¿Deberíamos comer insectos? - Emma Bryce

¿Deberíamos comer insectos? - Emma Bryce

Por siglos, la gente ha consumido insectos, de todo desde escarabajos a gusanos, langostas, saltamontes, termitas y libélulas. La práctica incluso [br]tiene un nombre: entomofagia. Los cazadores recolectores de [br]la antigüedad quizá aprendieron de los animales de forraje que comían insectos [br]ricos en proteínas y siguieron el ejemplo. Conforme evolucionamos los insectos se volvieron parte [br]de nuestra tradición dietética, cumplieron el rol tanto de alimento básico como de manjar. En la Grecia antigua, se consideraba las cicadas [br]refrigerios de lujo. Incluso a los romanos [br]la larva de escarabajo les parecía una delicia. ¿Por qué perdimos [br]nuestro gusto por los insectos? La razón de nuestro [br]rechazo es histórico y la historia probablemente comenzó alrededor del año 10 mil a.C. [br]en el Creciente Fértil, un lugar de Medio Oriente que fue el principal lugar de [br]nacimiento de la agricultura. En aquel entonces, nuestro [br]ancestros alguna vez nómadas, empezaron a establecerse [br]en el Creciente. Al ir aprendiendo a [br]cosechar cultivos y domesticar animales, las actitudes cambiaron, extendiendo su dominio [br]hacia Europa y al resto del mundo. Cuando el cultivo despuntó, la gente quizá desdeño [br]los insectos como mera peste que destruía sus cultivos. Las poblaciones crecieron y Occidente comenzó [br]a urbanizarse, debilitando las conexiones de [br]nuestro pasado de forrajeo. La gente simplemente se olvidó [br]de su historia rica de insectos. Hoy, para la gente no [br]acostumbrada a la entomofagia, los insectos son un factor irritante. Pican y muerden, e infestan nuestra comida. Los asociamos con [br]un "factor de repulsión" y nos desagrada la idea de [br]cocinar insectos. Casi 2 000 especies de insectos [br]se convierten en alimento, que forma gran parte [br]de la dieta diaria para 2 000 millones de [br]personas en el mundo. Los países de los trópicos son [br]los consumidores más entusiastas porque culturalmente [br]se acepta. Además las especies en [br]esas regiones son grandes, diversas y tienden a congregarse [br]en grupos o enjambres lo que facilita su cosecha. Como en Camboya [br]al sureste asiático donde se recolectan [br]gigantescas tarántulas se fríen y se venden en los mercados. Al sur de África, la jugosa oruga mopane [br]es un alimento básico que se cocina lentamente [br]en una salsa picante o se comen seca y salada. Y en México, [br]los chapulines picados tostados con ajo, [br]limón y sal. Los insectos se pueden comer [br]enteros y hacer una comida con ellos o molidos en harina, polvo y pasta que se agrega a la comida. Pero no se trata del sabor. Son también sanos. De hecho, los científicos [br]dicen que la entomofagia puede ser una solución [br]de costo efectivo para los países en desarrollo [br]que tienen inseguridad alimentaria. Los insectos pueden contener [br]hasta un 80% de proteína, los componentes vitales del cuerpo, y también tienen alto contenido [br]de grasas ricas en energía fibras, y micronutrientes como [br]vitaminas y minerales. ¿Sabías que la mayoría de [br]los insectos comestibles contienen la misma cantidad o incluso más hierro mineral [br]que la carne de vaca, convirtiéndolos en una enorme [br]fuente sin explotar ¿Sabes que la deficiencia de hierro es actualmente el problema [br]de nutrición más común del mundo? El gusano de la harina [br]es otro ejemplo nutritivo. La larva del escarabajo amarillo [br]es nativa de los EEUU y fácil de criar. Tienen alto contenido vitamínico, montones de minerales sanos y puede contener hasta [br]un 50% de proteína, casi tanto como en una cantidad [br]equivalente de carne de res. Para cocinarlo, simplemente se pone [br]mantequilla y sal en la sartén se tuesta y espolvorea [br]con chocolate para un refrigerio crujiente. Lo que tienes que vencer [br]con el "factor de repulsión", lo ganas en nutrición y sabor. En efecto, los insectos [br]pueden ser deliciosos. Los gusanos de la harina saben [br]a nueces tostadas. Las langostas a camarón. Los grillos, como dicen algunos, tienen un aroma de [br]palomitas de maíz Cultivas insectos para alimento tienen también menos [br]impacto ambiental que la crianza de ganado porque los insectos emiten mucho [br]menos gases de efecto invernadero y usan mucho menos [br]espacio, agua y alimento. Socioeconómicamente, [br]la producción de insectos podría sustentar a la gente [br]de países en desarrollo dado que la crianza de insectos [br]se puede hacer a escala pequeña, altamente productiva y aun así relativamente [br]barata de mantener. Los insectos también [br]se pueden convertir en alimento más sustentable [br]para el ganado y puede recolectarse [br]del despedicio orgánico, como las cáscaras vegetales, que de otra forma quizá terminarían [br]pudriéndose en vertederos. ¿Ya tienes hambre? Ante un plato de grillos fritos, la mayoría hoy [br]todavía se echaría atrás, al imaginarse todas [br]esas patas y antenas atorarse entre los dientes. Pero piensen en una langosta, es muy parecida a [br]un insecto gigante repleto de patas y antenas que alguna vez fue considerado alimento repulsivo e inferior. Ahora la langosta [br]es un manjar. ¿Puede ocurrir el mismo cambio [br]de paradigma para los insectos? ¡Hagan la prueba! Pongan ese insecto en la boca y disfruten el crujido.

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