernos de jarry campelo llegue a tener una idea bastante exacta de lo ocurrido en aquellas fechas incluidas la última noche y el día siguiente al hundimiento del nairobi y el khyber pass la librera de venecia no había sido demasiado explícita en eso y me pareció que nuestras conversaciones se lo di a algunos aspectos incómodos no quiso hablar mucho de su detención ni de cómo fue tratada en los últimos interrogatorios solo el recuerdo ya es humillante llegó a decirme y pasó con rapidez sobre esa parte del relato se limitó a asegurar que no habló ni dio información alguna ni siquiera cuando conoció la captura de los dos italianos y la muerte de otros dos y me incliné a creerla confirmar las sospechas de que había espiado para ellos aseguró habría equivalido a ponerse la soga al cuello sobre todo después de los daños que los británicos habían sufrido en el puerto que los tenían furiosos por suerte el comisario que dirigía la parte civil del asunto resultó ser un individuo más bien decente la había tratado con cierta consideración dijo al menos al principio llenaros cual chalup un testigo de casi todo me fue un poco más sutil y a nuestras conversaciones en nápoles debo detalles importantes sobre el desenlace de la aventura pero el testimonio principal el más preciso lo encontré en los cuadernos de harry tan pelo allí detallaba los interrogatorios e incluso la treta final casi desesperada por su parte mediante la que intentó relacionar a él en árboles con los buzos capturados todo lo anotó con sorprendente ecuanimidad hechos momentos lugares en dos páginas de apretada escritura el comisario resumía bien los intensos interrogatorios la exasperación de los británicos y el obstinado silencio de los prisioneros italianos resisten sin derrumbarse aunque están deshechos de fatiga no consiguen quebrar los sólo repiten nombre en grado y número de identificación pero brillan sus ojos cuando se les menciona el crucero hundido y el incendio del petrolero que sigue ardiendo en el puerto la gente se asoma a contemplarlos como si fueran fenómenos de feria al principio los insultaban ahora casi todos los miran con respeto figuraba también en los cuadernos registrados escuetamente pero con precisión el último interrogatorio realizado por campelo a él en arbués y gracias a esas notas puedo reconstruir de modo razonable dejando poco margen a la imaginación lo que ocurrió allí y algo más tarde el acto final de la historia escuche dice el policía sé que está relacionada con esos hombres y usted sabe que lo sé sería más fácil poner las cartas sobre la mesa si coopera le garantizo benevolencia si no apoya elena los codos en la mesa sí no lleva allí más de una hora a calcular de nuevo en esa sórdida habitación sentado en frente con la chaqueta arrugada el nudo de la corbata flojo y la barba despuntando le en las mejillas el policía parece tan cansado como ella ante él hay un cuaderno de notas un termo de café y una taza sucia un lápiz y un cenicero humeante lleno de colillas todas suyas el enano fuma un cigarrillo desde el día anterior por la tarde no se lo han vuelto a ofrecer es usted mujer señora árboles ella respira hondo no necesita fingir cansancio que es mucho dormir y a 24 horas seguidas si la dejarán pero cada vez le cuesta más mantener la arrogancia tras la que desde el principio decidió escudarse aún así prefiere esa línea de defensa a los improbables balbuceos de chica inocente y asustada no habría sido capaz de sostenerse de modo creíble durante mucho tiempo deje de repetir esa estupidez réplica usted me ofende sonríe irónico el policía vaya disculpe no era mi intención ser mujer no me hace diferente en ningún caso el mundo de los hombres es duro se acentúa la sonrisa del otro sobre todo en una guerra respira hondo elena durante cuatro o cinco segundos ha descubierto que eso la tranquiliza deja su mente más clara esto es un atropello lo ha repetido cien veces porque es verdad se le ha metido la cabeza que soy una espía pero no tiene fundamento alguno usted mismo lo ha dicho sólo intuiciones y sospechas ya me duele la boca de decir que soy inocente es lo que seguimos intentando averiguar de ella una palmada en la mesa todo es un disparate es absurdo exijo que se informe de mi situación al cónsul de españa se levanta el policía después se estira los brazos y da una vuelta en torno a la habitación oiga admiro su interés a habla de pie de nuevo frente a ella no sé qué más puedo hacer para demostrarlo la hemos tratado con respeto para los tiempos que corren pero todo tiene un límite comprenda que no puedo dejarla irse sin más lo de esta noche los tiene a todos fuera de sí mis hombres y yo podemos recurrir a métodos más violentos persuasivos claro que pueden y eso me sorprende tras dudarlo un momento decide arriesgar un poco más que se lo ha impedido hasta ahora se la queda mirando el policía muy fijo y muy serio admirando su osadía dice bien lo de hasta ahora hay espacio para todo aunque elena no pestañea la inquieta el tono hay un cambio ahí por primera vez percibe una verdadera amenaza no tengo nada que ver con todo esto mueve la cabeza intentando disimular la aprensión con un gesto de hastío por otra parte no parece usted un mal hombre le sorprendería lo mal hombre que puedo llegar a ser eso lo ha dicho el policía con una sonrisa vaga casi triste acaba de sentarse de nuevo se la ha relacionado con los italianos es usted quien lo dice o quien repite lo que le dicen uno de mis informantes la vio como uno de los prisioneros el suboficial teseo lombardo que les sugiere ese nombre nada pues se encontró con él en algeciras y lo recibió en su casa de puente mayorga eso es mentira lo niega quien le haya dicho eso es un infame de verdad niega conocer a ese italiano naturalmente no lo he visto en mi vida porque no le preguntara a él lo hemos hecho dice que no sabe quién es usted y que más quieren bueno en hombres de esa clase en negar no significa nada a qué clase de hombres se refiere puros capaces de hacer lo que se ha hecho se queda callado el policía al cabo de un momento saca un paquete de cigarrillos quedan cuatro los mira y luego levanta los ojos hacia elena lleva muchos y fumar dice es verdad quizás sea buen momento le ofrece el paquete quiere o no derriba elena esa línea defensiva de es difícil sostenerla por más tiempo gracias se inclina el otro sobre la mesa para darle fuego con su propio encendedor que la mueve a usted dinero simpatía acaso es agente franquista por dios se echa atrás en el respaldo exhalando despacio el humo no empieza otra vez con eso no siente curiosidad por saber qué será de esos italianos ninguna en serio no son asunto mío la contempla el policía con extrema atención muy pensativo es usted admirable en algunos aspectos señora algo es concluye y despreciable en otros si fuera británica o gibraltareña le aseguro que no me habría conducido hasta ahora con tanta cortesía esta conversación transcurriría de manera menos agradable a mí no me parece agradable en absoluto pues le aseguro que está a punto de empeorar no abuse de mi paciencia aventura ella otro amago de arrogancia ofendida usted agotó la mía todavía no sé si lo suyo es valor inconsciencia o soberbia tras decir eso el policía se levanta y rodeando la mesa va hasta elena y le quita el cigarrillo que humea entre sus dedos lo hace sin violencia casi con delicadeza y lo apaga en el cenicero hice lo que pude dicen todo de otro recuerde eso después se vuelve hacia la puerta weithman gambaro entran dos hombres uno es el que la siguió en motocicleta hasta la frontera en inglés fuerte y de aspecto brutal el otro un meridional de nariz ganchuda pelo negro y piel cetrina traen dos cubos de agua y una toalla ocupados de la señora orden al policía y tener mucho cuidado no quiero que les dejéis marcas endurece la voz mirándolos amenazador como le quede en el cuerpo una sola señal os arrancó la cabeza lo que ocurre después elena intentará olvidarlo durante el resto de su vida tras 12 horas separados llegaros cual grupo y teseo lombardo vuelven a estar juntos se les ha secado la ropa manchada de suciedad y grasa y los ingleses les dieron sandwiches y té que calmaron sus estómagos hambrientos pero no calzado ni cigarrillos tienen los ojos enrojecidos y las facciones marcadas por la fatiga se encuentran en una sala de reuniones donde hay varias sillas una tarima y una pared con una fotografía del rey de inglaterra una pizarra donde todo se ha borrado y mapas cubiertos por biombos también hay dos centinelas armados en la habitación marinos de uniforme azul con polainas cartucheras y fusiles con bayonetas que no les quitan ojo de encima y otros dos en el pasillo que ahora será pregunta es cuál chalup o en voz baja no lo sé su compañero mira la ventana por donde entra una luz cada vez más dorada supongo que media tarde es cualquier grupo descansa tumbado sobre tres sillas las manos cruzadas tras la nuca mirando el techo todavía le quema los pulmones al respirar hondo y tose con frecuencia junto a él lombardo está sentado frente al respaldo de la suya los brazos encima y la cabeza apoyada en ellos a ratos dormitan ha sido un día de intensos interrogatorios aunque sin violencia física y los ingleses no han obtenido más que sus nombres grados y números de identificación hace rato que los dejan tranquilos y todo parece haber terminado me pregunto qué nos espera ahora comenta el napolitano supongo que una cárcel o un campo de prisioneros katz o espero que nos en inglaterra con la lluvia y todo eso a ti te dará igual porque eres del norte y estás acostumbrado a la niebla el frío y toda la basura septentrional yo prefiero los climas suaves suele mandar a la gente a palestina o a la india alza un poco la cabeza squarcia lupo interesado ojalá a palestina a no todavía baja más la voz con turquía grecia y cree está cerca lo tendríamos más fácil para escapar todo puede ser llenar pero no te hagas ilusiones observa el napolitano a los dos centinelas y vuelve a apoyar la cabeza en cualquier caso hemos bien a estos chulos anglosajones de sonríe lombardo no salió mal del todo ahora respetará un poquito más a los más aliens ríen fuerte con insolencia y eso dispara otro shut up de los centinelas así que continúan conversando en voz baja parece que arena y cadorna pudieron regresar susurra es cual chalup o si los hubieran cogido ya lo sabríamos no supongo para ellos la gloria entonces que la disfruten pues la merecen a nosotros nos llegará el turno cuando volvamos a la patria no sé cuánta patria quedará cuando eso ocurra cierra los ojos el napolitano ha evocador y canturrea muy bajito de mí que ilusionen donde de mí que si tú te verme tal vez piensan la patria a la que se refiere su compañero haya cambiado cuando regresen a ella pero no la suya la parténope de 3000 años seguirá estando donde siempre estuvo inmutable con sus calles abigarradas de voces y gente colores y luz ojalá para entonces la ciudad siga siendo fascista suponiendo que de verdad lo haya sido alguna vez pero lo cierto es que con mussolini rey víctor manuel o caballo de copas igual que sin ellos invulnerable a todo e incluso a ese viejo cabrón taimado del vesubio nápoles seguirá siendo nápoles eterna desde los romanos o antes y no hay bastardo inglés bebedor de té que pueda con eso lo hicimos camarada resume satisfecho eso es lo que importa no crees que los jo dimos bien sonríe otra vez lombardo mientras afirma cansado la barba de casi 24 horas azul e ando en el mentón desde luego que lo hicimos y estamos vivos sí suspira square chelo post súbitamente triste su último pensamiento amarga el sabor de lo conseguido de la trágica victoria lástima lo de mazzantini el pobre tos que conocimos a la mujer del teniente te acuerdas claro nos la presentó el día que los vimos en la trattoria deportó venere exacto eso es llevaba un vestido estampado de flores y bien guapa era no se parecía a aquella actriz sabes la que digo alida valli esa lo piensa un poco más escucha lupo hechas que a la lengua seré guapa si te quedas viuda es una ventaja añade una mujer guapa nunca pasa hambre después se queda callado pensando en llevan a caraffa su novia que bastante linda es también con unos ojos muy negros y el pecho opulento y las caderas que mueve de forma gloriosa bajo el vestido que se le ajusta como si estuviera pintado sobre el cuerpo cuando camina por la vía esperan chela haciendo temblar la calle hasta los santos de las hornacinas se asoman a mirarla te das cuenta deseo apunta melancólico el teniente ha muerto y su mujer todavía no lo sabe a saber cuándo se lo van a decir en este momento estará dando de mamar a su hijo en un café en el cine o escuchando el boletín de la marina en la radio nuestras fuerzas navales se han atacado con éxito la base enemiga de gibraltar y sin embargo no lo sabe tarda lombardo en responder es la guerra a llenar vaya si lo es quisiera al napolitano hablar a su compañero de otra mujer la española pero no se atreve de forma explícita con los centinelas allí desde que los capturaron los ingleses han preguntado varias veces por ella tanto los militares como un individuo vestido de paisano y con trazas de policía la española insistían sobre todo el de paisano cuál es su relación con esa mujer española que han tramado juntos etcétera pero todo el tiempo el napolitano ha negado conocer a mujer alguna aparte algunas de algeciras llegó a añadir con malicia y lo mismo ocurrió con lombardo que tiene razones aún más poderosas para no abrir la boca seguro que la cogieron musita al fin squarcia lopo mirando de reojo a los centinelas hace su compañero un gesto afirmativo sin despegar los labios tiene el rostro crispado y se le marcan los músculos en la mandíbula squarcia lupo lo conoce lo suficiente para intuir la tensión que hay bajo esa aparente calma la angustia tal vez los que hacen cosas como las nuestras piensa el napolitano con acidez no deberían tener verdaderos afectos cada sentimiento es un punto débil en la coraza una grieta que te hace vulnerable crees que ella insinúa reflexiona al otro no lo sé concluye pero si hubiese dicho algo nos habrían confrontado con eso estoy de acuerdo nos lo restregar ian por la cara verdad no te quepa duda en torna satisfecho los ojos escucha lupo en realidad estos no saben nada solo han oído campanas se calla sonríe forzado alza otra vez la cabeza y le guiña un ojo a su compañero saldrá de esta ya lo verás añade es una chica dura asiente denuevo lombardos sombría más le vale serlo se juega más que nosotros cuando harry tan pelo entra en la oficina de inteligencia naval todo inbox son están sentados con un capitán de fragata bajo y huesudo a quien el policía conoce de vista un escocés llamado kirkintilloch por una ventana que ve al puerto se ve no mear los restos del petrolero incendiado anoche y algo más allá en el centro de la dársena el nairobi inclinado hacia estribor hundido hasta la borda con las torres y la superestructura asomando del agua según todo que por la mañana reconoció el casco con sus buzos los daños en el crucero son enormes y hay un desgarro de cinco metros bajo la línea de flotación aunque se consigue llevarlo a un dique de reparación quedará mucho tiempo fuera de servicio tal vez durante el resto de la guerra casi 20.000 toneladas echadas al fondo por unos cuantos hombres se lamenta kirkintilloch y les ha salido muy barato al menos hemos matado a dos que sepamos señala will moxon lo mira el otro con ojo crítico no pretenderás consolarnos con eso juguetea con un lápiz azul y rojo tamborileando con él sobre una carpeta rotulada como confidencial en el que ver pasa y dos muertos y un desaparecido y en el crucero se interesa campelo ninguno hay no hubo ni siquiera heridos graves el aviso de los italianos llegó a tiempo y todo el mundo subió a cubierta no había nadie abajo cuando estalló la carga gracias a dios y que lo digas un timbrazo del teléfono que atiende kirkintilloch escucha con atención devuelve el auricular a la horquilla y en arca las cejas el comandante del nairobi viene ahora anuncia se llama fraser quiere ver las caras de los italianos antes de que nos los llevemos moxon silva entre dientes pues vendrá fino ponte en su lugar no que te revienten así la nave que mandas y ni siquiera en combate heroico amarrada a una triste boya del puerto sin decir nada en rois todos se caricia pensativo la barba a diferencia de los otros dos oficiales impecablemente uniformados el jefe de los buzos británicos viste pantalón arrugado y sucia camisa caqui no es culpa suya opina alfin kirkintilloch le dirige una fría mirada de reproche cuando eres comandante y te hunde en el barco siempre es culpa tuya hasta que un tribunal naval decide lo contrario tuerce la boca moxon malévolo les va a sacar los ojos a esos dos hijos de espero que no interpone kirkintilloch formal conoce las reglas sigue en ellos sin decir nada pregunta campelo ni media palabra ni siquiera les habéis apretado un poco define apretar ríe box on sabes a qué me refiero veas apretado tú a la chica algo pero sólo hasta donde puedo por nosotros también hasta donde podemos que es mucho menos que tú no sabes cómo te envidiamos el brazo secular deberías traerla aquí sugiere kirk quintil o aunque sea como trámite la 'armada' quiere hacerle unas preguntas accede el policía no hay problema la traigo aunque perderéis el tiempo no ha confesado conexión con los italianos ni eso ni nada él en arbués muerde con la boca cerrada y ha sido de verdad persuasivo insiste moxon no lo suficiente me temo pero con vuestros bonitos uniformes y vuestros galones de oficiales y caballeros no queréis saber detalles se miran entre ellos y carraspean incómodo kirkintilloch en absoluto confirma sin embargo espero que se encuentre en un estado presentable apunta moxon sonríe sarcástico campelo mientras enciende un cigarrillo impoluta como una paloma casi hoy el suspiro de alivio de los otros merecéis perder la guerra se dicen los adentros a veces pienso que merecéis perderla nos tranquiliza oír eso querido harry me dice moxon mantenernos en nuestra bien reglamentada ignorancia no piensa un momento el policía dejando salir humo por la nariz lo que me fastidia dice al fin es lo contentos que deben de estar esos dos pájaros lo que se alegrarán parecen demasiado cansados para alegrarse de nada señora kirkintilloch objetivo pero supongo que sí que están satisfechos yo lo estaría interviene todo los otros oficiales lo miran como a un raro tú eres un marciano muchacho dice moxon a donde los van a llevar pregunta campero se besara a un juicio militar no tendría sentido responde kirkintilloch son marinos enemigos que actuaron con su uniforme y la debida identificación nada que reprocharles pero los muertos del petrolero es un acto de guerra legítimo buque de pabellón enemigo atacado en puerto enemigo técnica y moralmente limpio nuestros comandos les hacen lo mismo a ellos siempre que pueden dice todo incluso más a lo guarro o sea que se irán de rositas kirkintilloch tamborilea otra vez con el lápiz es sobre la carpeta eso parece de momento van a la prisión militar de windmill hill y cuando termine el papeleo nos embarcaremos para un campo de prisioneros y qué hay de los dos italianos muertos mira todo hacia la ventana con aire soñador los daremos al mar como hicimos con el otro campelo le dirige una ojeada de asombro al mar afirmativo te refieres a una ceremonia oficial con corona de flores y todo eso si a eso me refiero el almirante acaba de autorizarlo se lamenta moxon mueve el policía a la cabeza y enciendo un cigarrillo a veces me pregunto si vivís en el mundo real a mi no me mires moxon señala osca mente a todo díselo a ser lancelot esos hombres lo merecen opone es te han hundido dos barcos y matado a marineros olvidas eso marinos mercantes precisa quintil ok achicharrados como ratas en el incendio más a mi favor insiste moxon los contempla todo demorándose en cada uno con un parpadeo de inocencia que a capello le hace pensar en la expresión de un chico dolorido hay cosas que no comprendéis le oye decir se encogen moxon de hombros ni falta que nos hace carecéis de espíritu deportivo la guerra no es el cricket muchacho bacán pelo despedirse cuando abren bruscamente la puerta y los cuatro se ponen en pie con semblante muy serio el comandante fraser acaba de entrar en la habitación junto a teseo lombardo y procurando como su compañero mantenerse erguido casi en posición de firmes llenaros cualquier grupo soporta el escrutinio el hombre que tienen delante impresiona y no sólo por su aspecto es ancho de hombros fuerte con el cabello gris bajo la gorra que lleva apuesta y cuatro gruesos galones con una coca en las bocas mangas de la chaqueta con ocho botones dorados del uniforme azul marino apenas se vieron ante él a ninguno de los dos les cupo duda de quién se trataba incluso antes de que uno de los oficiales que los habían estado interrogando pronuncie su nombre capitán de navío fraser comandante del eln iron bi es comprueba es cualquier hubo un verdadero marino de guerra cuyos años de marc se marcan en las facciones atizadas surcadas de arrugas y los ojos descoloridos por el sol de diversos océanos unos ojos fríos inexpresivos que estudian a los dos italianos de la cabeza a los pies de cimientos en el detalle de sus monos de faenas sucios de sal y grasa en los párpados enrojecidos y los rostros fatigados donde apunta una barba de 24 horas sus nombres ordena seco interviene solicitó uno de los oficiales británicos él y otros dos marinos uno es el barbudo rubio y desaliñado escoltan al comandante se llaman empieza a decir pero lo interrumpe el superior con un ademán de autoridad les he preguntado a ellos habla rudo casi hostil mirando los italianos con pétrea fijeza se consultan entre sí estos silenciosos nada hay que objetar a eso interpreta es cualquier grupo en los ojos del compañero second o capo lombardos deseo responde este rey y marina soto capos cual chalup o llenar o rey a marina los iris incoloros los miran alternativamente helados como escarcha observa escucha lupo que el comandante tiene marcas azules de fatiga e insomnio bajo los párpados también el deduce ha pasado una mala noche atacaron mi barco dice el inglés tras un momento no suena lamento ni reproche ni siquiera agravio es la anunciación de un hecho por el rabillo del ojo es cual chalup o ve a sentir a lombardo esperamos haberlo hundido a señor ha hablado tranquilo y respetuoso sin jactancia y el comandante lo observa con repentina curiosidad dirige luego un rápido vistazo a squarcia lupo y vuelve a centrarse en el veneciano casi lo hacen responde en tono neutro está posado en el fango del puerto en nueve metros de agua y con daños serios lo lamento por usted señor pero lo celebro como marino italiano da un paso adelante el oficial interrogador irritado por la insolencia pero lo detiene el superior con un gesto imagino que no van a decir de dónde vinieron me equivoco no se equivoca señor si ya me han informado de que son reservados sobre ese particular asiente con calma lombardo sobre ese y sobre todos los demás particulares señor saben que pueden fusilarlos por saboteadores somos marinos de guerra muy sereno el venecianos señala los otros ingleses con el mentón como ellos y como usted mismo cruz al comandante las manos a la espalda mientras observa a lombardo pensativo vinieran de donde vinieran dice por fin lo cierto es que se adentraron en la bahía y forzaron las obstrucciones del puerto hace falta mucha audacia para eso el mar la noche y nosotros y también mucha suerte escarcha lupo oye suspirar a su compañero no todos la tuvimos es verdad coincide en inglés he sabido que dos de sus camaradas murieron intentándolo mis condolencias gracias también miraron ustedes el petrolero o eso lo hizo otro equipo no sé de qué petrolero me habla los miras pero el inglés con severidad del khyber pass todavía umea ahí afuera no sabría decirle réplica lombardo sin inmutarse no sabría no señor se vuelve fraser a escuchar upo usted tampoco yo tampoco comandante introduce el inglés la mano derecha en el bolsillo de la chaqueta dejando el pulgar fuera tras un momento en silencio habla de nuevo los han tratado bien razonablemente con testa lombardo dadas las circunstancias se dirige ahora fraser a escuche lupo hay algo que pueda hacer por ustedes lo piensa el napolitano confuso no se me ocurre que el señor decide los contempla el inglés inmóvil arrugado el entrecejo bajo la visera bordada en oro de la gorra al cabo hace un gesto afirmativo y ademán de irse pero de pronto se detiene es cierto que dieron aviso de que iba a estallar una bomba en mi nave es lombardo quien responde así fue comandante y por qué lo hicieron nuestro objetivo era el barco en este caso concreto que murieran tripulantes resultaba innecesario por eso decidimos avisar cuando ya no había tiempo para moverlo de su fondeadero ni localizar la carga explosiva aunque sí para que la dotación se pusiera a salvo en cubierta pero en el que ver pasan muerto hombres objeta fraser quizás no sé no sabe como dije antes el señor ignoro de que otro barco me habla mira el inglesas corchero po y usted encoge los hombros en napolitano y junta las yemas de los dedos de una mano moviéndola con suavidad un ademán levantino tan viejo como su patria y el mediterráneo yo ignoro hasta en qué lugar geográfico me encuentro ahora a comandante por primera vez un amago de sonrisa se insinúa en la boca del inglés pero se esfuma en el acto prisionero en gibraltar me temo ahora es escucha lupo quien sonríe abiertamente con descaro acaso también podría tratarse de suda o de alejandría cállese idiota insolente lo increpa molesto el oficial interrogador mueve la cabeza fraser ordenando al subordinado que no intervenga y enmudece este mientras fulmina a los italianos con la mirada es cualquier grupo advierte que el oficial rubio y barbudo hace una mueca divertida aunque permanece quieto y sin decir nada como si estuviera al margen de cuanto ocurre la guerra ha terminado para ustedes exponer comandante al menos eso espero pues los vigilarán bien gente así suele intentar evadirse tendríamos ese derecho señor interviene lombardo es verdad admite ecuánime el otro lo tendrían contempla sus movimientos monos de faena y los pies descalzos sobre las baldosas frías para que les entreguen ropa y calzado se vuelve hacia otro de los oficiales se encargará kirkintilloch por supuesto señor vuelve a mirar el superior a los italianos es cuánto puede hacer por ustedes por lo demás no creo que volvamos a vernos imagino que no responde lombardo cuadrándose y squarcia lupo lo imita calla un momento el inglés después se toca con el pulgar y el índice la visera de la gorra ademán cercano a un saludo que más parece casual que deliberado cual si pretendiera ajustarse la un poco pero si alguna vez nos encontramos dice una vez terminada la guerra haré algo que hoy no puedo hacer estrecharles la mano pestañea sorprendido lombardo y eso porque es señor el rostro del comandante fraser aún se mantiene un momento inescrutable de improviso una súbita calidez anima su mirada por ahorrar las vidas de mis hombres y por el extraordinario valor demostrado al atacar mi barco mientras toma notas en uno de sus cuadernos harry campero aguarda sentado en el vestíbulo de inteligencia naval está muy cansado hoy daría cualquier cosa por un baño caliente y un sueño de 12 horas seguidas su magro consuelo es que el último acto al menos ser correspondiente al episodio que lo ocupa desde hace días está a punto de terminar poco hay que añadir al drama que sale de sus manos para pasar a otras jurisdicciones en cierto modo es un alivio verse liberado de la responsabilidad pero eso no atenúa la amargura del fracaso la sensación de que parte de la historia se desliza sin remedio entre sus dedos que la presa se escapa viva o casi tarde o temprano en cuestión de días o semanas una vez concluyan los interrogatorios las averiguaciones las últimas pesquisas el en árboles acabará siendo puesta en libertad es sólo enfurece con una cólera interior árida desesperada aunque todavía queda una última posibilidad una leve esperanza a la que se aferra contumaz renuente a soltar del todo la captura por eso ha telefoneado a la oficina para que traigan a la detenida antes de que los italianos los trasladen a la prisión militar como un gavilán prevenido aunque parezca aflojar las garras campelo confía en un chispazo de última hora un indicio cualquiera una palabra un gesto que permita atar el cabo suelto y disponer de un argumento en el que pasar al menos una acusación formal algo que después un juez aceptará o no pero que permita al brunch salvar la cara poniendo sobre la mesa un resultado concreto en vez de abrir resignadamente la puerta del calabozo formular una disculpa de dientes afuera y señalar a la mujer el camino de la frontera ella ha aguantado bien según le cuentan más de lo que puede esperarse de una mujer y también de un hombre toallas mojadas agua en el rostro sofocos intermitentes cuánto puede hacerse a un ser humano sin daño físico sin huellas de tortura lo soporto limitándose a gritar y estremecerse pataleando en convulsiones desesperadas cuando llegaba al borde de la asfixia así una y otra vez durante horas y nada pero nada de nada esa mujer tiene el forrado de hierro comisario resumió hassan pizarro le juro que lo tiene hay otros métodos por supuesto o los habría maneras eficaces de hacerla admitir incluso lo que jamás soñó hacer pero para eso hacen falta tiempo y oportunidades de los que camps el o no dispone hasta el cónsul de españa debe de haber oído algo recurrir al doctor focas fue un error porque empieza a usar el teléfono y a rondar despachos incluso en plena guerra las cosas tienen un límite aunque de todas formas pese a la frustración del fracaso el policía no está seguro de lamentar no haberlo franqueado hay algo en el enard webs que admira y le obliga muy a su pesar a fijarse en ella de modo distinto a como vería a un delincuente común o un enemigo quizás sea cierto lo que dicen o lo que él mismo intuye que hay una historia de afectos entre ella y uno de los italianos que no se trata o no del todo de simpatías ideas o dinero es eso lo que lleva al último plan al postre el cartucho que el comisario conserva en el tambor casi vacío del revólver un último tiro al azar por eso aguarda en el vestíbulo mientras espera a que traigan a él en árbol confiado en que llegue antes de que a los italianos los saquen de allí algo que comprueba inquieto mirando el reloj parece a punto de ocurrir el capitán de navío al mando del nairobi acaba de irse y en la entrada al edificio se ha estacionado una furgoneta de la armada para trasladar a los prisioneros un ruido de pasos le hace volver la cabeza son royston i will box on que vienen por el pasillo se acabó dice moxon se los llevan se pone campelo en pie los dos marinos tienen un aspecto tan agotado como el suyo creíamos que habías terminado aquí comenta todo me falta un trámite lo contemplan curiosos ya está todo el pescado vendido muchacho opinamos son prisioneros de guerra con las bendiciones de ginebra o sea intocables desde ahora windmill hill y el primer convoy para sudáfrica o el mediterráneo oriental camino de un campo de prisioneros fin de la acuática historia y a esperar la próxima han dicho algo a última hora ni una palabra señala campelo la puerta por la que se fue el comandante del nairobi después imitando con cuatro dedos los galones de capitán de navío se toca un hombro ni siquiera a él hacemos son una mueca despechada ni siquiera con ese sólo les faltó besarse en la boca ya sabes jueguecitos de héroes reglas de caballeros y toda esa habrá que rendirse a la evidencia si habrá que todo está mirando al policía interesado de que trámite hablabas antes harry un careo rápido así da tiempo para eso he ordenado traer a la mujer a tu sospechosa a esa y que pretende es conseguir no lo sé todavía supongo que nada pero poco pierdo comprobar comprobar que inquiere moxon tampoco estoy seguro esto es un sainete de locos miran los tres hacia la puerta el henar bus acaba de aparecer en el umbral sujeta de un brazo por hassan pisarlo la veo muy entera observamos son como esperabas verla con un ojo morado sin uñas no sé muchacho el policía eres tú se acerca campero a la mujer está despeinada con el cabello apelmazado y sucio los párpados hinchados y un tono opaco en los ojos sin maquillaje que parecen mirar sin ver entre aturdidos e indiferentes la piel muy pálida tiene el color de la cera se cubre con la gabardina que lleva ceñida al pecho con una mano y camina con cierta dificultad insegura en los pasos lamento empieza a decir campelo pero si interrumpe pues no sabe qué decir a continuación ella lo mira o más bien tarda una eternidad en hacerlo en mover los ojos desde el vacío insondable que parecen contemplar hasta el rostro del policía cual si hiciese un vago esfuerzo por reconocerlo créame que lo siento concluye campelo al fin no hay respuesta ni reacción a parte del policía a pizarro y la toma por el brazo casi con delicadeza sintiendo la ligera frágil al contacto se dispone a hablar de nuevo a decir lo que espera de ella y para que la ha hecho traer cuando al fondo del pasillo suena la puerta se oye ruido de pasos y los italianos aparecen escoltados por kirkintilloch y cuatro infantes de marina los prisioneros calzan ahora zapatos del ejército británico y visten pantalón y camisa caqui limpios vienen uno detrás del otro sin esposas ni ligaduras cada uno entre dos guardianes y el capitán de inteligencia naval abre la marcha se los llevan de allí piensa frustrado el policía demasiado pronto para ellos demasiado tarde para el macarrones duros dice moxon sarcástico más que al dente beckham pelo como royce todos se acerca a los italianos y les dirige unas palabras que no alcanza a oír desde donde se encuentra solo advierte que el primero de ellos lombardo asiente y que todo hace un ademán con la mano derecha llevándose la a la frente en forma de saludo después el jefe de los buzos británicos saca un paquete de cigarrillos le da a uno al italiano y ofrece otro al segundo prisionero que tose y niega con la cabeza camina a lombardo con el cigarrillo sin encender en la boca y sigue el grupo adelante acercándose donde está en campelo y la mujer de pronto en un destello de lucidez el policía intuye la oportunidad el momento ahí lo tiene le dice a ella en voz baja espero que haya valido la pena la observa con extrema intensidad atento a las reacciones pero nada en su rostro delata emoción alguna ya se encuentra el grupo a pocos pasos así que mete la mano en un bolsillo el policía saca el encendedor de ella y se lo pone en las manos del fuego al menos despídase de él la transformación de la mujer lo impresiona como si cobrasen vida súbita los ojos fatigados se animan con un relámpago de orgullo y firmeza la expresión endurecida de pronto tan agresiva y punzante que campe lo confuso hace un esfuerzo de voluntad para no dar un paso atrás lo perfora hasta el cerebro durante un par de segundos que parecen eternos después esa mirada semejante a una astilla de hielo resbala sobre él con inaudito desprecio para fijarse en los hombres que están a pocos pasos en el primero de los italianos en el que busca ávidamente el comisario indicios de alerta o reconocimiento sin encontrar más que una total o aparente o forzada indiferencia en ese momento liberándose con brusco desafío de la mano que le sujeta un brazo el en arbués va al encuentro de teseo lombardo se detiene ante él y oprimiendo el mecanismo del encendedor le ofrece fuego para el cigarrillo que lleva colgando de los labios y harry con pelo apretados los puños con tanta fuerza que le duelen los nudillos ve impotente como el italiano inclina el rostro acerca el cigarrillo a la llama que ilumina y aclara sus iris verdes aspira la primera bocanada de humo y sigue adelante impasible inexpresivo sin dar las gracias ni mirar en ningún momento la mujer dejándola a salvo con su silencio 14 epílogo lucía el sol sobre el canal de la giudecca reverberando en el agua cuando cierta mañana de abril una mujer bajó del vaporetto cerca de la punta de la aduana y anduvo por el muelle sartre llevaba la misma gabardina que cuatro años atrás un bolso de cuero y una pequeña maleta como único equipaje algunas huellas de la guerra todavía eran visibles en la ciudad adriática y un edificio dañado por las bombas aliadas o tal vez alemanas mostraba el costillar negruzco de sus vigas desnudas entre paredes en ruinas en una de las cuales podía leerse parte de una descolorida consigna fascista y abad o tuto a un soldado el resto era ilegible jugaban unos niños sobre un montón de escombros y la luz reflejada en el agua verde gris lo envolvía todo niños ruinas y muros desconchados en una atmósfera cegadora e irreal por la que la mujer caminaba como a través de un sueño cruzó un puente de piedra blanca anduvo un trecho torció a la derecha bajo un pasadizo oscuro y se detuvo en una pequeña plaza ante una iglesia cerrada allí permaneció un momento mirando alrededor mientras buscaba inútilmente en los muros próximos un nombre para situarse un gato paso despacio ante ella vigilando la con recelo y desapareció de un salto tras unos cubos de basura indecisa la mujer dejó la maleta en el suelo abrió el bolso y extrajo una carta un sobre abierto arrugado como una dirección en el remite después de comprobar esta cogió la maleta y volvió sobre sus pasos de regreso al muelle y el canal inundados de luz al fin dio como un indicio ríos antro vaso señalaba una carcomida placa en la pared había un canal de mediana anchura que desembocaba en el canal grande de la izquierda al otro lado del cual velada por el resplandor del sol se alargaba una línea fantasmal de edificios lejanos a veces la silueta de un barco a contraluz en día majestuosa aquella luminosidad dorada y el sonido de su sirena hacía revolotear lentos y alados rumbos de gaviotas el resto era silencio suave rumor de agua en los escalones cubiertos de verdín y las viejas puertas arruinadas de las casas ruedas por la humedad y el tiempo todo parecía o era de una belleza antigua casi dolorosa se detuvo al fin ante otro puente al llegar a un canal que desembocaba en el muelle más allá había un edificio de madera oscura con una cubierta de texas que los años habían enmohecido desde el bajaba hasta el agua una rampa de suave inclinación en la que había paradas dos embarcaciones papas afiladas a xornadas con hierros de dientes horizontales dos góndolas elegantes y negras la mujer permaneció inmóvil mientras se calmaban los latidos de su corazón que había roto a palpitar desbocado respiro despacio sin apartar los ojos del pequeño astillero estudiaba con avidez cada detalle y por primera vez desde que había emprendido el viaje tuvo miedo la incertidumbre la estremeció con una sacudida tenue un temblor ligero incontrolado que solo se calmó al apretar en la mano izquierda el encendedor que llevaba en ese bolsillo de la gabardina el tacto del metal cálido entre la palma y los dedos la tranquilizó como un calmante o un analgésico después respiro hondo y dirigió la cabeza y cruzó el puente como quien deja atrás su pasado había un operario en la puerta del astillero un hombre de mediana edad barbudo con hebras grises que trabajaba en mangas de camisa húmeda de sudor cepillando con garlopa unas tablas sujetas sobre un caballete al ver aparecer a la mujer alzó la vista para observó con curiosidad silenciosa lombardo dijo ella cerco al señor e teseo lombardo la miraba el hombre sin decir nada había dejado la herramienta para secarse las manos en las perneras del pantalón que estaba reventado con parches en las rodillas después hizo un ademán indicando el cobertizo que tenía detrás por cuya entrada asomaba el hierro de una tercera góndola él se lee dentro dejo la maleta en el suelo y anduvo hasta el cobertizo deslumbrada por la claridad de fuera no vio al principio más que bultos confusos en el interior la penumbra olía a madera pintura y barniz y en ella se fue perfilando una forma humana la de alguien que trabajaba arrodillado junto a la góndola y que era advertir la sombra de la mujer se quedó inmóvil un momento y luego se incorporó despacio para entonces ella era capaz de ver con mayor nitidez y de ese modo como si en una cubeta fotográfica se definiera lentamente la imagen sometida al líquido revelador en su retina fueron afianzándose la silueta masculina el contorno de los fuertes hombros y brazos el torso desnudo donde brillaban minúsculas gotas de sudor y cuando el fin el dio un paso hacia ella acercándose más a la claridad exterior ésta iluminó los ojos de color verde hierba y la sonrisa ancha blanca y centelleante como una cuchillada de luz del hombre junto al que él en árboles estaba dispuesta a caminar él de su vida a enfrentarse como solo eran capaces de hacerlo los soldados y los amantes al azar de los días y al frío de las noches algeciras mayo de 2021 además de numerosos libros y documentos consultados esta novela debe mucho a varias personas destacan entre ellas bruno arpaia antonio cardenal augusto ferrer dalmau paolo vasile carolina reo yo y mi viejo amigo el periodista gibraltareño dedican pelo ya fallecido que hace 40 años me mostró en su casa el cuchillo de un buzo italiano también a mi padre que siendo yo niño me habló por primera vez de las incursiones de los buzos italianos en gibraltar y alejandría y a una película cuyo título no recuerdo en la qe2 casters detenidos por la policía se cruzaban aparentando no conocerse durante toda mi vida desee reconstruir esa escena sin la que tal vez el italiano nunca se habría escrito soy víctor clavijo esperamos que hayas disfrutado de esta producción de el italiano te invitamos a que encuentres tu próxima historia en audiolibros pro gracias

Noticias relacionadas