La obesidad es un asunto de seguridad nacional: el teniente general Mark Hertling en TEDxMidAtlantic

La obesidad es un asunto de seguridad nacional: el teniente general Mark Hertling en TEDxMidAtlantic

Hola, me llamo Hertling soy soldado como probablemente pueden notar. He estado en el Ejército durante 38 años. Estoy pensando en hacer una carrera ahí. He visto (Risas), he visto, estudiado y analizado todo tipo de amenazas de seguridad. He combatido en varias guerras pero está emergiendo una amenaza [br]que vemos y de la que me gustaría[br]hablar un poco hoy de la que pienso afectará nuestro futuro, nuestra economía, nuestra juventud y nuestro sistema económico. Es una amenaza emergente que me preocupa sobremanera y está representada en esta foto. Ahora quizá se pregunten: ¿por qué un soldado habla de un joven obviamente inactivo y quizá con un poco de sobrepeso? Y por varias cosas que he visto en los últimos años de las que quisiera hablar un poco hoy y que están relacionadas en lo que pienso esto podría ser una amenaza de seguridad nacional en los próximos 20 a 30 años. Primeramente, en 1983, el Ejército me envió a algo que llaman experiencia ampliadora. Me pidieron que fuera al posgrado en la Universidad de Indiana. Ya era licenciado en Relaciones Internacionales pero me dijeron: "Queremos que estudies una maestría en [br]Fisiología del Ejercicio (FE) y después que impartas clases [br]de FE en West Point". A lo que dije: "Bueno, suena bien, seguro es ampliadora". Así que fui (Risas) fui a la Universidad de Indiana y mi primera clase fue de anatomía y tenían un laboratorio. Entré al aula y me entregaron un cadáver, como a todos los demás en la clase. El cadáver venía con su historial médico. El profesor nos dijo: "Con el fin de respetar a quienes donaron sus cuerpos a la ciencia les pedimos que los respeten y quizá quieran darles nombre para que recuerden que alguna vez fueron personas, aunque no queremos darles su verdadero nombre". Entonces al mío lo llamé Charlie. Charlie tenía un historial médico, había sido un fumador[br]de 2 cajetillas diarias. Charlie no había hecho ejercicio [br]en los últimos 20 años. Charlie tenía mucho sobrepeso y había fallecido de[br]una enfermedad cardíaca a los 46 años. Cuando lo preparamos y empezamos, los diferentes estudiantes en el aula empezamos la disección de los cuerpos, yo la pasé peor que otros estudiantes porque tuve que cortar varias capas adiposas. Cuando llegué a la cavidad interna del cuerpo me sorprendió comparar los órganos de Charlie con algunos de los órganos[br]de los otros estudiantes. El corazón estaba rodeado de grasa de varios centímetros. Uno de los trucos que [br]los instructores nos enseñaron, bueno, cuando tuvimos estas clases, era que teníamos que saber y distinguir las venas de las arterias; el profesor decía: "Si estiran una arteria, es como un elástico; si estiran una vena, sentirán como[br]un tañido de cuerda de guitarra". Cuando estiré las venas[br]y arterias de Charlie, se rompieron en mi mano. Terminé el posgrado y fui a dar clases[br]en West Point durante 3 años del 83 al 86 y después de esta asignación, volví a operaciones en el Ejército e hice lo que todos los soldados hacen: organizaciones comandadas, entrenamiento, fui a combate varias veces y al terminar en combates como Comandante de División en 2009, el Ejército decidió que quería promoverme a general de tres estrellas. porque creo que querían demostrar que tenía sentido del humor. Luego me enviaron a ser Comandante de Entrenamiento Militar Inicial. Mi trabajo era entrenar[br]a los 160 000 o más soldados, corrijo: civiles, que entrarían al Ejército cada año y convertirlos en soldados. Cuando me propuse para esta asignación, [br]encontré algo que me alteró. Varios hechos captaron mi atención. Primero que nada, 75 % o más, de hecho un poco más de los civiles que querían[br]sumarse al Ejército no tenían las cualificaciones. 75 % de los jóvenes de 17 a 24 años [br]que querían entrar al Ejército no estaban cualificados y la razón número uno era que estaban obesos. Del 25 % que podían entrar al Ejército, lo que vimos en el primer día [br]de entrenamiento básico fue que cerca del 60 % de ellos no pudo pasar la prueba de EF que les dimos en el primer día; que consistía en: un minuto de flexiones, un minuto de sentadillas y correr 2 km. Esa no es una prueba difícil. Pero lo que vimos fue que una gran mayoría de nuestros nuevos soldados que provenían de un ambiente civil no podían pasar esa prueba. No podía entender lo que había pasado. Eso no era lo que había dejado al estudiar educación física en 1986. Hicimos algunos análisis y me di cuenta de que habían cambiado[br]un par de cosas. Ante todo, la razón primera[br]y principal fue que a finales de los 90, la mayoría de nuestras escuelas [br]primarias y secundarias dejaron de dar entrenamiento físico, y de hecho, sólo 5 estados de los 50 de nuestro país ahora tienen requisitos obligatorios de educación física entre jardín de niños y el grado 12. Cinco de 50. Uds. dirán: "Bueno, suena interesante, ¿pero al Ejército qué le importa?" Bueno, porque recibimos el producto de eso, pero además los efectos secundarios y terciarios eran que los jóvenes que se unían al servicio no podían, correr, esquivar, saltar, caer, revolcarse, los tipos de cosas que se espera [br]que los soldados hagan si están en combate. Lo segundo que encontramos o que vi o me di cuenta fue que nuestra dieta había[br]cambiado radicalmente en los últimos 15 años. Hemos agrandado todo. Habiendo estado apostado en Alemania, ahí no es el caso, pero estaban agrandando todo... si querían papas fritas había extra grande y extra, extra grande. Podían pedir no sólo una bebida de ½ litro podían pedir una soda de 1, 1½, 2 litros. Eso estaba teniendo efectos nocivos. Me resultó asombroso que estábamos también viendo, me decía un científico, que en los últimos 15 años desde que dejé West Point a la fecha, los estadounidenses comen [br]30 % más calorías al día que lo que comían en 1983 y cerca de 7 kilos más de azúcar al año. Estadísticas fenomenales. La combinación de una falta de educación física y un incremento de la mala nutrición estaban ocasionado efectos secundarios. Por cierto, este es el grupo de alimentos "0". Empecé a llamarlo el grupo de alimentos "O" porque nada que termine en una "O" sea probablemente bueno para uno. (Risas) Todavía no encuentro algo que termine en "O" que en efecto sea muy nutritivo en la naturaleza. Lo que empezamos a hacer fue que vimos algunos efectos secundarios y terciarios y este es uno de ellos. Esta es una de nuestras[br]bases de entrenamiento y tenemos 5 en el Ejército de EE.UU. Estamos viendo una enfermedad llamada lesiones por estrés femoral y lo que eso significa es que se quiebra la punta de la pelvis y no es una quebradura limpia sino una fractura por estrés que ocasiona problemas importantes y pueden ver que al inicio del 2000 [br]empezamos a ver esto debido a que los reclutas llegaban [br]a la mayoría de edad y muchos no habían tenido EF y habían empezado con una mala nutrición. Para el 2009 cuando nuestros nuevos reclutas de 18 a 19 años habían llevado una vida entera sin ejercicio físico[br]y con mala alimentación. En una base de entrenamiento tuvimos 135 con lesiones importantes, que para curarlas cuesta entre USD 100 000 y USD 300 000. Entonces esto es un problema económico y no solo el problema de salud de un soldado. Para mí era un problema económico. La tercera razón que trataré en breve para ir más rápido. La tercera razón que vimos fue un incremento de tecnología. Son un gran admirador de la tecnología, pero los investigadores me dijeron que ahora vemos como nación cerca de 150 horas de TV al mes. Esto es 5 horas al día. En 2009, cuando empezamos este estudio estábamos viendo entre[br]30 y 40 de promedio horas de búsquedas en Internet por adultos hombres estadounidenses al mes. Esto es de 1 a 2 horas diarias. Los juegos rebasan las gráficas. En 2009 y desde entonces ha incrementado, los adolescentes jugaron en promedio 13 horas a la semana de videojuegos. Ahora todas esas horas frente a la tele fueron reemplazadas por tiempo de juegos y eso es significativo. Así mismo, el último, el número cuatro: somos malos ejemplos para nuestros hijos. Tenemos demasiada prisa, comemos mal, consumimos comida rápida, nos relajamos frente al televisor[br]al final del día. Además estamos dependiendo de la tecnología en lugar de jugar y no equilibramos nuestras vidas. Mi esposa hacía lo de su tejido en casa criamos dos hijos, y ahora a un par de nietos eso dice: "Tus hijos te están mirando". Lo que hacen habla más fuerte [br]que lo que puedan decir. No estamos haciendo lo correcto[br]para nuestros hijos. Entonces en mi típico tono de soldado digo: "Tenemos que abordar estos problemas [br]de los nuevos reclutas". Cambiamos varias cosas. Empezamos algo que llamamos la Iniciativa del Soldado Atleta, porque no basta con decirle [br]a un montón de chicos de 18 años: "Los vamos a poner a todos en forma y ya no comerán hamburguesas". Deben tener un título sexy y así lo llamamos: Iniciativa del Soldado Atleta. Si van al campo de batalla, tienen que entrenar como campeones. Cambiamos completamente bueno, es un banco de tres patas, cambiamos completamente [br]la forma del entrenamiento para compensar lo que no se hacía en la secundaria y la universidad. Asignamos terapeutas físicos y entrenadores atléticos a cada organización porque queremos evitar las lesiones Y tratarlas antes de que se conviertan en esas fracturas por estrés de USD 100 000. Queríamos arreglarlas según fueran apareciendo. Y lo tercero y probablemente más importante fue que cambiamos la forma de alimentación en los comedores. Le llamamos "Energizando al Soldado". No basta con decir, "Toma ensalada". En su lugar decimos (Risas) hacemos publicidad con soldados y decimos: "Tenemos que llenarte de energía para rendir al máximo". Esto es lo que hacen los equipos deportivos. Esto hace la Liga de Fútbol[br]Estadounidense, la de béisbol, saben que deben comer lo correcto para rendir lo máximo. De acuerdo, no insistiré... dentro del primer año, vimos algunas estadísticas increíbles y contundentes que muestran que esto funcionaba: reducción de lesiones, ahorramos cerca de USD 30 millones el primer año, sólo en tratamientos de lesiones. 30 millones en el Ejército. Sólo en prevención de lesiones y empezamos a ver pérdida de peso y mejoras... o más bien reducción del número de soldados con sobrepeso en el Ejército. Todavía tenemos una manera más. Estamos organizando este "Energizando al soldado" para "Energizar a los equipos" y de hecho lo hemos redirigido al Departamento de Escuelas de la Defensa para nuestros jóvenes y lo estamos llamando "Energizando el futuro". ¡Lo arreglamos! O estamos en camino de lograrlo. Lo interesante de esto es que el Ejército combinado con [br]la Marina y el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y los Guardacostas constituyen menos del 1 % de [br]la población estadounidense. Entonces mi preocupación es: ¿Qué pasa con el restante 99%? Y esto me lleva a lo que considero, que es un asunto de seguridad nacional. Voy a mostrarles un área y es sólo niveles de obesidad. Esta fue una gráfica que representaba el número de estados en EE.UU. donde las tasas de obesidad eran menos del 20 % en promedio en niños de 14 a 19 años. Esto fue en 1985. Miren lo que pasó. Como pueden ver en 2009, es considerablemente peor. Las predicciones para el 2030 son: Pueden ver el número de estados que tienen obesidad infantil arriba del 65 %. Esto no es sobrepeso, es obesidad. Ahora, los temas relacionados de los que les he hablado como las tasas de lesiones y lo muchos que estábamos pagando de curación, son importantes. Gastamos un estimado, que con el Departamento de Salud y Educación determinamos juntos, gastamos hoy en promedio entre USD 150 000[br]a USD 200 000 millones anuales en tratamientos por obesidad infantil. Estamos viendo un incremento en diabetes. Estimamos que habrá una tasa de 40 % de enfermedades [br]cardiovasculares para el 2030 Esto es considerable. Esto es un tema de cuidado de salud, un tema económico, un tema de disponibilidad para mí porque he visto mi batería de reclutas mermada por esto. No puedo empujarlos para arreglarlos. Es sólo un tema de competición. Hay otros estudios que muestran[br]los efectos de la obesidad y la falta de actividad en los jóvenes. Por eso pienso ciertamente que esto es un asunto de seguridad nacional. Hay varias organizaciones [br]que intentan abordar esto. Habrán escuchado que el alcalde [br]Bloomberg de Nueva York ha prohibido todas las bebidas azucaradas de más de ½ litro en escuelas y [br]restaurantes en Nueva York y recibió muchas críticas por ello. Nike, Blue Croos Blue Shield y Subway, todos están usando actores con sobrepeso en sus anuncios para cambiar el comportamiento y quizá darle la vuelta a este asunto. En el Día Mundial del Juego [br]del año pasado, Nickelodeon decidió oscurecer sus pantallas de su programación para que los niños salieran a jugar. Y, por supuesto, nuestra Primera Dama en el curso de los últimos años ha intentado con el programa "¡A moverse!" y otras medidas abatir la obesidad. Esto me concierne. Esto me concierne mucho. Como dije antes, me llamo Hertling y soy soldado. Lo he sido durante 38 años. Esto no es algo que el Ejército pueda arreglar, esto no es algo que baste [br]con ponerle un moño amarillo y decir: "Que alguien más lo cuide". No es algo que podamos dejar en manos de gobiernos u organizaciones para atenderlo. No teman en escribir a sus escuelas, no teman en intentar obtener la nutrición de vuelta en restaurantes. No teman equilibrar sus vidas y salir a hacer ejercicio. No teman modelar su comportamiento como ejemplo para los jóvenes. Esto evitará muchísimos Charlies en el futuro. Muchas gracias. (Aplausos)

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