What I learned from 100 days of rejection | Jia Jiang

What I learned from 100 days of rejection | Jia Jiang

Traductor: Denise R QuivuRevisor: Sebastian Betti Cuando tenía seis años, recibí regalos. Mi maestra de primer gradotuvo una idea brillante. Quería que recibiéramos regalos pero también que aprendiéramos a felicitarnos mutuamente. Por lo tanto, nos pidió a todosacercarnos delante de la clase para ver los regalos que nos compróy dejó en un rincón, y nos dijo que permaneciéramos allí de piepara felicitarnos unos a otros y al oír nuestro nombre que recogiéramosel regalo y nos fuéramos a sentar. Qué idea maravillosa, ¿verdad? ¿Qué podría salir mal? (Risas) Bueno, para empezar, éramos 40 alumnos y cada vez que escuché un nombreaplaudí y saludé con entusiasmo, hasta que quedaron 20, luego 10, 5 y 3. Y yo era uno de los últimos tres. Y nadie aplaudió. Bueno, para entonces,yo ya estaba llorando. Y la maestra se puso nerviosa. Dijo: "¿Puede alguno decir algobonito sobre estas personas?" (Risas) "¿Nadie? Muy bien, tomensus regalos y y siéntense. Así que si se comportan bien el año que viene, quizá les digan algo bonito". (Risas) Como vuelvo a contarlo ahora, pueden darse cuentade que recuerdo esto muy bien. (Risas) Pero no sé quién se sintió peoraquel día, si la maestra o yo. Debió haberse dado cuenta de quetransformó una actividad colaborativa en una burla pública sufridapor tres niños de seis años que no les hizo ninguna gracia. Cuando vemos gente ridiculizadapor la tele, es gracioso. Pero ese día no fue divertido en absoluto. Es así como me recibieron, y haría cualquier cosa para evitarestar de nuevo en una situación similar y ser rechazado en público otra vez. Esa es una manera de que me perciban. Ocho años más tarde: Bill Gates visitó mi ciudad,Beijing, China, para dar una conferencia,y entendí su mensaje. Me enamoré de ese tipo. Pensé, "Guau, ahora sé lo que quiero hacer". Ese noche escribí una cartaa mi familia diciéndoles: "Antes de cumplir los 25, construiréla empresa más grande del mundo, y esta empresa comprará Microsoft". (Risas) Tenía todas las ganas de comermeal mundo; dominación, ¿verdad? Y no miento, realmente escribí la carta. Aquí la tengo. (Risas) No hace falta que la lean por completo. (Risas) Está mal escrita, pero de verdadque destaqué algunas palabras clave. [Basic - Windows - Microsoft] Ya se hacen a la idea. (Risas) Esa era otra versión de mí, la de alguien que conquistaría el mundo. Bueno, dos años después tuve la oportunidad de venir a EE.UU. La aproveché, tomando en cuenta que era el sitio donde vivía Bill Gates. (Risas) Pensé que era el comienzode mi viaje empresarial. Avancemos 14 años más,cuando tenía 30 años. No, no creé aún esa compañía. Ni siquiera comencé. De hecho, fui gerente comercial en unade las empresas de la lista Fortune 500. Me sentí varado y estancado. ¿Por qué? ¿Dónde estaba el adolescenteque escribió esa carta? No es que no lo intenté, sino porque cada vez tenía una ideanueva, que quería probar algo nuevo, -- incluso en el trabajo -- cuando quería proponer algoo hablar delante de un grupo de personas, sentía que había una batalla constante entre el adolescente de 14 añosy el chico de 6 años, entre uno que quería conquistarel mundo, marcar la diferencia, y el otro que tenía miedo al rechazo. Y cada vez, el niño ganaba. Y este miedo persistió aún hastadespués de crear mi propia empresa. Creé mi primera empresadespués de cumplir los 30 años; si quieres ser Bill Gates, hay que empezar tarde o temprano, ¿no? Cuando me convertí en un hombre de negocios, tuve la oportunidad de invertirpero luego me la anularon y el rechazo me hizo daño. Me afectó tanto que en aquel mismoinstante quise renunciar a todo. Pero luego pensé si Bill Gates se dio por vencidodespués de un simple rechazo o si cualquier empresario exitosose rendiría de esta manera. Ni hablar. Fue entonces cuando entendí que puedo crear una empresa mejor,un equipo o un producto mejor pero una cosa es cierta: que tengo que ser un mejor líder, una persona mejor, que ya no puedo dejar a un niñode 6 años controlar mi vida, y que tengo que ponerle en su sitio. Así que busqué ayuda en Internetporque Google era mi amigo. (Risas) Busqué: "¿Cómo superarel miedo al rechazo?" Encontré varios artículos de psicología que hablaban del origendel miedo y del dolor. Luego encontré varios artículosmotivadores y optimistas acerca de cómo "no te lo tomescomo algo personal, solo supéralo". ¿Quién no lo sabe? (Risas) ¿Pero por qué tenía tanto miedo todavía? Luego me encontré por casualidadcon este sitio web: rejectiontherapy.com (Risas) "Tratamiento del rechazo" es un juegocreado por un empresario canadiense llamado Jason Comely. Básicamente, la idea es pasar30 días en busca de rechazos; ser rechazado por algo todos los díasy, al final, quedar insensible al dolor. Me encantó la idea. (Risas) Me dije que lo haría; lo de sentirme rechazado durante 100 días, desarrollando mis propias ideas al respeto y haciendo un videoblog con eso. Y eso hice. Así se ve mi blog. Primer día: (Risas) Pedir USD 100 de préstamo a un extraño. (Risas) Aquí es donde acudí a donde trabajaba, bajé a otra planta y vi a este tipo grandesentado detrás de un escritorio; parecía un guardia de seguridad. Así que me acerqué. Me acerqué caminando -- fue el paseo más largo de mi vida -- tenía la piel de gallina, estaba sudando, con el corazón a puntode saltarme del pecho, llegué y le dije: "Señor,¿puede prestarme USD 100?" (Risas) Me miró y dijo: "No". (Risas) ¿Por qué?" Y yo dije: "A, ¿no? Lo siento". Y me volví y me eché a correr. (Risas) ¡Me sentí muy avergonzado! Pero como me filmé, esa noche me vi a mí mismosiendo rechazado y vi lo asustado que estaba. Me parecía al chico del "Sexto sentido"que decía: "Veo gente muerta". (Risas) Pero luego me fijé en ese tipo. Saben, no era tan amenazante. Era más bien un tipo regordete y simpático que incluso me preguntó: "¿Por qué?" De hecho, me invitó a que me explicase. Pude haber dicho muchas cosas,o explicado o negociado, pero no hice nada de eso. Todo lo que hice fue huir. Vi un mini resumen de mi vida. Cada vez que sentía el más leve rechazo,huía a más no poder. ¿Y saben qué? Decidí que al día siguiente,no iba a huir fuera lo que fuese. Me comprometí. Segundo día: "Pedirun suplemento de hamburguesa". (Risas) Acudí a una hamburguesería, terminé de comer, me acercoal cajero y le digo: "Hola, ¿me sirves un suplementode hamburguesa?" (Risas) Estaba confundido: "¿Qué es eso?" (Risas) Dije: "Es como una bebida extra,solo que en hamburguesas". (Risas) Me dijo: "Lo siento, no servimos eso". (Risas) Fue cuando se produjo el rechazoy podría haber huido, pero me quedé. Dije, "Me encantan sushamburguesas y este sitio, y si tuvieran extras de hamburguesas, aún más". (Risas) Y me dijo: "Bueno, muy bien,hablaré con el gerente, y tal vez lo haremos, pero no hoy". Así que me fui. Y, por cierto, no creo que jamáslo pusieran en práctica. (Risas) Creo que sigue abierto. Pero la sensación de morirme que tuve la primera vez, desapareció. Solo porque decidí no huir. Era fantástico ir aprendiendo cosas, genial. El tercer día: que me regalen rosquillas olímpicas. Fue cuando mi vida se puso de cabeza. (Risas) Fui a una "Krispy Kreme", una tienda que venden rosquillas principalmenteen la región sureste de EE.UU. Tiene que haber alguna por aquí, también. Entré y dije: "¿Pueden hacer rosquillasen forma de anillos olímpicos? Solo tiene que conectar cinco rosquillas". (Risas) No había manera de queestén de acuerdo, ¿verdad? ¡El encargado me tomó tan en serio! (Risas) Tomó un trozo de papel, comenzóa añadir los colores en las rosquillas preguntándose: "¿Cómo puedo hacer eso?" Y 15 minutos más tarde, apareció con una caja de donutsque se parecían a los anillos olímpicos. Estaba muy conmovido, no lo podía creer. Y el vídeo tiene más de cincomillones de visitas en YouTube. El mundo tampoco se lo podía creer. (Risas) Debido a esto, salí en los periódicos, en programas de TV, en todas partes. Y me hice famoso. Mucha gente comenzó a enviarme correos, diciéndome: "Es fantásticolo que estás haciendo". Pero la fama y la notoriedadno significaban nada para mí. Realmente quería aprender y cambiar quien era yo. Así que cambié el restode los 100 días de rechazo en esta acción, en esteproyecto de investigación. Quería ver qué podía aprender. He aprendido muchas cosas,he descubierto muchos secretos. Por ejemplo, descubrí quesi no huyo al ser rechazado, puedo transformar un "no" en un "sí",y la palabra mágica para eso es "por qué". Así que un día, me acerqué a la casade un extraño con una flor en la mano, llamé a la puerta y pregunté:"¿Puedo plantar esta flor en su jardín?" (Risas) Y él dijo: "No". Pero antes de marcharme, le pregunté:"¿Puedo preguntar por qué?" Y él dijo: "Bueno, tengo un perroque desentierra todo lo que planto y no quiero desperdiciar tu flor. Si sigues queriendo hacerlo, ve al otrolado de la calle y habla con Connie. Le encantan las flores". (Risas) Y es lo que hice: fui allí y llamé a la puerta de Connie. Y ella estuvo muy feliz de verme. (Risas) Media hora más tarde, mi florestaba en el jardín trasero de Connie. Estoy seguro de que se ve mejor ahora. (Risas) Pero si me hubiera ido despuésdel primer rechazo hubiera pensado: "Bueno, fue porque el hombreno confiaba en mí, porque estaba loco, o por que no estaba bien vestido, tenía mal aspecto". No era por nada de eso. Era porque lo que ofrecíano se ajustaba a lo que él quería. Pero confió bastante como para remitirme, por usar un término comercial. E hice una inversión. Y un día... Y también he aprendido que puedo decir ciertas cosas y optimizar la oportunidadde obtener un "sí". Por ejemplo, un día fui a Starbucks y le pregunté al gerente: "¿Puedo serun portavoz oficial en Starbucks?" Y él preguntó: "¿Qué es eso?" (Risas) Dije: "Esos dependientes en Wal-Mart, esas personas que nos dicen "Hola" antes de entrar en la tienda y que, en la práctica, se asegurande que nadie robe nada. Quiero ofrecer una experienciaWal-Mart a los clientes de Starbucks". (Risas) De hecho, no creo que estosea una buena idea. (Risas) De hecho, estoy seguroque es muy mala idea. Y dijo: "Ah", -- sí, este es él, se llama Eric -- Me dijo: "No sé". Esta fue su reacción: "No sé". Y yo le pregunté: "¿Es extraño?" Y él: "Sí, es muy raro". (Risas) Pero tan pronto como lo dijo,su actitud cambió. Era como si dejara todos susmiedos a un lado y me dijo: "Bueno, bien, puedes hacerlo, solono te vuelvas demasiado extraño". (Risas) Así que fui portavoz de Starbucks por una hora. Dije "Hola" a cada cliente que entródeseándole felices fiestas. Por cierto, no sé qué carrera quieren seguir, pero no de portavoz. (Risas) Es algo muy aburrido. (Risas) Pero descubrí que podía hacerloporque le pregunté si era raro. Planteé la misma duda que él tenía. Y preguntar si era algo extraño,indicó que yo no era un bicho raro, que estaba pensandoexactamente igual que él, que veíamos la situacióncomo algo extraño. Y aprendí una y otra vez que si mencionolas dudas que la gente puede tener, antes de hacer la pregunta, gano su confianza y esmás probable que me digan "sí". He aprendido que puedo cumplir mi sueño... preguntando. Saben, vengo de cuatrogeneraciones de maestros, y mi abuela siempre me dijo: "Jia, puedes ser lo que quieras,pero sería genial si fueras maestro". (Risas) Pero yo quería ser empresario,así que no me hice maestro, no obstante siempre soñé con enseñar algo. Pensé, "¿Y si solo pregunto si puedodar una clase en la universidad?" Vivía en Austin, así que fuia la Universidad de Texas, en Austin, llamé a la puerta de los profesorespreguntando: "¿Puedo dar su clase?" No tuve resultados positivosen los primeros intentos. Pero como no salí corriendo,seguí intentándolo, en el tercer intento, el profesorse quedó impresionado. Me dijo: "Nadie ha hecho esto antes". Vine preparado,con diapositivas y mi plan de lección. Me dijo: "Guau, puedo usar esto. ¿Por qué no vuelves en dos meses?Puedo encajarte en mi programa". Y dos meses más tarde,estaba dando una clase. Ese soy yo; no se ve bien,la imagen no es buena. Ya saben, a veces somosrechazados por la luz. (Risas) Pero, caramba, cuando terminéde impartir la clase, salí llorando porque vi que pude cumplirmi sueño simplemente preguntando. Pensé que había que cumplirtodas estas cosas, ser un gran empresario o tenerun doctorado para enseñar. Pero no: solo preguntéy pude dar la clase. Y en la foto que no se veía bien cité a Martin Luther King Jr. ¿Por qué? Porque en mi investigación, descubríque los que realmente cambian el mundo, que cambian la forma de vivir y pensar, son esas personas que previamente se enfrentarona rechazos, a menudo incluso violentos. La gente como Martin Luther King, Jr., como Mahatma Gandhi,Nelson Mandela, o incluso Jesucristo. Estas personas no han permitidoque el rechazo les definiera, sino que dejaron que su propiarespuesta al rechazo lo haga. Y aceptaron el rechazo. No hace falta ser estas personaspara aprender sobre el rechazo. En mi caso, el rechazo fuemi maldición, el hombre del saco. Me molestó toda la vidaporque yo estaba huyendo de él. Luego empecé a aceptarlo. Y empecé a verlo comoel mejor regalo de mi vida. Empecé a enseñar a la gente a convertir rechazos en oportunidades. Uso mi blog, mis conferencias,el libro que acabo de publicar, y estoy desarrollando tecnología que ayuda a vencer el miedo al rechazo. Cuando sean rechazados en la vida, cuando se enfrentenal siguiente obstáculo o fracaso, consideren las posibilidades. No huyan. Si los aceptan, pueden convertirse en regalos también. Gracias. (Aplausos)

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